A la hora de rastrear los orígenes del complicado triángulo geopolítico que Cartago, Roma y la Península Ibérica acabaron conformando, resulta imprescindible referirse a sus contactos diplomáticos y muy especialmente a los previos a su segundo enfrentamiento. En este sentido, los conocidos tradicionalmente por la historiografía como tratados romano-púnicos constituyen el principal referente. Los textos de estos acuerdos están, en buena parte, traducidos al griego, transcritos y comentados en la obra del historiador megalopolitano Polibio. El autor los integra, precisamente, en el análisis que realiza sobre los antecedentes, pretextos y causas que habrían conducido a las dos potencias a enfrentarse en la Segunda Guerra Púnica, la que fuera más decisiva en la evolución histórica de ambos estados. Respecto a su naturaleza y contenidos, mientras que los dos primeros textos esbozan un marco legal de actuaciones internacionales, el tercero recoge medidas militares y políticas contra un enemigo común, Pirro. El último, firmado con Asdrúbal y conocido como Tratado del Ebro, establece ese río como límite a la expansión cartaginesa en Hispania. Otros escritores antiguos también se refieren en sus trabajos a estos pactos, pero no proporcionan informaciones tan detalladas sobre ellos. Una complicación añadida es que polemizan entre ellos sobre el número de tratados y sus fechas de establecimiento, lo que ha propiciado el desarrollo de una ingente discusión historiográfica sobre el tema.
Rebosante de vitalidad, humor inteligente y con el ritmo trepidante que caracteriza todas sus obras, esta nueva novela de Dai Sijie autor de Balzac y la joven costurera china, El complejo de Di y Una noche sin luna propone al lector una sutil, erudita y lúdica reflexión sobre el juego de máscaras del poder a través de una serie de exuberantes aventuras protagonizadas por uno de los personajes más excéntricos de la historiografía china. En el año 1521, durante la dinastía Ming, la aparición de una nueva estrella es interpretada por los astrónomos de la corte como un augurio funesto cuyo conjuro exige que el emperador abandone la capital durante un tiempo. Así pues, Su Majestad, Zheng De, emprende un viaje hacia el sur en una nave flotante tan lujosa como un palacio, acompañado de trescientas hermosas concubinas, más de seiscientos eunucos y sus cuatro dobles, tan parecidos al soberano que resulta imposible atentar contra él. Apasionado del opio, la caza y el sexo, Zheng De se distrae con la práctica de sofisticados juegos eróticos inspirados en las enseñanzas de Confucio mientras navega rumbo a su destino, la rica ciudad de Yangzhou, donde le aguardan aventuras no menos excitantes como la caza de rinocerontes y una extraña criatura nunca vista. Pero ninguno de los placeres que tanto seducen al emperador puede hacerle olvidar que Eros y Tánatos suelen ir de la mano, y que por tanto convendrá prepararse para todo aquello que el destino le depare.
Cubierta posterior: Las aspiraciones de la curiosidad nos ofrece la visión de uno de los más prestigiosos historiadores de la ciencia a nivel mundial sobre el nacimiento y desarrollo de la investigación sistemática en Grecia, China y Mesopotamia. El profesor Lloyd examina en este libro qué factores contribuyeron a estimular o a refrenar el progreso de tales indagaciones y a qué intereses podía servir su avance o retroceso. ¿Quién marcaba la agenda? ¿Qué papel desempeñaba el Estado en el fomento, sostenimiento u obstaculización de las investigaciones en campos como la historiografía, la filosofía natural, la medicina, la astronomía, la tecnología o las matemáticas, puras o aplicadas? ¿Cómo se definieron y se desarrollaron estos campos del saber en las distintas sociedades de la Antigüedad? ¿Cómo consiguieron los pensadores verdaderamente originales convencer a sus contemporáneos del valor de sus propuestas? El profesor Lloyd repasa las diversas trayectorias seguidas por el esfuerzo investigador en las sociedades china, griega y mesopotámica y muestra, además, el modo en que muchas veces tales exploraciones dieron lugar a resultados inesperados o al surgimiento de tensiones entre el control estatal y la creación individual, así como las muy diversas maneras en que acabaron resolviéndose tales conflictos, temas que, como podemos comprobar, siguen siendo cruciales para la investigación científica actual.
