La Primera Guerra Mundial, heraldo mortífero de una nueva era, sigue cautivando a los lectores. En este libro intenso, Michael Neiberg ofrece una historia concisa, basada en las últimas investigaciones y deteniéndose en los soldados, los mandos, las batallas y la actividad diplomática durante la Gran Guerra. Neiberg analiza la guerra paso a paso, desde Verdún a Salónica, desde Bagdad al África Oriental Alemana, para explicar la naturaleza global del conflicto. Fueron cuatro años de una carnicería sin sentido en las trincheras del frente occidental, pero la Primera Guerra Mundial también es el primer conflicto bélico en tres dimensiones: por aire, en el mar y mediante la guerra terrestre mecanizada. Nuevos sistemas de armamento conformaron el entorno bélico. Con el afán de superar la imagen habitual de los generales de la guerra como «carniceros e ineptos», Neiberg nos ofrece una exposición matizada sobre unos oficiales presionados por la enorme envergadura de tan complejos acontecimientos. Los diarios y las cartas de soldados que lucharon en el frente reproducen las historias personales y las brutales condiciones ?desde las nieves alpinas a las arenas de Mesopotamia? en las que aquellos hombres vivieron, lucharon y murieron. Ampliamente ilustrado y con muchas fotografías inéditas, este libro es una combinación impresionante de análisis y narración. Una delicia para todo lector interesado en la historia militar de la guerra que todo el mundo deseó que fuera la última.
Este volumen II del Libro sobre Los Documentos Históricos de la Universidad de Sevilla contiene los documentos o libros jurídicos fundamentales propios de la Universidad Hispalense durante el Siglo XX.
En Yo, Isabel la Católica, César Vidal reconstruye en primera persona las vivencias de una mujer anticipada a su tiempo, llena de contrastes, con sus luces y sus sombras, a la vez que presenta una minuciosa visión de las costumbres y el ambiente cortesano de la época, las estrategias políticas y los sentimientos de una soberana que asentó las bases del Estado moderno.
Traducción de María Cordón y Malika Embarek. ®Si esto se prolonga un mes más, no creo que ni uno de nosotros logre salvarse.¯ Con estas palabras termina el diario que Hanna Lévy Hass empezó a escribir un día de agosto de 1944 en el campo de concentración
¿Cuáles fueron las causas que provocaron el terrible estallido de la Guerra Civil española en 1936? Hasta ahora, los investigadores se han centrado más en explicar la propia guerra que en buscar sus orígenes. Sin embargo, el historiador Stanley G. Payne considera necesario averiguar las claves que provocaron el conflicto bélico en el colapso de la Segunda República y en la implosión de la política democrática en España entre los años 1933 y 1936. En este libro, con el que pretende abrir un nuevo debate, ahonda sobre todo en el estudio de los seis meses previos a la guerra. Así, analiza, entre otros muchos aspectos, la labor de los diversos sectores del movimiento socialista y la rivalidad entre ellos, el debate interno en el seno del Gobierno, las actividades y las discusiones entre los republicanos de izquierda, la política del Gobierno en materia de seguridad y el papel desempeñado por la policía, el empleo de delegados revolucionarios, el frecuente desorden en los campos del sur, las agresiones a la Iglesia, el cierre de las escuelas católicas, la incautación o el incendio premeditado de las propiedades eclesiásticas, la falta de tacto en política militar o el defectuoso sistema electoral que otorgaba gran proyección a las alianzas. Tampoco se olvida de los numerosos problemas estructurales -los más de dos millones de campesinos sin tierra, los ínfimos salarios de los obreros, la baja productividad de las fábricas...- y coyunturales -los nuevos cambios socioeconómicos mundiales, la alta demografía nacional que provocó que en los años treinta hubiera numerosos varones jóvenes en busca de trabajo...- para dar una visión completa del convulso final de la República que condujo a España a su más cruenta guerra y a cuarenta años de gobierno totalitario.
