La Historia de la Iglesia Antigua y Medieval, de José Orlandis, constituye, sin duda alguna, un clásico de la historiografía eclesiástica española. Desde su primera edición, hace más de 20 años, no ha dejado de reeditarse continuamente. Las razones de esta acogida por parte del público son numerosas: la claridad con la que se expone el desarrollo y evolución de la Iglesia, desde el germen de Pentecostés hasta la segunda mitad del siglo XV, cuando el mundo entra de lleno en los tiempos modernos; su adecuada extensión; la frescura y agilidad del texto, que resulta accesible para todos los interesados en el tema; la visión de conjunto y el rigor histórico con que se narran los hechos; la autoridad y prestigio de su autor; etc.
Este volumen de los Hechos Apócrifos de los Apóstoles contiene catorce Hechos llamados «menores». El calificativo alude a su carácter de dependientes de los cinco Hechos primitivos o «mayores», pero no tiene nada que ver ni con su tamaño ni con su calidad literaria. Dos de ellos son de una longitud considerable. En su mayoría son breves historias del magisterio de los apóstoles epónimos, y con frecuencia contienen páginas de altas calidades estético-literarias. Recogen tradiciones sobre varios apóstoles, conocidos apenas por su mención en las listas de los textos bíblicos. Son Hechos surgidos en épocas más tardías, que reflejan una situación histórica y social más evolucionada.
¿Hay algo en el cristianismo que sea realmente exclusivo? ¿Qué rito cristiano no puede compararse con otro pagano? ¿Las innegables semejanzas no convierten al cristianismo en una forma más de paganismo? luz, salvación, limpieza, eternidad... ¡anhelos universales! Cuando el cristianismo comenzó a predicar que Cristo iluminaba, salvaba, curaba, lavaba..., se topó con que los gentiles tenían ya dioses para tales menesteres: Helios, Asclepio, Isis... y que incluso muchas creencias y ritos de éstos guardaban fuertes semejanzas con las suyas. F. J. Dölger, con espíritu y método de filólogo, arqueólogo e historiador, se propuso estudiar estas cuestiones y escribir la Historia del cristianismo en relación con el mundo pagano circundante. Autor polifacético, Dölger supo conciliar su condición de sacerdote católico, teólogo y arqueólogo, en un momento difícil para los estudios del cristianismo primitivo. Su empeño fue mostrar la relación del cristianismo naciente con las culturas antiguas. En plena efervescencia del historicismo modernista, que pretendía reducir la originalidad de la predicación y de la vida cristianas a expresiones religiosas del paganismo contemporáneo, los estudios de Dölger se convirtieron en cauce privilegiado para conducirse con seguridad en el siempre necesario camino hacia las fuentes» (José Rico Pavés)
Frente a la tendencia a convertir al cristianismo en una ideología más o a reducirlo a una moral voluntarista, los orígenes cristianos nos lo muestran íntimamente conectado con el mundo de la salud en el sentido más amplio de la palabra (saludable y salvador): Cristo es el Buen Samaritano que nos cura de nuestras dolencias del camino y nos entrega en manos del Mesonero-Espíritu para que nos cuide. La finalidad de este libro, más para ser practicado que leído, es mostrar cómo actúa Dios en medio de nuestras vidas y la respuesta más adecuada a su presencia. Además de estudiar y analizar las enfermedades espirituales, ofrece medios e instrumentos para ayudarnos a vivir sana y cristianamente en una etapa espiritual situada entre el inicio de la andadura cristiana y las alturas de la purificación o la mística.
El seguimiento de Jesús llevó a sus discípulos, desde el comienzo de su historia, al extremo de dar su vida al ejemplo de su Maestro, «cabeza de los mártires», en expresión de san Agustín. Esta entrega martirial nacía de su hondo sentido de libertad. En nombre de Dios no quitaban la vida a nadie, sino que se la dejaban arrancar, confiados en que la muerte era para ellos, en realidad, el comienzo de la verdadera Vida. Preparado en su día por Daniel Ruiz Bueno, este libro titulado Actas de los mártires se basa en textos originales, griegos y latinos, de las más depuradas ediciones críticas. De gran valor t también es el estudio introductorio que completa la edición.
