Cree su propia galería de Gustav Klimt con esta caja de 16 láminas listas para enmarcar entre las que se incluyen joyas artísticas como El beso, El árbol de la vida y la dama de oro, Retrato de Adele Bloch-Bauer I.Incluidos:Judit I, 1901Friso Beethoven: Las fuerzas enemigas, 1901/02Bosque de abedules (Hayedo), 1903La esperanza I, 1903/04Serpientes acuáticas I, 1904-07Serpientes acuáticas II, 1904, retocado en 1906/07Retrato de Adele Bloch-Bauer I, 1907El beso, 1907/08Jardín con girasoles, 1906Judit II (Salomé), 1909La satisfacción, 1910La expectación, 1910Dama con sombrero y boa, 1909La virgen, 1913Las amigas II, 1916/17Bebé, 1917
A través de esta monografía se profundiza dentro de unos de los episodios más importantes del arte sevillano como fue la creación del Museo de Bellas Artes. Este estudio ofrece una revisión actualizada de la composición y el uso museográfico de los fondos del Museo de Bellas Artes de Sevilla, desde su nacimiento hasta el siglo XX, atendiendo al papel que desempeñaron las instituciones encargadas de su gestión, conservación y desarrollo. El periodo que abarca el estudio parte desde la creación en torno a 1835 hasta la entrada en el siglo XX, ya como institución totalmente desarrollada y en pleno funcionamiento. Una colección artística de tal magnitud requería urgentemente un estudio que permitiera +conocer en profundidad sus orígenes. Esta deuda con la historiografía artística sevillana resultó ser el principal motivo para la redacción de esta monografía.
La historia del arte moderno comenzó hace unos 150 años en París, donde un grupo de pintores, a los que ahora llamamos impresionistas, sacudieron el mundillo artístico establecido. Pintaban sus cuadros con pinceladas gruesas que parecían inconclusas a los ojos del meticuloso arte oficial, retrataban la vida en las calles en vez de ampulosas escenas heroicas y se libraban del poder de los grandes pintores de salón organizando sus propias exposiciones independientes. Una vez superada la práctica académica al uso, ya no hubo nada que los detuviera y, en un constante deseo de buscar nuevos caminos, se fueron sucediendo los estilos, siempre aportando distintas innovaciones: después del impresionismo vino el simbolismo, luego el expresionismo, el futurismo, el dadaísmo, el arte abstracto, el realismo renovado, el surrealismo, el expresionismo abstracto, el pop art, el arte minimalista y el arte conceptual. En el movimiento posmoderno y la obra contemporánea de un Koons, Kelley o Wool todavía pervive este impulso moderno por hacer algo nuevo.Sendos ensayos introductorios sobre los principales movimientos artísticos proporcionan al lector una exhaustiva información básica sobre la evolución histórica del arte moderno. Sin embargo, el contenido principal de este libro es la sucesión, año tras año, de obras pioneras, con 200 ejemplos reproducidos, acompañados de un texto específico que presenta al artista y aclara la importancia de cada uno de ellos. Estas pinturas y esculturas, fotografías y obras conceptuales, tanto clásicas como asombrosos redescubrimientos, cuentan la historia de una época artística que ha seguido su andadura con más y más ideas nuevas y planteamientos innovadores. 187 retratos de artistas44 fotografías originales de artistas en su estudio14 ensayos7 desplegablesApéndice de 30 páginas con las biografías de los artistas, un glosario y un índice onomástico y artístico
Entre 1790 y 1900 se desarrolló uno de los períodos más apasionados y apasionantes de nuestro Arte, que tuvo como aspecto fundamental y unitario la revisión de la Historia y del pasado artístico. Este libro intenta servir de guía e introducción para el conocimiento y estudio del arte español de ese período, larga fase reflexiva sobre la imagen del pasado, que es la época inmediata, formativa, a la aparición de la actividad artística propia de nuestro tiempo. En ella se gesta la modernidad, después de que se realizara un análisis minucioso del ayer justificativo de la realidad de aquel presente. Se ha redactado conla doble idea de asistir como síntesis útil, que incorporase las últimas investigaciones habidas en España a los libros de texto ya tradicionales, y como ensayo, al desear proporcionar una visión en algo novedosa, fruto de la reflexión personal del autor sobre determinados campos de su actividad como investigador en la época objeto de este libro. Aunque se ha pensado como manual para estudiantes universitarios de Historia del arte español contemporáneo, es un texto accesible para los aficionados. Se ha tratado de conjugar una visión a la vez clásica e innovadora, erudita y de ensayo, pero siempre pretendidamente clara y abierta, aunque con la idea de resultar lo más completa posible y sin ausencias graves.
La risa es satánica, luego es profundamente humana. En el hombre se encuentra el resultado de la idea de su propia superioridad; y, en efecto, así como la risa es esencialmente humana, es esencialmente contradictoria, es decir, a la vez es signo de una grandeza infinita y de una miseria infinita. Miseria infinita respecto al Ser absoluto, del que posee la concepción, grandeza absoluta respecto de los animales. La risa resulta del choque perpetuo de esos dos infinitos. De De la esencia de la risa y en general de lo cómico en las artes plásticas (c. 4) Si, por casualidad, algún imprudente buscara en estas composiciones del Sr. G. la ocasión de satisfacer una malsana curiosidad, le prevengo caritativamente que no encontrará nada que pueda excitar una imaginación enferma. No encontrará más que el vicio inevitable, es decir, la mirada del demonio emboscado en las tinieblas, o el hombro de Mesalina resplandeciente bajo el gas; nada más que el arte puro, es decir, la belleza particular del mal, lo bello en lo horrible. De El pintor de la vida moderna (c. XII)
En su rigurosa y original historia, Alyce Mahon aporta una valoración radicalmente nueva del surrealismo francés. La idea ortodoxa de un declive terminal del movimiento después de los años treinta se convierte en un renacimiento artístico durante los años de la guerra y la posguerra, cuando los surrealistas redefinieron y ampliaron su interés en la crisis social, el compromiso político, el arte trasgresor, el mito, lo oculto y lo erótico. A través de «la política de Eros» los surrealistas intentaron hacer añicos la represión intrínseca de la sociedad burguesa, suscitando y fomentando el deseo individual como camino hacia la conciencia y la acción políticas. Al analizar la concepción y la organización de las cuatro exposiciones organizadas por los surrealistas entre 1938 y 1965, la doctora Mahon revela cómo los surrealistas evocaban en el espacio de la galería un mundo tridimensional de sueños, deseo y placer sexual, utilizando el poder de las «ominosas» formas y símbolos femeninos. El resultado es una demostración de que las últimas décadas del surrealismo fueron un periodo dinámico e intensamente creativo que debería ser esencial en nuestra forma de entender y apreciar el surrealismo en su conjunto -sus motivaciones y aspiraciones artísticas, filosóficas y políticas de entonces, así como su legado actual-.