Te vas camino del cielo sin un hijo que te herede. España viste de duelo y el Rey no tiene consuelo: María de las Mercedes. Quinta hija de Antonio de Orleáns, duque de Montpensier, y de la infanta Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II, nació María de las Mercedes de Orleáns y Borbón un 24 de junio de 1860. Transcurrió su infancia en su amada Sevilla. Unos placenteros días en familia que se vieron interrumpidos por dos exilios provocados por las intrigas políticas de su padre: el primero, en Portugal; el segundo, en Francia. En las Navidades de 1872, se reencontraría María de las Mercedes con su primo Alfonso, y ambos quedarían cautivados. Así lo expresó el futuro Rey de España: Ella apareció ante mis ojos como la imagen de la felicidad y la virtud. En enero de 1874, con el pronunciamiento de Sagunto, se proclama rey a Alfonso XII, y se inicia la Restauración, que supuso la vuelta de los Borbones al poder. Este suceso cambiará el rumbo de la vida de María de las Mercedes. Vuelve a su patria, junto con su familia, y se inicia un romance que transcurrirá entre cartas y breves visitas de su primo Alfonso al Palacio de San Telmo, en Sevilla, donde se instalará la familia de Montpensier, alejada de la Corte. Este noviazgo constituyó una cuestión de Estado. A pesar de la oposición manifiesta de Isabel II, que no quería ver a una Orleáns en el trono y que no asistió al enlace, se celebró la boda de su hijo, Alfonso XII, y María de las Mercedes un 23 de enero de 1878. Un matrimonio que llenó de júbilo al pueblo de Madrid pero fue prematuramente sesgado por la enfermedad de la reina Mercedes. El 26 de junio del mismo año, tras una larga agonía, moría en brazos del desdichado Alfonso XII. Fue enterrada al día siguiente en una capilla de la Basílica de San Lorenzo de El Escorial. Hoy sus restos descansan en la Catedral de Madrid, como lo deseaba el rey Alfonso XII. La biografía más completa y documentada que nos descubre los intereses y fines políticos de una dinastía, y los detalles de un amor que triunfó más allá de la muerte.
Un libro de libros imprescindible sobre el controvertido periodo que fue la antesala de la guerra civil, escrito por las mejores plumas del momento. La II República, denominador común de los cuatro libros reunidos en este volumen, es un periodo extremadam
Este delicioso fresco de la vida de Praga muestra, mucho más allá del tópico, la esencia, la ambigüedad, las tinieblas y la fascinación de la ciudad bohemia y su relevante papel en el desarrollo literario y cultural de Europa. Historia, arte y literatura
Alfonso VI (1065-1109) no fue el anti-Cid que dibujó el maestro Menéndez Pidal, . sino un monarca responsable que tuvo sus desencuentros con un genial guerrero . de difícil carácter. De esta relación entre el señor y su vasallo, pero sobre . todo del impo
El nacimiento del infante don Carlos, el futuro Carlos II, provocó un estallido . de alegría general en el que no tardó, sin embargo, en infiltrarse el . pesimismo. El príncipe, se decía, había nacido en «hora menguada», fruto, según . los rumores, de la
Mientras desayunaba con sus mariscales el día de la batalla de Waterloo, Napoleón afirmó que Wellington era un mal general, que los británicos eran malos soldados y que antes del mediodía Francia obtendría una fácil victoria. Este hecho provocó que los h
Biznieto ilegítimo de un papa -el intrigante Alejandro VI (Rodrigo Borgia)-, y de un rey mujeriego -el astuto Fernando el Católico-, Francisco de Borja y Aragón fue uno de los personajes más influyentes y misteriosos de su tiempo. Íntimo de Carlos V, platónicamente enamorado de la emperatriz Isabel, de quien era su caballerizo, el marqués de Llombay dará un giro a su vida a la muerte de esta y de su propia esposa doña Leonor de Castro. Pero al romper con el mundo y hacerse jesuita, no cesarán los enigmas y problemas del ex duque de Gandía y ex virrey de Cataluña. Acusado por la Inquisición y bajo sospecha de Felipe II, que lo cree amancebado con su hermana la princesa Juana, única mujer jesuita de la historia, huirá a Portugal, y en Roma será elegido segundo sucesor de Ignacio de Loyola, sin dejar nunca de ser para todos el duque y el hombre de confianza de reyes, príncipes, papas, validos, soldados y santos de su época.Basada en la más reciente investigación histórica, esta novela retrata la apasionante personalidad de este enigmático personaje, desde la óptica de Juan de Borja, su hijo preferido, embajador en Portugal, que es requerido por la Santa Sede para elaborar un informe objetivo sobre su padre. ¿Quién era realmente Borja? ¿Un amante fracasado? ¿Un padre de familia que abandonó sus hijos? ¿Un general que dejó el gobierno de su orden por la actividad política y diplomática? ¿O un gran místico y santo, ponderado gobernante y notable músico y escritor? Los hechos y los personajes rescatados de la historia nos ofrecen en este vivo relato, magistralmente ambientado, una sorprendente respuesta.
