En un mundo como el actual los historiadores necesitan un enfoque global; pero eso no se consigue con una simple extensión del campo examinado en las viejas historias de estados y naciones, sino que requiere métodos nuevos, adecuados al estudio de los grandes problemas de nuestro tiempo. Sebastian Conrad examina aquí el desarrollo de las distintas visiones de la historia mundial, desde Herodoto o Ibn Jaldun hasta Toynbee, McNeill o Wallerstein, y las respuestas recientes ?historia comparada, transnacional, postcolonial, de la globalización?? para proponernos los fundamentos de un método nuevo que puede aplicarse a cualquier espacio y a cualquier período, y que va más allá del análisis de las conexiones, hacia el estudio de la integración y de la causalidad, elevada a un nivel global. Como ha dicho Sven Beckert: «este libro es una importante contribución a una de las más nuevas y prometedoras corrientes de la historia».
Las palabras, al igual que las sociedades, cambian y se transforman a lo largo del tiempo. Términos como democracia, libertad, Estado, nación, progreso, propiedad... tienen un significado distinto al que han tenido desde que empiezan a utilizarse. A través de la historia de los conceptos, el historiador toma plena conciencia de la historicidad y contingencia del lenguaje, del discurso histórico. El libro de Francesco Benigno, profesor en la Universidad de Teramo y uno de los grandes historiadores italianos actuales, refleja magistralmente las fluctuaciones del discurso histórico en la Europa del siglo XX y la crisis de identidad de nuestro propio registro conceptual. Frente a los cantos de sirena de los arquetipos conceptuales determinados implacablemente por el contexto histórico en el que vivimos, no hay más salida científica que la rebeldía respecto a la presión del tiempo presente y la busca del pasado sin hipotecas ni lastres prejuiciados. El camino Benigno de lanzarse a reflexionar sobre la gestación y los usos del utillaje conceptual en los que los historiadores se apoyan, no es la salida más fácil, pero es sin duda la más honesta.
Una de las ideas seminales del pensamiento de Michael Oakeshott es que no es posible reducir todos los modos de conocimiento a un sistema único y abarcador. Desarrollada en 'La voz del aprendizaje liberal', ya editada por Katz editores y Liberty Fund, esta idea significa, para Oakeshott, que la filosofía y la historia son, tanto como la ciencia y la matemática, "lenguajes, más que literaturas", es decir, modos específicos de abordar e interpretar el mundo. Y es en la perspectiva del diálogo entre esos lenguajes como se realiza la auténtica libertad. Así, para Oakeshott el desafío específico de los historiadores es dejar de lado cualquier preocupación de orden práctico o ideológico en su abordaje del pasado, pues una de las mayores ilusiones del ser humano es la creencia en sistemas que lo llevarán a la perfección final en una tierra prometida. Un desafío, el que el autor propone, extremadamente difícil, dado que en general la mirada retrospectiva está menos interesada en la historia que en una "política retrospectiva", pero que él asume en 'Sobre la historia', donde aborda temas fundamentales de la experiencia humana: la naturaleza de la historia, el imperio de la ley, la lucha por el poder como dimensión inherente a la condición humana, la futilidad de las modernas utopías políticas. En su conjunto, los cinco ensayos aquí reunidos muestran de modo elocuente la perspectiva distanciada que el autor mismo propone para el trabajo del historiador. Tres de ellos se ocupan de temas de historiografía; el capítulo cuarto, "El concepto de rule of law", analiza aspectos esenciales de lo que considera como una relación ideal entre los hombres, y en el ensayo final, "La Torre de Babel", ilustra la tesis de que la pluralidad de "lenguajes" constituye la esencia misma de la vida civilizada: los pueblos de Babel no se pierden en la ininteligibilidad mutua sino que, al contrario, se asocian para llevar adelante una empresa común.
La presente obra, basada en una minuciosa investigación en los Archivos de la Villa de Madrid, pretende analizar los rasgos definitorios del contexto social madrileño tras el impacto del proceso revolucionario burgués y en comparación con el Antiguo Régimen. Los autores parten de la realidad de un Madrid que se convierte en foco de atracción para una burguesía periférica que adquiere en la capital un tinte claramente especulativo. Inversiones en bolsa, especulación del suelo urbano o de los alimentos en períodos de crisis de susbsistencias, son sus principales bases de acumulación. Sólo estratos muy minoritarios de esa burguesía llevan adelante un esfuerzo por industrializar Madrid. A su vez, esta mentalidad especuladora se transmite a las capas medias que destinan sus ahorros a este tipo de negocios, atraídas por unos beneficios que creen seguros y cuantiosos, aunque a la hora de la crisis económica sólo en ellas repercute el hundimiento del andamiaje especulativo. Igualmente, Madrid es foco de atracción para un campesinado que no puede ser absorbido por la incipiente industria madrileña. Paro, hambre y excesiva mortalidad son constantes en el devenir social de las capas populares de la capital. Frente a la inestabilidad general producida por tal situación, la burguesía crea unos mecanismos correctores de la «cuestión social», que a la larga amortiguan pero no solucionan el problema: beneficencia, intervencionismo municipal, etc.
