En vida, Vicente Ferrer habló poco de Dios. Pero Ferrer tenía uno y lo llevaba en el bolsillo. En este libro, un viaje interior hacia sus pensamientos, descubrimos a un hombre práctico y profundamente espiritual que señala un único camino de salvación: el de la acción buena. Su única ideología, el amor hacia sí mismo y hacia los demás, y su fe en la humanidad y en Dios fueron su principal ancla en la vida, una fuerte convicción personal para mantenerse firme en su camino y superar todos los obstáculos. Esta obra es una recopilación de palabras vividas y sentidas, no es un ejercicio literario, pero sí un viaje, el de un hombre llamado Vicente Ferrer como pasajero del Universo. Este trabajo contiene la vida de quien lo ha escrito. Es un estrechar la mano de todos aquellos que deseen recorrer estas páginas. Los sentimientos resonarán como ecos en el corazón de aquellos que las lean y se aproximen con serenidad y gratitud a la visión espiritual de un hombre bueno, capaz de proporcionar soluciones reales a cerca de tres millones de personas en la India. Con un discurso sereno y optimista, El poder de la acción es la última llamada de Vicente Ferrer con un claro mensaje: despertar nuestras conciencias, elevarnos por encima de ideologías y religiones, conectar con el amor que hay dentro de cada ser humano y ser una auténtica llama viva, un símbolo de lo que todos podemos llegar a ser para transformar esta sociedad.
Este libro es una bella historia de amor, así como una interrogación sobre el significado de lo humano, escrito además con una brillantez literaria excepcional. Tras su primera detención en 1934, el poeta Ósip Mandelstam, uno de los mayores del siglo xx, permaneció en el exilio en Vorónezh durante tres años hasta su deportación; la muerte le llegó en 1938, en un campo de tránsito hacia Siberia. Su viuda logró escapar y sobrevivió como profesora de inglés en pequeñas ciudades de provincias, hasta que en 1956 se le permitió regresar a Moscú. Allí comenzó este relato, uno de los más conmovedores del siglo xx, en el que con extraordinario detalle narra las trágicas vivencias de su marido y sus compañeros de generación. La sensacional lucidez que nos muestra, su admirable serenidad en la lucha contra la barbarie y su conocimiento de primera mano del mundo intelectual de la Rusia de ese período, hacen de este libro un documento excepcional, así como una experiencia lectora imborrable.sus compañeros de generación. La sensacional lucidez que nos muestra, su admirable serenidad en la lucha contra la barbarie y su conocimiento de primera mano del mundo intelectual de la Rusia de ese período, hacen de este libro un documento excepcional, así como una experiencia lectora imborrable.
José Vilarasau Salat ofrece en estas memorias una amena e interesante aproximación a su trayectoria vital y laboral, desde los difíciles años de la guerra y la posguerra hasta su jubilación al frente de «la Caixa», ya entrado el siglo XXI, tras varias décadas en la dirección de esta entidad financiera. Como director general de «la Caixa», Vilarasau lideró la expansión de la entidad financiera durante varias décadas hasta situarla en los primeros puestos del ranking español. Vilarasau, hombre pragmático y prudente en su gestión, supo moverse en los entresijos de las altas finanzas y el poder político para favorecer los intereses de «la Caixa» hasta convertirla en una empresa de referencia en el ámbito nacional.
Bruce Chatwin es uno de los escritores más enigmáticos del siglo xx. Libros ya clásicos como En la Patagonia o Los trazos de la canción escapan a toda clasificación, y se revelan como textos fantásticos donde Chatwin se mimetizó con los entornos visitados al grado de crear una realidad particular para los mismos. Como revela Nicholas Shakespeare en la introducción a estas Cartas, Chatwin era un personaje de sí mismo, y el alter ego que aparece en sus obras es muy distinto del Chatwin que muestra su correspondencia, publicada luego de un meticuloso trabajo editorial durante veinte años de su viuda, Elizabeth Chatwin. Escribiendo desde lugares como Suecia, Afganistán, Grecia, Turquía y África, a personajes como Patrick Leigh Fermor, James Ivory y Paul Theroux, Chatwin se revela como un contador de historias puro, apasionado de la vida (un mes antes de morir se lamentaba: «Aún hay tantas cosas que quiero hacer»), inseguro sobre cosas íntimas como su sexualidad. Después de todo, como dijo su amigo Salman Rushdie: «Bruce apenas había empezado. Tan sólo vimos el primer acto».
