La Mala Fama es un viaje en el que los personajes que desfilan derraman en carne viva la pasión, gloria, fracaso, dolor y el delirio que se cruzó en sus vidas en aquellos años ochenta que marcaron el despegue de una supuesta modernidad de España. Es un relato turbulento en el que el autor cede la primera persona a los protagonistas de aquella época, como Tesa Arranz (la musa de la Movida y corista de Los Zombies), Jorge Ilegal, Johnny Cifuentes, May Paredes, Carlos García-Alix, Fernando Estrella, el sacerdote vallecano Enrique de Castro, Antonio Bartrina, Domingo J. Casas . La mayoría de las figuras que se retratan en el libro no han estado, por lo general, en el primer foco de la noticia pero han sido testigos directos de una historia repleta de luces y sombras, nombres y renombres, que algunos se encargaron de mitificar, quizá sin mala intención pero sí con excesiva ligereza. Tener 20 años en los ochenta fue gloria bendita, pero también un regalo envenenado que a muchos les reventó en mitad del viaje. Al final, se trata de un relato generacional y necesario de aquellos que sobrevivieron a ese período que recibió el nombre de La Movida, irrepetible y fugaz y al que tantas veces se ha invocado sin cargar la suerte como es debido.
?Cuando llegué, papá y mamá no sabían qué hacer conmigo. ¿Y ahora?? No somos angelitos muestra varias facetas de los niños con síndrome de Down y desmiente algunas de las creencias más difundidas en torno a ellos: ¿siempre están felices? No, también se entristecen y se enojan, se divierten y lloran, son amorosos y se burlan de los demás, mienten y hacen travesuras? ¿Angelitos? ¡Para nada! Son niños. El autor de Mallko y papá entrega un libro honesto y con gran sentido del humor, que no habla de seres mágicos, angelitos ni enviados del cielo: habla de personas tan complejas como cualquiera.
La lectura del libro nos permite descubrir un desencuentro amoroso, que tuvo lugar en Alicante en 1831, a través de unas cartas encontradas de manera fortuita, donde la pareja protagonista volcó sus sentimientos sin esperar que fueran descubiertas unos 200 años después. Ella era una dama de Orihuela y él un notario de Alicante. El hallazgo de unas cartas en perfecto estado de conservación escritas por una mujer del siglo XIX es un hecho casual, por eso la publicación de las mismas permite conocer los sentimientos femeninos de la forma más emocionante posible.
La serie Fuera de la Ley ha sido un rotundo acontecimiento editorial en España. A partir de 1936, con las ciudades bombardeadas y sitiadas, lo que sucede con respecto a esos barrios en su día llamados «siniestros» o «tenebrosos» (los barrios chinos, los lugares del hampa) y los fuera de la ley será diferente. La posguerra, igualmente, también cambiará a sus protagonistas. Difícilmente encontraremos a un Eduardo Arcos (alias «Fantômas»), a bandas de apaches tatuados, al ladrón convertido en rata de hotel con cachiporra y cloroformo, al enmascarado casi folletinesco, a los matones y criminales compartiendo tragos en un café cantante. Lo que vino a continuación fue distinto, un fuera de la ley que buscará su existencia de otra manera y bajo los rigores (y horrores) del franquismo.
El diecinueve de julio del 2012 no fue un día cualquiera en la vida de la protagonista del libro. Ese día cambió su vida: a la mujer del narrador le diagnostican un cáncer de páncreas. La vida perderá en adelante la sabia fluidez de la cotidianeidad para, a cambio, pasar a formar parte del mundo de los enfermos, reino todavía desconocido, de contornos poco claros y pálidas certezas. Es ahí donde surge Tú, en ese tránsito brutal de una existencia a otra que viene sentenciada por el diagnóstico fatal. Así, dictamen en mano -la ramita dorada que dirían los clásicos, como requisito imprescindible a la hora de adentrarse en el reino de las sombras- emprende el viaje hacia una nueva vida discreta en su sencillez, si acaso no menos intensa y apasionada que la anterior, aunque siempre vulnerable a la tristeza y el abatimiento. Son numerosos los personajes y relatos con los que se cruza el narrador a medida que transita las galerías del sufrimiento de los pacientes: La montaña mágica de Thomas Mann, La peste de Albert Camus o los libros de Susan Sontag. También sus protagonistas fueron enfermos, pacientes y habitantes del mismo reino doliente. A todos ellos se unirán doctores y enfermeras, así como amigos entrañables que, como el cantautor y poeta Xabier Lete, tuvieron que ascender en más de una ocasión a esa pequeña colina, ya familiar, que alberga las esperanzas y las desdichas de sus moradores. Con todos ellos la novela cobrará una nueva dimensión. Las pequeñas alegrías y esperanzas, así como las lágrimas que asoman a los ojos de su mujer, ocuparán las horas y los días del narrador. Pero ¿no estaba recogido en los salmos que Dios conservaba todas nuestras lágrimas? Cuando nos acomete la duda de que quizás las nuestras no trasciendan los umbrales de este pequeño rincón del mundo, nos queda el consuelo de la literatura. El libro ahonda en el otoño de nuestra vidas, animado por una lucha ejemplar por la vida y la esperanza.
