A mediados del siglo XVIII, iniciándose la Revolución Industrial en Inglaterra, un espía al servicio del gobierno español atrajo a un puñado de técnicos británicos con el fin de mejorar los métodos de construcción naval en nuestro país. Desde entonces lo
Pompa y circunstancia nace de una anglofilia serena y ponderada, inmune a la mala nota de lo anglófilo en España, y de un afecto por la cultura inglesa que ha quedado purificado de credulidades y entusiasmos acríticos. Este libro, que desde la erudición no renuncia a la amenidad, pretende ser desde acompañante en un viaje hasta volumen de consulta en el fondo de la biblioteca.
"«Una de las piezas más potentes de la imaginación macabra jamás escritas», así definía Lovecraft El Reino de la Noche. Se trata de la obra de ficción fantástica más singular escrita en lengua inglesa, según sus propias palabras, de la que publicamos su versión íntegra. Esta novela, subtitulada A Love Tale, comienza en la Inglaterra del siglo XVII, con un joven de diecisiete años profundamente enamorado de la bella Lady Mirdtah, que muere al dar a luz. En su pena, es transportado mentalmente al futuro, a miles de años de nuestro presente, y al Reino de la Noche, donde el sol ya se ha extinguido y los pocos seres humanos cuerdos que han logrado sobrevivir se han refugiado en una gran pirámide metálica de más de ocho millas de altura y poblada por miles de ciudades."
En esta nueva aventura, Hércules descubre la existencia de un preciado galardón que se concede anualmente a los mejores libros para niños y adolescentes, y averigua que el premio debe su nombre a John Newbery, pero ¡no sabe quién es! Buscando en Internet, averigua que Newbery fue librero, director de periódicos , pero, sobre todo, un pionero, pues se trata del primer editor de Literatura Infantil y Juvenil de la Historia. Intrigado por la vida de tan ilustre personaje, Hércules decide programar su máquina del tiempo y viajar a la Inglaterra del siglo XVIII para conocerlo en persona. Tras su visita Hércules aprende, entre otras cosas, a respetar la labor de los creadores y editores que consiguen hacer soñar a los jóvenes con sus historias de papel.
Esta es la historia de un oso que, en una fría noche de invierno, no tiene a dónde ir. Se encuentra solo y tiene frío, a pesar de ser un oso. En el corazón gélido del bosque, el osito camina por la nieve y busca un hogar. Pero, ¿a dónde puede ir? Cada lugar cálido ha sido reclamado y ocupado por otros animales del bosque, y no hay espacio para un oso, no importa cuán pequeño sea. De repente ve el parpadeo de una luz naranja y brillante que se refleja en la nieve. ¡Es una casa! Tony Mitton se crió en Trípoli -norte de África, donde nació, además de en Alemania, Hong Kong, e Inglaterra. Divide su tiempo entre la enseñanza y escribir libros para niños. Vive en Cambridge, Inglaterra.
Esta es la historia de un oso que, en una fría noche de invierno, no tiene a dónde ir. Se encuentra solo y tiene frío, a pesar de ser un oso. En el corazón gélido del bosque, el osito camina por la nieve y busca un hogar. Pero, ¿a dónde puede ir? Cada lugar cálido ha sido reclamado y ocupado por otros animales del bosque, y no hay espacio para un oso, no importa cuán pequeño sea. De repente ve el parpadeo de una luz naranja y brillante que se refleja en la nieve. ¡Es una casa! Tony Mitton se crió en Trípoli -norte de África, donde nació, además de en Alemania, Hong Kong, e Inglaterra. Divide su tiempo entre la enseñanza y escribir libros para niños. Vive en Cambridge, Inglaterra.
