En la obra De la Luz y de las Sombras: G.O.Y.A. su autor, Daniel José Carrasco de Jaime nos embarca en una investigación en la que se nos plantea una forma distinta de entender el arte. Como experto en Goya, estas páginas constituyen un verdadero y nuevo corpus ilustrado, que desarrolla la teoría sobre su pintura, que choca con la que ha mantenido el oficialismo del mundo del arte en los últimos 150 años. Carrasco de Jaime dibuja un escenario en el que podremos descubrir la verdadera identidad que se oculta tras la figura de Goya; cuál es el alcance de su inmensa obra; qué mensaje quiso transmitir y a quiénes estaba dirigido. En definitiva, una aproximación a la línea de la Verdad del artista que se ha tratado de ocultar desde poco después de su muerte. Aquí se descubren piezas no referenciadas, perdidas, que el autor atribuye a Goya. Nuevas obras que antaño fueron relegadas, desgajadas de su producción del todavía inexistente e interesadísimo catálogo razonado de ?GOYA?. El autor trata de desvelar la incertidumbre que ha limitado durante años el acceso a la verdad sobre la pintura de ?Goya?. Sin duda se trata de una obra polémica, audaz y que no dejará indiferente a nadie.
El siglo XVIII constituye uno de los periodos paradigmáticos para estudiar la crisis de las identidades, pues es entonces cuando se asientan las bases de la modernidad y la definición de los valores de las sociedades contemporáneas. En este proceso de cambio, el debate sobre la capacidad intelectual de las mujeres y su nuevo papel en la civilización de las costumbres se convirtió en una cuestión central que definiría toda la época, pues no solo contribuyó a revisar los modelos de vida y experiencias femeninas, sino también a repensar el papel del hombre moderno en el proyecto de las Luces. Este libro explora la construcción de esas identidades en la cultura visual de la España ilustrada, tratando de desvelar cómo se definieron las relaciones de poder entre los sexos a través de la mirada del artista.
En este tercer volumen se narra la evolución del arte y la arquitectura durante la Edad Moderna. Dos módulos específicos se dedican el arte del Quattrocento y el Cinquecento en Italia, y un tercero estudia la difusión europea del Renacimiento. En otros tres apartados independientes se examina la arquitectura y el urbanismo, la pintura, y la escultura y las " artes menores " del Barroco y el Tococó. Por último, dos capítulos más analizan las transformaciones artísticas durante el periodo de la Ilustración y la historia del arte y la arquitectura de la Edad Moderna en Iberoamérica.
El interés que despierta el conocimiento de la actividad teatral durante el Siglo de Oro español ha dado lugar a múltiples estudios. Sin embargo, hasta hoy no se había abordado de manera exhaustiva, como se hace en esta publicación, el estudio de la actividad teatral en Jerez de la Frontera durante el siglo XVII y la presencia de compañías en su Casa de las Comedias. Un estudio que parecía necesario emprender, habiendo sido Jerez en esta época la segunda ciudad más importante y poblada del reino de Sevilla, tras la propia capital hispalense. El autor, tras una amplia búsqueda, expurgo y edición de los manuscritos notariales y municipales del Archivo Municipal de Jerez, trae ahora a la luz la evidencia de una importante vida teatral en la ciudad, documentando la presencia de comediantes o representantes en Jerez desde la segunda mitad del siglo XVI. Este libro es un estudio en profundidad de la historia y avatares de su corral de comedias, que, construido en el primer cuarto del siglo XVII, mantuvo su funcionamiento hasta la etapa de la prohibición de las representaciones teatrales en las puertas del nuevo siglo.
¿Fue Caravaggio un producto de la cultura de la Contrarreforma? ¿Se debió el rechazo de muchos de sus cuadros a razones ideológicas, o más bien a la acusación de no respetar el principio ético-estético del decoro? ¿Debemos considerar su pintura como un acto intelectualmente subversivo o como el fruto de una toma de conciencia radical de los valores ideales de la tradición católica? Tamizando las inexactitudes y contradicciones de biógrafos e historiadores, el investigador Marco Bona Castellotti profundiza sobre la vida y obra del artista más influyente y controvertido del Seicento italiano, y arroja luz sobre los juicios, muchos falsos y sin fundamento, que rodean a un pintor aún considerado polémico. Un libro que entra de lleno en un debate vivo desde hace tiempo y nos desvela, con la ayuda de cuarenta y siete láminas a color, la obra un maestro sin igual en la edad moderna, por la intensidad de su vida y su búsqueda de una verdad que llega hasta la paradoja.
En el siglo XVIII se produjo una profunda transformación cultural, social y política que se cuenta entre las más trascendentales de la Historia de Europa. El sistema cortesano que, hasta ese momento, había regido el modelo social, político y cultural de los europeos entró en crisis. La figura del padre de familia asociada al gobernante y el principio aristotélico de equidad fueron puestos en entredicho, quedando desacreditados y, finalmente, remplazados por nuevos valores. En el paso del siglo XVI al XVII afloró una nueva forma de ver y expresar la realidad en el arte y la literatura, naciendo una nueva cosmovisión a partir del valor concedido y reconocido a la ciencia y la forma de articular y dominar el territorio para actuar sobre él. Las transformaciones culturales afectaron a toda la organización político-social que conocemos como sistema cortesano; filósofos y políticos entendieron que el esquema aristotélico lejos de armonizar la sociedad a través de una escala de obediencias la sumía en una perenne postración debida a su articulación convencional. Era necesario acabar con esa civilización para que apareciese el auténtico individuo, cuyo modelo no era ya el cortesano (ocupado en medrar y aparentar), sino el ciudadano (comprometido con la comunidad), llamando a transformar la suma de individualidades en nación. El estudio del paso de uno a otro modelo dio lugar a una nueva realidad; analizar este proceso es el objetivo de los autores de esta obra.
Desde que Joachim von Sandrart fabulara la vida de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) un año después de su fallecimiento, numerosas aportaciones documentales y críticas han construido una figura artística plenamente reconocible, aunque no ajena a dete
Rembrandt es el gran pintor holandés del siglo XVII (1606-1669). Su influencia en los artistas de su momento fue excepcional. Las ilustraciones de este libro ponen a disposición de los lectores su obra, tanto pintura como grabado y dibujo, acompañada de un análisis ameno e interesante tanto de su vida como de su obra.
Durante el reinado de Felipe IV, la corte de Madrid se convirtió en uno de los focos artísticos más importantes de la Europa del momento gracias a las iniciativas emprendidas por el monarca para la reforma y decoración de las residencias y patronatos reales o las acometidas por los principales nobles de la corte. Continuando la tarea de sus antepasados, el soberano logró concluir el Panteón de El Escorial y dotó al real monasterio de obras pictóricas y escultóricas de grandes maestros antiguos y contemporáneos, desde Tintoretto o Rafael a Van Dyck y Bernini. Además de las intervenciones llevadas a cabo en el Real Alcázar, la construcción y decoración del palacio del Buen Retiro fue una de las empresas más brillantes de la época, gracias al trabajo de los principales artistas de la corte y a la red de embajadores, gobernadores y virreyes de la Monarquía que hicieron posible reunir en el edificio una colección emblemática de obras de arte, entre las que destacaban las de los principales pintores hispanos, italianos y flamencos del momento. Gracias a Rubens y a Velázquez, los retratos de corte difundieron la imagen del Monarca y su corte con maestría, conjugando la grandeza, la sobriedad y el decoro de un modo que se mantendría hasta el final de la centuria. A la sombra de Felipe IV, los miembros de su corte también emularon al monarca, buscando para sí obras de grandes artistas de los territorios de la monarquía con las que decorar sus residencias y patronatos, formando importantes colecciones y cultivando nuevos géneros, como el bodegón, que hacen de este reinado una Edad de Oro desde el punto de vista de las artes y el coleccionismo.
El imperio de los Habsburgo, asentado en el siglo xvi sobre el Sacro Imperio y la Monarquía Hispánica y de vocación hegemónica y universal, hizo de la militancia católica su principal signo de identidad. Una leyenda atribuida en el siglo xiv al conde Rodolfo I de Habsburgo, coronado Rey de Romanos en 1273, narraba un episodio profético que marcaría el devenir de su linaje. La Pietas Austriaca fue como se llamó desde la Edad Media a la devoción cristiana de la Casa de Austria y se apoyaba fundamentalmente en la defensa incuestionable de los misterios católicos. A partir de Maximiliano I y a lo largo de los reinados de sus sucesores, una serie de apariciones milagrosas y portentos se sucederían en Europa y América contra herejes, infieles y paganos. La relevancia de la Virgen de la Victoria en la guerra de Granada, del apóstol Santiago en las campañas africanas, de la Virgen de Guadalupe en la evangelización de México, de la Virgen del Rosario en la batalla de Lepanto, de la Virgen Inmaculada en el conflicto de Flandes, o la llegada al Escorial de la Hostia profanada en Gorkum, son buenos ejemplos de la sacralización de la política llevada a cabo por Carlos V y Felipe II. Durante el siglo xvii procesos como las juras inmaculistas, la canonización de determinados santos de la Contrarreforma o la santificación de Fernando III de Castilla son asimismo testimonios de cultos convertidos por los Austrias hispanos en cuestión de Estado. Todos estos episodios ponen en evidencia la construcción de un imperio bajo el signo de la Fe. Y el pulso formidable mantenido por los Habsburgo, desde las cortes de Madrid y Viena, para hacer posible el sueño de un Planeta Católico gobernado por una sola familia. Para llevar a cabo este objetivo su política providencialista se apoyó en un espectacular aparato artístico en el que el uso de la imagen sacra y determinados rituales dinásticos resultaron decisivos como podemos ver en este libro.
Desde los puertos andaluces de Sevilla y Cádiz se iniciaba el viaje hacia la soñada América, una nueva tierra evocadora de riquezas y promesas para hombres y mujeres que aspiraban a una vida mejor. Viajes que también hicieron posible la circulación de todo tipo de mercancías, creencias, ideas y tradiciones, con caminos de ida y vuelta, que enriquecieron ambos espacios culturales, el americano y el andaluz. En este contexto de redes e intercambios entre los diferentes territorios que componían la Monarquía Hispana durante el Antiguo Régimen, el presente libro está dedicado a los artistas andaluces que desarrollaron parte de su trabajo en el Nuevo Mundo en aquellos difíciles tiempos virreinales. A través del acercamiento biográfico-documental a una relación de 140 nombres, este trabajo valora diversos aspectos específicos del sistema artístico, desde el funcionamiento de los talleres y la formación del artista, hasta aquellos relacionados con el mecenazgo y patrocinio, además de la influencia que ejercieron muchos de estos maestros en los lugares donde fueron recepcionados. En definitiva una obra que vislumbra la complejidad de los vínculos que se tejieron entre los dos mundos, transformadores tanto de la sociedad americana como andaluza, legándonos ambas un arte plural, diverso y mudable, gracias a esos distintos aportes procedentes de los variados espacios culturales hispanos.
Este libro sigue el programa de la asignatura de Historia del Arte Moderno que se imparte en la Facultad de Historia de la UNED. Se ha pretendido que también pueda ser útil para los alumnos de otras universidades. El libro cuenta con gran cantidad de reproducciones de obras de arte para establecer la relación entre el texto y las imágenes.