¿Usted ha notado en sí mismo o en otra persona cambios de comportamiento, humor, forma de pensar, o digamos de "forma de ser", sin poder explicarlos racionalmente? ¿Cuántas veces ha oído decir: "no pareces el mismo", o la expresión: "ya veremos lo que hago". ¿Veremos? ¿Quiénes... veremos? ¿Acaso uno no es consciente de que toma sus propias decisiones? Ésta y otras, quizás sean las luces rojas que algunas veces nos alertan de la posible influencia de una voluntad ajena en nuestra vida diaria. Irene Hickman, doctora en Osteopatía nos presenta en este libro un método sencillo y eficaz para ayudar a las personas afectadas por estados de supuesta posesión o influencia espírita. Las técnicas a distancia que expone se pueden poner en práctica fácilmente, evitan el impacto emocional y sugestivo de una acción directa y están exentas de efectos no deseables. Con ellas se pueden eliminar muchos problemas cuyos síntomas parecen más graves de lo que son en realidad.
Nuestro propósito es colocar en las manos del lector una "llave maestra" con la que poder abrir las numerosas puertas internas que conducen al Templo del Misterio, puesto que la mayoría de las enseñanzas esotéricas que en cualquier tiempo han sido impartidas, pueden ser explicadas en esta obra. Incluso las más antiguas enseñanzas de la India han tenido su fuente en estas enseñanzas. Dice "El Kybalión": «Donde quiera que estén las huellas del Maestro, los oídos de aquellos que estén preparados para recibir sus enseñanzas se abren de par en par. Cuando los oídos del estudiante están listos para oír, entonces vienen los labios a llenarlos con sabiduría». De acuerdo con estas enseñanzas, este libro sólo atraerá la atención de los que están preparados para recibirlo. Y del mismo modo, cuando el pupilo esté preparado para recibir la verdad, entonces este pequeño libro llegará a él. Un obra basada en las antiquísimas enseñanzas herméticas, sobre las que se ha escrito muy poco.
«Fallecí en la Batalla de Somme ». Éstas son las sorprendentes palabras que James, un soldado de veinte años muerto en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, le dijo al autor de este libro la primera vez que se le apareció. Durante mucho tiempo, este ser le pidió a Stephen Turoff que transcribiera el relato de su vida, pero no los trágicos años pasados en la Tierra, sino sus experiencias en otros planos de existencia después de su muerte. De las comunicaciones que ambos mantuvieron a lo largo de dos años, ha surgido Siete pasos hacia la eternidad. Un libro escrito para revelar el conocimiento de que todos somos eternos: la muerte no existe, sólo se trata de un cambio. El espíritu del soldado James ha querido compartir las experiencias de su alma para descubrirnos a todos el camino de esa inevitable transición llamada muerte.
Todo el Universo ha sabido, hasta hoy, que, desde tiempo inmemorial, Salomón estaba en posesión de todas las ciencias infundidas a través de los sabios preceptos y de las enseñanzas de un ángel, al cual pareció estar tan sumiso y obediente que, además del don de sabiduría que le pidiera, obtuvo, y no sin admiración, toda otra suerte de virtudes. Todo lo cual hizo que, llegando Salomón al término de sus días, él mismo estableciese que su hijo Roboam, por sucesión, hiciérase cargo de un testamento que contenía todas las ciencias de las que él usare y disfrutare hasta el día de su muerte. Los Rabinos que, después de él, procuraron guardar celosamente este testamento, nombraron a éste último las Clavículas de Salomón, nombre con el cual hicieron grabar un libro hecho de cortezas de cedro, y en donde los pantáculos aparecían en caracteres hebreos y sobre planchas de cobre, a fin de poder ser conservados para la posteridad