Introducción por: Jonathan Heawood George Orwell comenzó a escribir de forma regular para el Observer en 1942 y colaboró con crónicas tanto sobre el frente en el Reino Unido como sobre el norte de África. En 1945 fue enviado a Francia y Alemania como corresponsal de guerra. Este volumen recoge todos los artículos escritos desde el primer momento. Escribiendo desde París, Colonia o Stuttgart, Orwell relata el momento de la victoria en 1945; valora el impacto de la ocupación de Francia tanto desde el lado más cotidiano como desde la política exterior y, con aguda perspectiva, traza la crónica del futuro de una Alemania en ruinas. Los artículos rememoran, al cabo de ocho años, la experiencia de la guerra civil en España y expone el nuevo peligro que supone para Inglaterra su primer aliado, la Unión Soviética. Esta colección incluye también brillantes reseñas de libros. Con su habitual claridad y precisión, valora la obra de sus contemporáneos y de los autores clave de los años cuarenta como Huxley, T. S. Eliot y Wells, quien le retiró la palabra a causa de su crítica. Orwell reseñó también The Road to Serfdom de F. A. Hayek y la nueva traducción de Crimen y castigo y Los hermanos Karamazov de Dostoievski, así como las obras de Conrad y Sean OCasey. Esta colección de artículos y reseñas son tan vivaces hoy como lo fueron en el momento en que fueron escritos. Las colaboraciones de Orwell modelaron el Observer su ensayo «Política y lengua inglesa» fue utilizado como libro de estilo en el periódico y sigue influyendo en muchos periodistas. Esta colección de artículos demuestra sin ninguna duda que George Orwell puede ser considerado como uno de los mejores analistas políticos del siglo XX y la razón por la que se le invoca como el auténtico patrón del periodismo. George Orwell, alias literario de Eric Blair, nació el 25 de junio de 1903 en Motihari (India), donde sus padres eran funcionarios del cuerpo de elite de la administración colonial británica, el Indian Civil Service. Fue educado en Eton y en 1922 se incorporó al Cuerpo de la Policía Imperial de la India en Birmania. Escribió novelas y ensayos en los años treinta, durante los cuales publicó su primer libro, Down and Out in Paris and London (1933) y The Road to Wigan Pier (1937). En 1938 publicó Homage to Catalonia (Homenaje a Cataluña), un relato de sus experiencias en la guerra civil española, en la que combatió a favor de las fuerzas leales a la República. Sin embargo, hasta la aparición de Animal Farm (Rebelión en la granja) y Nineteen-Eighty-Four (1984), publicadas en 1945 y 1949 respectivamente, no consiguió fama como novelista. Orwell es fundamentalmente un analista político que a lo largo de su carrera colaboró en periódicos y revistas como el Tribune, el Observer y el Manchester Evening News. Con su columna As I Please (A mi manera) colaboró en el periódico de tendencia izquierdista Tribune, en el que fue nombrado editor literario en noviembre de 1943. Continuó escribiendo artículos y reseñas de libros hasta prácticamente su muerte el 21 de enero de 1950.
Esta obra rastrea el desarrollo de la idea de infancia en Inglaterra a lo largo de trescientos años, desde el siglo XVII al XX, e investiga los caminos por los que se llegó a pensar en un ideal de infancia, protegida y prolongada, como algo deseable para todos los niños.En los siglos XVII y XVIII los hijos de los pobres estaban destinados al trabajo desde temprana edad. Sólo tras las crueldades infligidas a los niños deshollinadores y a los de las fábricas durante la revolución industrial, la gente empezó a pensar que todos los niños, ricos o pobres, tuvieran derechos comunes. El trabajo infantil empezó a ser tachado de esclavitud y se bosquejaron los derechos de los niños. Se seguía temiendo la ociosidad y a los niños que vivían en las calles se les calificaba de salvajes que amenazaban los valores de la civilización. Bajo los harapos empezó a verse al niño y los filántropos del victorianismo tardío querían recuperar a los niños abandonados para una auténtica infancia. El Estado respaldó estos esfuerzos: viendo en los hijos de los pobres la llave del futuro, se lanzó a un conjunto de reformas encaminadas a mejorar su bienestar mental, moral y físico.Hugh Cunningham arguye que ese importante cambio en el concepto de infancia se nos ha dado a conocer hasta ahora únicamente bajo la forma de una leyenda en la que lord Shaftesbury libraba a la infancia y a la nación del infierno de la revolución industrial. Al desenmarañar la construcción del relato, el autor nos proporciona una fascinante historia de la aparición de la idea de que todos os niños tienen derecho a una infancia.
Emprender o no emprender se dirige a quienes pretenden conocer y adentrarse en el universo del emprendimiento, bien desde el escenario académico, bien desde el profesional. En sus páginas salen a escena las principales capacidades o habilidades que un emprendedor necesita descubrir y desarrollar para alcanzar el éxito.La existencia de William Shakespeare fue impulsada por una asombrosa creatividad, una ferviente personalidad y un impetuoso espíritu de sacrificio y perseverancia. Y ello se tradujo en su obra. El liderazgo de Enrique V arengando a sus tropas en el momento previo a la Balla d?Agincourt, la aspiración a la justicia de Hamlet, el amor entre Marco Antonio y Cleopatra, la superación de dificultades por parte de Romeo y Julieta, la astucia del judío Shylock o la ambición de Reicardo III hasta conseguir la corona de Inglaterra, muestran, en el legado del más excelso de los dramaturgos, los rasgos que modelan un preciso perfil emprendedor.
