Ir al contenidoHistoria de la filosofía occidental
El nombre de Maquiavelo produce todavía escalofríos; sigue siendo sinónimo del mal a casi 500 años de su muerte. Y sin embargo, Maquiavelo no era un hombre malvado. Intentó que su filosofía del Estado fuera científica, esto es, que no hubiera en ella espacio para el sentimiento o la compasión ni, en última instancia, para la moral. Los consejos de Maquiavelo a un príncipe sobre cómo conservar el poder y gobernar con la mayor ventaja posible para sí mismo son muy racionales y penetrantes en lo psicológico. Más que simplemente una filosofía política de su tiempo, refleja una de las más profundas y perturbadoras verdades sobre la condición humana. En Maquiavelo en 90 minutos, Paul Strathern presenta un recuento conciso y experto de la vida e ideas de Maquiavelo, y explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. El libro incluye una selección de escritos de Maquiavelo, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento y cronologías que sitúan a Maquiavelo en su época y en una más amplia de la filosofía.
«La historia de la filosofía oculta es sin duda la parte más singular, y también más desconocida, de la antropología general», asegura Alexandrian, estudioso francés compilador de esta obra rigurosa y enciclopédica, que analiza en profundidad las diferentes ramas del saber esotérico: la astrología, la Kabbala, las diversas clases de magia, la alquimia, el gnosticismo, etc. «Me propongo abordar con un espíritu nuevo el estudio de la magia occidental -continúa Alexandrian-, rechazar el fárrago de anécdotas que la ridiculizan, filtrar con rigor las creencias y las posibilidades que ha desarrollado, y presentarla en una forma asimilable por parte de la cultura moderna». «Mi punto de partida es que la historia de la filosofía oculta comienza con los inicios del cristianismo ... En el Oriente antiguo y grecorromano magia y religión se confundían, mientras que un cristiano de los primeros siglos que utilizara talismanes, encantamientos o procedimientos adivinatorios, contravenía las constituciones apostólicas -el cristianismo, desde su advenimiento, combatió vigorosamente todos los cultos orientales, y tachó de abominables los ritos y creencias relacionados con ellos-, de manera que la magia, disociada de la religión, rechazada, trató de aliarse a la filosofía y transformarse en ideología de oposición. Así se formó una resistencia para mantener vivo el espíritu de estos cultos en los que se quería ver verdades cuya pérdida sería irreparable. Se conservaron entremezclados, como un tesoro de sabiduría acumulada a lo largo de los siglos, que se remonta hasta los orígenes de Sumer, a fin de evitar que el espíritu humano se confine en un solo dogma y abrirlo a un conocimiento ilimitado de la trascendencia».
La filosofía contemporánea tiene una deuda notable con dos filósofos austriacos -EDMUND HUSSERL y LUDWIG WITTGENSTEIN-. Los problemas que este último ha colocado en el centro de la filosofía analítica se distinguen en gran medida de las cuestiones planteadas por los padres de esta tradición: FREGE, MOORE, RUSSELL y RAMSEY, aunque son capitales en la tradición austriaca (más tarde austro-alemana) que se remonta a BOLZANO y BRENTANO: la psicología descriptiva de los discípulos de BRENTANO, la fenomenología de HUSSERL y la psicología de la Gestalt. Entre estos problemas, pertenecientes a la filosofía del lenguaje y de la mente, se encuentran las explicaciones del «querer decir», la voluntad, el «querer hacer», el ser sujeto de experiencia, el «contar con algo» en tanto que certeza primitiva, así como la pregunta por la existencia de objetos psicológicos privados, la cuestión de si el yo es un objeto, las relaciones entre el sinsentido, el significado y las reglas, etc. De ahí la pregunta a la que se intenta responder en esta obra: ¿son mejores las descripciones de WITTGENSTEIN que las que ofrecen los herederos de BOLZANO y BRENTANO? Merece especial mención el hecho de que el principal protagonista del último capítulo de este libro, «Certezas», sea el filósofo español JOSÉ ORTEGA Y GASSET. No es demasiado conocido que ORTEGA esbozó mucho antes que WITTGENSTEIN, aunque con propósitos distintos, una explicación de las certezas primitivas sorprendentemente similar a la del filósofo vienés. El autor rastrea la influencia de, entre otros, HUSSERL y SCHELER en el concepto orteguiano de «contar con algo» y analiza sus reflexiones sobre las dudas básicas y las certezas (que ORTEGA denomina «creencias»), tanto referentes a nuestro entorno físico, como a los estados psicológicos, las reglas lingüísticas, el ámbito axiológico y normativo o al mundo de la sociología y la política.
