Este libro es un notable testimonio humano del complejo entramado sociopolítico que condujo a la fabricación de la primera bomba atómica en el marco de la Segunda Guerra Mundial y en el comienzo de la Guerra Fría. La investigación nuclear llevada a cabo en el III Reich se vio condicionada ,según su ministro de Armamento Albert Speer, primeramente por la falta de interés de Adolf Hitler ante un proyecto que se planteaba a largo plazo y, en segundo lugar, porque los bombardeos masivos que se produjeron sobre Alemania a partir de 1943 imposibilitaron físicamente el avance de la investigación, que no llegó por estas razones a superar la escala de laboratorio. El Reino Unido vinculó el desarrollo de su bomba nuclear a una estrecha colaboración con los Estados Unidos. Este país, por su parte, y con la aportación de eminentes científicos huidos de la Europa ocupada, estableció el Proyecto Manhattan, que culminó con la explosión de la primera bomba atómica el 16 de julio de 1945 en Alamogordo, y que sería el preludio del bombardeo nuclear sobre Japón. Hiroshima y Nagasaki fueron para la Unión Soviética un desafío que aceleró su investigación en armas nucleares iniciada unos años antes. A partir de1945 y en unas circunstancias altamente dramáticas, el gobierno de Iossif Stalin dio las órdenes para que su país fabricase lo antes posible bombas atómicas con las que hacer frente al desequilibrio político internacional surgido tras Hiroshima y Nagasaki. La autora del libro ha conocido a lo largo de su investigación a relevantes científicos occidentales y soviéticos, entre ellos premios Nobel, responsables de la fabricación de las primeras bombas atómicas, y ha reunido en un documento único la expresión de sus testimonios más personales. Su lectura pone de manifiesto cómo el factor humano fue decisivo en unos momentos históricos en los que la lealtad, el espionaje, el temor a ser destruidos y los dictados de la ética y de la conciencia entraron en un gran conflicto. Sirvan estas páginas para que el lector conozca de primera mano los orígenes de la era nuclear que tan significativamente ha marcado nuestras vidas a partir de la segunda mitad del siglo XX. INDICE RESUMIDO: La investigación nuclear en el Tercer Reich. La investigación nuclear en el Reino Unido. La investigación nuclear en los Estados Unidos. La investigación nuclear en la Unión Soviética. Probabilidades de una guerra nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Este libro de fichas contiene todos los tanques y vehículos militares que actualmente pueden encontrarse en algún ejército del mundo. Cada ficha detalla sus descripciones y características, una fotografía en color y los conflictos en los que han tomado parte.
Desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial unos treinta millones de personas han muerto en conflictos armados, cuatro de cada cinco han sido víctimas de las armas ligeras, de las que un 90% eran civiles, mujeres y niños en particular. Estas armas son las más accesibles por su bajo coste y por encontrarse fácilmente en un mercado descontrolado. La campaña que apoya este libro, promovida por cuatro ONG, pretende conseguir que los gobiernos den toda la información sobre a quién exportan estas armas para obtener el mismo éxito al de la campaña contra las minas antipersona y no colaborar en la intensificación de conflictos y sufrimiento en el planeta. Vicenç Fisas es titular de la Cátedra Unesco sobre Paz y Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de Barcelona y coordinador de esta campaña.
Guía del coleccionista con la historia completa de las armas de fuego, sus fabricantes y marcas, la munición, las técnicas de tiro, etc. Incluye más de 400 fotografías en color.