Quien se pregunte hoy cómo podrá ser la Iglesia del futuro deberá, en cualquier caso, explicar cómo entiende el papel del papado, una institución en cuya evolución se refleja la trayectoria que ha seguido la Iglesia a lo largo de la historia, por lo que es objeto de toda clase de valoraciones: lo que para unos es producto de una deformación del cristianismo, para otros constituye el centro unificador y el punto de referencia indispensable de la Iglesia en tiempos de confusión. El Vaticano I definió el primado del obispo de Roma sobre la Iglesia universal como algo esencial e irrenunciable. Ahora bien, ¿cuáles han sido los pasos y los factores históricos que han llevado a su actual configuración?; ¿qué experiencias históricas, qué razones teológicas y qué problemas se reflejan en ese proceso?; ¿es posible aún una ulterior evolución?... El autor trata de dilucidar todo esto desde los tiempos de la Iglesia primitiva hasta nuestros días, mostrando cómo el primado de Roma no siempre ha sido entendido del mismo modo en que se entiende hoy. El reconocer la necesidad de un oficio petrino continuado supone una serie de experiencias que se entrecruzan, y no todas ellas se dieron en los primeros siglos. Al final del libro se intenta hacer una valoración histórico-teológica de todo este proceso, complementada con un Apéndice en el que figuran los textos históricos más significativos acerca del primado papal. KLAUS SCHATZ, nacido en 1938, curso estudios de historia y de filología latina entre 1956 y 1962 en Mainz, Münster y München. En 1962 ingresó en la Compñía de Jesús, donde se ordenó sacerdote en 1968, tras de lo cual hizo estudios especiales de Historia de la Iglesia en la Universidad Gregoriana de Roma entre 1970 y 1974, doctorándose con una tesis sobre "El concepto de Iglesia y la infalibilidad del papa entre los obispos germanoparlantes de la minoría en el Vaticano I". Desde 1975 enseña Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de Sankt Georgen (Frankfurt).
La Iglesia primitiva valoró el Evangelio de Marcos por considerarlo como la auténtica buena nueva narrada por el apóstol Pedro. Pero la antigua Iglesia de los Padres comentó muy rara vez dicha narración. Este breve y vivaz evangelio, tan apreciado por los lectores de hoy en día, quedó encubierto en la mente de los Padres por la magnitud de los Evangelios de Mateo y Juan. Sin embargo en nuestros días se han recuperado numerosos comentarios intercalados en medio de diversos textos patrísticos de homilías, cartas, comentarios, tratados e himnos teológicos. Las reflexiones de Agustín de Hipona y Clemente de Alejandría, de Efrén de Nisibi y Cirilo de Jerusalén se unen en este Comentario para formar una polifonía de voces exegéticas de la Iglesia oriental y occidental, que va del siglo segundo al octavo. El Evangelio de Marcos despliega el poder evocador de toda una historia, con metáforas y emociones que iluminan una brillante exhibición de discernimiento teológico y sabiduría pastoral. Este Comentario abre al lector un amplio camino -tantas veces olvidado por las áridas y escarpadas interpretaciones críticas de la post-Ilustración-, que le conduce al fértil y soleado valle de la interpretación teológica y espiritual. En estas páginas nos adentramos en ese gran mundo de los comentarios bíblicos, que durante siglos nutrió a los grandes pastores, teólogos y santos de la Iglesia.