Los crímenes de la Iglesia franquista narra el terror y los sufrimientos sufridos por aquellos sacerdotes exiliados, servidores de su fe y de las autoridades legítimamente constituidas. Se les juzgó por rebelión y auxilio y por colaboración en el «contubernio rojo separatista», y aquellos que no quisieron o pudieron huir al extranjero fueron vilmente fusilados y enterrados en fosas comunes. Esta obra es un fiel relato de uno de aquellos sacerdotes exiliado en Francia, desde donde contempla con impotencia cómo sus her- manos de religión, aquellos que ven en Franco «El enviado de Dios», los que se creían los defensores de la religión, los salvadores de la patria contra los rojos criminales, los sin Dios, no concebían que enfrente tuviesen enemigos con capellanes, donde las iglesias estaban abiertas y donde se respetaba la religión, los mismos que condenaban y mandaban fusilar a aquellos sacerdotes cuyo único delito había sido estar al lado del desvalido. Esta obra es el diario de uno de estos servidores de Dios, que murió en Francia pero dejó un fiel testimonio de las actuaciones que muchos obispos y cardenales ejercieron en el nombre de la «Santa Cruzada».
Hace una década la concejala de Ponferrada Nevenka Fernández, entonces de 26 años, dimitió de su cargo y denunció al alcalde de la ciudad, Ismael Álvarez, por acoso.La Justicialo declaró culpable, y éste dimitió de sus cargos. Nevenka se marchó del país, lejos de las miradas incriminatorias; él mantuvo su residencia en la capital del Bierzo y, una década más tarde, concurrió de nuevo a las elecciones. El apretado resultado electoral le otorgó un papel decisivo en la configuración de la alcaldía.
En el año 2009, Dolores Payás visitó por primera vez a Patrick Leigh Fermor en su casa de Grecia. De ese primer encuentro surgió una amistad que se mantuvo hasta el fallecimiento del escritor en el año 2011. De aquellas horas de charla nace esta hermosa semblanza, personal y sentimental, del escritor y viajero inglés: fascinante por su biografía y su carisma, su generosidad y su talento.
La batalla més sagnant de la Guerra Civil, en primera persona. 115 són els dies que va durar la batalla més decisiva de la Guerra Civil, la més aferrissada, dolorosa i irracional de la nostra història contemporània. Un enfrontament a la ribera de lEbre que avui evoca pors, angoixes, ideals perduts, famílies trencades i més de 30.000 víctimes entre els dos bàndols. 115 dies protagonitzats per homes corrents i soldats primerencs, herois tots ells. Molts daquests herois van formar part de la Lleva del Biberó i alguns encara poden donar testimoni dallò que van viure. Assumpta Montellà ha volgut recollir les seves paraules per a la posteritat en aquest llibre. 115 dies a lEbre és una documentada aproximació al dia a dia de la batalla, amb detalls estratègics i militars, amb testimonis inèdits i precisions històriques, però sobretot és una mirada apassionada cap al vessant més humà de lepisodi. Perquè 115 dies a lEbre és el llegat duns homes que van viure la guerra a la primera línia del front, a les trinxeres de lEbre, esmaperduts, morts de por i de set, quan encara eren pràcticament uns nens. 115 dies a l'Ebre és un homenatge merescut.