Este libro es una peculiar historia de la filosofía. Platón y Aristóteles, la Stoa y la Escolástica, el giro de la Edad Moderna, representada por Descartes y Locke. El criticismo de Kant, padre de la cara y la cruz del gran idealismo (Fichte, Schelling, Hegel; Feuerbach, Marx, Kierkegaard), y, finalmente, los filósofos del hombre (Nietzsche, Heidegger, Scheler, Bergson) y de la naturaleza (Whitehead). Todos tienen algo en común que les permite integrar una misma historia. Pero no una historia cualquiera, puesto que su motor es la idea de Dios. Cuando un sistema filosófico interacciona con esta idea fontal, entra necesariamente en un proceso imparable de reordenación de sus elementos, hasta lograr de nuevo su equilibrio: en unos casos, afirmando a Dios, en otros, negándolo, y en otros, como silencio o indiferencia. Teología y filosofía siempre se necesitan para ser.
Kierkegaard no fue realmente filósofo en un sentido académico y, sin embargo, produjo lo que mucha gente espera de la filosofía. No escribió acerca del mundo, sino sobre la vida, sobre cómo la vivimos y cómo la elegimos. Su objeto de estudio es el individuo y la existencia del mismo: «el ser existente». Para Kierkegaard, esta entidad puramente subjetiva está más allá del alcance de la razón, la lógica, los sistemas filosóficos, la teología; más allá incluso de las «pretensiones de la psicología». Sin embargo, este ser es la fuente de todas estas materias. La rama de la filosofía a la que Kierkegaard hizo nacer acabaría siendo conocida como existencialismo.En Kierkegaard en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas del influyente pensador danés. El libro incluye una selección de escritos de Kierkegaard, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento y cronologías que sitúan a Kierkegaard en su época y en una más amplia de la filosofía. «90 minutos» es una colección compuesta por breves e iluminadoras introducciones a los más destacados filósofos, científicos y pensadores de todos los tiempos. De lectura amena y accesible, permiten a cualquier lector interesado adentrarse tanto en el pensamiento y los descubrimientos de cada figura analizada como en su influencia posterior en el curso de la historia.
La filosofía, entendida como un conjunto histórico de filosofías y disciplinas filosóficas, contiene la idea de una filosofía como confesión personal o autobiografía. La filosofía para Gaos es un relato sobre la propia vida del filósofo. De ahí que estas Confesiones profesionales se nos presenten como el núcleo fundamental de la filosofía de Gaos. Esta obra recoge el camino vital e intelectual que el filósofo ha recorrido desde la adolescencia hasta su madurez en el año 53, fecha en la que escribe este libro, pasando por un período casi traumático de guerra civil en España. Este libro, publicado por vez primera en 1958, es una síntesis de su pensamiento, imposible de desligar de su vida, a la par que muestra las líneas filosóficas que desarrollará hasta su muerte, once años más tarde, en 1969. He aquí un recuento de lo vivido y pensando y, en cierto sentido, un alumbramiento, un anuncio, un aviso filosófico sobre sus futuros libros.Confesiones profesionales debería leerse como un prólogo para tres obras aún no escritas, a saber, De la filosofía, Del hombre e Historia de nuestra idea del mundo. A pesar de que Gaos al final de sus Confesiones profesionales cuestione la filosofía de la circunstancia de Ortega, es menester reconocer que " las ideas entreveradas con la evocación de sus circunstancias " , feliz síntesis hecha por el propio Gaos de esta obra, constituyen el núcleo de una genuina filosofía.
Sorprende descubrir en este libro una lectura de Foucault muy a contracorriente de lo habitual. Muchos se extrañarán de comprobar hasta qué punto, para Foucault, el cuidado de la libertad es también el cuidado del derecho y de la ley. Toda una invitación para la recuperación crítica de las mejores armas de la razón y de la Ilustración, en polémica directa con los grandes profetas de la sospecha radicalizada. Carlos Fernández Liria Repárese en que el principio de limitación gubernamental no es aquí el mercado ni el interés, sino algo que se habrá de ubicar al exterior de la dinámica de los intereses, justamente los derechos humanos. Con todo, lo que resulta más sobresaliente es el vínculo que Foucault establece entre el «afecto político» y una «política de los derechos humanos». ¿Es posible fundar una política de los derechos humanos en un afecto, en un sentimiento y no en una idea positiva de «humanidad»? ¿Cómo fundar a partir de las indignaciones, de la détestation, de lo inaguantable o de lo intolerable una política de los derechos humanos? Las indicaciones que Foucault procura para elaborar una posible respuesta a esta cuestión vendrían a desconcertar y a incordiar en todo lo esperado. Y ello desde el momento en que lo que el pensador francés llama détestation se comprende como un afecto que introduce en una dimensión genuinamente política, en un espacio de humanidad común, que comparece en la forma del dolor compartido.
