La caída del Muro de Berlín y la implosión de los regímenes satélites de la URSS, la creación de un nuevo (des)orden internacional bajo la hegemonía norteamericana, el agravamiento del problema palestino y la agudización de las tensiones en Oriente Medio, que convierte a esta región en un polvorín, son sólo una muestra de los problemas a los que se enfrenta este mundo globalizado, donde las desigualdades norte-sur se han agravado y donde algunas tendencias apuntadas en la etapa anterior se empiezan a manifestar con mayor crudeza, como es el caso del deterioro constante del medio ambiente y la proliferación armamentística.
El «rey noble», el rey bueno por excelencia, según quiere recordarlo la memoria colectiva, hijo intachable, vasallo leal, amigo de sus amigos, Carlos III de Navarra se presenta siempre como un personaje atractivo, dotado de una serie de virtudes humanas y políticas que en cierto modo marcan, sin embargo, el inicio del fin del reino privativo de Navarra. Pero el reinado de Carlos III, hábil vasallo en Francia de un infeliz señor, vértice entre el complicado reinado de su padre y las no menos densas crisis del siglo xv, comporta una relevancia considerable que recomienda una revisión intensa y un esfuerzo de análisis centrado en el juego de poder, las redes políticas y la gestión interna de la monarquía. Esta compleja etapa merece, sobre todo, un esfuerzo de articulación que supere la visión más bien compartimentada y ciertamente incompleta que ha prevalecido hasta ahora. Atendiendo a estas preocupaciones, y ampliando el horizonte político al rico y sugestivo panorama continental, y en particular a los grandes problemas vigentes la guerra francoinglesa y el cisma, se ha distinguido aquí una primera fase del reinado, hasta 1406, cuando cabe considerar que se ha cerrado un «ciclo» político. A ello corresponde la primera parte de este libro. Una segunda etapa sería la que va desde 1407 hasta la muerte del rey, en 1425, donde sin duda la reanudación de la guerra y el fin del cisma cambiarán las claves políticas de Europa. Sin haber dejado jamás de mirar hacia Francia, príncipe Valois al fin y al cabo, Carlos III acabará sumergido en la no menos complicada realidad hispánica del siglo XV.
Las páginas de este libro se adentran en lo más hondo e íntimo de las actitudes, juicios, valores y sentimientos de los individuos ligados al tráfico transoceánico entre España y América y los naufragios acontecidos entre los siglos XVI y XVII. Sobre este argumento se reflexiona acerca de las posturas que tuvieron los protagonistas de la llamada Carrera de Indias.
Esta obra, destinada a los estudiantes de Historia y a los interesados en el tema, abarca un amplio periodo cronológico, comenzando por la conquista islámica y hasta el momento en el que la Península Ibérica queda dividida políticamente en los cinco reinos que habrían de marcar la etapa siguiente, conocida como Baja Edad Media. Cada capítulo de la obra se dedica a un siglo aproximadamente, alternando los reinos cristianos y al-Andalus, para proporcionar una idea clara de la evolución en el tiempo de las instituciones, formas de vida y dinastías de cada una de las sociedades, así como de las relaciones y enfrentamientos que se establecieron entre los distintos poderes en cada momento. El énfasis en la Península Ibérica como concepto no solo geográfico, sino también cultural, ayuda a resolver la dialéctica entre los conceptos de Hispania, España y al-Andalus.