A raíz de las manipulaciones y abusos a los que la memoria se ve sometida, bien sea por parte de las ideologías que imponen el olvido, o de las conmemoraciones forzadas que imponen el recuerdo, Ricoeur postula una política de la justa memoria. "La memoria, la historia y el olvido" retoma la problemática de la narración histórica planteada por el autor en sus anteriores obras, pero centrándose esta vez en la representación del pasado y ocupándose así de dos aspectos que habían sido omitidos: la memoria y el olvido.La fenomenología de la memoria, la epistemología de la historia y la hermenéutica de la condición histórica son los tres métodos escogidos para abordar esta obra. Pese a que consta de tres partes muy definidas, la pregunta por lo que sucede con la representación presente de una cosa ausente ("eikon") recorre todo el libro. Por último, el autor da una vuelta de tuerca más a la cuestión de la representación del pasado preocupándose por el perdón, un tema que de alguna manera condiciona la constitución de la memoria y la historia y marca el olvido.
El mundo de comienzos del siglo XXI, la composición de las sociedades que lo integran, no es el mismo que los que justificaron la forma de " hacer " Historia hasta hace bien poco, marcada por la reducción a un relato único y a menudo con una clara perspectiva eurocéntrica. En una línea similar a la que propugnan Guldi y Armitage en su " Manifiesto por la Historia " , orientada a recuperar la historia a largo plazo y a establecer un diálogo constante entre pasado y presente para intentar alumbrar el futuro, esta importante obra de Serge Gruzinski rompe una lanza a favor de la historia global, que amplía la escala de estudio y conecta compartimentos separados. El análisis que en él lleva a cabo de la expansión portuguesa y española en los siglos XVI y XVII provee un ejemplo práctico de la utilidad que tiene estudiar episodios pasados para iluminar los mecanismos, ideas y actitudes del presente, así como sus posibles consecuencias.
Escrito con la agilidad narrativa, el rigor intelectual y la ironía que caracterizan la obra de Terry Eagleton. Escrito con la agilidad narrativa, el rigor intelectual y la ironía que caracterizan la obra de Terry Eagleton, uno de los profesores más prestigiosos de crítica literaria y estudios culturales, Después de la teoría constituye un recorrido demoledor por las escuelas y corrientes que han marcado la interpretación de la realidad a través de la literatura y propone una visión crítica -frente al agotamiento teórico y práctico de la posmodernidad y el pensamiento único- de las cuestiones fundamentales (trabajo, política, sociedad, amistad, amor, identidad, relaciones personales, etc.) que preocupan al conjunto de la sociedad. Michel Foucault y el estructuralismo, Jacques Derrida y la deconstrucción, Jürgen Habermas y la teoría de la acción comunicativa, Julia Kristeva, Roland Barthes o las teorías de Fukuyama y los neocons pasan por el tamiz crítico de Eagleton. ¿Ha perdido la teoría crítica, literaria y política, el sentido para la cual fue concebida? ¿Se puede interpretar con la misma línea argumental y la misma fuerza simbólica y narrativa un soneto de Shakespeare, un cuento de Chejov, una novela de Flaubert y un culebrón televisivo o un anuncio de refrescos para adolescentes? ¿Cuál es la función de la crítica y de la cultura en esta era de consumismo y marketing? Cuestionamiento de las tendencias ideológicas dominantes, ajuste de cuentas con la teoría y con la forma «académica» de interpretar lo real, este rotundo estudio está llamado a convertirse en una obra de referencia dentro del panorama del ensayo político, cultural y de actualidad.
Aquest llibre té per objectiu aproximar-se filosòficament a cinc dels temes més importants de la teoria de la Matemàtica de la Història d'Alexandre Deulofeu i Torres (1903-1978). Així, el volum analitza les seves influències intel·lectuals i el context en què cal situar-lo; la qüestió de la cientificitat de la teoria (el propi autor sempre va defensar que la Matemàtica de la Història era una llei científica de la història); el tractament del problema del determinisme històric; la concepció de llibertat, tant individual com col·lectiva que es desprèn de l'obra deulofeliana i la interpretació de la història de la filosofia a través dels postulats de la Matemàtica de la Història.