Con El pensamiento del afuera, Foucault pone a punto y desarrolla uno de los temas constantes de sus investigaciones: el «pensar» en relación con la literatura, o mejor aún, con cierto uso del lenguaje al margen de su modos discursivos, y el «afuera» como instancia soberana del saber y no lugar donde la palabra literaria se desarrolla a sí misma en un espacio neutro, sin límites y sin tiempo, que no es ya el espacio clásico y cerrado de la representación. En la órbita de Las palabras y las cosas, El pensamiento del afuera es un capítulo necesario en la elaboración de esa historia del pensamiento, que es en cierto modo toda la obra de Foucault. Nuevo punto de encuentro con Blanchot (con quien, sin embargo, no llegaría a encontrarse nunca personalmente), este texto apareció previamente en el nº 229 de Critique (junio de 1966) dedicado a Maurice Blanchot, cuya bra testimonia, mejor que ninguna otra, esa experiencia del afuera que, al hacer emerger el pensamiento, nos descubre el ser mismo del lenguaje.
¿Qué es el Derecho? ¿Cómo debe ser el Derecho? Casi nadie se pregunta por lo primero, mientras que todos opinamos sobre lo segundo, con palabras y también con acciones, u omisiones. Esta diferencia de actitud resulta chocante. Porque, ¿cómo podemos saber lo que debe ser el Derecho sin tener una idea clara de lo que es? Dos son las concepciones que parecen prevalecer. Una, que el Derecho es algo equiparable a la moral o ética; otra, que no es más que el objeto de la política, de la lucha política, ya que en esta se determina quién y cómo se han de establecer las leyes y preceptos que han de regir la sociedad, es decir, el Derecho. Pero ambas lo desnaturalizan, deforman su verdadero ser, dificultando el reconocimiento de los valores que verdaderamente le corresponden, y de la función que tiene que desempeñar el Derecho. En este volumen se da la respuesta a la doble cuestión acudiendo a lo que sobre ella han dicho las mentes más destacadas o eminentes.
A lo largo de la historia son muchos los hombres que le han dado al coco en busca de respuestas. Son los llamados pensadores o filósofos. Platón, Hume, Marx, Nietzsche... ¡hay una larga lista! Pero unos antes y otros después, en épocas distintas, con diferentes teorías, peinados y vestimentas, todos eran hombres que ?pensaban? para encontrar la sabiduría. ¡Ja! Hombres, al fin y al cabo. Con los mismos defectos del género masculino de cualquier tiempo y capaces de sacarnos de nuestras casillas en numerosas ocasiones.Y esto es, precisamente, a lo que nos hemos dedicado en este libro: a airear los trapos sucios de todos ellos que jamás estudiaréis en los libros de filosofía. Porque los historiadores les han tratado muy bien, sí. Pero no tiene porqué gustarnos todo lo que hacen o piensan los hombres que piensan, ¿verdad? ¡Muerte a los filósofos!
La filosofía escribió XAVIER ZUBIRI (1898-1983) adopta estructuras muy diversas y puede ser entendida como forma de vida, como doctrina de la vida o como conocimiento. CINCO LECCIONES DE FILOSOFÍA muestra la idea estructural y el objeto formal sobre el que recae ese modo de conocimiento en la obra de cinco pensadores: el ente, para Aristóteles; el objeto fenoménico, para Kant; el hecho científico, para Comte; el dato inmediato de la conciencia, para Bergson; la esencia pura de la conciencia, para Husserl. Si bien estos filósofos no dicen lo mismo, hablan de lo mismo, tanto por su objeto como por la índole de su conocimiento.
