Este segundo volumen del proyecto «Los tipos iconográficos de la tradición cristiana» está dedicado a la representación iconográfica de los ángeles, abordando concretamente el concepto de la angelología cristiana y su formación, la expresión de la Gloria
Estados Unidos de América es probablemente el país en el que más se ha valorado el arte español fuera de España. Esta afirmación se basa en el inigualado número de obras españolas adquiridas en la historia reciente de esa nación, en la elevada calidad de las mismas y en su amplia distribución por la mayor parte de los museos de las principales ciudades del país. Esta fascinación por el arte español se refleja en la especialización de algunas de estas instituciones. También en el modo en que estas obras conforman el núcleo más importante de algunas colecciones o en que están a la par con las de otras escuelas en museos de corte enciclopédico. La presente monografía, revela el magnífico patrimonio artístico español que se conserva en museos de los Estados Unidos y su enorme calidad y riqueza, desde el medioevo hasta el arte contemporáneo. Con ensayos de conservadores de museos americanos y de especialistas en arte español, este volumen evalúa la importancia de las obras de arte procedentes de España en las diferentes instituciones museísticas y relata la historia de su coleccionismo en los Estados Unidos de América.
Claude Monet (1840-1926), aclamado como el «príncipe de los impresionistas», transformó las expectativas en cuanto al propósito de la pintura sobre lienzo. Desafiando una tradición de siglos, Monet no intentó plasmar solo la realidad, sino el acto de la misma percepción. Trabajando al aire libre con pinceladas rápidas e impetuosas, se replanteó el juego de la luz en los tonos, dibujos y contornos, y cómo llegan al ojo estas impresiones visuales.El interés de Monet por este espacio «entre el motivo y el artista» abarca también el carácter efímero de las imágenes que vemos. En sus queridas series de los nenúfares, así como en las pinturas de álamos, almiares y la catedral de Ruan, volvió a plasmar el mismo motivo en diferentes estaciones del año, condiciones climatológicas y momentos del día para experimentar con la constante mutabilidad de nuestro entorno visual.Este libro presenta una introducción esencial de un artista que transformó de un modo irrevocable la historia del arte con obras que formaban parte de una reflexión sobre el propósito de un cuadro y el paso del tiempo.
Este libro trata de un tipo de imágenes muy particulares, como son los grabados antiguos sobre el mundo del arte. Obras realizadas entre el siglo XVI y principios del XIX de temática relativa a las artes visuales, y que representan al artista en relación con su actividad y aspiraciones. Es una atractiva iconografía, que evoca en qué contexto trabajaban los artistas, por qué ideas luchaban, cómo mostraban sus obras al público o las ofrecían al mercado, quiénes y cómo las coleccionaban. La imagen del artista presenta una selección de estos grabados pertenecientes a la colección de Vicenç Furió, agrupados en cinco apartados: trabajo, coleccionismo y mercado, exposiciones, conflictos y debates e ideales y fama. Son estampas singulares y valiosas, tanto en términos estéticos como por la información histórica que ofrecen.
Paul Gauguin (1848-1903) no estaba hecho para las finanzas. Tampoco duró mucho en la marina francesa, ni como vendedor de carpas en Copenhague porque no sabía hablar danés. Empezó a pintar en su tiempo libre en 1873, y en 1876 participó en el Salón de París. Tres años después, exponía junto a Pissarro, Degas y Monet.Vehemente y gran bebedor, Gauguin solía autoadjetivarse como ?salvaje?. Su íntima pero agitada amistad con el también temperamental Vincent van Gogh llegó a su clímax con un incidente violento en 1888, cuando Van Gogh se enfrentó supuestamente a Gauguin con una navaja de afeitar y más tarde se cortó la oreja. Poco después, tras completar una de sus obras maestras, La visión tras el sermón (1888), Gauguin se trasladó a Tahití con la intención de escaparse de ?todo lo artificial y convencional? del mundo. La alegría sin límites que Gauguin encontraba en la naturaleza de Tahití, en la gente de la isla y en las imágenes figurativas impregnó una prolífica producción de pinturas y grabados. En obras como Muchacha con una flor (Vahine no te Tiare, 1891) y Dulce ensueño (Nave Nave Moe, 1894) desarrolló un estilo distinto, primitivista, que destilaba sol y color. Fiel a una sensualidad exótica, sus pinceladas se concentraban especialmente en las curvas de las mujeres tahitianas.Gauguin murió solo en otro rincón de la Polinesia Francesa, en las islas Marquesas, y muchos de sus documentos y objetos personales desaparecieron en subastas locales. Su gran influencia en el arte, especialmente en miembros de la nueva generación de la vanguardia francesa como Picasso y Matisse, no comenzó a apreciarse en toda su envergadura hasta que un comerciante de arte listo empezó a mostrar la obra de Gauguin en París. Esta introducción esencial sobre el artista descubre su colorido mundo, de los salones impresionistas del París de 1870 a los últimos días en el Pacífico, una vida productiva y apasionada hasta el final.
