Mirando hacia atrás en la Historia de la Humanidad, nos horroriza que haya existido por tanto tiempo una cosa tan inhumana como la exclavitud, si bien los esclavos "tan solo" perdían la libertad y la dignidad. En estos días se quiere legalizar en España el aborto libre hasta la semana 14, esto es, la muerte a capricho de un ser humano inocente no nacido, y no para una vez sino para siempre, y pronto, de aprobarse la ley, se van a realizar cientos de miles de abortos al año y, a no tardar, sumarán el millón, y así sucesivamente. Con cortesía pero con firmeza rechazo en mi libro las razones que dan a favor del aborto gentes de mentalidad advenediza en España, gentes de izquierdas. La dedicatoria de mi libro dice: "A España a la que amo"(Fidel Fuentes Íñiguez)
Siendo cardenal de Buenos Aires, el Papa Francisco dejó plasmado en diferentes escritos lo que sin duda puede denominarse su sueño antropológico. El libro ofrece una selección con los mensajes, ensayos y escritos más significativos dirigidos a los educadores cristianos, en los que Bergoglio quiere iluminar la tarea y la misión de aquellos que dedican su vida edificar una nueva humanidad, formando a los hombres y mujeres del mañana. Responden, pues, estas páginas a algunos de nuestros posibles interrogantes: ¿Cuál es la visión que tiene el Papa Francisco del ser humano? ¿Qué ideales y qué valores han de guiar su vida? ¿Cómo formar a las nuevas generaciones para afrontar un futuro lleno de esperanza?
Recuerda el Arzobispo de Yaounde, D. Víctor Tonye Bakot, en la reseña de este libro que la llamada a la santidad tiene que ser la opción fundamental de toda predicación (LG 39), y esta santidad constituye la verdadera felicidad del ser humano. Cada maestro espiritual enseña un camino particular que da a conocer a Jesús, y en este estudio se presenta la doctrina espiritual de san Luis Mª Grignion de Monfort, que entra en la categoría de aquellos que han recibido la misión de usar su carisma para la edificación de la Iglesia, aunque sin suscitar ningún movimiento espiritual.
La Bioética, como ciencia que trata de aplicar los principios de la Ética a las Ciencias de la Vida, es una ciencia nueva. Nos urge a todos tener una idea lo más precisa posible acerca de la vida que queremos para nosotros, para los nuestros y para nuestro entorno, así como de la ética de los medios con los que conseguirla; máxime dentro de un mundo cada vez más tecnificado y mutante. La novedad de esta segunda edición está en el replanteamiento del contenido, el número de voces añadidas, la corrección de los datos de las ya incluidas, y hasta por su mismo diseño y presentación, y, siempre, para dar una respuesta adecuada a los desafíos e interrogantes que las Ciencias de la Vida plantean hoy.
Los libros pueden ayudarnos a encontrar la sabiduría; este, por ejemplo, está lleno de ella. Son todas sus páginas como una fuente limpia y cristalina. Beber de esta agua nos ayuda a vivir con más lozanía la fe, con gran gozo la esperanza y a tejer todo el quehacer o padecer diarios sobre el cañamazo del amor. He aquí la enseñanza clave de estas oraciones vividas y redactadas por nuestro añorado Cardenal Nguyen Van Thuan en aquellos largos y terribles años de prisión dentro de las cárceles de su amado Vietnam.
¿Cómo establecer entre Jesús y nosotros una relación viva y estable? Nos lo preguntamos con frecuencia, pues tenemos la impresión de que nuestra vida espiritual está continuamente sometida a toda clase de fluctua-ciones, sorpresas y desilusiones... ¿Qué hacer? En este libro se recogen diversos escritos de un cartujo que giran en torno a un tema fundamental: acoger a Cristo en nuestra vida. Desde distintas perspectivas (Eucaristía, comunión fraterna, oración), estos textos nos iluminan para crecer y madurar espiritualmente.
Ser cristiano no consiste en afirmar algo, sino en sufrir un proceso de transformación. Un hecho de la historia, la resurrección de Jesucristo, llega hasta mí, entra y me transforma. Esto es lo que ocurre en el bautismo. El bautizado es yo, pero ya no yo, pues se han unido misteriosamente su vida y la de Cristo, de forma que gracias al regalo del bautismo nacemos a una nueva vida, a una vida que sí es vida. Esta transformación se hace más plena cuando participamos de la Eucaristía, mediante la que nos hacemos Cuerpo de Cristo.Afirmaciones misteriosas, y al mismo tiempo imprescindibles, para entender la identidad del cristiano.
¿Qué buscamos sino vivir la vida, una vida completa, satisfecha, al cien por cien ? ¡Queremos vivir! ¡Solo vivir! ¡Sin prohibiciones que nos limiten! Queremos vivir en riqueza y plenitud.Sin embargo, ¿qué es la vida? ¿dónde la encontramos? ¿por qué algunos que buscan solo vivir tienen vidas vacías y sin sentido?¡Escoger la vida! ¿Qué significa? ¿Cómo se hace? ¿Dónde se encuentra?En este volumen Benedicto XVI habla para los jovenes acerca de la decisiva cuestión de lo que significa realmente estar vivos.
¿Es la religión un poder redentor y sanador, o se trata más bien de un poder arcaico y peligroso que construye falsos universalismos con los cuales incita a la intolerancia y al terror?. Estas preguntas se hacía Joseph Ratzinger en la Academia de Baviera antes de ser elegido Papa. Es este uno de los temas que siempre le ha ocupado: la tolerancia, la posibilidad de creer en una verdad absoluta y al mismo tiempo convivir con quienes no la comparten.Recogemos algunos textos de Benedicto XVI en los que desarrolla estas cuestiones.
Después de estos días de cuaresma entramos en la Semana Santa como entra un navío en el puerto tras un largo viaje. Es hora de descansar en puerto seguro, y el nuestro es Jesús crucificado. La Semana Santa, en particular el Triduo Pascual, es la fiesta central de los cristianos, y en cierto modo, aunque muchos no lo saben, de todos los hombres de todos los tiempos. Jesucristo es el centro y el señor de la historia. Pero para que su semilla dé fruto antes tiene que caer en tierra y morir. La muerte de Jesús da sentido a la nuestra y su resurrección es nuestra primicia de salvación. La idea de este libro es meditar al pie de la Cruz las Siete Palabras, esas palabras maravillosas, rebosantes de esperanza y eternidad, que dijo Jesús antes de morir; entrando en la Semana Santa con un espíritu abierto, dispuestos a contemplar y a escuchar a Jesús en la Cruz, junto a María, anuncio, presencia y señal de que lo que es imposible para el hombre es posible para Dios.