Folleto para celebrar el Adviento con niños de 7 a 12 años, como preparación a la Navidad. Para cada semana se ofrece el mensaje del evangelio, una explicación, una experiencia, un ejercicio de manualidades y una oración.
Desde que se celebró el Concilio Vaticano II se percibe en todas partes la necesidad de renovar y mejorar los sistemas y programas formativos del sacerdote en las circunstancias actuales. Las continuas transformaciones de nuestro mundo y de nuestra Iglesia tocan también la figura del sacerdote y exigen una atenta reflexión sobre su más adecuada preparación. El tema de la formación sacerdotal comprende muy variados y complejos aspectos. El diálogo abierto y franco en el que cada uno aporte sus conocimientos y experiencias en este campo no puede sino enriquecer la reflexión común de la Iglesia. Conocimientos y experiencias; quizá sobre todo experiencias. Porque se trata de encontrar caminos para la acción, para la realización práctica de unos programas de formación que sean de verdad efectivos. Renovar no es necesariamente innovar, aunque las circunstancias cambiantes del mundo y de la Iglesia piden la revisión, la adaptación y a veces el cambio de ciertos enfoques y métodos. Se tratará de actualizar elementos accidentales al sacerdocio mismo. Porque lo que es esencial, lo que constituye la médula del sacerdocio ministerial, instituido por Cristo, no puede cambiar. Renovar es adaptar lo accidental para que se realice mejor lo esencial según las nuevas circunstancias. En este sentido, la renovación no va reñida con la tradición. El autor de este libro es el P. Marcial Maciel, L. C., que nació el 10 de marzo de 1920 en Cotija, Michoacán (México). Fue ordenado sacerdote en 1944. Es di-rector general de la Congregación de los Legionarios de Cristo que fundó el 3 de enero de 1941. Está con-vencido de que, a pesar de las dificultades por las que aún atraviesa la formación de los sacerdotes, si trabajamos con entusiasmo, poniendo en juego todos los medios posibles, se puede lograr muchos más de lo que quizás esperamos. Es. preciso, eso sí, tener ideas claras y tratar de realizarlas con firmeza, sin concesiones al desánimo, como la mejor respuesta al amor de Dios que sigue llamando obreros a su mies. Este es el mensaje vivo y alentador del presente volumen, cuya segunda edición se complace la BAC en ofrecer hoy a sus lectores.