Se pretende ofrecer una perspectiva comparada de las fronteras en momentos de tensión, de los militares que defendían, del modo de informarse el poder sobre lo que en ellas sucedía y de su gestión, de las diferentes representaciones que hicieron los responsables de su control, así como el papel que asumían los diferentes actores que poblaban sus confines y los ajenos que se desplazaban hasta estos espacios o decidían desde el centro sobre cuanto allí ocurría. Se busca responder a una cuestión central,tanto en la historia de los Estados como de las sociedades periféricas. Intenta explicar el lugar que ocupa la guerra en estas sociedades y el significado que para ellas tiene, el modo en que se ven impregnadas y condicionadas por el hecho militar, así como los procedimientos a través de los cuales recomponían las dinámicas existentes con anterioridad a unas circunstancias excepcionales en todos sus extremos y manifestaciones. Para conseguirlo, el estudio se vertebra en torno a tres vías de análisis complementarias que permiten la comprensión de la totalidad y facilitan una historia comparada de dicha temática. En términos generales, se pretende determinar la dinámica de la frontera en sí misma en los momentos previos al conflicto, durante él y con posterioridad, la gestión que los gobiernos realizan de ella y lo que allí sucede, y las representaciones y percepciones que elaboran los protagonistas de los enfrentamientos o quienes tienen noticias de ellos.
Juntamente con la batalla de Lepanto y la expedición de la Armada Invencible, Trafalgar es el tercero de los hitos navales que aún permanecen vivos en la memoria de los españoles. El 21 de octubre de 1805 del que ahora conmemoramos su segundo centenario, la flota franco-española se enfrentó a la británica a la altura del cabo Trafalgar, en Cádiz. La alianza con Francia había sido fruto de la errática política exterior de nuestro país, dirigida por Manuel Godoy, hombre fuerte del rey Carlos IV. Esta alianza, promovida por el todopoderoso Napoleón, llevó a España primero a la guerra con Portugal y a continuación al enfrentamiento con Inglaterra. Estaba en juego, en realidad, el dominio en Europa y la primacía militar y comercial en los mares de todo el mundo. El combate de Trafalgar transcurrió en unas condiciones aciagas para la coalición hispano-francesa. Se llevó a cabo bajo la deplorable dirección del almirante Villeneuve que iba a ser sustituido en el mando, y acabaría suicidándose un año después y en contra de la opinión de los altos mandos españoles: Gravina, Alcalá Galiano y Churruca. Frente a ellos tenían nada menos que al almirante Nelson, uno de los más brillantes estrategas que ha dado la marina de guerra, el cual conocía de antemano las deficiencias de los aliados y los previsibles estadios por los que discurriría el choque. Todos ellos, nombres ya legendarios, perecieron con honor como consecuencia de aquella jornada junto a más de 7.000 hombres. El resultado tuvo una gran trascendencia, aunque no inmediata; esta fecha marca el comienzo de la soberanía de Inglaterra en todos los océanos merced a la que levantaría su imperio económico y militar y el declive de Napoleón y de España, que se vieron privadas de una parte significativa de sus respectivas flotas, resultando así debilitada su influencia internacional. Este libro, magnífico e imprescindible, escrito por el académico Hugo ODonnell con amenidad y rigor, y que viene acompañado con magníficas imágenes, cuadros y diagramas, nos introduce en esa batalla histórica que reunió a las tres mayores potencias navales del momento, cuando el dominio del mundo dependía de las velas y los cañones. ACOGIDA DEL LIBRO "Hugo O'Donnel no sólo traza los antecedentes históricos y las consecuencias de la batalla, sino que aborda a todos los personajes que intervinieron". Tulio Demicheli, "ABC". "Seguramente el mejor conocedor de nuestra historia naval en la Edad Moderna". Luis Ribot, "El Cultural". "Detallado y preciso". Carlos García Gual, "El País". "Un estudio riguroso y muy documentado, redactado en estilo periodístico, vivo y ágil". Antonio Atienza, "La Aventura de la Historia".