Las vacas son capaces amar, se divierten practicando todo tipo de juegos y establecen lazos de amistad y vínculos profundos que duran toda una vida. Tienen sus preferencias. Se enfurruñan y guardan rencor. Pueden ser de lo más vanidosas. Algunas son muy ágiles a la hora de aprender y otras son cortas de entendimiento. Las hay orgullosas, tímidas, amables y creativas de formas inesperadas. En resumen: nuestras amigas son tan variadas como los humanos. Y aunque la gran parte de su día consiste en comer, siempre sacan tiempo para actividades «extracurriculares», como el babysitting, jugar al escondite, recolectar moras o pelearse con un árbol.Todas estas características y comportamientos han sido observados, documentados, interpretados y ahora relatados por Rosamund Young según su propia experiencia al frente de su granja familiar en Worcestershire, Inglaterra. En ella, las vacas, ovejas, gallinas y cerdos tienen completa libertad de movimiento y no hay separaciones entre crías y madres. Encuentran ayuda cada vez que la buscan y sus dietas son complementadas con hojas, brotes, flores y hierbas.Con mucho humor y sabiduría, de una forma cálida y repleta de anécdotas que permanecen en la memoria del lector, Rosamund Young nos ofrece en estas páginas un fascinante recorrido por el mundo secreto de una de las especies que más hemos explotado a lo largo del la historia y que, sin embargo, sigue siendo una gran desconocida.
Flora Tristán, icono del feminismo y representante del primer socialismo, es todavía una gran desconocida en España. Su novelesca biografía transcurre durante la primera mitad del siglo XIX, un tiempo de esperanza e indignación por las consecuencias de la Revolución Industrial, de conspiraciones y revueltas, pero también de experimentos comunitarios e imaginación teórica. Su obra Paseos por Londres, escrita en 1840, la convierte en precursora de La situación de la clase obrera en Inglaterra (1847), de Friedrich Engels. Igualmente, Unión obrera (1844) es un claro precedente de la Primera Internacional y de la famosa divisa «¡Proletarios del mundo, uníos!». En su diario Le tour de France, Flora Tristán da cuenta de un viaje que realizó por el sur y el este de Francia con el fin de llevar a la práctica sus ideas: su filosofía pasa a ser total al convertirse en una unidad de teoría y praxis. El presente estudio se adentra en las ideas de la época, captando la atmósfera filosófica que respiró Tristán y analizando su legado intelectual, a la vez que rastrea su trayectoria vital. El pensamiento de esta figura excepcional, rico en nuevas tonalidades y perspectivas, une dos luchas históricas: la de las mujeres y la de las clases desposeídas.
Harald, el último vikingo inaugura la colección de Historietas de Desperta Ferro Ediciones y El Fisgón Histórico, una original apuesta de historia en cómic que tratará de acercar al público infantil, juvenil y por qué no, también al talludito, las andanzas de populares personajes históricos de forma didáctica a la vez que divertida, valiéndose del poderoso lenguaje visual del cómic pero sin necesidad de ficcionar, siempre recurriendo a las fuentes históricas (sí, nuestros vikingos no tienen cuernos). El mundo de Harald: A Harald Hardrada, protagonista de Harald, el último vikingo, se le ha llamado a menudo «el último vikingo», porque con su muerte en la batalla de Stamford Bridge en 1066 se considera que el periodo histórico que conocemos como la Era Vikinga llegó a su fin. Una era que había comenzado casi tres siglos antes, cuando en el año 793 un grupo de vikingos saqueó el monasterio de Lindisfarne, en la costa de Inglaterra. Durante los dos siglos siguientes, los vikingos llevaron con sus incursiones el terror a buena parte de Europa, pero, tras un primer periodo de saqueos, en muchos lugares grupos de vikingos intentaban conquistar el territorio. El mundo de Harald era ya uno en cambio, en el que los monarcas escandinavos afianzaban su poder y en el que el cristianismo iba desplazando a los viejos dioses, pero en el que todavía había hueco para que los aventureros del norte intentasen ganar fama y fortuna a punta de espada, fuese como mercenarios en Bizancio o tratando de conquistar su propio reino. Para que lo sitúes temporalmente, en la península ibérica es la época de los almorávides y de El Cid ?apenas un poco mayor que Harald?, y faltan solo unas décadas para que comiencen las Cruzadas. Harald, "el último vikingo": Harald Hardrada, el último vikingo, nació alrededor de 1015 en Noruega, y sus padres fueron Sigurd Sow, un reyezuelo noruego, y la reina Asta Gudbrand. Antes de este matrimonio, Asta estuvo casada con el rey de Noruega, Harald de Westfold. Un hijo de esta unión, Olaf Haraldson, hermanastro de Harald, fue rey de Noruega entre 1016 y 1030. Expulsado, Olaf trato de recuperar el trono, pero fue derrotado y muerto en la batalla de