Ir al contenidoIglesias y confesiones cristianas
Los estatutos oficiales del Camino Neocatecumenal recientemente aprobados. Incluyen el Decreto de aprobación, los estatutos propiamente dichos, las intervenciones de los iniciadores y unos comentarios jurídicos y eclesiales a los estatutos.
Los trabajos reunidos aquí proceden de los ensayos y cursos publicados por Henri-Charles Puech entre 1930 y 1972. En ellos se aborda en su conjunto la cuestión fundamental para los maniqueos de la salvación, así como de la figura del «Príncipe de las Tinieblas» y su Reino, o la imagen que Mani y sus discípulos se hacían del Mal, uno de los dos principios fundamentales predicados por aquella figura mítica, o el mito del «Hombre primordial» que desciende a la oscuridad para combatir a la Oscuridad y su retorno al mundo de la Luz. También se explica el modo de organización social de los maniqueos en una «Iglesia», con su estructura jerarquizada, su canon de Escrituras y código moral, los contactos de san Pablo con los maniqueos de Asia central, los problemas del pecado y la confesión, así como interesantes aspectos de su música. Finalmente se añaden al conjunto tres trabajos independientes acerca de cuestiones relativas al simbolismo y la iconografía, como el dedicado a las cárceles de Piranesi.
¿Te buscas de verdad a ti mismo? Entonces la aventura de los Raid Goum tiene que interesarte. Al atreverte a marchar al desierto, al compartir el camino como peregrino del Absoluto, al vivir la pobreza liberadora de ami-gos, al hacer del servicio el signo más visible de una fe vivida y yendo siempre en busca de ti mismo
La retirada al desierto y el desarrollo del monaquismo en el Egipto del siglo IV constituye uno de los movimientos más significativos del cristianismo primitivo. Los antiguos monjes abandonaron su sociedad y su cultura para desarrollar en la austera soledad del desierto una espiritualidad profunda y vibrante. «Dame una palabra»: esta expresión habitual entre los ascetas, en donde la palabra era concebida como alimento espiritual, constituyó el impulso para la reflexión y el comentario, señalando el punto de encuentro monástico y el origen del corpus textual que habría de conocerse como los Dichos de los padres del desierto. Este libro cuenta la historia de la espiritualidad monástica primitiva a la luz de la hermenéutica bíblica. El estudio de la hermenéutica del desierto puede, abrir un capítulo nuevo e importante en la historia de la interpretación bíblica e inaugurar nuevos caminos al pensamiento contemporáneo sobre la interpretación de la Escritura. Y desde una perspectiva más amplia, constituye un estímulo fascinante para el pensamiento contemporáneo, escindido entre el agnosticismo racionalista más estricto y una incuestionable revalorización del universo de lo sagrado.
Libro que ofrece una visión sucinta y rigurosa, libre de cualquier tipo de partidismo, de la historia del cristianismo, desde sus raíces judaicas hasta la época actual. En él se abordan las modificaciones doctrinales y las consiguientes fracturas y diversidad de tendencias que ha conocido ?y conoce- este credo a lo largo de su evolución. Se hace eco, asimismo, de los profundos cambios y desafíos que le plantea, de cara al futuro, al era postmoderna.
En esta obra sobre la historia de la religiosidad en España, continuación de un primer volumen dedicado a la misma temática durante la Alta Edad Media, el autor se mueve en los mismos parámetros ideológicos: presentar la religiosidad peninsular de los siglos centrales del Medioevo, XI-XIII, dentro de la dinámica interestructural del feudalismo como modo de producción dominante en su etapa de consolidación definitiva. La religiosidad, que trasciende con muchos las instituciones -no estamos ante una obra clásica de historia de la Iglesia- es determinada en sus formas más profundas y en sus manifestaciones por otras estructuras como las políticas y sobre todo las económicas. Por otra parte, el autor no pierde nunca de vista la referencia inexcusable a las otras dos religiones del libro, el judaísmo y el islam. En estos siglos concretos, el cristianismo es, sin lugar a dudas, el sistema religioso-cultural dominante, pero, al mismo tiempo, las otras dos religiones pueden y deben concebirse, con toda legitimidad, como dos subsistemas con capacidades para influir en toda la cultura peninsular y consiguientemente en las formas de religiosidad de los distintos reinos cristianos.