No es fácil para un lector adentrarse en el campo de la Patrología: a la distancia tan grande de tiempo que media entre los Padres de la Iglesia y nosotros, la mentalidad tan diferente que nos separa y las lenguas en las que escriben, muchas de ellas no habladas hoy, se suma la especialización de la mayoría de los estudios, el uso de un lenguaje sólo para entendidos y la falta de traducciones a idiomas modernos de l os propios textos patrísticos. Esta obra sobre los Padres de la Iglesia está destinada a lectores no especializados y contiene biografías, resúmenes y comentarios, textos y extractos, presentados sin aparato de erudición, pero esenciales y bien fundados, de manera que constituyen una valiosa introducción a la Patrística. La sencillez de expresión, la facilidad para hacer comprensibles los pensamientos y praxis de la Iglesia primitiva y la cuidada selección de autores y textos de la Patrística permiten el acercamiento a este libro de un gran espectro de lectores así como una lectura panorámica de un amplio período de la historia de la Iglesia.
La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia, Volumen NT 1a Para el Año Litúrgico - Ciclo A El Evangelio de Mateo destaca como uno de los textos bíblicos preferidos por los Padres de la Iglesia a la hora de estudiar y proclamar la Palabra de Dios. La tradición de comentarios patrísticos sobre Mateo comienza a mediados del siglo tercero con el que lleva a cabo Orígenes. En el occidente de lengua latina, donde los comentarios no aparecieron hasta aproximadamente un siglo más tarde, el primer comentario sobre Mateo lo escribió Hilario de Poitiers a mediados del siglo cuarto. Desde entonces, el primer Evangelio se convirtió en uno de los textos más frecuentemente comentados por los Santos Padres. Entre ellos sobresale el comentario de Jerónimo, en cuatro libros, y el Opus imperfectum in Matthaeum, obra muy valiosa, aunque anónima e incompleta. Se conservan también fragmentos de catenas griegas, que se derivan de comentarios realizados por Teodoro de Heraclea, Apolinar de Laodicea, Teodoro de Mopsuestia y Cirilo de Alejandría. Las antiguas homilías también ofrecen extensos comentarios sobre el primer Evangelio. Destacan entre ellas las noventa homilías de Juan Crisóstomo y las cincuenta y nueve de Cromacio de Aquileia. Además, existe un buen número de homilías dominicales y de días festivos compuestas por grandes figuras, como Agustín y Gregorio Magno, entre otros. Esta rica abundancia de comentarios patrísticos, muchos de los cuales presentamos aquí traducidos al castellano por primera vez, nos ofrece un generoso y variado alimento sobre la antigua interpretación del primer Evangelio.
En palabras de E. Pagels, Las ideas por sí solas no hacen que una religión sea poderosa, aunque esta no pueda tener éxito sin ellas; igualmente importantes son las estructuras sociales y políticas que identifican a las personas y las unen dentro de una afiliación común. Pues bien, las estructuras que explican que el cristianismo, nacido como una minúscula secta judaica, triunfase como una religión poderosa, son sus iglesias. Conformadas en el seno del Imperio y en los epígonos de la Antigüedad, se articularon en torno al concepto romano de la auctoritas, personificado en unas figuras que, con sus ideas y aportaciones, dejaron una huella indeleble no sólo en el cristianismo antiguo, sino en historia de la cultura occidental. Como indica su título, de Autoridad y Autoridades de la Iglesia Antigua trata este libro. Con la participación de treinta y seis especialistas historiadores, hebraístas, biblistas, filólogos helenistas y latinistas, procedentes de universidades nacionales y extranjeras, aborda la auctoritas y las principales personalidades que dieron forma al cristianismo y sus iglesias en la Antigüedad, de Jesús de Nazaret a Beda el Venerable. Dedicado al profesor José Fernández Ubiña, sirva como reconocimiento a toda una vida académica presidida por la honradez y el rigor intelectual. Ramón Teja, Silvia