Mando en algunos centenares de vasallos poderosos, los cuales mandan en casi todos mis pueblos; la mayor parte me han abandonado, unos para seguir al rey Batallador, mi esposo, y otros para buscar al príncipe, mi hijo. ¿Y qué me queda? Un puñado que permanece fiel a su reina. Y conociendo, como conocen, que sin ellos no soy nada, no valgo nada; por precio de sus servicios exigen mi libertad y mis favores. Llevo el peso de la corona y ellos las riendas del Estado. Tengo que malquistarme con esos grandes, que pueden derribar mi trono sólo con apartarse de mi lado.Figura controvertida, soberbia y ambiciosa, favorecedora de intrigas políticas, traiciones, pasiones y amoríos, doña Urraca de Castilla, hija y heredera de Alfonso VI de Castilla y de Constanza de Borgoña, contrajo matrimonio en primeras nupcias con Raimundo de Borgoña y, a su muerte, con Alfonso I el Batallador. En 1109 fue coronada reina de Castilla con la firme oposición de la nobleza castellana, y al poco tiempo la discordia por las disputas territoriales rompió su matrimonio que dio origen a continuos enfrentamientos entre castellanos y aragoneses. Sus coetáneos se aliaron con ella o contra ella no dejando indiferente a ningún vasallo de su reino.Doña Urraca, la reina temeraria es la historia íntima de una de las personalidades más atractivas, conflictivas y poco conocidas de la historia de España enfrentada al excesivo poder de la nobleza y al clero, a la vez que un bello retrato de una época donde se urdieron multitud de intrigas a favor y en contra de una reina que, con su ambición política y personal, impidió alcanzar la unión de los reinos hispánicos, tarea que lograrían los Reyes Católicos cuatro siglos más tarde.
Las Checas de Madrid. Las cárceles republicanas al descubierto es la historia de la labor de represión ejecutada por las autodeterminadas fuerzas progresistas durante la República española con el respaldo directo de los aparatos del Estado y el apoyo o silencio de los que habían sido erigidos en referentes morales de la sociedad. A la vez, es el testimonio crudo de un proceso revolucionario que se inició a finales del siglo XIX y que, derrotado en 1917 y 1934, alcanzó sus mayores victorias en 1931 y 1936, cuyo triunfo incluía, por definición, la práctica del exterminio de segmentos enteros de la sociedad. Dividida en cuatro partes, la primera describe la forma en que se creó el primer estado totalitario de la Historia sostenido sobre la máxima del exterminio y que publicó resueltamente su decisión de sustentarse sobre el Terror de masas. La segunda parte, dedicada al establecimiento del sistema de checas de Madrid, como consecuencia directa del triunfo del principio revolucionario, muestra su funcionamiento durante los primeros meses de la guerra civil.La tercera parte se centra en el paso del sistema de checas a la práctica del exterminio masivo, la respuesta de las legaciones diplomáticas a la política represiva del Frente popular, el comportamiento de los intelectuales ante las detenciones, torturas y matanzas, o el final de los asesinatos en masa.Y la cuarta parte describe la mutación que tuvo lugar en la represión practicada en la zona de España controlada por el Frente popular una vez que los comunistas, con el apoyo de la URSS, comenzaron a apoderarse de los resortes del poder. Un libro polémico, riguroso y clarificador, profusamente documentado con material inédito y nuevas aportaciones que nos acerca a la realidad histórica de uno de los periodos revolucionarios más silenciados, sangrientos y crueles la historia de España.
El 12 de abril de 1555 fallece en Tordesillas doña Juana de Austria, mal llamada la loca, tras permanecer recluida durante 46 años en la sombría fortaleza castellana.Su rígida y austera educación hizo mella en su carácter melancólico y reservado. La ausencia de diálogo y de comprensión por parte de sus padres, los Reyes Católicos, y las exigencias del comportamiento protocolario generaron en ella una tensión emocional que la indujo a buscar refugio en la soledad.Esta obra es la crónica novelada en primera persona de la vida de esta archiduquesa que se pregunta continuamente, con dolor, el porqué de su triste y azarosa existencia, a la vez que un retrato de las intrigas y conspiraciones que se urdieron en torno a ella.
En la guerra los soldados no sólo tienen que luchar contra el enemigo, sino también enfrentarse a un contendiente invisible que los desmoraliza y les resta ánimos para afrontar los peligros. