Una de las notas dominantes del pensamiento contemporáneo es el retorno de lo religioso, eco de una realidad política caracterizada por los avatares de una nueva guerra de religión. Parece que la «era secular» hubiera dado paso a un periodo distinto en el que la acción política resulta ser una derivada directa del conflicto metafísico. Afrontar esta situación exige dilucidar los lazos que unen política y religión en su peligrosa interdependencia en forma de violencia. Es lo que pretenden estas «indagaciones histórico-filosóficas», variaciones de la tesis atrevida que ve en la modernidad una serie de metamorfosis de la sacralización en vez de un proceso de secularización. Con erudición, talento y algo de provocación, Simon Critchley emprende una múltiple lectura: desde las paradojas de la religión civil en Rousseau, pasando por los retos políticos que plantea el retorno del mesianismo paulino en Heidegger, Taubes, Agamben y Badiou, o las implicaciones de lo político y el pecado original en Carl Schmitt y John Gray, hasta la tradición del anarquismo místico y su propio debate con Slavoj ?i?ek sobre la resistencia y los límites de la no violencia, para terminar, de la mano de Kierkegaard, con algunas reflexiones sobre la demanda infinita de una política del amor.
¿Qué es el populismo? ¿Por qué aparece? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Es posible curarlo? Y, si esto es así, ¿cómo se cura? En Guía urgente para entender y curar el populismo se expone en qué consiste este fenómeno que hoy en día se encuentra en el centro de todos los análisis políticos para, a continuación y tras estudiar sus elementos, proponer desde ellos la forma de resolver los riesgos y peligros que el populismo supone. Desde el lenguaje relajado y sirviéndose del humor y la provocación, este ensayo denuncia la que sin duda es la plaga política del siglo XXI, un modelo alternativo a la democracia liberal que ha venido para quedarse y frente a la cual no cabe otra cosa más que la afirmación y defensa de los principios de la democracia liberal. Alfredo Ramírez Nárdiz es doctor en Derecho por la Universidad de Alicante (España), profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Libre, Seccional Barranquilla (Colombia). Ha escrito diversas monografías, capítulos de libros y artículos jurídicos y ha sido ponente en más de treinta congresos internacionales. Fue finalista del Premio Azorín de Novela 2011 y es columnista del diario La Opinión de Murcia.
Avui com ahir, l?esquerra, a la recerca eterna de la justícia social, ha de tenir una sòlida base moral que entengui que un món sostingut en el patiment dels no ningú i en la lluita de l?últim contra el penúltim és un món intencionadament mal fet, fruit de moltes derrotes, en què res és casual. Si la història ens parla d?una realitat de lliures i d?esclaus, d?opressors i d?oprimits, d?antagonismes eterns, hem de dir, sense vergonya, que la història és una història de lluita eterna i canviant de classes en la que el control del règim i de les hegemonies sempre ha estat negat als mateixos. Marx mateix va dir un cop ?jo no sóc marxista? i ?cal dubtar de tot? reflectint la necessitat de no fossilitzar un diagnòstic de fa cent setanta anys, vàlid avui, però subjecte a canvis constants, presents i futurs. L?esquerra ha de ser i és molt més que els seus partits o polítics. En cap cas unes sigles o un líder polític s?han d?erigir com a salvadors o redemptors de causes o pàtries, com ha estat passant els darrers cent anys. L?esquerra ha de lluitar per garantir vides que valguin la pena ser viscudes. Vides en què sigui el treball el que crea riquesa, i no pas els diners. Vides en què sigui la intel·ligència i el talent intrínsec a tothom allò que triomfi, i no pas l?abús i la llei del més fort. Vides en què imperi que tothom ho tingui tot sense prendre res a ningú, en què importi més el com i el per què que l?on i el qui
El Republicanismo es probablemente la tradición que mayor influencia ha ejercido en la historia del pensamiento político occidental. Desde Cicerón en la Roma antigua hasta la actualidad, pasando por el republicanismo clásico de Maquiavelo o el moderno que representa Rousseau, Maurizio Viroli presenta de manera clara, sintética y rigurosa a la vez su naturaleza e historia. Libertad, igualdad, derechos, virtud y patriotismo cívicos o bien públicos son conceptos esenciales asociados al ideario del republicanismo que se han ido formulando y redefiniendo a lo largo del tiempo y que llegan hasta el debate presente y plenos de sentido, cargados de un contenido a debatir. Viroli recorre con maestría la historia del republicanismo desde sus orígenes en las ciudades libres de la Italia del siglo XIV, aclarando y discutiendo sus coincidencias y sus divergencias con otras grandes tradiciones políticas como el liberalismo o el comunitarismo, para rebasar su carácter histórico y presentar el ideario republicano como una nueva y reactualizada propuesta de utopía de la libertad. El gran interés del libro se hace evidente en el hecho de que tras publicarse por primera vez en italiano (Laterza) en 1999, esta obra fundamental de Viroli se ha traducido al inglés (2000), alemán (2002), búlgaro (2005), coreano (2006), catalán (2007), francés (2011) y árabe (2011). Un texto de referencia que por primera vez se edita para el mundo hispanohablante.
