En el año 711, las hordas musulmanas cubrieron en pocos meses la península Ibérica. Sólo algunos rebeldes, dirigidos por un noble llamado Pelayo, se opusieron al invasor desde sus refugios en las montañas. Comenzaba así una reconquista que se prolongaría casi ocho siglos en los que se libraron batallas sin igual que ya son leyenda y de los que surgieron los protagonistas por antonomasia del medievo hispano: Don Pelayo, Abderrahman I, el Cid, Abderrahman III, Almanzor, Jaime I el Conquistador, Boabdil o los Reyes Católicos, personajes todos ellos que hicieron de la Reconquista una gesta sin precedentes en la historia.
Al-Andalus y el Magreb se convirtieron, durante la Edad Media, en escenario del intercambio de un saber espiritual e iniciático a través de los maestros y discípulos sufíes de una y otra orilla. El sufismo del Occidente islámico, poseedor de unas peculiaridades propias, permanece como tradición viva y su producción escrita ocupa un importante lugar en la historia del pensamiento árabo-islámico. Este libro propone un recorrido histórico por los epígonos del sufismo andaluso-magrebí y ofrece nuevas perspectivas de algunas de sus doctrinas, a la luz de las últimas investigaciones de especialistas nacionales y extranjeros.
Este libro es fruto de una profunda investigación exclusiva en el archivo de Juan Yagüe. Archivo que ha sido objeto de pleito entre sus herederos y que ha podido ser consultado por el autor antes de ser entregado en custodia al Estado. Una documentación que contiene más de 20.000 cartas, diarios privados, informes confidenciales y secretos, hojas de servicio y todo tipo de documentación oficial y privada Juan Yagüe ha pasado a la historia como El carnicero de Badajoz al ser el general que condujo a las tropas sublevadas durante la campaña de Extremadura. Mucho más allá de esta asociación, este militar fue uno de los altos oficiales con más influencia en el ejército sublevado, su mejor táctico y uno de los hombres más cercanos a Francisco Franco. Compañero de promoción y amigo personal del Generalísimo; legionario en la guerra de Marruecos; comandante de las tropas africanas durante la sublevación de Asturias en 1934; militante falangista convencido y amigo de José Antonio; comandante del ejército sublevado en Extremadura y durante la cruenta batalla del Ebro; Ministro del Aire tras finalizar la guerra; conspirador contra Franco para entrar en la Segunda Guerra Mundial en el bando alemán y capitán general de Burgos desde donde combatió al maquis. La vida de un hombre calve y polémico que por fin ve la luz gracias a Luis E. Togores que nos presenta un capítulo más de la historia reciente de nuestro país que a nadie dejará indiferente. Incluye más de cincuenta fotografías inéditas del archivo personal del general Yagüe.
¿Qué es Europa? ¿Cuál es su legado? ¿Y su futuro? En este ambicioso ensayo José Enrique Ruiz-Domènec reflexiona sobre la idea de Europa a lo largo de la historia, sobre los pilares que la sustentan: las raíces cristianas, la cultura, la geografía, el espíritu científico, la separación de lo secular y lo religioso, las formas de gobierno y los mitos. De los mitos -de la Europa raptada por Zeus- surge el nombre, y la idea de este espacio común se forja a lo largo de los siglos, a través de la convivencia y el conflicto entre pueblos, de las guerras y los tratados de paz, de la cultura que traza sus puentes, de los conflictos políticos y las voluntades de los pueblos y sus gobernantes... Un libro apasionante sobre una idea, la de Europa, que es todavía una historia inacabada, que se sigue construyendo, pero como dice el autor: "de nada sirve avanzar hacia adelante, sin conocer lo que se deja atrás".