"De Túbal a Aitor. Historia de Vasconia" recoge en un único volumen la historia completa de Vasconia. En las páginas de este libro se analiza el largo proceso político, histórico, económico y social de Vasconia, que engloba esencialmente los territorios de la actual Comunidad Autónoma del País Vasco, la Comunidad Foral de Navarra y el País Vasco francés (Labourd, Baja Navarra y País de Soule). La leyenda de Túbal, nieto de Noé, que aportó el idioma (euskera), la ley (fuero) y la religión (monoteísmo precristiano), contribuyó a legitimar ideológicamente la defensa del sistema foral en el seno de la monarquía Hispánica hasta el siglo XVIII. Esta leyenda fue sustituida por la de Aitor, imaginario patriarca de los vascos, en la coyuntura histórica en que la foralidad quedaba limitada y subordinada por el Estado liberal constitucional del siglo XIX, dando lugar a una reivindicación en clave nacionalista. "De Túbal a Aitor" profundiza en cuestiones tan controvertidas como: la presencia romana, el reinado de Sancho el Mayor, la lucha de bandos entre oñacinos y gamboínos, la conquista de Navarra, la hidalguía universal, las guerras carlistas, la abolición foral, la revolución industrial, el surgimiento del movimiento obrero y el nacionalismo, la II República y la guerra civil con sus corolarios del Estatuto de autonomía y el primer Gobierno vasco, la oposición al franquismo y el nacimiento de ETA, la transición democrática y como colofón el Estatuto de Guernica. En esta obra, estructurada en tres grandes apartados -el político-institucional, el demográfico y social y finalmente el referido a la cultura y la vida cotidiana-, el lector encontrará una aproximación a los primeros pasos fundacionales de Vasconia, una historia que pone de relieve las principales líneas que marcaron el devenir de los acontecimientos y sus claves interpretativas, y ofrece al lector una visión lo más fidedigna y real de lo que hoy se conoce como las señas de identidad de Vasconia, alejándose de mitos o ideas preconcebidas que desembocan en la elaboración de historias partidistas y preñadas de tópicos históricos, alejados de cualquier realidad documental. Una obra de referencia imprescindible, explicada por cinco especialistas en la materia, para entender qué es Vasconia.
No existe duda acerca de la contribución de España a la cultura europea: en música, pintura, arquitectura, historia y tantos otros campos del saber; sin embargo, desconocemos cuánto de todo esto se debe a un grupo concreto de personas: los exiliados españoles. En Los desheredados Henry Kamen describe un país sacudido por la violencia y la intolerancia que expulsa a sus habitantes, en diversas oleadas, en un intento brutal de lograr la uniformidad religiosa y social. Musulmanes, judíos, protestantes, liberales, socialistas y comunistas Todos han sido expulsados en diferentes épocas. De forma paradójica, lo que consideramos como cultura española se debe sustancialmente a ellos: se trata de una respuesta creativa al hecho de no tener casa y al shock que supone enfrentarse a nuevas formas de vida. Henry Kamen describe de manera brillante esta inmensa sangría de talento que se extiende, en distintas épocas de nuestra historia, a lo largo de Europa, África y América del Norte y del Sur. Los desheredados es una obra ambiciosa que muestra cómo el devenir de la historia de España creó una cultura fruto del esfuerzo de hombres y mujeres a miles de kilómetros de lo que fue su hogar, pero cuyo impacto en el mundo es incalculable.
A partir de la descripción pormenorizada de algunos de los cuadros más emblemáticos del pintor de Delft, Brook estudia el súbito intercambio de mercancías a escala global, entre Europa, América y Asia,que se desarrolla a lo largo del siglo XVII. Es la historia de las expediciones para penetrar en nuevos territorios y el comercio de tabaco, porcelana y otros objetos que pronto causaron furor en el mundo entero. También es la historia del choque de civilizaciones entre Europa y Asia, el papel de los jesuitas en China y Japón, los naufragios, los abordajes de piratas, las guerras de conquista, el sometimiento delos pueblos nativos. Es, en muchas de sus páginas, un auténtico libro de aventuras. Una apasionante historia de la economía y la cultura de la época.
