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Quienes tienen experiencia del acompañamiento espiritual a las familias que acaban de perder a un ser querido saben de la complejidad de esa tarea en una sociedad que niega la muerte y procura que sea leve e indolora. Por otra parte las familias quedan desconcertadas, heridas y con interrogantes a flor de piel. En la tradición cristiana tenemos un rico acervo de símbolos, imágenes y relatos capaces de abrazar esas realidades profundas, ayudar a trascenderlas y ponerlas al cobijo de la fuerza resucitadora de Dios.Este libro ofrece un elenco amplio y vital, amasado a pie de obra en una comunidad parroquial, de ritos, gestos, textos bíblicos, oraciones, reflexiones, poemas y relatos para facilitar el acompañamiento al que se muere (celebración de la Unción), la despedida en la casa o en el tanatorio, la incineración, el entierro, funerales adaptados a diversas situaciones (suicidio, accidente...), misa de aniversario, visitas al cementerio y conmemoración de los fieles difuntos.