Escrita durante el exilio en Japón y publicada en 1939, 'De Hegel a Nietzsche' ha sido considerada un clásico y juzgada, con razón, como la obra más importante sobre la filosofía y la historia intelectual del siglo XIX. En ella, Karl Löwith comienza con un examen de las relaciones entre Hegel y Goethe para, a continuación, discutir de qué manera los discípulos de Hegel -y particularmente Marx y Kierkegaard- interpretaron, o reinterpretaron, el pensamiento del maestro. Al señalar a Marx y a Kierkegaard como los precursores del "decisionismo" -con el cual la filosofía legitimaba sus incursiones en el mundo histórico-, Löwith se propone la tarea de desacreditar al historicismo en tanto responsable del nihilismo filosófico y del decisionismo político. Y al orientar su pensamiento hacia la "despotenciación de la conciencia histórica", rehabilita teóricamente la dimensión reprimida por el pensamiento historicista: la naturaleza. De Hegel a Nietzsche tiene, entonces, la peculiaridad de ser un estudio histórico pensado como una respuesta a la identificación de mundo e historia; un intento de contrarrestar los efectos de la conciencia histórica utilizando sus propias armas. Löwith asume ese proyecto paradójico desde la certeza de que, una vez eliminado el presupuesto de la divinidad del cosmos, ya no es posible un retorno a la actitud contemplativa. "El gran libro de Karl Löwith"Alasdair MacIntyre, The New York Review of Books, septiembre de 1964
¿Gracias a Nietzsche va a mejorar tu trayecto de casa a la oficina y de la oficina a casa? ¿Qué opinaría Freud de tu costumbre de ir de compras a modo de terapia? ¿Y qué diría Platón sobre cómo lees los libros? Desayuno con Sócrates cuenta lo que habrían dicho los grandes pensadores de la historia sobre nuestros actos cotidianos, desde ir al trabajo a acudir al gimnasio, pasando por preparar la cena o volver a la cama. Rara vez nos paramos a pensar en que estas actividades cotidianas están relacionadas con conceptos más amplios sobre el mundo. Robert Rowland Smith ilustra estas conexiones con ingenio, gracia y fundamento. A lo largo de esta jornada de nuestra vida cotidiana, glosada hora a hora, el lector se encontrará con Lucrecio, que le explicará por qué es bueno no estar preparado, o con Emerson, que le dará consejos sobre cómo hacer las reservas para unas vacaciones. Jung aportará sus comentarios sobre lo que ha soñado, Mill dirá algo sobre la costumbre de hacer novillos y Aristófanes le pondrá al tanto en cuestiones de cópula carnal. Inspirándose en la filosofía, la literatura, la política y la psicología, Robert Rowland Smith muestra cómo podemos mejorar nuestra vida cotidiana si tomamos en consideración las ideas más interesantes del mundo. El desayuno, así como el almuerzo y la cena ?junto con todo lo que va antes y todo lo que va después? no volverán a ser lo mismo.
Desde que su artífice, Jacques Derrida, desarrollara y expusiera los conceptos fundamentales de la deconstrucción (De la gramatología, 1967), esta teoría no ha dejado de interesar al especialista a la hora de abordar el análisis de texto. El método, implícito en las reflexiones del alemán Martin Heidegger, consiste en desvelar cómo son construidos los conceptos a partir de la acumulación metafórica y el proceso histórico. Desde este momento, el texto deja de ser un elemento unívoco y objetivo como sostuvo el estructuralismo; ahora, en la deconstrucción, la palabra adquiere diversos significados y realidades: las posibilidades textuales se descubrirán descomponiendo la estructura del propio lenguaje. Por tanto, las lecturas del texto serán, inevitablemente, infinitas. Esta antología, manifiesto de la llamada «Escuela de Yale», introdujo el uso de la deconstrucción como herramienta para la crítica literaria y los estudios culturales en el mundo anglosajón, generando una enorme controversia. Se trata de un conjunto de cinco ensayos sobre el arte y la naturaleza de la interpretación a cargo de los más reputados teóricos posmodernistas en el campo de la crítica literaria.
«Escándalo para los judíos, locura para los griegos»: así es como san Pablo se refería al cristianismo. Contra la Ley de los judíos y la Razón de los filósofos. Abogaba por la salvación mediante una «fe» más poderosa que la muerte. ¿Cómo se explica que tal escándalo y locura hubiera podido desarrollarse, triunfar y, finalmente, imponerse en el Imperio Romano a partir de Constantino? ¿Cómo hizo el cristianismo para pasar del estatuto de secta al de civilización? Éstas son las preguntas que el equipo del Collège de Philosophie quiso plantear a quienes podían responderlas: Lucien Jerphagnon y Luc Ferry, dos autores que poseen la rara capacidad de saber exponer las ideas aunando la claridad con la profundidad. Luc Ferry y Lucien Jerphagnon unen aquí sus fuerzas y sus conocimientos para intentar responder a estas cruciales preguntas. Identifican así las fuentes y el contenido original de una herencia indispensable para quien desee entender no sólo las raíces, sino también la novedad de la cultura contemporánea. El resultado es un libro que recoge la singularidad de dos brillantes talentos