En este libro, R. Milani maneja con paciencia y talento sus amplios conocimientos en historia del pensamiento, literatura, jardinería, arte y arquitectura, sin perder por ello de vista el punto de partida filosófico. El paisaje se muestra aquí como lo que es: país estetizado, territorio convertido en objeto de contemplación. Sea como fuere, el recorrido histórico que nos presenta posee otra virtud, pone de manifiesto que esa mirada estética se forja en gran medida con la ayuda del arte que nos educa y de la memoria que nos une a lo que nos rodea, lección necesaria en un mundo como el nuestro de tantas y tan rápidas mutaciones. El arte del paisaje ha sido traducido a diversas lenguas y ha obtenido el Premio Calabria (2001) y el Premio Grinzane Giardini Botanici Hanbury (2002). Autor: MILANI, RAFFAELE Profesor de Historia de la Estética en La Universidad de Bolonia, entre sus obras más recientes destacan Le categorie estetiche, Il pintoresco. L¿evolucione del gusto tra classico e romantico, Il fascino della paura. L¿invenzione del gotico dal rococò al trash e Il paesaggio è un¿avventura.Recientemente ha sido nombrado miembro de la Comisión Europea dedicada al estudio del paisaje que trabaja para el Ministerio de Ecología francés. Autor: LÓPEZ SILVESTRE, FEDERICO (Ed.) Profesor contratado doctor en el departamento de Historia de las Ideas Estéticas (U. Santiago de Compostela). Es director del máster de Arte, Museología y Crítica Contemporáneas y autor de numerosas publicaciones.
La troballa (fictícia) dun pergamí malmès pel foc, a les ruïnes duna villa dHerculà, convida George Steiner a interpretar el sentit que podria tenir el text original, que alguns atribueixen a Epicarn dAgra. El llegat daquest suposat moralista i retòric del segle II aC es confon amb el que podria ser, pròpiament, una síntesi dels interessos intellectuals i vitals de lautor daquest llibre. George Steiner reflexiona, tot jugant amb la conjectura, sobre leloqüència del silenci (el no dit) en la poesia i la filosofia, les gratificacions de lamistat, el potencial de leducació i la raresa del talent, la realitat ontològica del mal, lomnipotència dels diners, els perills de la religió, la transcendència de la música i la llibertat descollir la mort.
La Edad Media ha sido objeto de dos opuestas y monolíticas visiones. O bien reino de miserias, plagas y violencias; o bien tiempo de las grandes conquistas del espíritu: monasterios, catedrales, imponentes elaboraciones teológicas o desarrollo de las primeras universidades. Pero hay otra Edad Media que se aborda aquí: la de la coexistencia de esas dos visiones. De un lado, la que exalta la ascesis del contemptus mundi (desprecio del mundo en todas sus manifestaciones) tal y como hizo el papa Inocencio III a finales del siglo XII. De otro lado, la que aporta diversas expresiones de la dicha de vivir: san Francisco «juglar de Dios», los goliardos y los ideales corteses (el fine amor), las muchas fiestas religiosas y cívicas que jalonan el calendario cristiano Incluso la guerra extendida calamidad puede tener cierta dimensión lúdica, como la tiene también el espíritu competitivo de las disputationes académicas. El cristiano medieval, en fin, podía soñar con la felicidad en mundos aún no tangibles: el de ciertas utopías materiales y espirituales, o el de la visión beatífica en un más allá.
La división entre personas y cosas es el postulado que parece haber organizado desde tiempos inmemoriales la experiencia humana. Ningún otro principio está tan enraizado en la percepción y en la conciencia moral como la convicción de que los seres humanos no somos cosas, porque las cosas, según una dicotomía insalvable, son lo opuesto a las personas. Sin embargo, la reconstrucción genealógica, al destapar el «dispositivo de la persona», permite seguir las consecuencias divisivas que han conformado el horizonte moderno según un doble proceso de despersonalización (o cosificación) de las personas y de desreificación (o anonadación) de las cosas. Este nudo entre personas y cosas, determinante para la confluencia del derecho romano, la filosofía griega y la concepción cristiana, solo puede ser desenredado, según Roberto Esposito, desde la perspectiva del cuerpo, tercero excluido de la dicotomía entre cosas y personas. Lo que los estudios antropológicos revelan sobre el cuerpo como lugar de interacción entre personas y cosas en las sociedades primitivas, resurge de forma singular en la experiencia contemporánea con objetos biotecnológicos que incorporan una vida subjetiva. Pero en el régimen biopolítico actual, es sobre todo el cuerpo político el que, desvinculado de las dicotomías del orden político moderno, adquiere un inusitado protagonismo que exige una renovación radical de los vocabularios de la política, el derecho y la filosofía. En la conversación preparada para esta edición, «Entre el derecho romano y la sociedad del espectáculo», el autor comenta algunos de los temas implícitos en su libro, como el vínculo entre derecho y violencia, la cuestión de «lo animal» o el problema de la representación política.
