Ir al contenidoHistoria del arte: arte bizantino y medieval c. 500 c. e.-c. 1400
Giovanna Parravicini, experta en arte e iconografía rusa, ha recogido 39 de los más hermosos iconos de todos los tiempos dedicados a la Virgen María para, con ellos, hacer un recorrido pedagógico-histórico por la vida de María. Además de los iconos, ha recopilado y seleccionado los mejores textos dedicados a la Virgen por los santos Padres orientales y por la Liturgia bizantina clásica.
Este libro puede ser considerado como un libro de arte, pero también de historia. Por un lado, reproduce, con una calidad extraordinaria, gran cantidad de iconos bizantinos. Por otro lado, examina desde diversos ángulos y según un método rigurosamente científico los iconos realizados entre los siglos VI y XV, es decir, a lo largo de toda la época bizantina. El resultado es un hermoso e interesante libro que ayuda a comprender la naturaleza y la función del icono, su iconografía y la evolución de la imagen en los comienzos de la era cristiana.
El arte gótico surge en el siglo XII en el norte de Francia y perdura hasta el siglo XV. Se trata de un arte eminentemente arquitectónico y urbano cuyo principal emblema es la catedral. Cada vez más y más altas, para su construcción se aplicaron soluciones técnicas extraordinariamente innovadoras.El gótico profundiza en el estudio de este estilo desde su nacimiento, su difusión por Europa. Los diferentes períodos en que se le clasificarse la arquitectura, el gótico religioso y el gótico civil, sus soluciones técnicas (el arco ojival, la vidriera
), y el carácter narrativo de la escultura o la pintura, que busca cada vez más el detalle y utiliza un nuevo soporte: el retablo.La colección ReConocer elArte ofrece al lector un medio sencillo y accesible de adquirir los conocimientos indispensables para disfrutar del arte.
Vida de Jesús en iconos aúna la belleza y serenidad de los iconos orientales con la palabra del Evangelio. En este libro se recogen 30 de los 130 iconos del Antiguo y Nuevo Testamento que decoran las paredes laterales de la iglesia catedral de la Asunción de Nuestra Señora de Tbilisi (Georgia). Cada uno de los icono s se completa con el texto bíblico y los escritos de los Padres de la Iglesia y de la tradición cristiana referentes a él. Del mosaico resultante, el lector encuentra, mediante la contemplación de la imagen y d el texto bíblico, y ayudado por los acertados comentarios, una composición nítida de la vida de Jesús. La vía de la contemplación, espiritual y visual, permite adentrarse en el misterio cristiano y dejarse fascinar por la vida de Jesús, Hijo d e Dios y maestro de vida.
Monografía que tiene como objetivo el conocimiento del proceso creativo de la pintura bajomedieval, desde los elementos más puramente materiales, como las técnicas, prácticas y materias primas, hasta aquellos aspectos más intangibles y personales relativos al aprendizaje, la capacidad de diseño o las formas de demanda y mercado. Se parte de la propia obra de arte y su análisis científico-técnico y de la documentación conservada referida a la práctica de la pintura. Su principal aportación radica en la unificación de ambos aspectos, consolidando la integración de una mirada de carácter social y antropológico, presente en los estudios de historia del arte, con la apreciación más estrictamente técnica y material de las obras de arte.
Causa una cierta sorpresa el desarrollo e interés que despiertan los estudios sobre el arte románico en nuestro tiempo. Pero esta sorpresa se desvanece cuando se analiza el románico desde un punto de vista cultural y se establece su paralelismo con el contexto de nuestro tiempo. En los siglos XI y XII, es decir, en la etapa de la génesis y floración del arte románico, las diversas naicones y regiones de la Europa occidental, s sea, de la Cristiandad, se sintieron partícipes de una empresa común. Una misma esprirtualidad las unía y tras la anarquía y fragmentación del período prorrománico, unos mismos ideales cimientan la cultura europea. Este estudio pictórico refleja y analiza la herencia románica de las tierras de Segovia.
Esa contra-cultura, en su origen específica e íntegramente cristiana, que fue la cultura monástica medieval, despertó, resucitó y promovió una Europa que las invasiones bárbaras habían casi aniquilado. en todos los ámbitos, empezando, como es lógico, por el de la piedad y de las prácticas, impulsada por una fe de sorprendente intensidad, labró en profundidad y fertilizó las tierras abandonadas de todo cultivo, del alma y de la civilización occidental. multiforme, omnipresente, fertemente motivada, no existe campo donde no haya dejado su huella, ni una provincia o región donde monumentos de una indecible belleza o sus ruinas, esas cicatrices de la Historia, no atestigüen su ferviente presencia. Profunda, original y fuertemente estrucutrada, la cultura monástica benedictina ha respondido durante siglos de manera directa y a la vez íntima, a las preguntas y a los problemas de hombre occidental, marcandolo para siempre.