Ofreciendo esta aproximación biográfica del pianista y compositor ALBERTO LEBRATO RAMIRO que reúna noticias orales directas y conatos biográficos escritos repartidos en distintas publicaciones (periódicos, revistas) con motivo de su constante actividad musical ejercida en la más amorosa profesionalidad. La fidelidad de estas noticias nace, sobre todo, de las entrañables conversaciones con este cronista por tal motivo bajo la mirada cariñosa y comprensiva de Rosita (su esposa, fallecida tras seis meses de enfermedad- en mayo de 2014 cuando este trabajo estaba terminado desde Octubre del año anterior, y expuesto a la corrección de su protagonista), su oído atento y su colaboración, más la fervorosa asistencia de éste a las diversas actuaciones de Alberto como experiencia personal y colectiva. Por otra parte, Alberto Lebrato Ramiro es el artista en quien confluyen y se experimentan con todo vigor las tres premisas que el filósofo Ortega y Gasset esgrimió y analizó en sus biografías de los pintores Diego Velázquez y Francisco de Goya: vocación, suerte y circunstancias. Tres sustantivos de expresividad
¿Y si un día que sales a tomarte un chato de vino te lleva la Guardia Civil al cuartelillo? M.E. se busca la vida por las calles de Barcelona a finales de los años sesenta, a veces dona sangre, otras consigue algún dinero de la caridad o de sus amigas. H
Fins a la dècada dels setanta, i des de temps immemorials, els hospitals comarcals eren centres de beneficència. Generalment estaven governats per una fundació o un orde religiós. Els seus metges i gran part del personal sanitari hi collaboraven de forma gratuïta. A canvi, sels autoritzava a ingressar i a operar els seus propis pacients en una àrea restringida daquestes institucions, que es coneixia com a «zona privada». La funció de metge de guàrdia daquests hospitals, coneguda també com la de «metge intern», gravitava sobre un metge recentment graduat o, fins i tot, sobre un estudiant que cursava el darrer curs de la carrera. Lintern no constava en nòmina i no rebia cap mena de compensació econòmica per part de la institució. Treballava per linterès de practicar el que seria el seu nou ofici. Els únics ingressos monetaris que percebia eren les ocasionals propines que rebia dels facultatius del centre com a gratificació per haver-los ajudat en les seves intervencions quirúrgiques. Només les de làrea privada, naturalment. Aquest llibre explica un seguit dexperiències, algunes còmiques, altres dramàtiques, que va viure lautor durant el primer any de metge de guàrdia en un daquests hospitals comarcals.
Amb motiu de la jubilació acadèmica del Dr. Joaquim Molas, el Departament de Filologia Catalana de Universitat de Barcelona, d'acord amb les millors tradicions universitàries en una tal mena d'avinenteses, va decidir homenatjar el professor que, format d'antuvi a la casa i docent després a la Universitat Autònoma de Barcelona, ha estat en acabat durant vint anys catedràtic de literatura catalana a la UB. Per això és que, sempre comptant amb la valuosa col.laboració del Servei de Publicacions de la UB, ha estat possible tirar endavant l'edició d'una miscel.lànea amb voluntat commemorativa i de contingut científic en la qual,sota el títol genèric de "Memòria, Escriptura, Història", més de setanta especialistes de tots els àmbits de la catalanística fan aportacions sobre els més diversos temes concernents a la literatura catalana de totes les èpoques, amb una especial incidència sobre la contemporània, objecte preferent d'estudi del professor Molas. Una bibliografia pràcticament exhaustiva d'aquest, pacientment aplegada per Maria Capdevila, converteix els dos volums de què consta l'obra en una aportació de primeríssima magnitud per al millor coneixement de la literatura catalana des d'una òptica actual, rigorosa i variada.
Carmen desea más que nada en el mundo sentirse querida y segura, pero no puede conseguirlo porque sus padres la han abandonado; primero por las drogas y después por haber caído presos. Crece en un mundo lleno de rabia, celos y miedo, pero acaba descubriendo que, solo al empezar a perdonar, puede empezar a ser feliz.
Historia real escrita por un campesino cubano con educación mediocre. Narra con lujo de detalles su niñez, su vida en el campo y adulto en la ciudad. En la Cuba republicana de 1940 a 1958 y en la Cuba comunista de 1959 a 1969. El progreso de un país se refleja en la clase más humilde, los campesinos. En estas dos facetas de su vida, bajo dos sistemas de gobierno diferentes, nos explica a su manera, con nobleza y apego, la vida en el campo y luego en la ciudad, y por qué dejó su terruño. Vivió diez años bajo el cruel sistema de gobierno comunista y sufrió los rigores de la cárcel el G2 (Seguridad del Estado). En dos ocasiones trabajó como esclavo en granjas del Estado. Hay evidencia de como era la vida en Cuba republicana. En Cuba comunista encontrarán infinidad de episodios que vivió en carne propia. Tristes experiencias que servirán para alertar a las personas incautas para que no caigan en la trampa de los comunistas con carnada irresistible y promesas de prosperidad, abundancia y bienestar que nunca llegarán. Los pueblos de América Latina aprendieron la lección, y a pesar de lo que está pasando en Venezuela y Nicaragua por culpa de Cuba, aún tienen grabado en el cerebro la propaganda que Fidel Castro les inculcó. Ignorarán la realidad de lo que este campesino vivió en la Cuba comunista y las historias que contaban muchos de los tres millones de cubanos que huyeron de Cuba. A los 15 años de edad, su profesor de gramática hacía leer a los alumnos artículos de una revista con narraciones de personas que escapaban tras la cortina de hierro en la Europa comunista. Gracias a esa lectura, a los 24 años de edad, cuando Fidel Castro tomó las riendas del poder, no cayó en las garras del comunismo. A partir de esa fecha comenzó su calvario. Los jóvenes de America Latina deben seguir el ejemplo de este campesino y no dejarse engañar por los comunistas. En el aeropuerto de Varadero, Cuba, un oficial con el pasaporte en su mano le dijo: «Si abandonas Cuba jamás podrás regresar», pero no dijo nada. Diez años de sufrimientos fueron suficientes para no vacilar. 10