Esa mañana Angèle Lieby había ido a trabajar como cualquier otro día, pero pronto empezó a notar picores en los dedos y una migraña cada vez más dolorosa que la llevó a ingresar en el hospital. Su estado empeoró y los médicos, sin saber qué le pasaba, decidieron provocarle un coma que debía durar tres días. Pero al cuarto día no pudieron despertarla, o al menos eso creyeron... Así empezó la pesadilla de esta mujer que permaneció consciente dentro de su cuerpo inánime: escuchaba todo lo que sucedía a su alrededor, recibió tratamientos sin anestesia y soportó un trato hospitalario insensible, ya que la habían dado por muerta clínicamente y nadie sospechaba que sintiera dolor. Cuando estaban a punto de desconectarla de las máquinas que la mantenían con vida, su hija vio una lágrima en el ojo de Angèle y todos se dieron cuenta de su situación. Comenzó así un largo período de reducación que duraría casi un año. La enfermedad de Angèle se conoce como síndrome de Bickerstaff y es un caso excepcional para la ciencia. Me salvó una lágrima es su testimonio, el relato de su insólita experiencia, así como una reflexión sobre importantes cuestiones éticas y médicas.
Primer tomo de memorias de la apasionante vida de un escritor y diplomático que, entre otros muchos galardones, cuenta con el Premio Cervantes. En la actualidad es embajador de Chile en Francia. «La conversación en la sombra, en la penumbra sucia, era siempre literaria hasta el extremo, hasta el agotamiento», escribe Jorge Edwards en este primer y brillante volumen de memorias que constituye una historia a la vez íntima y generacional del descubrimiento de la literatura, un hallazgo a contracorriente del Santiago conservador de su infancia y de su casa «burguesa, prudente, cuidadosa, temerosa del qué dirán, del exceso, de la espontaneidad de cualquier tipo, de casi todo». La formación de un escritor en sus claroscuros queda magistralmente retratada en estas páginas, desde los recuerdos iniciales al cobijo de una madre, Picha -«la simpática, la estupenda, la dulce»-, y de una clase social inexpugnable, pasando por traumas infantiles, profundas heridas debidas a un cura, la formación jesuita en el Colegio San Ignacio (donde tuvo entre sus profesores al sacerdote Alberto Hurtado), las primeras lecturas reveladoras, el erotismo, hasta los personajes de los años cuarenta y vísperas de los cincuenta, el impacto del conocimiento de Pablo Neruda, y el encuentro con Alejandro Jodorowsky, Enrique Lihn y los surrealistas. Los círculos morados, es decir las marcas del vino en las comisuras de los labios en los años de la bohemia y la rebeldía, es una lectura honesta, íntima y vibrante. Un retrato literario de una vida y de una época. Espléndidamente escrito.
En 2005, el escritor keniano Binyavanga Wainaina escribió furioso al editor de Granta. La razón de su rabia era el número que la revista había publicado sobre África: «No me molestaba lo sombrío, sino lo estúpido. No había nada nuevo, nada profundo, sino mucho reportaje [ ] como si África y los africanos no fueran parte del discurso, como si no vivieran al otro lado de la calle de la oficina de Granta. No, nosotros estábamos allí, donde gente valiente vestida de color caqui podía acudir para atestiguarlo». El editor le propuso publicar una versión editada de su correo, ahora como texto titulado «How to Write About Africa». Se convirtió en el artículo más reenviado en la historia de la revista. Posteriormente, Wainaina escribió Algún día escribiré sobre África, una magistral crónica de su vida en Kenia, su fallido intento por estudiar en la universidad en Sudáfrica, y en particular su tortuoso viaje iniciático hasta convertirse en un escritor premiado y reconocido a nivel internacional. Wainaina retrata su vida en África como un mosaico en ebullición, bailando en su adolescencia con la música de Michael Jackson, contemplando con ironía un desfile de dictadores despóticos, trenzándose a golpes con un mafioso abusivo, siempre narrando con un lenguaje de una gran plasticidad y belleza, y sobre todo sin juzgar a los demás, para ceñirse a una de las principales reglas de la sociedad de Kenia: «Si hay una cortesía que todos los kenianos practican consiste en no cuestionar las contradicciones de los demás; todos tenemos contradicciones, y destruir la cara de otro es un sacrilegio». «Brillante. Lo bueno de este libro es su objetiva narración del África que necesitamos conocer más: la de los colegios, bodas, programas de televisión, bromas, política, cotilleos familiares y sueños idiosincrásicos. Lo genial son las elásticas y hermosas oraciones de Wainaina, que bullen y crujen, se precipitan sobre sus significados, se estiran y vuelven a colocarse en su lugar.» Teju Cole «Wainaina es un cantante y un pintor con las palabras. Consigue que olamos, escuchemos, toquemos, veamos y, sobre todo, sintamos el drama y las vibraciones de la vida debajo de la superficie de las cosas en Kenia y África. Esta crónica rebosa de vida y risa y pathos en cada frase.» Ngugi wa Thiongo «Ocupado lector, te ahorraré tu precioso tiempo: sáltate esta reseña y acude a la librería a comprar la conmovedora crónica iniciática de Wainaina. Éste es un libro para quien aún prefiera una historia bien escrita antes que las vacías confesiones de las celebridades o las novelas policíacas suecas.» Alexandra Fuller, International Herald Tribune BINYAVANGA WAINAINA (Nakuru, 1971) es un escritor y periodista keniano. En 2002 ganó el Premio Caine por su cuento «Discovering Home». Es el editor de la revista Kwani?, enfocada en publicar nuevos narradores africanos. En 2007 fue nombrado entre los Young Global Leaders por el Global Economic Forum, honor que rechazó por considerar fraudulento pensar que «incidiría significativamente en los acontecimientos mundiales».