Un alegato en defensa del humanismo y la libertad frente a las fuerzas que los amenazan en el siglo XXI. «Un estremecimiento sombrío recorre la superficie de Occidente con el nombre de populismo. De norte a sur y de este a oeste avanza sobre la piel de la democracia minando su crédito y legitimidad. No se sabe cómo pero ha ido progresando sin apenas réplicas. Al principio fue una anécdota. Después adquirió carta de naturaleza en las urnas y ahora amenaza con aposentarse en el poder de forma generalizada llevado por el tsunami de los votos.»
El poder de castigar es un poder trágico, pues protege amenazando y contiene la violencia mediante el uso de la fuerza. Halla su legitimación en la tutela de la vida, de la integridad y de la libertad de las personas, que en ausencia de prohibiciones legales y de una potestad sancionadora quedarían a merced de la ley del más fuerte. Pero inquiriendo, imputando, constriñendo y condenando quebranta esa misma inmunidad que guarda. Poder necesario y terrible, su ejercicio siempre puede degenerar en formas opresivas. Invocamos el poder de castigar para defender nuestra seguridad, pero ¿cómo defendernos de él? Montesquieu, padre de la moderna separación de poderes como garantía del principio de legalidad, se revela en esta relectura de su obra fundamental, Del espíritu de las leyes, como penalista que enseña cómo la libertad ciudadana depende de la bondad de las leyes penales: de la configuración de la esfera de los delitos, de la composición del arsenal de las penas, de la organización jurisdiccional y de las reglas del proceso. La lección política de Montesquieu inspiró a Cesare Beccaria, fecundó el debate ilustrado y contribuyó a la laicización, humanización y racionalización del sistema penal. En él cabe reconocer a un pionero del paradigma del estado de derecho y de la democracia constitucional como sistema de límites a los poderes salvajes.
¿Cuando nace el concepto de comunicación y qué transformaciones experimenta a lo largo del tiempo de acuerdo con los contextos en los que se aplica? Este libro reconstruye su historia, desde que era una propuesta científica revolucionaria hasta su difusión masiva, destacando los cambios epistemológicos, la adopción y el uso de diferentes disciplinas y conocimientos técnicos (la estética, la psicoterapia, la sociolingüística, la organización empresarial, la tecnología de la información, la moda, la publicidad, las tecnologías electrónicas), los diferentes usos sociales, el impulso a la fundación de ciencias generales como la semiótica y, finalmente, su confluencia en el debate actual sobre modelos de desarrollo
Edificar el cielo en la tierra, hacer habitable y sostenible el planeta, es la misión que Dios le ha encomendado al ser humano según el islam. La sharía o ley islámica es la vía o camino para cumplir con el mandato divino. Catorce siglos después de la revelación, y cuando hoy cerca de 1.800 millones de personas se declaran musulmanas, la sharía no ha perdido ni vigencia ni protagonismo en el ideario islámico, y su definición, aplicación y finalidad no han dejado de discutirse entre los pensadores y activistas del islam. Surgido durante el colonialismo, el islamismo empieza y acaba con la sharía: ella es a un tiempo garante de la estabilidad y del cambio, de la continuidad y la adaptación, de la tradición y la reinvención. Una ambivalencia y una tensión que se manifiestan sobre todo en su relación con otra noción polémica: la de yihad, cuyos límites entre el esfuerzo espiritual para ser un buen musulmán y la acción bélica para promover o imponer la fe han sido objeto de arduas controversias, al punto de poner en peligro la propia cosmovisión islámica. Esta obra trata de la historia de las ideas y los conceptos del islamismo, desde sus orígenes en el reformismo islámico del siglo XIX hasta la eclosión política del salafismo en el siglo XXI, analizando tanto las producciones teóricas de carácter ideológico como su plasmación política de la mano de organizaciones y partidos. Con ello su autora ha querido poner de relieve el interés del islamismo contemporáneo para la historia de las ideas, tanto por las discusiones que ha mantenido con el pensamiento occidental (liberalismo y marxismo) como con la propia tradición islámica.
