Cuando Said estudiaba en el colegio, la profesora se preocupaba de que cuidaran el material, estuvieran en silencio en el aula... Pero en el instituto, los alumnos gritan tanto que es imposible oír al profesor y algunos chicos mayores forman parte de bandas que amenazan y utilizan a los más pequeños. Por fortuna, un profesor lee su diario y comprende lo que le está pasando.
El empleado de una gasolinera cuenta, en primera persona, lo que le ha sucedido: una familia que viajaba de vacaciones hacia su país de origen, Marruecos, ha parado a repostar. Al reanudar la marcha, sin darse cuenta han dejado olvidada a una de sus hijas. El hombre no sabe qué hacer con ella, pero finalmente decide llamar a otras gasolineras para que localicen a sus padres. Por sorpresa, aparece también un gato que acaban de abandonar en el mismo lugar. La niña, Sola, y el gato, Sincola, se hacen compañía. Finalmente, la familia de la niña regresa a recogerla y el empleado de la gasolinera prepara a la pequeña una sorpresa: esconde al gato en una mochila que le regala.