Pío Moa, el historiador que ha revolucionado el modo de percibir la España del siglo xx, aborda en este libro cuestiones centrales de nuestra historia, en conexión con Europa y el resto del mundo: ¿Cuándo aparece España como tal? ¿Determinó alguna «guerra del destino» la civilización europea? ¿Qué papel desempeñó en su historia el reino hispanogodo? ¿Por qué no triunfó Al Ándalus sobre los reinos cristianos? ¿Cuándo surgieron León, Navarra, Aragón, Castilla, Cataluña, Portugal ? ¿Existió una «España de las tres culturas»? ¿A qué se debió la expulsión de judíos y moriscos, y qué papel desempeñó la Inquisición? ¿Cómo fue posible que un país que no era el más poblado ni el más rico de Europa descubriera América, el Pacífico y la redondez de la Tierra, y afrontara al Imperio otomano, a Francia y a las potencias protestantes? ¿Por qué se retrasó la Revolución industrial en España? ¿A qué se debe la crisis española del siglo xix, cuando Europa alcanza el apogeo de su poder y cultura? ¿A qué obedecen los nacionalismos vasco y catalán? ¿Qué perspectivas ofrece el momento actual? Éstas y otras cuestiones son enfocadas aquí en profundidad y de un modo nuevo que echa por tierra gran número de mitos en apariencia bien asentados.
El nacimiento del mundo moderno nos adentra en pleno siglo XVIII mostrándonos una era de revoluciones, un período de «inestabilidad e interrupción». El orden mundial que surgió después de 1815 marca el inicio del papel central que comenzará a tener el Estado a partir del siglo XIX. El emergente internacionalismo económico e intelectual se verá afectado por los cambios acelerados de la época, cuya crisis desembocará, irremisiblemente, en la Primera Guerra Mundial. Bayly enriquece el texto mediante mapas y fotografías y nos ofrece una visión interconectada de la historia que pone de manifiesto las similitudes y paralelismos que se suceden en todo el planeta a lo largo de sus épocas. A pesar del título, el autor se muestra receloso con términos como el de «modernidad».
En la Edad Moderna, «alzar banderas contra su rey» fue una empresa que pocos hombres se aventuraron a acometer. No en vano, en una sociedad que consideraba a sus reyes como representantes terrenales de la divinidad, resultaba extraño que los súbditos se atrevieran a subvertir el orden político desafiando abiertamente el poder de los monarcas, cuyo dominio se admitía generalmente de modo natural. De ahí la importancia de la rebelión aragonesa contra Felipe II, episodio que el presente volumen analiza ofreciendo una interpretación crítica con la historiografía tradicional.
Dueña y soberana del Océano Atlántico, la monarquía española se vio sometida al acoso de otras naciones europeas que se consideraban injustamente excluidas de las inmensas riquezas de las Indias. Piratas y corsarios, ingleses, franceses y holandeses, en ocasiones con el abierto apoyo de sus países, comenzaron a atacar las naves que regresaban de América cargadas de tesoros y las recién nacidas ciudades del Nuevo Continente. La respuesta española no se hizo esperar: las flotas de Indias crecieron en poder y fuerza para poder defenderse. La desaparición del rey Sebastián de Portugal en Alcazarquivir permitió a Felipe II, tras una operación militar de gran envergadura, ejercer su derecho sobre el trono lusitano. En posesión de las dos principales flotas, la española y la portuguesa, podía abordar con garantías el ataque a Inglaterra, destruir su monarquía protestante e imponer un soberano católico, afín a sus intereses. Antes, solo debía neutralizar a un nuevo y poderoso adversario, el prior de Crato, que con el apoyo de Francia, y una gran armada, ambicionaba el trono de Portugal. Su derrota ante don Álvaro de Bazán, en aguas de las Azores -conocidas como Terceras-, en el primer combate naval de envergadura librado en el Atlántico, elevó la moral de España y ayudó a la organización de "La Armada Invencible". Desde el combate de las Terceras, hasta el desastre de Inglaterra, habrían de nacer las reglas del viento que, desde entonces, se impondrían para hacer la guerra en el mar.