Reivindicación del pensamiento de Kant (1724-1804), este libro lo rescata del tópico que lo etiqueta como un metafísico trasnochado cuya obra es compleja e inaccesible. Roberto R. Aramayo muestra en estas páginas que Kant se propuso más bien simplificar los problemas con que aún hoy continuamos confrontándonos y buscó sencillas fórmulas para orientar nuestras reglas de convivencia más elementales, porque ante todo quiso moralizar la política y defender los derechos humanos, apostando por el primado de lo práctico y el principio de autonomía en todos los ámbitos. No es casual que autores como Arendt o Cassirer hayan recurrido a la filosofía kantiana en tiempos sombríos, para luchar desde la historia de las ideas contra la banalización del mal y el totalitarismo, porque cualquier servidumbre voluntaria, como la que alienta el pésimo uso de las nuevas tecnologías, resulta incompatible con la divisa kantiana del pensar por cuenta propia.
Francis Bacon advirtió de que los hombres que han alcanzado altas posiciones acaban siendo extraños a sí mismos. Consideraba que a la ardua ascensión de los poderosos seguía inevitablemente un eclipse que derivaba en «cosa melancólica», pues resulta muy difícil resignarse a la vida privada y al retiro. Montaigne confesaba en sus ensayos que en su dedicación a los otros, a la política, no pudo evitar apartarse de sí mismo.¿Por qué tantos hombres de sabiduría se han metido en política?, se pregunta el autor, en clara alusión a su propia experiencia.Casi todos los intelectuales han fracasado en este empeño: Platón frente a la Corte de Dionisio II en Siracusa; Aristóteles frente a Alejandro; Cicerón frente a Marco Antonio; los intelectuales que sostuvieron la Segunda República frente a la barbarie fascista y los estalinistas. Pero a pesar de la plena dedicación al servicio público como un deber hacia los demás, debe primar una exigente alerta con el ?n de no perder la autonomía de acción, la libertad de opinión y la capacidad de retirarse en cualquier momento para cuidar del alma y de sí mismo.Este volumen recorre algunos de los momentos clave de la historia de la difícil relación entre el poder y la cultura, ofreciendo un análisis equilibrado, incisivo, valiente y esclarecedor. Supone una reivindicación clara de lo que nunca debiéramos dejarnos arrebatar, guiada por la convicción de que es precisamente en la educación y la cultura donde residen las únicas garantías del nuevo e indispensable renacimiento.
El nacimiento de la clínica de Michel Foucault constituye una contribución fundamental a la historia de las ideas y, en concreto, a la idea del hombre que se ha ido abriendo paso en la época moderna, desde la perspectiva de la medicina. Fue su segundo trabajo importante publicado en 1963 en Francia. El libro traza el desarrollo de la medicina, específicamente la institución de la clínica. Uno de los temas centrales es el de la observación o mirada atenta (regard). Estudia, así, las transformaciones socioculturales y económicas y las del examen médico, las estructuras lingüísticas y las técnicas anatomopatológicas. Su interés no se limita, entonces, al campo de la medicina y de la historia de la medicina, también los historiadores y sociólogos del conocimiento se sentirán atraídos por el planteamiento original del libro: la medicina como lenguaje, como óptica científica y como relación interhumana. Al abordar el estudio de las clínicas psiquiátricas centró su atención en el modo poco racional en que los «normales» trataron a los enfermos mentales durante el Siglo de la Razón (desde Descartes hasta la Ilustración). El temor de esta cultura «racional» a lo diferente, a lo opuesto, a lo irracional, se expresó en el tratamiento brindado por ella a los «locos» (recuérdese que en otros tiempos llegó a atribuirse a la locura un origen divino), peor que el dispensado a los animales. Encerrando, clasificando y analizando al «enfermo mental» como a un objeto, la racionalidad moderna se muestra como lo que es, voluntad de dominio. Durante el Renacimiento y a partir del siglo XIX las cosas ocurrieron de modo muy distinto. Ello nos permite entrever que se producen cambios en las estructuras básicas desde las cuales los hombres comprenden y valoran.