La ciudad de Cádiz, durante los siglos XVII y XVIII, fue conocida como «Emporio del orbe» y «Llave del Reino». Su posición geoestratégica y el papel que la Corona le asignó con relación al comercio con América la convirtieron en objetivo permanentemente deseado por las potencias extranjeras y la abocaron a ser una bien amurallada plaza fuerte. Por otra parte, dado el singular emplazamiento geográfico de la ciudad, tenía también la necesidad de hacerse fuerte frente al mar que, mientras por el frente de la bahía le daba bienestar, riqueza y prosperidad, por el frente de Vendaval le arrancaba materialmente el territorio sobre el que se asentaba. Cádiz amurallada. Su registro fotográfico expone la historia de las murallas de la ciudad de Cádiz, desde la Edad Media hasta el monumental derribo de la muralla portuaria ocurrido en las primeras décadas del siglo XX. La obra aborda multitud de aspectos relacionados con estas murallas, como sus diferentes emplazamientos, sus funciones militares, los materiales y las técnicas empleadas en su construcción, la labor de los ingenieros militares, su financiación, sus representaciones iconográficas, las referencias que sobre ellas escribieron los viajeros románticos, los cambios en su valoración social, etc., teniendo en cuenta sus contextos políticos y militares. La primera parte del libro recoge la historia de las murallas de Cádiz acompañada de numerosos dibujos, grabados, litografías e imágenes del plano en relieve de la ciudad. Una combinación que pretende, más que «ilustrar» el texto, complementarlo con informaciones iconográficas. En la segunda parte, y tras una documentada historia de la fotografía, se ofrece un álbum con las imágenes de las murallas sucesivamente registradas por los fotógrafos, desde los primeros estereoscopistas franceses que visitaron Cádiz en 1857, hasta los aficionados a la fotografía que registraron en sus placas el derribo de la muralla, pasando por las colecciones clásicas de Clifford, Laurent y Lévy, las albúminas del gran fotógrafo local Rafael Rocafull o las tarjetas postales ilustradas con fototipias. Rafael Garófano Sánchez, doctor en Historia por la Universidad de Cádiz y licenciado en Filosofía por la Universidad de Salamanca, se ha especializado en historia de la imagen y, desde hace casi treinta años, viene trabajando continuadamente tanto la historia de las imágenes como la historia de Cádiz en imágenes. Un tiempo que también ha empleado en la docencia sobre estas materias, en publicar artículos, en comisariar exposiciones, en integrarse en el grupo de investigadores andaluces sobre la historia de la fotografía y en coleccionar un importante fondo de imágenes fotográficas sobre Cádiz. Es autor de El Cinematógrafo en Cádiz. Una sociología de la imagen (1986); Saber de imágenes. El cartel, el cómic y el cine (1989); Cádiz en la fotografía del siglo XIX (1994 y1995); Crónica social del cine en Cádiz (1996), La mirada de Reymundo (1998); Imágenes para la Historia (1998); La Andalucía del siglo XIX en las fotografías de J. Laurent y Cia. Ed. (1998); Recuerdo de Cádiz. Historia social de las tarjetas postales (2000), Fotógrafos y burgueses. El retrato en el Cádiz del siglo XIX (2001); Andaluces y marroquíes en la colección fotográfica Lévy (2002); Gibraltar, Sur de España y Marruecos, en la fotografía victoriana de G. W. Wilson (2005); «El propagador» y «El Eco de la Fotografía». Publicaciones pioneras sobre fotografía en España (2005) y Los espectáculos visuales del siglo XIX. El precine en Cádiz (2007).
Desde las máquinas de vapor usadas en los años 50 hasta los acorazados modernos, la guerra por mar se ha ido enriqueciendo con barcos y buques cada vez más perfeccionados, cuyos modelos se describen en este libro que interesará tanto a los curiosos por la historia, como a los aficionados al maquetismo.
«¡Aman más sus armas y sus caballos que a la propia vida!». Así se espantaron los propios escritores romanos del feroz apego que los antiguos hispanos mostraban a sus armas, símbolos de su condición de hombres libres. Los aristócratas de Tartesos, «el Dorado» de la Antigüedad, y más tarde los Iberos y los Celtíberos, crearon las armas más hermosas y letales que podían costearse. Durante siglos las forjaron con la mejor tecnología de su época, y las adornaron con símbolos en oro y plata. Lucharon con ellas desde su tierra natal a las lejanas Sicilia y Grecia, y las llevaron consigo a sus tumbas. Con esas armas resistieron ferozmente a los ejércitos de Cartago, y las emplearon con asombrosa eficacia cuando, reclutados por Aníbal, marcharon con él sobre los Alpes hacia los campos de Italia. Tanto que los propios romanos acabaron copiando varias de ellas. Iberos, celtíberos y lusitanos fueron la peor de las pesadillas para los conquistadores romanos, que sólo tras siglos de esfuerzo consiguieron enorgullecerse, gracias al aplastante poder de Escipión, de Julio César y de Augusto, de haber sometido a Numancia, a Viriato y a los terribles guerreros del norte. Después de Armas de Grecia y Roma, Fernando Quesada nos trae un estudio único y revelador sobre el armamento y las batallas que forjaron la historia antigua de la Península Ibérica. Empleando con amenidad una documentación novedosa y extensa, nos narra la historia de la falcata, de la lanza toda de hierro, del famoso puñal celtíbero, y de otras muchas armas. Y con ellas descubrimos la historia de las batallas en que esas armas se usaron, y la de los hombres que las empuñaron. Los textos de Fernando Quesada y las ilustraciones de Carlos Fernández nos devuelven a la acción guerrera de Iberia en tiempos remotos. Con Armas de la antigua Iberia descubriremos la realidad de unos ejércitos complejos, de unos ritos guerreros fascinantes, y a personajes tan poderosos como Indíbil, Mandonio o Viriato, para transportarnos finalmente y a todo color al terrible sitio de Numancia.