Stiklestad, el 29 de julio de 1030. Allí, con apenas quince años, Harald combatió y fue herido, pero pudo huir. Marchó así al este, a Rusia, donde entró al servicio de Jaroslav el Sabio, antiguo aliado de Olaf. Su carrera militar continuó al servicio del Imperio bizantino, en la Guardia Varega, cuerpo donde gran número de guerreros vikingos buscaban fortuna. Tras varios años de campañas en Anatolia, Sicilia y el Mediterráneo oriental, y participar incluso en un golpe de estado palaciego, hubo de escapar de Constantinopla ya que la emperatriz Zoe Porfirogéneta no quería prescindir de su espada. Con un langskib cargado de riquezas, regresó a Kiev para pedir la mano de Elisif, hija de Jaroslav, y luego viajar hasta Noruega, donde compró la mitad del reino a su sobrino Magnus el Bueno. A la muerte de este, y controlando ya toda Noruega, Harald intento repetidas veces conquistar Dinamarca, aunque sin éxito. Las ansias de gloria de Harald no estaban sin embargo apagadas, y en 1066, a la muerte del rey de Inglaterra Eduardo el Confesor, vio su oportunidad para conquistar otro reino. Mejor hubiera hecho en hacer caso a los presagios? El guion: La vida de Harald está tan llena de aventuras y sucesos extraordinarios que la ficción parece mezclarse con la realidad, pero podemos estar relativamente seguros de que gran parte de lo que contamos en nuestro cómic Harald, el último vikingo responde a hechos reales, aunque quizá algo adornados por nuestras fuentes. Hemos recurrido por tanto a las principales fuentes escritas con que contamos, siempre teniendo en cuenta los problemas que estas plantean, como determinadas incoherencias cronológicas o exageraciones. El texto más completo está en la Heimskringla («Orbe del mundo»), escrito por Snorri Sturluson en Islandia ya a mediados del siglo XIII, y que recoge las sagas de los reyes noruegos. Sturluson recopiló textos de autores más antiguos y también poemas de los escaldos, aunque tiene problemas como asignar a Harald anécdotas que también se adscriben a otros líderes vikingos. La Heimskringla es un texto lleno de poesía, tanto que no nos hemos resistido a incluir algunos de sus fragmentos como bocadillos en Harald, el último vikingo, como los poemas que el propio Harald compuso y cantó. Otras fuentes son la Crónica Anglo-Sajona, que nos cuenta solo la invasión de Inglaterra por Harald en 1066; una crónica escrita en Constantinopla a finales del siglo XI y que narra sus aventuras en la Guardia Varega; y la Historia de Adán de Bremen, terminada en 1075. Además de las fuentes, hemos recurrido a las obras de investigación histórica que existen sobre el periodo, y que ayudan a que tengamos una visión más completa de la vida y el tiempo de Harald Hardrada. La documentación: Si de algo nos preciamos en Desperta Ferro es de la fidelidad de nuestras ilustraciones a la realidad histórica, y eso es algo que hemos mantenido en la colección Historietas. Combinamos un trabajo de documentación exhaustivo con el entusiasmo por la historia y su representación de Juan de Aragón, El Fisgón Histórico. Para recrear el aspecto de los personajes y de los lugares por donde transcurre la acción de Harald, el último vikingo nos apoyamos en lo que sabemos por la arqueología, muy bien trabajada en Escandinavia para la Era Vikinga, y por la iconografía, con ejemplos como el famoso tapiz de Bayeaux. Puedes estar seguro de que las armas y vestimentas, las casas y palacios, o los barcos y ejércitos, se corresponden a lo que sabemos de la época. Y todo ello con el característico estilo de El Fisgón Histórico, colorista y vivaz, expresivo pero detallista, y capaz de viñetas tan increíbles como esta de la huida de Harald de Constantinopla, con Santa Sofía recortada en la noche. Del boceto al papel: Cada página de Historietas implica un proceso muy cuidado. En primer lugar, El Fisgón Histórico (Juan de Aragón) y Alberto Pérez se reúnen para, a partir del guión, concebir cada página, decidiendo qué mostrar en las viñetas. A partir de ahí entra el genio del Fisgón, que hace una primera aproximación en lápiz (aquí le tienes trabajando en el próximo título de la colección, a ver si adivináis sobre qué personaje versará), que servirá de base para el boceto digital. Este se va puliendo y acaba en un limpio dibujo, donde ya se aprecian los detalles de rostros, objetos o paisajes de Harald, el último vikingo. Y aquí no hay que destacar solo la fidelidad de los detalles al registro arqueológico e iconográfico, sino la fuerza que Juan da a los personajes, con gestos y posturas a cual más expresivo, y que no permite empatizar con ellos. A esto le sumamos el coloreado, con esa paleta suya tan característica que otorga una vivacidad brutal a las escenas. Por último, se rotula, para dar voz a cada vikingo, conquistador español o reina egipcia que salga del pincel (¡digital!) de El Fisgón Histórico.