Disfruta con tus amigos de la emocionante vida en el fondo del mar. Podrás completar las escenas colocando los muñecos de fieltro una y otra vez, y crear diferentes historias.
¿Son las brujas tan feas como nos contaban los cuentos o nos pintaban las pinturas? ¿Y qué pensar de las hadas, esas bellas señoritas? ¿Son de verdad tan guapas, tan dulces y tan finas? El asunto no está nada claro a pesar de las apariencias, que son unas cosas muy pesadas. Es posible, por ejemplo, que las estupendas apariencias engañen un poquito. De modo que el asunto está algo oscuro y hay opiniones para cualquier gusto. Pero quizá este libro zanje la cuestión desvelando por fin el alegre secreto de las brujas con sus sombreros, sus verrugas y esos horribles bigotes que tanto espantan a las hadas primorosas. Y si me apuran también podría descubrir el pastel de las bellezas, que tiene gato encerrado. Pero no nos apuremos Hay, sin embargo, un abracadabra completamente seguro: quienes lean y miren estas páginas se lo van a pasar en grande porque en ellas hay mucha brujería. Y el gato, además, se escapa.
Don Gusano se había propuesto recorrer los cinco metros que separaban al naranjo del limonero. De camino una pulga, una hormiga, una mariquita, una tijereta y un grillo deciden acompañarle. Y al llegar a su destino, Don Gusano siguió solo y apareció un temible avispón. Paula Carbonell parte de recursos formulísticos propios de la tradición oral, como la utilización de estructuras acumulativas y repetición de sucesos, que propician y facilitan la memorización del texto. Utilizando esta base, ha creado un cuento sencillo en apariencia pero que tiene también una segunda lectura. El recorrido que la oruga realiza de la naranja al limonero, a la que se van sumando distintos compañeros de viaje, acaba siendo una metáfora de la propia vida: el cambio de un estado a otro, en el que se van apareciendo amigos, enemigos, conflictos que sólo se pueden superar a través de la solidaridad y, finalmente, el amor.
El rey tenía una pena como una nube negra, que no lo dejaba pensar. Y, si uno no piensa, todo sale mal: las carreteras se tuercen, los puentes se caen, los barcos pierden sus mercancías. Los secretarios llegaban a palacio, un día sí y otro también, con sus carteras llenas de problemas; pero, de la cabeza del rey, no salía nada de nada. Una historia que desborda optimismo por los cuatro costados y que nos enseña a valorar la cocina, no solo como base de nuestra cultura, si no como parte de nuestra vida, de nuestras emociones y recuerdos.
FEn cuanto se despierta, Feroz se arregla y, hambriento, sale apresurado en busca de Caperucita. Pasa por la casa de la abuela, de la madre y finalmente por la de los tres cerditos. Pero, no solo no da con ella, si no que lo increpan, le lanzan una jarra de agua y un ladrillo. Magullado, cojo y con hambre de lobo, se adentra en el bosque, donde por fin la encuentra. Con cautela, se acerca a ella, pero Caperucita se asusta y, al gritar, un cazador dispara a Feroz, que cae al suelo. En esta nueva colaboración con OQO editora, Margarita del Mazo, que confiesa haber escrito esta historia para reconciliarse con los personajes del cuento, puesto que no le gustaba nada, y menos cuando su madre añadía la coletilla: ¡Eso le ocurrió a Caperucita por no obedecer a su mamá!, se centra en el personaje del lobo.
Después de buscarla por todo el pueblo, Miguel encontró a su cabra subida en lo alto de un tejado. ¿Se creerá que es una veleta? ¿O una chimenea? ¿O tal vez un gato?, se preguntaba Miguel. Y con la ayuda de unas flores, un libro de cuentos y un puñado de sal (la sal le gusta a las cabras más que a los niños los helados), la cabra boba volvió a su lugar.
Las fábulas de siempre ilustradas como nunca en un volumen que acerca el aprendizaje de los grandes sentimientos humanos a los lectores más jóvenes. Valores como la bondad, la generosidad, la sabiduría, la humildad o la valentía, salen a relucir en las moralejas que acompañan a cada texto. Del mismo modo, se presta atención, por medio de una pequeña reseña, a los autores clásicos de las fábulas.
En Patatu viu dalt de la muntanya i és mig pallasso mig pagès. Amb els seus amics, el mag Martí, en Pitxurrini, el Bilbiotecari i els nens i nenes del poble, viu unes aventures quotidianes divertides... perquè per a en Patatu no hi ha res senzill: baixar al poble amb trineu vol dir, sempre, sempre, clavar-se un castanyot contra el pi. Però al final tot acaba bé. Perquè a Patatum tots els finals són feliços.
Amb la intenció d'acompanyar els nens i nenes de 3 a 6 anys en les seves primeres lectures, els contes d'aquesta col·lecció els faran descobrir a poc a poc els mecanismes de la lectura per tal que, gràcies a la seva intuïció i coneixements previs, puguin seguir el fil de cada història.El porc Roc és un d'aquells ninos que voldries tenir amb tu tota la vida. Però, quan et fas gran, a la gent no li sembla gaire assenyat que vagis a tot arreu amb un nino.