La relevancia de la figura de José “Pepe” Mujica no ha parado de crecer y despertar admiración en los últimos años desde que en 1999 se publicó en Uruguay la primera edición del libro de Campodónico. Hacía cuatro años ya que el viejo tupamaro era diputado en el Parlamento de Uruguay y faltaban diez años para que ganara las elecciones presidenciales; en ese momento, «había adquirido ya una dimensión que sobrepasaba la de un político común» (Campodónico, 2005). Mujica se ha convertido en un referente desde todos los puntos de vista, su opinión tiene peso más allá de las cuestiones políticas y sociales y desde la diversidad de ideologías políticas: «(…) una de las causas que puedan manejarse para explicar su constante aparición pública sea el hecho (…) de que José Mujica haya sido el primer tupamaro que se transformó en legislador (…)» (Campodónico, 1999). Con esta edición actualizada de Mujica, Campodónico muestra toda la trayectoria de quien ha sido presidente de Uruguay entre 2009 y 2014, un hombre con «los pies en la tierra», que empuñó las armas con la guerrilla tupamara, se fugó de la cárcel y venció a la muerte y, a la vez, nos descubre sus vivencias emocionales y sus reflexiones más profundas. Sin duda, Campodónico nos ofrece en el libro un conocimiento sólido de quien es un referente político y ético de nuestro siglo.
El federalista, publicado en 1788 en forma de libro, es una recopilación de los artículos periodísticos que defendieron la ratificación de la Constitución federal para Estados Unidos escritos por tres de las principales figuras en la campaña a favor de la misma: Alexander Hamilton, James Madison y John Jay bajo el pseudónimo de Publius. En ellos no solo se ofrece el el análisis más serio del texto constituyente estadounidense, sino también la expresión filosófica más ampliamente respetada de su pensamiento político en el momento fundacional de los Estados Unidos, constituyéndose como la obra de teoría política más distinguida e influyente que se ha escrito tras la Declaración de Independencia en 1776.
Lo que empezó siendo un artículo para La Critique sociale en el que se cuestionaba la doctrina marxista del crecimiento ilimitado de las fuerzas productivas acabará adquiriendo las dimensiones de un ensayo que pretende hacer el inventario de la civilización actual. Las "Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social" constituyen una síntesis del pensamiento de Simone Weil a finales de 1934 que recapitula las enseñanzas de su militancia en el seno del sindicalismo revolucionario antes de su decisiva experiencia como obrera en la gran industria. Su propósito principal es captar el mecanismo de la opresión en las condiciones materiales de la organización social. Para este análisis invita a servirse de lo que considera el verdadero legado de Marx, el materialismo como método de conocimiento y acción. Una aplicación consecuente de este método lleva a descubrir las causas de la opresión en la estructura de la fábrica, en la especialización y división de funciones, no en el régimen de propiedad. Frente a la «religión de las fuerzas productivas» característica de la vulgata marxista y al dogma reconfortante del progreso como crisol mágico de la revolución, Simone Weil pone los cimientos para una nueva ciencia de la sociedad centrada en el estudio de la lucha por el poder y de la fuerza social. Sobre esta base, y en la época del auge de los totalitarismos, propone indagar las condiciones de una sociedad libre, en la que la capacidad individual de pensar y actuar, el «espíritu metódico», prevalezca sobre la máquina social y la colectividad ciega.