Probablemente, John G. A. Pocock sea uno de los historiadores de las ideas más originales e imaginativos de nuestro tiempo. En las últimas décadas se ha hecho con un público fiel en el mundo entero y ha diseñado un método exhaustivo para estudiar la historia del pensamiento político de forma profunda y minuciosa. ¿En qué consiste el método que nos propone? ¿Qué implica escribir la historia de una comunidad política? En este magnífico libro, J. G. A. Pocock reúne sus ensayos más significados, publicados a lo largo de los últimos cincuenta años de investigación, en torno a la metodología utilizada en el estudio del pensamiento político en su contexto histórico. En ellos reflexiona en torno a la teoría y la práctica de un pensamiento político y esboza asimismo una teoría política de la historiografía, entendida, a su vez, como una forma de pensamiento político. Un obra imprescindible para cualquier estudioso o lector interesado en la historia de las ideas y la teoría política.
¿Quiénes eran los comuneros y qué querían?. Después de las Cortes de Cádiz, los liberales creyeron descubrir en ellos unos mártires de la libertad que lucharon contra la tiranía y la extranjerización de España por los Austrias; en nuestro siglo se les consideró como unos reaccionarios que defendían privilegios anacrónicos. Este libro pretende restituir a los acontecimientos de 1520-1521 su verdadera dimensión histórica. Se trata de una auténtica revolución: por primera vez en la Europa moderna, el reino -o sea la nación- se niega a someterse al capricho del soberano, interviene directamente en la política del Estado y trata de dirigirla. Los comuneros vieron con toda claridad que, después de la elección imperial de Carlos V, Castilla iba a ser sacrificada a unos intereses que no eran los suyos. Las Comunidades fueron una reacción nacional que amenazó terminar con el absolutismo regio y también con la explotación de España por los extranjeros: exigían una política económica de tipo mercantilista. Por eso chocaron los comuneros con el bloque formado por los privilegiados: el poder real, la aristocracia, los grandes mercaderes interesados en la exportación de la lana castellana. Revolución moderna, pero revolución prematura: la burguesía castellana no era todavía suficientemente fuerte ni consciente como para llevarla a cabo o apoyarla; el fracaso contribuyó a debilitarla aún más. Así se forjó el destino de la España moderna, sometida al absolutismo regio, al subdesarrollo económico, al ideal de la renta y de los valores nobiliarios.
Esta autobiografía intelectual es el apasionante testimonio intelectual de uno de los más importantes historiadores contemporáneos y, al tiempo, una gran historia de amor con España. Desde la privilegiada perspectiva de sus casi sesenta años dedicado a investigar y escribir sobre historia, John H. Elliott, el más prestigioso hispanista contemporáneo, se detiene a reflexionar sobre los avances que ha experimentado el estudio de esta disciplina. Basándose en su propia experiencia como historiador de España, Europa y las Américas, el autor británico ofrece un brillante y agudo análisis del trabajo de los historiadores y de cómo ha evolucionado desde la década de los cincuenta. Elliott parte de las raíces de su interés en España y en el pasado, y de los retos que supone escribir sobre la historia de un país que no es el propio, para ir adentrándose en temas como la historia del declive de las naciones y los imperios, la historia política, la biografía o la historia cultural y del arte. Analiza también los cambios que se han producido en la forma de abordar la historia en el último medio siglo, incluyendo el impacto de la tecnología digital, y defiende la crucial importancia de tener una visión de conjunto del pasado. Los amantes de la historia encontrarán en este fascinante libro una nueva apreciación del trabajo necesario para dar forma a las obras de historia y de cómo estas a su vez dan forma al mundo del pensamiento y de la acción. La crítica ha dicho...«Toda una vida dedicado a la historia lleva el autor de este maravilloso libro, que es lección magistral, confesión apasionada de amor al trabajo y ejercicio de lucidez.»Manuel Lucena, ABC «John Elliott ha publicado un libro que es en parte una memoria personal y en parte una reflexión sobre el oficio al que ha dedicado la vida. La calidez y la viveza de las rememoraciones es tan seductora como el rigor intelectual en el examen de las posibilidades, los límites, los márgenes de error e incertidumbre del conocimiento histórico.»Antonio Muñoz Molina, El País «No resulta frecuente que la erudición, la claridad y el entusiasmo se aúnen sin estridencias. Tal es el caso de John Elliott.»El Cultural «Elliott es infatigable en su investigación, global en su visión, magistral en la organización del material e infalible identificando las evidencias más reveladoras o representativas. En resumen, su labor académica es lo más cercano a la perfección que se puede encontrar.»Felipe Fernández-Armesto «Elliott es un excelente conocedor del pasado español y un extraordinario especialista en la Monarquía Hispánica. Ha podido realizar una tarea gigantesca que le ha convertido en maestro de varias generaciones de historiadores, tanto en España como en otros países. Con este libro, ofrece a todos los lectores interesados en la historia una nueva lección de gran maestro y, para los jóvenes investigadores, un tesoro de sugerencias que sería insensato no considerar.»Octavio Ruiz Manjón, El Cultural, El Mundo