Desde el colapso en los tempranos años ochenta del régimen de acumulación fordista, es imposible no advertir una amplia transformación en la estructura social, física y demográfica de muchas metrópolis occidentales. La especulación inmobiliaria, la tercerización de la producción industrial y los monopolios de los sectores financiero y tecnológico dejaron como huella ruina y abandono y la conversión de barrios de clase trabajadora y centros industriales en talleres de artistas y áreas de consumo. Mientras todos estos procesos convergen en atractivas formas para producir una apariencia de prosperidad económica, la precarización del trabajo y el desempleo crónico son datos subyacentes pero inequívocos del paisaje urbano contemporáneo. En este conjunto de ensayos, la artista y crítica Martha Rosler analiza el rol de las artes visuales como activo estratégico instrumentalizado por los gobiernos municipales para la creación de valor inmobiliario y la invención de nuevos patrones de consumo basados en la comodificación de la cultura. Ciclovías, cervecerías artesanales, la promoción de barrios "emergentes", la proliferación de festivales patrocinados por bancos y fundaciones, el auge de las bienales como estrategia para insertar a una ciudad en el circuito internacional del arte y la construcción de centros culturales resplandecientes son algunas de las figuras recurrentes con las que los planificadores urbanos construyen un "marketing del estilo de vida" y diseñan una ideología de la creatividad al servicio de la gentrificación capitalista. Con un repertorio de referencias variadas, que incluye desde el trabajo teórico de los gurúes del management urbano hasta la disección situacionista del rol de la cultura visual en el capitalismo y la teoría del trabajo inmaterial del postoperaísmo italiano, estos textos proveen la materia prima fundamental para comprender las nuevas formas que adopta la lucha de clases en la ciudad postindustrial, y para poner en cuestión las complicidades de la comunidad artística con los nuevos regímenes de consumo.
Hijo de José de Madrazo, Pedro de Madrazo y Kuntz, fue académico de las de San Fernando, Historia y Española, miembro del Consejo de Estado, abogado, historiador y crítico de arte, fundador de la revista El Artista y, de manera destacada, responsable de los doce catálogos oficiales de pintura que de la institución se hicieron entre 1843 y 1893. Medio siglo de dedicación al estudio de los fondos pictóricos que le permitieron erigirse en gran conocedor de los inventarios históricos de las colecciones reales que estuvieron en el origen de la fundación del Museo en 1818.
La princesa Juana de Austria fue una de las coleccionistas y mecenas más importantes en la España de la segunda mitad del siglo XVI. Sin embargo, su figura ha quedado eclipsada por la de su hermano, el rey Felipe II. Al trasladarse la corte a Madrid ocupará unas habitaciones en el palacio al lado de las de las reinas e infantas, para las que constituirá un referente. Durante muchas celebraciones religiosas residiría en sus cuartos del monasterio de las Descalzas Reales, fundado por ella. Para su estudio resulta fundamental el inventario de bienes que se redacta cuando fallece en 1573 que se publica por primera vez de manera sistemática. También se contextualiza con otros destacados documentos como la herencia materna, su ajuar de 1553 o su almoneda parcial, entre otros. Este corpus documental constituye el punto de partida para reconstruir su prácticamente perdida colección. Princess Joanna of Austria was one of the most relevant private collectors and patronesses in the second half of the Spanish sixteenth century. Yet, her figure has been eclipsed by her brother, King Philip II. Upon moving to the Madrid court, she will occupy palace rooms adjacent to those of the Queen?s and the Infantas,? for whom she will set an example. During several celebrations she would stay in her chambers at the Descalzas Reales Convent, which she founded herself. The study of her figure requires considering the inventory of goods drafted upon her death in 1573, an inventory which is now systematically published for the first time. This document is also put into context by means of others, also of great relevance, such as the maternal inheritance, the 1553 dowry, or her limited auction, among others. This corpus of documents sets the point of departure in order to reconstruct her collection, practically lost.
