Era la Belle Époque, antes de los viajes en avión o de la invención de la radio y el momento previo a la revolución en la fotografía y el cine, cuando Burton Holmes (1870-1958) empezó un viaje para descubrirnos el mundo que duraría toda una vida.Desde los imponentes bulevares de París hasta la Gran Muralla china, pasando por la construcción del canal de Panamá o la erupción del monte Vesubio en 1906, Holmes disfrutó descubriendo "la belleza por todo el planeta" y se forjó una trayectoria profesional compartiendo sus vivencias, sus coloridas fotografías y sus películas con el público de todo Estados Unidos. En 1904 acuñó el término travelogue para anunciar su espectáculo único y emocionó al público con sesiones de dos horas en las que narraba sus vivencias acompañadas de proyecciones con placas de vidrio pintadas a mano en diversos tonos y algunas de las primeras imágenes con movimiento.París, Pekín, Delhi, Dubrovnik, Moscú, Manila, Yakarta, Jerusalén: Burton Holmes estuvo allí. Visitó todos los continentes y prácticamente todos los países del planeta, que plasmó en más de 30.000 fotografías y 150.000 metros de película. Este libro representa lo mejor del archivo de Holmes, repleto de maravillosas fotografías en color. Esta ventana única al mundo tal como era 100 años atrás es, además, la inspiración definitiva para iniciar una aventura viajera por su cuenta.
Entre el inicio del siglo XX y el fin de la primera guerra mundial transcurrieron los años decisivos para el desarrollo de unas máquinas tan románticas como los aeroplanos. Manfred von Richthofen, un joven e inexperto aristócrata prusiano de veintitrés años, estaba llamado a convertirse en el as de la aviación de la Gran Guerra y en un mito popular moderno: el sanguinario Barón Rojo. Richthofen y su «Circo Volador» dominarían los aires a bordo de los más letales aviones de combate, Albatros y Fokker que fueron pintados de atrevidos colores para provocar al adversario. Herido de una bala en la cabeza en julio de 1917, el Barón Rojo escribió durante sus días de reposo las crónicas que dan forma a este libro. Estas son las aventuras del más temido y respetado aviador a la caza del enemigo, en su legendario avión rojo de combate.
Apasionado amante del paseo y pionero del alpinismo, Leslie Stephen supo encontrar en la naturaleza tanto un fortalecedor elixir vital como un inagotable venero de revelación espiritual. Los tres textos reunidos en este volumen, donde los grandiosos paisajes descritos quedan sublimados por una prosa excepcional, operan en realidad como pequeños tratados filosóficos en los que se aboga por la doble necesidad contenida en el mens sana in corpore sano. Así pues, ya sea a través de la campiña inglesa o por los escarpados montes alpinos, el caminar participa de un trascendente ejercicio de comunión, de una liberadora ascesis al alcance de todos los seres humanos.