"La presencia de la mujer en la narrativa de Anita Desai", título de Cristina Sánchez Herrera editado por el Servicio de Publicaciones y Divulgación Científica de la Universidad de Málaga, es un estudio de todos los personajes femeninos en la obra de una de las figuras más relevantes de la literatura angloindia contemporánea. El estudio analiza la realidad interior de estos personajes en el contexto social en el que se desenvuelven, que es la India entre los años 1960 y 1980, y comprende un análisis tanto de las novelas de la autora como de sus relatos cortos.
Las Luces y la Razón, así como el sentimiento y la sensibilidad, definen una época trascendental en la historia de la Europa moderna, de la que la opinión común ha marginado a España. Se consideraba tan parva su aportación como escaso el fuste de sus miméticos protagonistas. Este trabajo se integra en la línea de revisión de tales prejuicios y, a la par, en la fecunda vertiente interdisciplinaria que inspira la presente Historia de la literatura. Se repasa la voluntad modernizadora de los reformistas españoles y las dificultades que interpuso la tradición; también los nexos europeos de nuestra Ilustración y su decidida voluntad patriótica, para entender mejor el alcance de figuras tan indiscutibles como los novatores y los que conocieron las convulsiones políticas y estéticas del primer tercio del siglo XIX, desde Feijoo y Mayans a Jovellanos, Cadalso, Moratín o Cienfuegos.
Siglo de revoluciones y conflictos, de absolutismo y liberalismo, de monarquías, república y restauración, de gobiernos provisionales y guerras civiles, el período que se alarga entre 1808 y 1898 está marcado, en lo literario, por complejos fenómenos de corto y largo alcance: los resabios ilustrados, la formación y evolución del romanticismo, el purismo, el casticismo, el debate sobre el naturalismo, entre otros. Junto a ellos, no pueden descuidarse aspectos decisivos en la configuración del campo literario, como la lucha por la educación y la lectura, el desarrollo de la edición, la creciente prosperidad de los periódicos, la progresiva emancipación del escritor y el peso de la censura sobre su libertad, sin olvidar tampoco fenómenos como las tertulias y los salones, el papel de los viajeros románticos (extranjeros y nacionales) o las cambiantes relaciones, a lo largo de todo el siglo, entre el centro y la periferia. El resultado fue una centuria intensa, con un escenario general formado por autores de gran relieve (de Moratín y Quintana a los grandes novelistas del realismo-naturalismo como Galdós, Clarín o Pardo Bazán, pasando por la hornada romántica de Espronceda y Larra, el teatro de Rivas y Zorrilla, el costumbrismo de Mesonero Romanos, la lírica de Bécquer y Rosalía, y los primeros escritores de la Restauración, como Alarcón, Pereda y Valera); sobre todos ellos, y sus lectores, versa el presente volumen.
Agustín Andreu Rodrigo (paterna, 1928) dirige en la actualidad el Aula Atenea de Humanidades (Cátedra Leibniz) de la Universidad Politécnica de Valencia.
Escrito en la primavera de 1940 y publicado en 1949, ´El bello verano´ es, como afirmó el mismo Pavese, ´La historia de una virginidad que se protege´, el relato de la pérdida inevitable de la inocencia. Con el trasfondo de un Turín gris y crepuscular, vadevanándose el doloroso proceso de madurez de una ingenua adolescente: en el ambiente corrupto y son reglas de la bohemia artística turinesa, Ginia se enamora de un joven pintor por el cual, tras resistencias interiores y remordimientos mal disimulados, se dejará seducir.
Los personajes de La ciudad de las acacias son jóvenes cuyas edades marcan el principio y el fin de la adolescencia. Viven en Braila, una ciudad de provincias rumana, y también la ciudad natal del propio autor. Sebastian logra recrear una atmósfera del mundo de la adolescencia como una constante epifanía y trazar el análisis de su psicología al desvelarnos las diferencias entre los sexos, que sigue como sutil observador, al tiempo que describe el medio y la mentalidad provincianos, a los que juzga de modo peyorativo. Las páginas en que se marca las etapas del desarrollo de Adriana, una joven de talento musical, son espléndidas: mediante un magistral retrato del carácter femenino, asistimos a la manifestación de la pubertad de la protagonista, hasta llegar a las vísperas de su boda. El progresivo descubrimiento del cuerpo de la mujer y el paso de un umbral a otro en la evolución del personaje quedan recogidos con una precisión sumamente poética y delicada, de resonancias proustianas, como raras veces se encuentra en la literatura.