Este libro está dedicado a estudiar un grupo socioprofesional poco atendido hasta ahora por la historiografía, el de los profesionales sanitarios que ejercieron su tarea asistencial en el mundo rural del siglo XVIII. En concreto, se trata de un estudio prosopográfico, elaborado a partir de fuentes archivísticas diversas, sobre los médicos, cirujanos, sangradores, barberos y boticarios, que se ocuparon del resguardo de la salud en las tierras albacetenses durante el referido siglo. Además de dar cuenta del número y la distribución de estos sanitarios en dicho ámbito, se analizan los orígenes geográficos y sociales de ellos, así como sus lugares de estudio y formación. También se abordan los mecanismos de contratación de este colectivo tan heterogéneo así como sus salarios y ejercicio profesional. Esta obra tiene su origen en la tesis doctoral defendida por el autor en 2012 y que fue galardonada con el premio Hernández Morejón que concede la Sociedad Española de Historia de la Medicina.
El estudio de la historia del Antiguo Egipto ha proporcionado un sinfín de documentación arqueológica sobre diversos aspectos de la vida de esta civilización. El río Nilo es el eje vertebrador para la economía - la pesca, la navegación- y la sociedad que se asienta a lo largo de sus riberas. Pilar Pardo Mata ha pretendido realizar un análisis de dicha civilización desde aspectos tan interesantes como la Historiografía del Antiguo Egipto o aspectos poco tratados en las monografías como la Prehistoria y Protohistoria de Egipto. El libro cuenta con un apartado dedicado a las dinastías egipcias así como a la sociedad, la religión o la economía, en donde se realiza un detallado análisis de la flora y fauna que surcó el río Nilo así como aspectos relativos al origen de las materias primas. Además, nos introduce en los temas dedicados a la vestimenta y a los perfumes del Antiguo Egipto. La arquitectura o las artes menores son tratados con numerosos ejemplos. Además, la autora nos introduce en el mundo de la ciencia y la medicina, la música o la escritura, aspectos que darían una visión general de la cultura faraónica del Antiguo Egipto.
A partir de historias evocadoras sobre la intensa circulación de millones de españoles y argentinos que, en la última mitad del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX, atravesaron el Atlántico en ambos sentidos llevando consigo sus ideas, emociones y prácticas, el libro se inserta dentro de un emergente y poco estudiado polo de la historiografía: el de las interconexiones transnacionales entre ciudades. Cada vez se hace más necesaria una historia urbana que traspase los marcos nacionales, ya que las ciudades se desarrollan y mutan su configuración en redes transnacionales que condicionan sus procesos de cambio: reciprocidad de saberes científicos y médicos, así como no científicos (literatura, pensamiento político y educación). Y es que la historiografía ha puesto de relieve lo insostenible de una gran narrativa en la que urbanización sea igual a industrialización, o de que exista un modelo único de ?modernidad?. La importancia de Saberes transatlánticos radica en su estudio especialmente logrado sobre las intersecciones transurbanas entre Barcelona y Buenos Aires, dos ciudades tradicionalmente representadas como ?second cities?, que combina historia urbana e historia global para conectar los niveles local, nacional y transnacional. ? Saberes transnacionales aborda la relación entre Barcelona y Buenos Aires e incluye sólidas aportaciones a la historia urbana de la ciencia, la literatura, la medicina y la política. ? No solo son escasos los estudios sobre la interacción entre ciudades desde este punto de vista, sino que el libro contiene muy buenos ejemplos. ? Sus ilustraciones son visualmente atractivas: carteles, cartografía, representaciones del cuerpo humano, etc. ? El libro tuvo como origen una reunión científica en la Universidad Nacional de Quilmes en octubre de 2016 y cuenta con un elenco muy diverso de investigadores de reconocido prestigio y conocedores de la historia urbana.