La filosofía pasado el mañana fue elegido libro del año por el Times Literary Supplement con ocasión de su publicación en 2005: «La filosofía pasado el mañana no decepciona. ¿Quién sino Cavell, con su tono seductoramente conversacional, podría empezar un ensayo con El nacimiento de la tragedia de Nietzsche y acabarlo con un análisis de Fred Astaire?». En este volumen es posible encontrar reflexiones muy pertinentes sobre Shakespeare, acerca del cual Cavell es un experto, pero también sobre Henry James, Wittgenstein, Heidegger, y Thoreau, en un ensayo que estudia la relación entre ambos. Cavell es uno de los mejores intérpretes de estos autores tan diversos, lo que da una idea de la dimensión panorámica de este respetadísimo filósofo. Siguiendo su temprana vocación por la obra del filósofo de Oxford J.L. Austin, en otro de los ensayos que componen la obra y que consideramos uno de los mejores, Cavell propone añadir a las «expresiones performativas» de Austin las que él llama «expresiones pasionales», y que relaciona con el mundo de la ópera, sobre el cual también ha escrito un libro. La traducción al castellano de uno de los libros más recientes e importantes de este filósofo de Harvard es un acontecimiento reseñable que no dejará indiferente a ningún lector interesado en el pensamiento contemporáneo más audaz.
Immanuel Kant llevó una vida ordenada hasta un extremo tal que los ciudadanos de Königsberg acostumbraban a poner en hora sus relojes cuando salía a dar su paseo de todas las tardes. Apenas se alejó en toda su vida de su querida ciudad natal a orillas del Báltico y, sin embargo, sus clases de geografía sobre partes remotas del globo terráqueo atraían un público numeroso. Todo lo cual casa perfectamente con su propia filosofía, que niega que el conocimiento derive exclusivamente de la mera experiencia. Kant propuso, así, una brillante síntesis entre el empirismo británico y el racionalismo continental que revolucionó la historia de la filosofía. En Kant en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas del autor de la Crítica de la razón pura. El libro incluye una selección de sus escritos, una breve lista de lecturas sugeridas y cronologías que sitúan a Kant en su época y en una más amplia de la filosofía.
Este libro es una introducción a la filosofía y a la historia de la filosofía que puede ser de utilidad para personas que carezcan de formación profesional en este campo y también para los lectores que la posean. Una de sus principales características es que no ha sido escrito, como es costumbre hacerlo, por un solo autor, sino por una variedad de especialistas. Cuando se trata de una inteligencia de primera categoría, como es el caso, por ejemplo, de las excelentes historias de la filosofìa escritas en el pasado siglo veinte por Bertrand Russell o Karl Jaspers, las ventajas pueden ser, obviamente, mayores que los inconvenientes. Pero cuando no es ese el caso puede que el lector agradezca más ser iniciado por un especialista en cada uno de los grandes filósofos. El compilador de este libro, Ted Honderich, ha seleccionado los veintitantos ensayos que lo integran extrayéndolos de su ya clásica Enciclopedia Oxford de filosofía (Tecnos, 2008). Sobre Descartes escribe John Cottinghan y sobre Hegel Peter Singer, Sobre Kierkegaard y Nietzsche infornan, respectivamente, Alasdair Hannay y Richard Schacht. T.L.S, Sprigge se ocupa de Spinoza, Schopenhauer y Santayana. Sobre Frege y Russell hablan, respectivamente, Anthony Kenny y Mark Sainsbury. M.I. Inwood analiza el pensamiento de Husserl y Heidegger y Peter Hacker el de Wittgenstein. En atención al público de habla española Manuel Garrid0 ha incluido el tratamiento de Unamuno y Ortega. La historia de la filosofía es la Odisea del pensamiento y embarcarse en ella es la más apasionante de las aventuras mentales. Una guía bibliográfica ayuda al lector a ampliar por su cuenta sus conocimientos.
El tiempo es un tema de reflexión tan apasionante como escurridizo. Si no nos lo preguntan, todos sabemos qué es, pero, como advirtió san Agustín, si tratamos de definirlo, acabamos enredados en complejas paradojas. Nuestra vida se mueve en una leve franja de tiempo presente, con un pasado, que ya no es, a sus espaldas, y un futuro, que aún no es, por delante. Proust elogió la capacidad del arte para resucitar momentos pretéritos de nuestra vida; los existencialistas alabaron la conciencia de nuestra finitud como forma de autenticidad; los biólogos hablan de un tiempo interno que regula funciones vitales sin nuestra intervención consciente y Albert Einstein definió el tiempo como la cuarta dimensión. Safranski explora de forma atractiva y accesible la multiforme experiencia humana del tiempo y descubre en su inexorable transcurso un rasgo esencial de la condición humana.