Se suele presentar a la Unión Europea como la realización perfecta de la idea de una Europa de los pueblos y la libertad. El presente ensayo desmonta este modo común de entender la realidad. En efecto, un análisis cuidadoso y sin condicionamientos ideológicos revela que en Europa se ha producido una «revolución pasiva» (Gramsci) con la que los dominantes, a partir de 1989, han estabilizado la relación de fuerza capitalista, y lo han hecho eliminando la potencia que todavía, en parte, se les oponía: el estado nacional soberano, con su preponderancia de la política sobre la economía y sus derechos sociales garantizados. La creación de la Unión Europea, triunfo de un capitalismo ya absoluto, se encargó de desautorizar la hegemonía de la política, dando paso al irresistible ciclo de privatizaciones y recortes del gasto público, de precarización forzosa del trabajo y reducción cada vez más tajante de los derechos sociales, imponiendo la violencia económica en perjuicio de los subalternos y los pueblos de economía más débil. Por eso, el único camino para despejar el futuro, para de fender a los pueblos y el trabajo, para seguir en la brecha que fuera la de Marx y Gramsci, tiene que pasar por una crítica radical de la Europa del euro y las finanzas.
Religión secular, la última obra de Hans Kelsen, conoció una peculiar peripecia editorial. Después de años de preparación y reescritura, durante los cuales el autor fue dando al texto otros títulos como Defensa de la modernidad o ¿Religión sin Dios?, cuando el libro estaba por fin a punto de ver la luz, en 1964, Kelsen decidió retirarlo. Pero la singularidad de este escrito estriba también en que en él Kelsen se presenta en una faceta distinta de la más conocida de teórico del derecho y jurista positivo. Su propósito declarado es combatir la interpretación de ciertas filosofías de la historia y sociologías modernas como formas de religión disfrazada, y discutir la visión de algunas ideologías políticas de la modernidad como religiones seculares. Esta interpretación había sido propugnada de manera destacada por Eric Voegelin, con cuya obra La nueva ciencia de la política (1952) Kelsen ya se había ocupado críticamente. El movimiento representado por esta teoría de la gnosis moderna cumple, como escribe Kelsen en la «Conclusión» de este libro, una función social e histórica muy precisa: «Provocado por la inestabilidad social que ha seguido a dos guerras mundiales, la Revolución rusa y el establecimiento del comunismo en grandes regiones del mundo, este movimiento pretende un retorno de la religión a la política, y de la teología a la ciencia. Pues se asume que solo mediante este retorno, y esto significa: mediante la convicción de que el orden social democrático-capitalista preservado en el hemisferio occidental se corresponde con la voluntad de una autoridad trascendente y, por tanto, absoluta, puede quedar dicho orden absolutamente justificado en su conflicto con el comunismo». Pero, según Kelsen, la ciencia, en cuanto conocimiento racional y objetivo de la realidad empírica, solo puede describir y explicar, no justificar ningún sistema social o político. Como tampoco puede la democracia sustentarse en un valor absoluto, más allá de la relatividad de los valores contenidos en la experiencia humana.
Catalogar a alguien de populista es hoy una injuria. Populismo es un insulto que se utiliza de forma sistemática para menospreciar a partidos de izquierda y de derecha por igual, ya sea Syriza, Podemos o el Frente Nacional, y cuyos votantes son considerados poco menos que tarados o idiotas. Este es sin embargo un fenómeno nuevo, pues históricamente el populismo albergaba las esperanzas de las clases populares por ver sus ideas y demandas representadas en un espacio político copado por las élites.Chantal Delsol, intelectual de reconocido prestigio, se ha propuesto hallar las causas del ostracismo al que ha sido condenado el populismo y analizar qué relación tiene ello con los graves problemas de desafección política. La autora incide así en los lazos existentes entre el pueblo y el arraigo, entre las élites y la emancipación, porque es donde anidan las razones del repudio a los movimientos populistas. Esta constante estigmatización no es más que el claro ejemplo de la enfermedad de una democracia que, lejos de aceptar su pluralismo inherente, utiliza el desprestigio para rechazar aquellas ideas que son contrarias a las de la élite dominante.
El autor, líder de uno de los partidos más jóvenes de la política española, marca las pautas para acabar con el bipartidismo y refundar una derecha desaparecida durante los primeros años de la democracia. Intercalando numerosas anécdotas personales y políticas, Santiago Abascal, habla sin ambages sobre su propuesta de cómo refundar una nueva derecha y cómo sus valores pueden estar vigentes en la sociedad actual. Con nuevos contenidos para la vida política y social española contra lo que considera el inmovilismo y la venta al mejor postor, lo que ha sido hasta ahora el ideario del PP.