¿Qué es la historia? En algún momento del tiempo se llegó a pensar que era una disciplina inútil, como si solo fuera un saber ornamental. Investigar acerca del pasado reciente o remoto no es un pasatiempo, es una actividad práctica que ayuda al individuo y a la colectividad. Pero la historia no es, no puede ser, como la mala medicina, que le dice al paciente solo lo que él quiere escuchar. El pasado es inerte, fatal, algo que no se puede reproducir. El pasado no existe pero quedan vestigios, restos de acciones, huellas pretéritas que se rememoran con un sentido actual, no siempre coincidente con el que tuvieron. Justo Serna, historiador cultural y catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia, hace en este libro una defensa del oficio de historiador como docente y de la historia como disciplina, ya que la adquisición de una cultura histórica ayuda a saber la clase de individuos que somos o aspiramos a ser.
Genio de Oriente reflexiona sobre la cultura y el pensamiento de los pueblos del Oriente Próximo Antiguo, conservada en el secreto de los archivos desde finales del IV milenio a.C. hasta bien entrado el I d.C. Contra lo que algunos suponen, el mundo de los letrados religiosos o laicos activos entre sumerios, acadios, eblaítas, asirios, babilonios, persas, partos, sasánidas y otros pueblos y naciones, no solo fue autor de cosmogonías y ritos mágicos o religiosos, sino dueño también de un espíritu irónico y especulativo profundamente filosófico. Con él, los letrados se movieron con seguridad en el campo de la matemática, la astronomía, la medicina, la física aplicada y distintas tecnologías ligadas a la producción, además de hacerlo en saberes mucho más tradicionales como la poesía, la literatura, la historiografía, el derecho, la diplomacia o la administración. Algunos retazos llegarían hasta nosotros a través de los griegos y la literatura bíblica, alcanzando a inspirar así la pintura de P. Brueghel, el teatro de Calderón de la Barca o ciertas óperas de W. A. Mozart o G. Verdi. Pero solo tras los descubrimientos de los siglos XIX y XX, con las excavaciones y el descifre de escritura y lenguas, comenzamos a desvelar un pensamiento y una cultura de cuya riqueza y realidad nos debemos reconocer deudores.
Basada en el uso minucioso de documentos personales, la autora narra cómo en 1848 el fisiólogo francés descubrió que el páncreas produce la sustancia indispensable para digerir la grasa de los alimentos. El hallazgo significó el inicio de su brillante carrera científica, prestigio y premios. Esos protocolos de laboratorio que tan fielmente elaboró, permiten seguir su labor cotidiana y reconstruir el proceso creativo de su genial pensamiento en la medicina experimental. Claude Bernard ha tenido espléndidos analistas dentro y fuera de la historiografía francesa, pero su obra es tan rica, que sigue siendo motivo de estudio, ejemplo es el caso de esta historia inédita cuyo examen crítico no hace más que reiterar su estatura universal.
Las traducciones al castellano de textos médicos extranjeros constituyen un material imprescindible para comprender el alcance del proceso de europeización que experimentó la medicina española en la segunda mitad del siglo XIX, pero hasta el momento es uno de los temas menos estudiados por nuestra historiografía. Con la presente obra se intenta contribuir a un mejor conocimiento de la recuperación del nivel científico de la medicina española a partir de los años centrales del XIX, con el triunfo definitivo de la medicina del positivismo.
Partiendo de una reflexión crítica en torno a la historiografía del "control social", esta monografía nos ofrece una reflexión sobre el papel desempeñado por el discurso y las prácticas médicas en una serie de "laboratorios de la norma" (el manicomio, la escuela y el espacio social), esto es, lugares en los que, de un modo u otro, se han ensayado o puesto en práctica estrategias diversas con las que "inculcar y "enseñar" a individuos y colectivos cómo deben comportarse con arreglo a las normas establecidas por las élites hegemónicas.
