Matilda Wormwood es un genio. Su cerebro zumba y burbujea, lleno de ideas geniales. Es más lista que sus padres e incluso que la aterradora directora de su escuela, la monstruosa señorita Trunchbull. ¡Ahora tú también podrás dejar perplejos y alucinados a tus amigos y familiares! Sorpréndelos con tus proezas de cálculo, milagros científicos, una creatividad increíble y trucos endiabladamente inteligentes, ¡tan solo siguiendo unas sencillas instrucciones paso a paso!
Un listado de deberes muy especial para las vacaciones...un listado de DEBERES DE VIDA. Traemos un cuaderno lleno de deberes... Pero son deberes de vida, actividades que todos tendríamos que hacer, por lo menos, una vez en la vida. En esta nueva era de la educación, la puesta en valor del método Montessori y la importancia del desarrollo emocional y personal por encima del académico, este cuaderno presenta una serie de actividades basadas en un famoso listado que se hizo viral en redes a través del Profe Manolo para completar, ver distintas formas de llevarlas a cabo y extraer un aprendizaje y, por encima de todo, una experiencia. Nunca es tarde para hacer los Deberes de vida.
Visita a los animales de la granja, surca el espacio estelar o adéntrate en la impenetrable selva. Un superlibro de actividades, con más de 175 pegatinas, figuras extraíbles, un sinfín de pasatiempos y muchos entretenimientos más ¡para no aburrirse nunca!
Este libro está lleno de divertidas adivinanzas para aprender a agudizar el ingenio. Sólo hay que pensar un poco y acertarás, ¡hay una para cada día! Un gran volumen lleno de ilustraciones a todo color para que la imaginación llegue muy lejos.
Un libro interactivo, con más de 300 pegatinas y figuras extraíbles, con el que podrás adentrarte en el mundo de la fantasía de la mano de tus princesas preferidas, participar en sus mágicas historias y crear las tuyas propias.
Un libro con el que afinar la mirada y agudizar el espíritu para descubrir los errores que el ilustrador ha puesto en cada escena. ¡Hay unos veinte errores en cada una!: turistas japoneses haciendo fotos en la Revolución francesa, Superman montando acaballo en pleno oeste americano, un astronauta clavando la bandera americana en el fondo del mar... Algunos errores son obvios, para otros hay que poner a prueba un agudo sentido de la observación, usar la lógica o poner en práctica los propios conocimientos. Y para que sea divertido, se puede jugar entre varios. El ganador será quien encuentre más errores en cada escena en un tiempo determinado. Las soluciones están al final del libro.
Puedes colgar este libro en la pared y usarlo para medir cuánto creces, o puedes darle la vuelta y pasártelo genial con distintos retos... ¿Quién es más grande: tu madre o un bebé jirafa? Extiende los brazos. ¿Es mayor la distancia entre tus dedos índice o entre tu cabeza y tus pies? Dobla y desdobla, extiende en el suelo, llévate el libro a cada rincón y ¡adéntrate en el mundo de los tamaños y las medidas!
365 preguntas y respuestas tan sorprendentes como curiosas que nos darán las claves para entender el mundo que nos rodea y nuestro propio organismo. Si el universo se está expandiendo, ¿qué hay fuera del universo? ¿Por qué lloramos al cortar cebollas? ¿Cómo nos surgen las ideas? ¿Se puede engañar a un detector de mentiras? Prepárate para entender mejor el mundo que te rodea a través de 365 preguntas acompañadas de respuestas tan instructivas como sorprendentes. ¡No esperes más!
Segundo volumen de la colección "¿Dónde está el error?" que recoge 18 escenas en las que descubrir los errores incluidos por el ilustrador. ¡Hay unos veinte en cada una! Un cámara de vídeo en un teatro de San Petersburgo en 1918, un cerdito y un delfín en un circo de insectos, la estatua de la libertad junto a una esfinge egipcia, un jinete a caballo en el estreno de Romeo y Julieta, un globo junto a naves espaciales circulando por el cosmos, un buzo en pleno safari, un brujo haciendo pócimas en un laboratorio de genética... son algunos de los muchos errores incluidos en las escenas del libro. Algunos errores son obvios, para otros hay que poner a prueba un agudo sentido de la observación, usar la lógica o poner en práctica los propios conocimientos. Y para que sea divertido, se puede jugar entre varios. El ganador será quien encuentre más errores en cada escena en un tiempo determinado. Las soluciones están al final del libro.
Un superlibro de actividades en el que todo es posible. Con más de 150 pegatinas y figuras extraíbles, un sinfín de pasatiempos y muchos entretenimientos más ¡para no aburrirte nunca!
¡Este es un libro para contar números GRANDES! Aquí, en cada página, hay un centenar de cosas para contar. Y si eso suena difícil no hay de que preocuparse, pues, por ejemplo, los niños podrán numerar de entre todos los elefantes solo los de color azul o los que están durmiendo. Pero hay mucho más que contar de este libro. Está lleno de humor, detalles ocultos, pistas e incidentes, con correlaciones comunes para los niños (por ejemplo, se puede encontrar el topo tirándose un pedo). Y al llegar a la última página, el libro envía de vuelta al lector ¡a buscar más extras ocultos! 100 en total es encantador e interesante, con ilustraciones llenas de color y composiciones inteligentes. Recomendado para niños a partir de los 4 años.
Abuelos batallitas y abuelas cascarrabias. Abuelos modernos y abuelos antiguos. Abuelos que pasan las tardes delante del televisor y abuelos que pasan el día en el parque empujando columpios... Todos, todos ellos, caben en este libro. Hay abuelos que tienen los bolsillos llenos de besos, de caramelos, de historias y batallitas. Hay abuelos que navegan por los cuentos como a lomos de una ballena y otros abuelos madrugadores que se levantan antes de que suene el despertador para llevar a sus nietos al colegio a ritmo de cha-cha-chá. Casi todos abuelos olvidaron durante unos años al niño que llevaban dentro para ejercer de padres responsables, pero les basta la llegada del primer nieto a su vida para volver a la infancia en un periquete. Los niños que galopamos sobre sus rodillas o nos quedamos dormidos en sus regazos, los que volamos en un columpio empujado por un abuelo o aprendimos a montar en bicicleta alentados por su «claro que puedes», podemos cerrar los ojos y recordar que cuando nos apretaban entre sus brazos estábamos a salvo de cualquier miedo o tristeza, cuando nos arropaban en su abrazo ya estábamos en casa.