Una pregunta sobrevuela cualquier reflexión que hoy se haga sobre la China contemporánea: ¿ha sepultado definitivamente China sus legados, su tradición, al insertarse en el sistema global de mercado? O, dicho de una forma más directa, ¿ha abandonado definitivamente China cualquier trazo de socialismo? Ciertamente cabe preguntarse si estamos siendo testigos de una inexorable integración al capitalismo, pero no puede olvidarse que China nunca, a lo largo de su historia, ha abandonado por completo sus patrones históricos de desarrollo. China y el capitalismo global constituye un análisis histórico y conceptual de la posición de China en el mundo. Analizando los debates más relevantes, Lin Chun aclara la cambiante relación entre China y el capitalismo global en el pasado, el presente y su posible futuro, y ofrece una reflexión crítica sobre lo que conocemos de China y las expectativas de su desarrollo. Frente a los antecedentes históricos e internacionales de la China revolucionaria, socialista y también de las transformaciones post-socialistas, este libro evalúa la lógica y las crisis de la actual integración en el capitalismo, preguntándose si un renovado modelo social chino es aún viable como alternativa con implicaciones potencialmente globales al callejón sin salida eco-socioeconómico de la modernización estándar impuesta a nivel global.
A lo largo de su larga y fecunda trayectoria intelectual, Eric Voegelin se propuso mostrar la desviación ideológica del pensamiento moderno y contemporáneo y destacar el aura religiosa que estaban adquiriendo los movimientos políticos. Esta es la aportación principal de Las religiones políticas (1938), el primero de los dos ensayos recogidos en esta edición. Según Voegelin, la configuración religiosa de los símbolos políticos obliga a replantear el proceso de secularización y a analizar la sustitución de lo transcendente por las ideologías mundanas. Desde esta nueva perspectiva, en Ciencia, política y gnosticismo (1959), el segundo de los textos incluidos en este volumen, se expone su conocida teoría sobre el origen gnóstico de la Edad Moderna. A juicio de Voegelin, la expansión cultural y social de la gnosis provocó la «inmanentización» de la esperanza salvadora y resultó determinante para que el hombre y la sociedad se apropiaran de los rasgos y el lugar reservados tradicionalmente a la transcendencia. Ambos trabajos tienen la intención de subrayar las consecuencias de la divinización de categorías inmanentes, pero también buscan revertir, al menos filosóficamente, la perturbadora influencia gnóstica.
Este libro incluye varios trabajos que nos ayudan a entender la situación del POUM en el campo específico de la historia y en el momento actual. La mayoría de los autores son conocidos por sus anteriores trabajos, estudiosos o historiadores que han investigado y publicado sobre la guerra civil española, el POUM o aspectos colaterales. Han actualizado el conocimiento o la problemática en torno a los temas que han ido estudiando y el resultado es un repaso exhaustivo sobre la política desarrollada por el POUM en las etapas de su historia, a lo largo de la guerra civil, sin obviar aspectos de la política que desarrollaron y pueden considerarse conflictivos, sin olvidar los hechos de mayo de 1937 ni las relaciones que mantuvieron con otras organizaciones políticas o sindicales, especialmente con la CNT. Hemos entrado en temas poco conocidos la importancia que tuvieron las mujeres en el partido, y actualizado el entramado en torno al asesinato de Nin, sin olvidarnos de su compañero y amigo: un Joaquín Maurín a menudo olvidado como militante, como dirigente y como teórico. Sin olvidarnos de la campaña que el estalinismo llevó a cabo contra el «trotskismo» desde los años veinte hasta el final de la guerra civil. O de un escritor inglés cuya militancia en el POUM durante la guerra no solo cambió su vida, sino que condicionó su posterior producción literaria. Hemos introducido aspectos actuales: la repercusión internacional que tuvo la película de Ken Loach, o el regreso de las cenizas de la compañera de Nin al pueblo donde este nació e inició su militancia. Sin olvidarnos de la crítica que merecen los revisionistas de izquierda que siguen maltratando al POUM con argumentos claramente neoestalinistas. O el papel del POUM en el combate de las ideas. Y para hablar del POUM hemos incluido un artículo de quien fue durante años, prácticamente durante toda su vida, militante, dirigente de la juventud y finalmente secretario general del partido, Wilebaldo Solano. Con todo ello pretendemos dar una visión lo más actualizada posible del punto en que se encuentra la historia aquello que realmente sabemos sobre el POUM y sobre el caso Nin.