La historiografía médica reciente es principalmente urbana. La salud en el medio rural ofrece nuevas perspectivas que incluyen los procesos de interacción entre salud, cultura y medicina en el marco comparado europeo. Health and Medicine in Rural Europe refleja el esfuerzo combinado de grupos de investigación de Noruega, Inglaterra y España. La primera parte del libro incluye seis capítulos que combinan un acercamiento global a ?lo rural? en el contexto europeo con estudios regionales específicos. Analizan también las políticas sanitarias en la España rural, el sistema zemstvo en el norte de la Rusia europea o las diferentes percepciones entre poblaciones rurales y urbanas y su transformación en Noruega. La Conferencia Europea de Higiene Rural celebrada en Ginebra en 1931 y las repercusiones sobre la administración sanitaria española dan paso a una reflexión sobre las interacciones entre medicina y culturas locales en España, Noruega y la Rusia europea. La segunda parte se ocupa de la salud rural y la práctica médica: la labor de los médicos generales en los hospitales y servicios de salud de la región inglesa; la función de los médicos rurales en la sociedad valenciana y en la región de Baviera, o las estrategias de lucha contra las enfermedades infecciosas en la Valencia rural. Los dos capítulos siguientes están consagrados al paludismo en las granjas de East Anglia y a las campañas de desarrolladas en Alicante durante el primer tercio del siglo XX. La parte final se refiere a aspectos institucionales: la labor de la Acadèmia d?Higiene de Catalunya; las redes asistenciales en la Mallorca rural, los primeros hospitales infantiles en Inglaterra o la labor realizada por la Gota de Leche en Alicante.
Los principales cultivadores de la historiografía médica en la España de la primera mitad del siglo XIX fueron Antonio Hernández Morejón (1773-1836) y Anastasio Chinchilla Piqueras (1801-1867). El primero, nacido en Castilla, se formó en Valencia; el segundo nació en Ayora (Valencia) y también se formó en la Facultad de Medicina de Valencia. Las obras que aquí presentamos no son auténticas exposiciones históricas, sino repertorios bibliográficos cuya intención fue, básicamente, la de reivindicar la importancia de nuestra tradición médica nacional. Esta tendencia no fue exclusivamente española.
Los autores y editores de este libro académico son conscientes de que el escudriñamiento de los vínculos entre España y Cuba no se logrará únicamente con la disección monográfica e inconexa de sucesos y la actitud de personalidades cimeras. Pero están convencidos de que el análisis sería imposible sin estas aproximaciones, y auxiliados en las más diversas fuentes documentales, publicistas, bibliográficas y testimoniales, los autores se empeñan en aportar investigaciones que pueden contribuir a la exégesis de procesos complejos ?y en muchos casos controvertidos?, de manera que se erigen como precursores e incitadores para estudios posteriores. Esa es la aspiración de este proyecto compartido entre profesionales cubanos y españoles, quienes buscan alcanzar estas caras pretensiones. El estudio de la es relaciones bilaterales España-Cuba en el siglo xx alcanza aquí dimensiones nuevas y profundas en ámbitos menos trabajados por la historiografía tradicional. Y pone de manifiesto la intensidad y continuidad de un ámbito de contactos siempre nutrido y fructífero.
Este libro analiza representaciones escultóricas de la iconografía profana. Aunque tradicionalmente estas manifestaciones despertaron un interés menor que las imágenes religiosas, poco a poco han ocupado un papel significativo en la historiografía del arte medieval. En este contexto se ilustran escenas de actividades lúdicas como música, danza, caza, ejercicios de lucha o fiestas de toros, actividades cotidianas en los s. XIII y XIV. Su representación forma parte de repertorios visuales plasmados en la escultura gótica navarra y la convivencia con imágenes religiosas pone de manifiesto que son testimonio de su forma de vida y mentalidad.