Enrique Barón nos ofrece en este libro el recuento de una vida dedicada a la acción política a la vez que un dibujo bien estructurado y contextualizado de una época crucial y una reflexión certera y en profundidad acerca de aspectos de la práctica política, el cambio en España y la construcción europea como una unidad económica y una democracia social de carácter supranacional. Diputado en las cortes constituyentes, entró en el primer gobierno de Felipe González como ministro y, tras su salida del ejecutivo en 1985, inició un largo periplo en el Parlamento europeo que lo llevó a su presidencia entre 1989 y 1992, los años apasionantes que siguieron a la caída del muro de Berlín.
El president Montilla un polític que deixa anar les paraules amb mesura sesplaia en aquest llibre sobre els seus quatre anys al c apdavant de la Generalitat (2006-2010). Ho fa tot responent a qüestions que fins ara no havien estat posades sobre la taula de manera sistemàtica: des de lhora del relleu a la presidència fins a la negociació del segon Govern tripartit, de la crisi econòmica a la creixent desafecció catalana que va culminar amb la sentència del Tribunal Constitucional sobre lEstatut, de la llarga negociació de lacord de finançament a la tempesta perfecta que va provocar la seva derrota electoral a la tardor del 2010... Sense defugir tampoc les qüestions polèmiques ni deixar de banda la seva alerta de primera hora sobre labast de la crisi econòmica que encara ens colpeja.
El autor nos invita en este libro a revivir algunas escenas memorables de su afortunada biografía diplomática, en un recorrido, a veces sentimental y siempre lúcido, desde los despachos de Franco y de Castiella hasta la Conferencia de Madrid sobre Oriente Medio; desde la entrada de España en la OTAN hasta la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y desde el exilio de Perón a la caída del Muro de Berlín, a la que él contribuyó más de lo que nunca pudo imaginar. Gracias a un estilo directo y ameno, el lector logra disfrutar de una visión muy cercana, a veces tierna y a veces irónica, de acontecimientos y personas que la historia con mayúscula suele mostrar revestidos de trascendencia pero que ahora se nos muestran con naturalidad y sin dramatismo.
El último medio siglo de la historia mundial es revisado por el filósofo, escritor, sociólogo, economista y editorialista político R aymond Aron. Un relato desembarazado de pasión, de una lucidez llevada hasta las últimas consecuencias, para hacer el recuento de su vida llegados los 78 años de edad. Aron esboza con trazo rápido y seguro los retratos de los personajes más importantes de la política y la cultura que marcaron seis décadas de la historia de su país y del mundo: entre ellos, Charles de Gaulle, Jean-Paul Sartre o André Malraux. Unos le consultaban, otros se inspiraban en sus análisis y comentarios, y cada cual se inquietaba por la influencia del profesor que pasará a la historia por ser un gran defensor de la independencia de pensamiento.
En la primera casa en que entró a trabajar como pinche de cocina, a los quince años, Margaret Powell se quedó atónita cuando le dijeron que, entre sus tareas, figuraba la de planchar los cordones de los zapatos. La señora de la casa le prohibió, además, entregarle en mano cualquier cosa: siempre tenía que ser «en bandeja de plata». Era la Inglaterra de los años 20, y en ella una chica empleada en el servicio doméstico tenía que mentir a los chicos si quería encontrar novio: ellos las llamaban «esclavas». En el piso de abajo son las memorias de una mujer sedienta de educación que no comprende qu, cuando pedía un libro de la biblioteca de sus señores, éstos la miraran incrédulos y espantados. Con el tiempo, aprendió por su cuenta y en 1968 publicó este libro, que ha sido la fuente reconocida de inspiración de series como Arriba y abajo y Downton Abbey, pero mucho más incisiva e intencionada que ellas. En el sótano, a «ellos» (como llamaban a los señores), se les hacía «una especie de psiconálisis de cocina, sin cabida para Freud. Creo que nosotros sabíamos de la vida sexual ajena mucho más de lo que él llegó a saber nunca». Penetrante en su observación de las relaciones entre clases, libre y deslenguada en la expresión de sus deseos, Margaret Powell nos cuenta qué significaba para los de abajo preparar las cenas de seis platos de los de arriba. Un documento excepcional.
Las memorias de la directora creativa de Vogue, mano derecha de la editora Anna Wintour. Narra su carrera como modelo de elite en los años 50 y 60, como editora de moda en los 70 y 80, y como directora creativa y responsable del estilismo en Vogue durante las últimas décadas, dirigiendo los grandes reportajes de fotógrafos como Annie Leibovitz, Bruce Weber, Mario Testino, Norman Parkinson