Acerbi, Inmacolata Aulisa, José Ramón Ayaso, Gonzalo Bravo, Carles Buenacasa Pérez, Santiago Castellanos, Pedro Castillo Maldonado, Juan Chapa, Mattia Chiriatti, Pablo C. Díaz Martínez, Francisco Díez de Velasco, María Victoria Escribano Paño, Andrew Fear, Chantal Gabrielli, Carlos García Mac Gaw, Raúl González Salinero, Miguel Herrero de Jaúregui, Juan Antonio Jiménez Sánchez, Mar Marcos, Céline Martin, José Carlos Martín Iglesias, Pere Maymó Capdevila, Miguel Pérez Fernández, Alberto Quiroga Puertas, Federico Rodríguez Ratia, Olga Ruiz Morell, Francisco Salvador Ventura, José Luis Sicre Díaz, Sofía Torallas Tovar, Juana Torres, Purificación Ubric Rabaneda, Margarita Vallejo Girvés, Josep Vilella Masana, Raúl Villegas Marín, Jamie Wood
Esta obra se ocupa del llamado imperio romano-cristiano, es decir, del periodo que va desde el fin de la dinastía constantiniana (364) hasta la muerte de Teodosio (395). Son treinta años marcados por una profunda crisis y trágicos acontecimientos así como por un cruce constante de acusaciones entre paganos y cristianos sobre las causas de esta decadencia. Al margen de esta clarividente exposición general, el hilo conductor de la misma lo constituye la figura de Ambrosio. Marta Sordi nos expone a lo largo de estas páginas cuál fue la actitud del obispo hacia Roma y los bárbaros, cuáles sus relaciones con los emperadores y usurpadores de su tiempo y con la aristocracia pagana (y el particular con Símmaco); dichas páginas constituyen una novedad puesto que se apartan de la visión que en los últimos años se viene ofreciendo del obispo de Milán.
¿Es el cristianismo un hecho histórico? ¿Podemos alcanzar alguna certeza sobre la figura de Jesús de Nazaret? Todo el que quiera tomar posición razonada sobre el cristianismo debe antes responder a esta pregunta. Partiendo de las fuentes cristianas, judías y paganas, con un estilo riguroso y a la vez sencillo, Los orígenes históricos del cristianismo nos pone en contacto con el cristianismo real del siglo primero: el hombre Jesús de Nazaret, la primera difusión del cristianismo en Palestina y su posterior propagación en Asia Menor y Europa, las relaciones con el Imperio romano... Una aproximación novedosa a una de las cuestiones más debatidas de la historia de la humanidad, verdadera piedra de toque para la razonabilidad actual del cristianismo.
Este libro permite a los niños conocer a los primeros testigos de la fe y les invita a rezar junto a Esteban y Bernabé, Blandina y Tarcisio, Mónica y su hijo Agustín, y muchos más?
Esta obra contiene mapas de los viajes que realizó san Pablo, cronologías significativas que sitúan al lector en la historia y numerosas fotografías de iconos, ciudades, lugares santos, mosaicos, etc., a todo color que recogen los principales lugares paulinos y el itinerario de la vida del apóstol Pablo, conduciendo al lector en un viaje que comienza en Jerusalén, recorre la costa norte del Mediterráneo y llega hasta Roma. Para escribir este libro, el autor viajó a todos aquellos lugares que san Pablo se propuso en su día recorrer para llevar hasta allí lo que él consideraba una Buena Nueva, la verdad que Dios enviaba a sus vidas . Así es como recorrió las recias Puertas Cilicias al sur de la Turquía actual, observó la desolada extensión de la antigua Galacia, visitó el mercado de Corinto, o el de Atenas, o el de Efeso, o estuvo de pie en las gélidas costas de Malta azotadas por el viento. Las páginas de este libro son una invitación para el lector, para que de alguna manera pueda unirse al viaje de Pablo, siga sus movimientos y aprenda de él mientras sigue el camino. También son una invitación a viajar teniendo una mentalidad abierta, guardando los inflexibles juicios sobre este antiguo personaje hasta haber recorrido toda la distancia mostrada en este libro y siguiendo con respeto sus pasos .
Marco, hijo de un senador romano, vuelve a Roma tras pasar un año en Alejandría. Pocos años antes, su hermana Junia había sido ajusticiada por ser cristiana.