- Hace casi una década, Castilla y León se dotaba de su Ley de Archivos. se emprendía así un camino de valoración y apreciación del Patrimonio Documental como parte fundamental de nuestro patrimonio histórico. Dentro de este proceso hemos de enmarcar la obra que presentamos a continuación.
Dos géneros literarios están ganando últimamente un gran espacio entre editores y lectores: los libros biográficos o autobiográficos y las entrevistas a autores conocidos. Las razones son múltiples. Están relacionadas con las críticas socráticas al texto escrito: este no responde a las preguntas que suscita. Pero, además siempre deseamos conocer el trayecto existencial de un autor, su formación sus éxitos y sus contradicciones existenciales. Siempre creemos que sus vidas son más ricas en acontecimientos que las nuestras y que, con la entrevista o la (auto)biografía, podemos acceder a sus pensamientos más recónditos y tal vez entender mejor la mente de un creador y, por extensión, su obra. Por este motivo, como señala la autora, no siempre la entrevista y el entrevistador son bienvenidos. Las palabras de A. J. P. Taylor al escritor indio Ved Mehta, su entrevistador --, son un ejemplo significativo de lo difíciles, y a veces poco amistosas, que resultan las relaciones entre entrevistador y persona entrevistada. A nadie le gusta verse forzado a exhibir su intimidad, y mucho menos la de su mente. Este, felizmente, es un libro de entrevistas en el cual, a pesar de que su autora ha buscado con éxito mostrar no sólo al entrevistado, sino también a la persona que hay detrás de la obra, no se han producido víctimas y con ello nos beneficiamos todos, al haber tenido la oportunidad de conocer desde más cerca figuras humanas como Jack Goody, e intelectuales de la talla de Keith Thomas, Natalie Zemon Davis y los demás aquí presentes. Los lectores, sean especialistas o apenas amantes de la historia, de la antropología y de las ciencias humanas en general, al término de su lectura no dejarán de tener el sentimiento de que aún es una buena inversión intentar conocer a las personas.
En el seno de la historia de la historiografía se ha desarrollado ampliamente una versión positivista de la misma que, temerosa de interpretar audazmente su propio objeto de estudio, se limita a inventariarlo y describirlo. Y con ello, a darnos esos recuentos aburridos de autores, obras y tendencias que, además de no agregar nada a nuestro acervo de conocimientos, banaliza la caracterización de los distintos autores y obras más significativas al reducirlos a etiquetas desgastadas y poco explicativas, acudiendo a clasificaciones simplistas y esquemáticas de los complejos periplos historiográficos recorridos por las distintas historiografías nacionales de todo el mundo. Muy lejos de esta versión positivista, este libro intenta en cambio partir de una concepción mucho más compleja y elaborada de lo que debe ser esa historia de la historiografía, agregando no sólo su necesaria dimensión crítica, sino todas las herramientas intelectuales que el mismo siglo XX ha desarrollado no sólo dentro de la historia sino en las ciencias sociales en general. Así, esta es una historia de la historiografía diferente, que lejos de limitarse a la simple enunciación y mal resumen de autores y obras, propone novedosas periodizaciones a la vez que acomete la tarea de establecer clasificaciones que expliquen de manera convincente las filiaciones intelectuales de los diversos autores dentro de una determinada tendencia o corriente, junto a las raíces internas y externas de sus diferentes obras, además de los procesos de intercambio, aclimatación o transferencia cultural de perspectivas y horizontes que impactan a esas mismas filiaciones. Sobre el autor: Carlos Antonio Aguirre Rojas (México, 1955) es Investigador y Profesor de la Universidad Autónoma de México. Traducida al francés, inglés, alemán, portugués, etc., su obra es extensa. Entre sus últimos títulos cabe destacar Inmanuel Wallerstein. Crítica del sistema-mundo capitalista y Contribución a la historia de la Microhistoria italiana. En España se han publicado La Escuela de los Annales (Montesinos); Braudel y las Ciencias Humanas (Montesinos) y Chiapas en perspectiva histórica (con B. Echevarría, C. Montemayor e I. Wallernstein. Ed. El Viejo Topo).
Tres tristes tigres puede concebirse como una exaltación de las posibilidades del lenguaje, un juego intelectual que produce dislocaciones en el orden lógico y tradicional de la narrativa, un medio de ruptura con los convencionalismos literarios y lingüísticos. No es de sorprender que Tres tristes tigres constituya un acontecer novelesco en movimiento constante, pues su proceso metanarrativo, en un perenne hacerse y deshacerse, exige la máxima participación del lector. Se ofrecen numerosas opciones para introducirse en este desorden. Así hemos querido dar una perspectiva somera del contexto histórico donde se sitúa la obra y, de ahí, penetrar ese caos aparente donde se han suspendido soluciones narrativas, analizando los tropos que conforman el lenguaje descompuesto de Tres tristes tigres.