Este libro es un notable testimonio humano del complejo entramado sociopolítico que condujo a la fabricación de la primera bomba atómica en el marco de la Segunda Guerra Mundial y en el comienzo de la Guerra Fría. La investigación nuclear llevada a cabo en el III Reich se vio condicionada ,según su ministro de Armamento Albert Speer, primeramente por la falta de interés de Adolf Hitler ante un proyecto que se planteaba a largo plazo y, en segundo lugar, porque los bombardeos masivos que se produjeron sobre Alemania a partir de 1943 imposibilitaron físicamente el avance de la investigación, que no llegó por estas razones a superar la escala de laboratorio. El Reino Unido vinculó el desarrollo de su bomba nuclear a una estrecha colaboración con los Estados Unidos. Este país, por su parte, y con la aportación de eminentes científicos huidos de la Europa ocupada, estableció el Proyecto Manhattan, que culminó con la explosión de la primera bomba atómica el 16 de julio de 1945 en Alamogordo, y que sería el preludio del bombardeo nuclear sobre Japón. Hiroshima y Nagasaki fueron para la Unión Soviética un desafío que aceleró su investigación en armas nucleares iniciada unos años antes. A partir de1945 y en unas circunstancias altamente dramáticas, el gobierno de Iossif Stalin dio las órdenes para que su país fabricase lo antes posible bombas atómicas con las que hacer frente al desequilibrio político internacional surgido tras Hiroshima y Nagasaki. La autora del libro ha conocido a lo largo de su investigación a relevantes científicos occidentales y soviéticos, entre ellos premios Nobel, responsables de la fabricación de las primeras bombas atómicas, y ha reunido en un documento único la expresión de sus testimonios más personales. Su lectura pone de manifiesto cómo el factor humano fue decisivo en unos momentos históricos en los que la lealtad, el espionaje, el temor a ser destruidos y los dictados de la ética y de la conciencia entraron en un gran conflicto. Sirvan estas páginas para que el lector conozca de primera mano los orígenes de la era nuclear que tan significativamente ha marcado nuestras vidas a partir de la segunda mitad del siglo XX. INDICE RESUMIDO: La investigación nuclear en el Tercer Reich. La investigación nuclear en el Reino Unido. La investigación nuclear en los Estados Unidos. La investigación nuclear en la Unión Soviética. Probabilidades de una guerra nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Este libro de fichas contiene todos los tanques y vehículos militares que actualmente pueden encontrarse en algún ejército del mundo. Cada ficha detalla sus descripciones y características, una fotografía en color y los conflictos en los que han tomado parte.
Desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial unos treinta millones de personas han muerto en conflictos armados, cuatro de cada cinco han sido víctimas de las armas ligeras, de las que un 90% eran civiles, mujeres y niños en particular. Estas armas son las más accesibles por su bajo coste y por encontrarse fácilmente en un mercado descontrolado. La campaña que apoya este libro, promovida por cuatro ONG, pretende conseguir que los gobiernos den toda la información sobre a quién exportan estas armas para obtener el mismo éxito al de la campaña contra las minas antipersona y no colaborar en la intensificación de conflictos y sufrimiento en el planeta. Vicenç Fisas es titular de la Cátedra Unesco sobre Paz y Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de Barcelona y coordinador de esta campaña.
Guía del coleccionista con la historia completa de las armas de fuego, sus fabricantes y marcas, la munición, las técnicas de tiro, etc. Incluye más de 400 fotografías en color.
