La historia de la España de los Austrias y de su imperio ha experimentado un considerable avance en las últimas décadas. De una visión tradicional que se limitaba a contarnos lo que sucedía en la corte y en sus aledaños hemos pasado a otra que, además de revisar los tópicos acumulados en torno a las personas y a la gestión de reyes y privados, cubre hoy el conjunto de las Españas y nos habla también de la suerte de campesinos, artesanos y comerciantes. Y América ha dejado de ser tan sólo tierra de conquista y punto de embarque de metales preciosos, para adquirir una historia propia, donde mineros, hacendados, indios y esclavos cobran un nuevo protagonismo. El profesor John Lynch ha contribuido a estos avances con aportaciones originales, como la que nos llevó a una nueva visión del equilibrio entre España y el imperio. Pero tal vez su mérito mayor sea el de habernos dado la primera visión de conjunto que integra las nuevas investigaciones y que abarca el lapso completo de estos dos siglos, lo que le permite darnos una nueva visión tanto del auge como de la decadencia de la España imperial. Su libro es, hoy por hoy, único e insustituible.
A lo largo del siglo xv se desarrolla en la corte de los duques de Borgoña una etiqueta palaciega y una estructura de servicio y representación que tendrá gran influencia en muchas cortes europeas, gracias a los lazos de parentesco establecidos con la Casa de Austria. Este volumen analiza a distintos niveles la presencia y adaptación de las tradiciones flamenco-borgoñonas en las fiestas y ceremonias extraordinarias, en los rituales de paso, en la cultura caballeresca, en el ámbito de y la Orden del Toisón de Oro, y en la conformación de la propia memoria dinástica, considerando un marco cronológico que se inicia con el fabuloso banquete de los Votos del Faisán celebrado en Lille en 1454 y que se extiende hasta mediados del siglo xvii.
Homenaje a Pablo Fernández Albaladejo, profesor de historia moderna de la Universidad autónoma de Madrid desde su momento fundacional, de la mano de Miguel Artola.
Durante el siglo XIX se procedió a sustituir el modelo cortesano, en el que se había articulado políticamente la sociedad europea desde el siglo XIII, por el paradigma del estado liberal. La sustitución del modelo cortesano por el paradigma estatal fue un proceso que se inició con una nueva interpretación de la Corte en la filosofía de la Ilustración y que finalizó con la percepción de Corte y Estado como fenómenos opuestos, en el siglo XIX [ ] De esta manera, el paradigma estatal de interpretación de la realidad histórica quedó fijado y las estructuras y características que habían articulado el modelo cortesano de las Monarquías europeas quedaron borradas para siempre. Los historiadores del siglo XX, que se sirvieron de los métodos de otras ciencias (sociología, economía, etc.) para aplicarlos a sus respectivos análisis históricos, no modificaron el modelo estatal liberal, al contrario, lo acentuaron. En las últimas décadas, semejante modelo ha entrado en crisis y los historiadores hemos comprendido que el paradigma del Estado liberal no solo deforma la realidad histórica de la Edad Moderna europea, cuando se aplica, sino que además suprime ciertas realidades organizativas que existieron y que fueron fundamentales en la articulación del poder en la sociedad [ ] El profesor Félix Labrador Arroyo ha escrito un libro en el que da por presupuesto toda esta transformación de paradigmas interpretativos de la Historia. Tiene muy claro que el modelo cortesano es el adecuado para realizar un análisis de la evolución histórica de la Monarquía portuguesa y para examinar las relaciones diplomáticas entre las Monarquías lusa e hispana [ ]