Esta obra cierra un ambicioso proyecto, iniciado a finales de la década de 1980 por un grupo de jóvenes profesores que nos propusimos estudiar la Monarquía hispana con una nueva metodología, abandonando los estrechos caminos que trazaba la historia realizada con estructuras unidimensionales, cuyo conocimiento de la realidad resultaba hasta cierto punto falso, incompleto o alterado. Pretendíamos construir una historia interdisciplinar cuyos frutos pudieran ser aprovechados por los especialistas de las diversas materias (literatura, arte, música, lingüística, espiritualidad, etc.) que componen la realidad social, lejos de los rancios planteamientos de la historia liberal que aún perviven en los más recientes manuales universitarios y en las últimas Historias Generales de España. El modelo fue el de la corte. Ciertamente, el tema ya no era original, pues, al amparo de las obras de Norbert Elias, habían surgido numerosos estudios y grupos de investigación en algunas universidades europeas que perseguían ese mismo objetivo, si bien, no todos coincidían en la definición del objeto investigado. Con todo, de la lectura de las publicaciones aparecidas se deduce que concebían la corte como un espacio (sin precisar su extensión) reducido al entorno del rey donde se desarrollaba un modo específico de hacer política, en el que las ceremonias y etiquetas resultaban esenciales para entenderla. Ahora bien, la corte que estos estudios presentaban seguía constituyendo (al menos en el subconsciente intelectual) una parte del modelo (si se quiere central y esencial) del estado liberal burgués, por lo que no había necesidad de preguntarse por los fundamentos ideológicos y filosóficos que la justificaron, ni por los elementos que la componían y articulaban; es decir, habían contribuido a añadir nuevos temas, pero sin alterar los planteamientos tradicionales. La peculiar formación y organización de la Monarquía hispana nos indujo a estudiar la corte como una organización política (Monarquía hispana como una Monarquía de cortes), con el fin de encontrar solución a las contradictorias explicaciones sobre la evolución del Estado durante los siglos xv a xviii. Un planteamiento de esa naturaleza obligó a definir el concepto de corte (como organización política de un reino), sus fundamentos filosófico-políticos (filosofía clásica), los elementos que la configuran (casas reales, relaciones no-institucionales, grupos de poder, etc.), las manifestaciones artísticas e ideológicas (cultura cortesana), el control y distribución del territorio (sitios reales y aparición del catastro) y, finalmente, su composición y articulación (cortes virreinales). La crisis de ese sistema cortesano, en el caso de la Monarquía hispánica, coincide con la instauración de una nueva dinastía, tras un período que se ha calificado como decadencia de la Monarquía de los Austria. Los intentos de analizar esa decadencia han llevado a los historiadores a buscar sus orígenes y sus causas, tomando la economía como hilo conductor. Otros, por el contrario, tratando de salir de esta estrecha interpretación han señalado que después de 1640 la Monarquía simplemente resistió hasta que la casa de Borbón logró encauzar un aparato decrépito y caduco, proporcionándole nuevo vigor. Ciertamente, las recientes interpretaciones historiográficas no han servido para insertar de manera coherente la evolución de la Monarquía hispánica de los Austria con la dinastía de los Borbones: aún se siguen estudiando por separado, como si existiera un hiato infranqueable. Otros estudiosos afirman la relación entre ambas centurias, pero sin especificar en qué consistieron tales continuidades. La crisis del sistema cortesano tiene lugar a lo largo del siglo xviii. En el denominado siglo de las luces, el término civilización estaba estrechamente unido al de progreso. Esta noble y optimista doctrina arranca del Renacimiento y llega hasta la Revolución francesa e, incluso, la supera hasta alcanzar nuestros días. Ambos términos (progreso y civilización) reflejan la conciencia de una misión específica de Europa en la evolución de la humanidad, a la que se habría de llegar gracias a los adelantos materiales y a los avances de las ciencias y las artes. Este progreso aún se inserta en un modelo cortesano de Monarquía donde la filosofía práctica clásica goza de clara influencia. De hecho, en la "Enciclopedia", Diderot todavía defiende que el orden político tiende al mayor bien del cuerpo social. El honnête homme, que había sustituido al cortesano italiano como modelo, aún vivía en un mundo cortesano.