La ciudad de Cádiz, durante los siglos XVII y XVIII, fue conocida como «Emporio del orbe» y «Llave del Reino». Su posición geoestratégica y el papel que la Corona le asignó con relación al comercio con América la convirtieron en objetivo permanentemente deseado por las potencias extranjeras y la abocaron a ser una bien amurallada plaza fuerte. Por otra parte, dado el singular emplazamiento geográfico de la ciudad, tenía también la necesidad de hacerse fuerte frente al mar que, mientras por el frente de la bahía le daba bienestar, riqueza y prosperidad, por el frente de Vendaval le arrancaba materialmente el territorio sobre el que se asentaba. Cádiz amurallada. Su registro fotográfico expone la historia de las murallas de la ciudad de Cádiz, desde la Edad Media hasta el monumental derribo de la muralla portuaria ocurrido en las primeras décadas del siglo XX. La obra aborda multitud de aspectos relacionados con estas murallas, como sus diferentes emplazamientos, sus funciones militares, los materiales y las técnicas empleadas en su construcción, la labor de los ingenieros militares, su financiación, sus representaciones iconográficas, las referencias que sobre ellas escribieron los viajeros románticos, los cambios en su valoración social, etc., teniendo en cuenta sus contextos políticos y militares. La primera parte del libro recoge la historia de las murallas de Cádiz acompañada de numerosos dibujos, grabados, litografías e imágenes del plano en relieve de la ciudad. Una combinación que pretende, más que «ilustrar» el texto, complementarlo con informaciones iconográficas. En la segunda parte, y tras una documentada historia de la fotografía, se ofrece un álbum con las imágenes de las murallas sucesivamente registradas por los fotógrafos, desde los primeros estereoscopistas franceses que visitaron Cádiz en 1857, hasta los aficionados a la fotografía que registraron en sus placas el derribo de la muralla, pasando por las colecciones clásicas de Clifford, Laurent y Lévy, las albúminas del gran fotógrafo local Rafael Rocafull o las tarjetas postales ilustradas con fototipias. Rafael Garófano Sánchez, doctor en Historia por la Universidad de Cádiz y licenciado en Filosofía por la Universidad de Salamanca, se ha especializado en historia de la imagen y, desde hace casi treinta años, viene trabajando continuadamente tanto la historia de las imágenes como la historia de Cádiz en imágenes. Un tiempo que también ha empleado en la docencia sobre estas materias, en publicar artículos, en comisariar exposiciones, en integrarse en el grupo de investigadores andaluces sobre la historia de la fotografía y en coleccionar un importante fondo de imágenes fotográficas sobre Cádiz. Es autor de El Cinematógrafo en Cádiz. Una sociología de la imagen (1986); Saber de imágenes. El cartel, el cómic y el cine (1989); Cádiz en la fotografía del siglo XIX (1994 y1995); Crónica social del cine en Cádiz (1996), La mirada de Reymundo (1998); Imágenes para la Historia (1998); La Andalucía del siglo XIX en las fotografías de J. Laurent y Cia. Ed. (1998); Recuerdo de Cádiz. Historia social de las tarjetas postales (2000), Fotógrafos y burgueses. El retrato en el Cádiz del siglo XIX (2001); Andaluces y marroquíes en la colección fotográfica Lévy (2002); Gibraltar, Sur de España y Marruecos, en la fotografía victoriana de G. W. Wilson (2005); «El propagador» y «El Eco de la Fotografía». Publicaciones pioneras sobre fotografía en España (2005) y Los espectáculos visuales del siglo XIX. El precine en Cádiz (2007).
Desde las máquinas de vapor usadas en los años 50 hasta los acorazados modernos, la guerra por mar se ha ido enriqueciendo con barcos y buques cada vez más perfeccionados, cuyos modelos se describen en este libro que interesará tanto a los curiosos por la historia, como a los aficionados al maquetismo.
«¡Aman más sus armas y sus caballos que a la propia vida!». Así se espantaron los propios escritores romanos del feroz apego que los antiguos hispanos mostraban a sus armas, símbolos de su condición de hombres libres. Los aristócratas de Tartesos, «el Dorado» de la Antigüedad, y más tarde los Iberos y los Celtíberos, crearon las armas más hermosas y letales que podían costearse. Durante siglos las forjaron con la mejor tecnología de su época, y las adornaron con símbolos en oro y plata. Lucharon con ellas desde su tierra natal a las lejanas Sicilia y Grecia, y las llevaron consigo a sus tumbas. Con esas armas resistieron ferozmente a los ejércitos de Cartago, y las emplearon con asombrosa eficacia cuando, reclutados por Aníbal, marcharon con él sobre los Alpes hacia los campos de Italia. Tanto que los propios romanos acabaron copiando varias de ellas. Iberos, celtíberos y lusitanos fueron la peor de las pesadillas para los conquistadores romanos, que sólo tras siglos de esfuerzo consiguieron enorgullecerse, gracias al aplastante poder de Escipión, de Julio César y de Augusto, de haber sometido a Numancia, a Viriato y a los terribles guerreros del norte. Después de Armas de Grecia y Roma, Fernando Quesada nos trae un estudio único y revelador sobre el armamento y las batallas que forjaron la historia antigua de la Península Ibérica. Empleando con amenidad una documentación novedosa y extensa, nos narra la historia de la falcata, de la lanza toda de hierro, del famoso puñal celtíbero, y de otras muchas armas. Y con ellas descubrimos la historia de las batallas en que esas armas se usaron, y la de los hombres que las empuñaron. Los textos de Fernando Quesada y las ilustraciones de Carlos Fernández nos devuelven a la acción guerrera de Iberia en tiempos remotos. Con Armas de la antigua Iberia descubriremos la realidad de unos ejércitos complejos, de unos ritos guerreros fascinantes, y a personajes tan poderosos como Indíbil, Mandonio o Viriato, para transportarnos finalmente y a todo color al terrible sitio de Numancia.