Pinturas negras de Goya analiza una de las obras más herméticas del artista y, a la vez, de mayor efecto visual y emocional. Pintadas entre 1819 y 1823 en las paredes de la Quinta sobre el Manzanares que poseía el pintor, constituyen un verdadero paradigma de la modernidad, de «Capilla Sixtina» de la modernidad se dice en el libro, y constituyen un verdadero resumen de la obra del artista aragonés. Realizadas entre 1819 y 1823 sobre los muros de dos salas de la Quinta llamada del Sordo, las Pinturas negras proporcionan una imagen del mundo sombrío y del mundo luminoso que siempre ha sido característico de Francisco Goya. Más allá del interés histórico y de la preocupación académica, sin ignorarlos, se contemplan como obras vivas, imágenes vivas en las que, a pesar de su carácter enigmático (quizá también por él), nos reconocemos.
"La principal facultad involucrada en el tipo de conocimiento de donde proceden todas las verdaderas obras artísticas, poéticas e incluso filosóficas, no es otra cosa que aquello que recibe generalmente el nombre de genio."
Artista extraordinariamente prolífico, Norman Rockwell (1894-1978) pintó en torno a 4.000 cuadros a lo largo de su vida, sin contar una extensa lista de encargos editoriales, comerciales y publicitarios. Su muerte en 1978 se consideró como la pérdida de un icono nacional, la desaparición de un artista que celebró, como ningún otro, el sueño americano. Rockwell, quien rehuyó la experimentación y las técnicas vanguardistas y apostó por una composición efectiva y por temáticas con las que el público pudiera identificarse, creó pinturas de espíritu hogareño repletas de valores morales que mezclaban lo cotidiano y accesible con el deseo y las aspiraciones. Pulcros, pintorescos y normalmente joviales, entre los temas que pintó figuran aulas escolares, escenas de bailes de graduación y festejos del Día de Acción de Gracias. Asíduamente ilustró los calendarios y las portadas de la revista The Saturday Evening Post, además de las primeras páginas de la publicación Boys? Life editada por los Boy Scouts of America, una de las mayores organizaciones de jóvenes exploradores del país. Rebosante de optimismo y patriotismo, su obra pone en primer plano profesiones clásicas como la de médico o maestro, así como los valores conservadores del ejército, la familia y la religión.Elogiadas por el expresidente de los Estados Unidos Gerald Ford como ?una parte muy querida de la tradición estadounidense?, las obras de Rockwell reflejan tanto su talento artístico como la historia de los Estados Unidos del siglo XX. Este nuevo libro de TASCHEN reúne pinturas e ilustraciones clave de su alegre y evocadora obra junto a otras menos conocidas que abordan una realidad más sombría y que, en su conjunto, permiten entender a un artista puramente norteamericano, así como los valores y los ideales que propiciaron su éxito.
La maternidad, situada en un cruce de caminos disciplinar, se ha convertido en un tema historiográfico por derecho propio y ha dejado de leerse como una circunstancia exclusivamente biológica para verse también como un hecho social clave en la construcción de la identidad histórica de las reinas de España. Este libro, pues, analiza el «ritual del nacimiento» de príncipes e infantes en la corte española entre los siglos XVI y XVII, así como el papel que reinas, damas y comadres desempeñaron en dicho sistema cultural, conformado por una serie de ritos previos y posteriores al alumbramiento. De Carlos reconstruye en estas páginas de manera original y muy documentada la cultura de los nacimientos de los Austrias españoles y el concepto de autoridad femenina a través de diversas fuentes, pues no se centra exclusivamente en los tratados morales y científicos, sino que toma como punto de partida las representaciones visuales relacionadas con los embarazos y partos regios, que hasta ahora se habían considerado con frecuencia transcripciones casi literales de la realidad. Faltaba en el ámbito hispano un estudio que combinase las dimensiones biológica, simbólica y social de este fenómeno, de modo que el presente volumen viene a llenar un vacío en nuestra historiografía y supone un paso importante para reconstruir el fenómeno de la maternidad con todas sus derivadas en la corte española de los Austrias.