François Jacob, premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1965 y doctor Honoris Causa por la Universitat de València desde 1993, es uno de los biólogos más distinguidos del siglo XX. Su principal aportación, junto con Jacques Monod, fue desvelar cómo se regula la expresión de los genes en bacterias y la elaboración del modelo del operón. Luego se consagraría al estudio del desarrollo animal usando el embrión de ratón como modelo. Aunque su biografía científica recorre las principales etapas del progreso de la biología molecular contemporánea, Jacob nunca ha distinguido entre el descubrimiento científico y la reflexión sobre cómo se llega a él. De aquí se deriva el gran interés que suscitan sus aportaciones a la historia de las ideas y, en particular, a la epistemología de la biología. Jacob ha hecho popular la imagen, rica y valiosa, de la evolución biológica como un bricolaje, a veces muy tosco, y no como el resultado de un diseño de ingeniería.
En el mundo occidental, la primera figura que encarna el arquetipo del mediador sapiencial entre la comunidad humana y lo divino es, sin duda, Pitágoras de Samos. Las implicaciones de las doctrinas de este chamán en la historia de las ideas son enormes, pues sus invenciones abarcan todos los campos del saber: matemáticas, astronomía, filosofía, retórica, política, adivinación, medicina y religión. Nada escapa a este sabio griego, al que se atribuye un famoso teorema matemático, las escalas musicales y la idea de la inmortalidad del alma. La primera parte del libro se ocupa de estudiar a Pitágoras como figura carismática y legendaria, la colección de sus enseñanzas, sus aspectos mánticos y políticos y, finalmente, la tradición pitagórica entre la realidad y la falsificación. En la segunda parte se presenta por primera vez, en una nueva traducción anotada, una recopilación de todas las biografías del filósofo: las escritas por Porfirio de Tiro, Jámblico de Calcis y Diógenes Laercio, y, como novedad, la más antigua que se conserva, redactada por el historiador griego Diodoro de Sicilia (s. I a.C.), y la del patriarca Focio de Constantinopla (s. IX). Todo ello, junto a la colección de máximas pitagóricas de origen tardío, llamada Versos de oro, así como el epítome de la enciclopedia bizantina Suda (s. X), forma el presente corpus biográfico-doctrinal de Pitágoras, que era una labor pendiente en el panorama bibliográfico español. David Hernández de la Fuente (Madrid, 1974) es escritor y profesor universitario, especializado en religión griega, antigüedad tardía e historia del platonismo. Doctor en filología clásica y sociología, es autor de los ensayos Oráculos griegos (Alianza) y Bakkhos Anax (CSIC), así como de numerosos artículos en revistas académicas y ediciones de autores clásicos, y ha coordinado la obra colectiva New Perspectives on Late Antiquity (Cambridge Scholars Pub.). Como autor de narrativa ha publicado Las puertas del sueño (Premio de Arte Joven 2005 de la Comunidad de Madrid), Continental (2007) y A cubierto (Premio Diputación de Valencia 2010). Memoria mundi 59 Isbn: 978-84-938466-6-4 440 páginas
Un repaso a algunas de las mentes más brillantes del pasado y el presente. Descubra los métodos y rituales que utilizaron para trazar sus trayectorias creativas, desde los más peculiares hasta los más terrenales. Disfrute de esta colección ilustrada de ideas ingeniosas para dar un impulso a su creatividad y comenzar a trabajar. El proceso creativo no es insondable ni mitificado: es polifacético y fascinante. Una combinación de trabajo, talento e individualidad tenaz consigue que los artistas destaquen como los visionarios que son. Aprenda de ellos y abrace la magia de su propio proceso. Truman Capote Wes Anderson Christoph Niemann Franz Kafka David Lynch Andy Warhol Coco Chanel Alfred Hitchcock David Bowie Oscar Wilde Marina Abramovi? Zaha Hadid Frida Kahlo Georgia O'Keeffe Ana Mendieta Pina Bausch Bob Dylan Tracey Emin Gertrude Stein Francis Bacon Joseph Heller Henri Matisse Vincent van Gogh Edgar Allan Poe Agatha Christie Albert Einstein Stephen King Charles Dickens Leonardo da Vinci Wolfgang Amadeus Mozart Yoko Ono Toni Morrison Milton Glaser Björk Sylvia Plath Mark E. Smith Kate Bush Lou Reed Patti Smith Lena Dunham Werner Herzog David Hockney Wolfgang Tillmans Pablo Picasso Grace Jones Yayoi Kusama Nan Goldin Martin Scorsese Tennessee Williams Anaïs Nin Bill Viola Manolo Blahnik Walter Gropius Honoré de Balzac Rei Kawakubo Nick Cave