Como cualquier adolescente, la quinceañera Vidya vive una vida apacible con unos padres y un hermano que la quieren y que luchan para que sea feliz. A la inquieta Vidya le gusta imaginar cómo será su vida cuando sea mayor. Su gran sueño es poder ir a la universidad. Pero está escrito que el destino de Vidya no sea fácil. Una tragedia golpea su vida, y Vidya tiene que trasladarse a vivir con la familia de su padre, donde es difícil sentirse en casa. Sus tíos no admiten que las chicas tengan los mismos derechos que los chicos, y empiezan a hacerle la vida imposible. Por suerte, cuando las cosas no pueden empeorar más, Vidya conoce a Rama, un chico que la escucha y la comprende, y que pronto se convierte en su aliado. Rama la acompañará hasta lo que hay más allá de la escalera prohibida: un mágico mundo de palabras en el que quizá sus sueños puedan cumplirse. La escalera prohibida es la universal historia de una chica extraordinaria que lucha por sus sueños y su libertad en un país y un momento tan fascinantes como complejos, la India de la Segunda Guerra Mundial. Una emocionante novela juvenil que te llevará al corazón de India y al descubrimiento del mundo de las palabras como camino hacia la superación.
Procuré alternar filósofos con dramaturgos, poetas con novelistas, teólogos con sociólogos... Todo cabía si entrañaba calidad y consejo, que lo mismo educa un refrán que una fábula, un chascarrillo de cincuenta líneas que una novela de quinientas páginas. Luis Javier de la Vega ¿Ha oído hablar de Homero, Aristóteles o Molière, pero no sabe realmente quiénes eran? ¿Su hijo le hace preguntas embarazosas que usted no sabe responder? Descubra lo elemental sobre Cervantes, Shakespeare, Molière o Erasmo. (Entre otros 70 autores). El poder educativo de los clásicos es la guía a la sabiduría que siempre quiso leer. ¿Quiere conocer todas las obras de los grandes clásicos? Descúbralas de una forma rápida, fácil y amena. El poder educativo de los clásicos es el libro imprescindible para acercarnos a ellas. ¿Podemos acaso no saber quiénes fueron y qué hicieron? Ellos escribieron para usted, para la mejora de nuestro espíritu y de nuestra sociedad, para hoy mismo y para todo hombre. Filósofos y teólogos, dramaturgos, poetas y novelistas... He aquí un compendio de la sabiduría universal adquirida durante siglos al alcance de su mano. Descubra en breves dosis las más altas pasiones del ser humano, sus miserias o sus intemporales deseos; los de ayer y los de hoy. El poder educativo de los clásicos pone a su disposición, de la manera más cómoda y amena, el mejor cuerpo docente de toda la historia, tanto para usted como para sus hijos.
Compendio de los héroes barojianos que hacen de la acción el eje de su existencia, ZALACAÍN EL AVENTURERO (1909) se caracteriza por su voluntad enérgica, desprovista de motivaciones ideológicas, su amor por el peligro y su capacidad para salir triunfador en la lucha contra la adversidad y el destino. Situada en el marco histórico de la última guerra carlista, en ella las aventuras se suceden con rapidez cinematográfica y prevalecen de largo sobre las teorías y la reflexión. De capital importancia en la visión del mundo de su protagonista es el viejo Tellagorri, vagabundo astuto y vividor, antisocial y anarquista, quien le transmite su amor por la naturaleza y le enseña a ser fuerte por encima de todo. Como contrapunto a Martín Zalacaín, Pío Baroja (1872-1956) alza el odio enfermizo que le profesa Carlos Ohando, débil vástago de una familia hidalga, carlista fanático y sombrío, que envidia en su enemigo la fuerza y el éxito que a él le están vedados.
Un lúcido trabajo sobre una cuestión que sigue siendo bastante delicada. El autor evita la polémica y se centra en recordar los hechos, recomponer realidades que existieron, y, con la concisión de una obra de síntesis, mostrar distintos matices, «en orden a una posible mejor interpretación de un conjunto de sucedidos históricos cuyas consecuencias, nos gusten o no, estamos contemplando todavía».
Estudio analítico de la realidad de la Iglesia española durante los años treinta, estructurada en dos tomos: el primero dedicado a los años de la Segunda República, y el segundo, centrado en la Guerra Civil.
