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Este libro recoge aportaciones interesantes sobre la sanidad en las Brigadas Internacionales, tema que todavía no se ha abordado con la profundidad que requiere. Todas ellas describen aspectos sanitarios desde distintos campos (prensa, recuerdos personales de protagonistas, avances médicos, funcionamiento de hospitales) en época de guerra, manteniendo un enfoque unificador que consiste en que la medicina ha logrado importantes avances a lo largo de la historia en épocas de guerra para responder a los problemas que se le presentaban de inmediato entre los combatientes, como señala en la introducción José Martínez. Algunos de estos avances se describen en este trabajo como nuevas técnicas quirúrgicas y psiquiátricas, la utilización de los hospitales móviles, la organización de los hospitales en el frente y en la retaguardia, y las mejoras en las trasfusiones de sangre que salvaron muchas vidas. Se incluyen tres relatos de brigadistas donde nos cuentan sus experiencias en relación a la sanidad. Dos a cargo de los destacados cirujanos catalanes Moíses Broggi y Josep María Massons y uno del soldado Hans Landauer que nos relata su estancia como enfermo en los hospitales de Benicàssim y Valls. El nuevo tratamiento introducido por Max Hodann, discípulo de Freud, nos lo presenta el psiquiatra Cándido Polo. Aquel fue designado responsable del centro para enfermos con problemas mentales ubicado a las orillas del río Júcar en la provincia de Albacete. El funcionamiento y organización de los hospitales de retaguardia de Alcoi (Alicante) y Benicàssim (Castellón) son realizados por Ángel Beneito y Guillermo Casañ, respectivamente. Cierra este monográfico un estudio de Mirta Núñez sobre la importancia de la prensa sanitaria para hacer frente a la desmoralización de los pacientes y para el mantenimiento de la moral entre el personal sanitario.