La omnipresencia de Internet en la sociedad actual hace necesario replantearse muchas cuestiones en la investigación histórica. Este libro, dirigido tanto a estudiantes como a investigadores, tiene como principal objetivo enseñar a investigar en la era de las nuevas tecnologías de la información y de las humanidades digitales. Se tratan los aspectos teóricos y prácticos del método y de las técnicas de investigación. Entre ellos, se dedica especial atención a definir cómo se elabora un trabajo científico, qué se entiende por método histórico, cuáles son las principales técnicas de investigación, cómo se trabaja en los archivos, bibliotecas y otros centros de información que conservan nuestros tesoros documentales, cuáles son las principales fuentes históricas y qué debemos hacer con ellas para que puedan dar respuesta a nuestros interrogantes. Se presta un interés prioritario a la documentación digitalizada que nos ofrece Internet, dada su creciente profusión, en la que cada vez se hace más complicado localizar los recursos útiles si no se tiene una buena preparación de acceso a la información.
A lo largo de sus 21 volúmenes, LA INTELIGENCIA HISPANA (IDEAS EN EL TIEMPO) abarca la totalidad de la historia de las cosas hispánicas en sus realia y sus idealia, en sus dimensiones intelectuales y materiales, en sus prácticas de poder y su configuración de pueblo, en sus aspectos peninsulares y americanos, en sus dimensiones internas y en sus relaciones con el contexto europeo. No es, por tanto, ni una historia nacional ni una historia especializada, sino más bien una mirada a la historia del occidente euroamericano desde el punto de vista de la inteligencia española. Y pretende ofrecer un relato coherente desde premisas metodológicas que traman un diálogo entre la hermenéutica filosófica textual, por un lado, y el positivismo historiográfico, por otro, entre las fuentes literarias y las oficiales, entre las huellas expresivas del estilo de los hombres vivientes y las estilizaciones de las elites, siempre en la línea de la tradición integradora que va desde Max Weber a Carl Schmitt, desde Reinhart Koselleck hasta Hans Blumenberg. EL COSMOS FALLIDO DE LOS GODOS expone la vivencia apocalíptica de la crisis final del mundo romano, así como la experiencia de las elites tardorromanas en contacto con las nuevas realidades germanas, para explorar a continuación la emergencia del reino de los godos en Hispania. Analiza el sentido de la conversión goda al catolicismo, con especial atención a la forma en que Isidoro aplicó el proyecto de Gregorio I. Por último, el libro describe las contradicciones internas del reino de los godos y la sociedad hispanorromana y muestra que su crisis se expresó mediante la irrupción de un cristianismo apocalíptico que sembró de inquietud y ansiedad a los espíritus. Así, el primer volumen de La inteligencia hispana dibuja la conciencia que la sociedad goda tuvo de su propio fracaso histórico y persuade acerca de la eficacia de la idea del Apocalipsis para canalizar las representaciones de la sociedad cristiana acerca de su destino temporal. Como en la totalidad de la serie, se describe aquí la construcción de las realidades hispanas en diálogo con las europeas, cuyos grandes movimientos comparte, modula y acompaña.
Se da la paradoja, en nuestros días, de que nunca ha habido más controversia en torno a la historia, o incluso obsesión por ella, para deformarla, negarla o reinterpretarla; en relación con los monumentos históricos y el contenido de los libros de texto; en forma de proliferación de comisiones de la verdad, museos y exposiciones, y sin embargo nunca ha habido menos inquietud por la " verdad histórica " . La historia se ha convertido en nuestros días en un instrumento que cada cual moldea y esgrime a su conveniencia con el fin de blanquear o dar una pátina de seriedad a motivos muy a menudo espúreos. En estas páginas, la prestigiosa historiadora Lynn Hunt reivindica la importancia de esta disciplina, llamada a desempeñar hoy más que nunca un papel crucial como garante de una presentación objetiva de los hechos y como promotora, al mismo tiempo, de un adecuado dimensionamiento de las preocupaciones actuales, de una actitud crítica hacia el chauvinismo y de la apertura hacia otros pueblos y culturas.