Este libro quiere desarrollar un pensamiento que, poniéndose del lado de las víctimas y rechazando la salida nihilista, abogue por la construcción del futuro sobre la herencia de la racionalidad griega y del cristianismo, sin renunciar tampoco a lo que pueda ser heredado de lo mejor de la tradición ilustrada, convencido de que sólo un nuevo encuentro entre fe y razón puede devolver al hombre la confianza en sí mismo.
Segunda edición de esta obra que popone un juego: recorrer Madrid, pasear por sus calles y plazas, deteniéndose a contemplar las escenas que en ellas se desarrollan, las personas que por ellas transitan, las fachadas de los edificios que las configuran y, después, entornando los ojos, buscar las líneas invisibles que definen el escenario, el rastro de los personajes y las construcciones que el tiempo ha borrado de la superficie de la ciudad, aunque no de su historia. Es el juego que este libro propone. A través de treinta y seis capítulos, el lector recorrerá los caminos y las glorietas que, al evolucionar, han generado el carácter y la fisonomía del Madrid de nuestro siglo. Cada capítulo consta de dos elementos: un relato de ficción, en el que se pintan los rostros y las voces que expresan la multiplicidad humana de la ciudad actual; y una reseña histórica del lugar y su entorno. Dos perspectivas urbanas que se complementan y se justifican en su relación: el Madrid de hoy se sustenta en el Madrid de ayer, los relatos del presente conducen a la leyenda, la anécdota, la crónica de una historia que cumple ya doce siglos.
Este libro recoge estudios que, a lo largo de varios años, Fernando Lázaro Carreter ha consagrado a la literatura española de los siglos xvi y xvii, y en particular al período que va desde el Renacimiento al Barroco. Recogidos bajo el título de Clásicos españoles, estos escritos suscitan la pregunta de por qué llamamos clásico al arte producido durante ciertos momentos de la historia de un país y en qué reside su interés. Al hablar de literatura española, el adjetivo clásico califica hoy a obras escritas en el quinientos y seiscientos, con un pequeño adelanto temporal que incluye a Manrique, San Pedro y La Celestina. Un amplio elenco de autores y obras que no ha sufrido grandes variaciones desde el siglo xix y que se caracteriza, además de por su ámbito cronológico, por la diversidad en géneros y procedimientos formales. Pero, como muy bien indica Lázaro Carreter, hay algo más en el reconocimiento del genio clásico. Un algo que reside en lo que el autor define como «una adhesión emotiva a un trozo de nuestro pasado en el cual hallamos realizadas ciertas cumbres literarias que nos representan en la más respetada historia del arte verbal universal y que, suponemos, seguirán representándonos». Más allá de cuestiones formales, de contenido, punto de vista, influencia y representatividad, lo que aflora de los textos recogidos en el presente volumen es esa suerte de inmortalidad que acompaña a los clásicos y que reafirma a cada lectura su vigencia e interés.
Para la Fundación Amigos del Museo del Prado el año 2001 pasará a la historia como el de la conmemoración del vigésimo aniversario de su creación. En esta ocasión el volumen que anualmente se edita está dedicado a Goya, puesto que durante el año académico 2000-2001 se ofreció un ciclo de conferencias sobre el pintor con el título Francisco de Goya, obras maestras del Museo del Prado.
El anillo de Irina es el relato de varias pasiones: la del amor de Alejandro, el joven protagonista, y de su padre, un prestigioso violinista, por la misma mujer: Irina, una chica de ascendencia rusa, a quien conocen un verano en un pequeño pueblo de Soria. También la del descubrimiento paulatino y deslumbrante de un país -Rusia- a través de su literatura. Y, sobre todo, es la historia del camino que en la vida de Alejandro conduce a la madurez y a la independencia.
La historia de Roma ha avivado nuestra imaginación desde hace siglos. Simples legionarios o personajes de sobra conocidos, sabios, como el emperador Constantino, rebeldes, como Espartaco, o conquistadores, como Julio César, enemigos despiadados, como Aníbal, y grandes generales, como Escipión el Africano, todos son héroes de esta poderosa civilización que se extendió a lo largo de mil años.