Ir al contenidoInterés local, historia familiar y nostalgia
¡Oh, maravilla, Sevilla sin sevillanos, la gran Sevilla! Antonio Machado daba la razón a Abel Infanzón. Sevilla sin sevillanos. El gran proyecto moderno para el imaginario de Sevilla se define precisamente así. Sus grandes semblanzas ?la prosa sevillana de José María Izquierdo, Joaquín Romero Murube o Luis Cernuda- se construyen sobre ese ideal. Una ciudad sin ciudadanos. Una ciudad casi perfecta pero en la que no vive nadie y nadie ensucia su postal. Una ciudad vacía con la Giralda como fetiche y los sevillanos operando como mera mercadería. Sevilla Imaginada quiere trabajar exactamente en el lado contrario, su complementario. Una ciudad imaginada por los propios sevillanos y sevillanas. Más allá de cualquier tópico, aparecen, desaparecen y reaparecen aquí los sevillanos natos, los desnaturalizados y los ilegales; los forasteros, las extranjeras y los turistas; las obreras, los currantes y los costaleros; los curristas, las sevillistas y los béticos; las flamencas, los gitanos andaluces y los gitanos rumanos; los seises, los que cantan a la Virgen poemas y los que arrancan el brazo al Gran Poder; los árabes, los mudéjares y las marroquíes; los agitadores políticos, las centrales sindicales y los movimientos sociales; las putas, las tortilleras y los maricones; y sobretodo, conviene saberlo, ciudadanos y ciudadanas y hasta los perros que deambulan sueltos por la ciudad. Los resultados son sorprendentes, los vecinos ocupan mejor el espacio urbano que las directrices de urbanismo, la contestación ciudadana administra mejor la ciudad que sus autoridades municipales, la contracultura mira mejor Sevilla que la academia tradicional. Sevilla no se ha construido tanto por una fusión de espacios, tiempos y culturas sino por el montaje de todas estas, lo que permite, a lo largo del tiempo, sus distintas supervivencias. Esta inédita Sevilla del siglo XXI imaginada por sus ciudadanos se revela gracias a una metodología particular, la desarrollada por Armando Silva para sus Imaginarios urbanos, que ha sido pacientemente aplicada durante los últimos cinco años por el equipo de Unia arteypensamiento. Con un nuevo enfoque sobre los estudios urbanos, Imaginarios Urbanos ?proyecto mundialmente reconocido a partir de su protagonismo en la Documenta XI en Kassel, Alemania- decidió embarcarse en Sevilla como una revisión de su modelo de trabajo enfrentando una ciudad, entre atlántica y mediterránea, europea y, en cierto sentido, americana, una ciudad que lleva, además, varios siglos trabajando, casi industrialmente, su propio imaginario urbano. Ahora que las ciudades proponen construirse en torno a nuevos fetiches (¿la torre Pelli!), y que la nueva mercadería son sus visitantes ?incluso los sevillanos, emancipados no ya como habitantes sino como turistas en su propia ciudad- conviene conocer mejor el imaginario que construimos y que nos construye.
Un centenar de colles, més de mil actuacions anuals, castells mai vistos, presència als noticiaris, a la premsa escrita, a les revistes especialitzades, a les xarxes i a la universitat. Els castells han fet una ascensió meteòrica, en trenta anys han passat de l'àmbit comarcal en què es movien a ser declarats Patrimoni Immaterial de la Humanitat per la UNESCO. Parlar d'èxit no és cap exageració. Quines són les claus de l'escIat d'aquest espectacle que, en la seva presentació externa, no ha variat en dos segles de trajectòria? Les causes no deriven de les construccions ni de les emocions que provoquen, que són les de sempre, sinó dels canvis en els seus protagonistes, els castellers; en les agrupacions que els enquadren, les colles; i en les aficions que s'interessen per aquesta performance tan singular, en una llarga seqüència de trasbalsos i revifalles. Però l'esplendor present ha generat noves problemàtiques com l'augment del risc de lesions, la sostenibilitat econòmica i les temptacions de mercantilització, el mimetisme esportiu i el perill de devaluació de la imatge diferenciada i positiva dels castells. L'autor passa revista a aquest complex panorama i també analitza els punts forts del fet casteller, com la capacitat d'adaptació que històricament ha demostrat, el potencial d'estimulació interna que tenen les colles i la peculiar vivència de la rivalitat que els castells propicien.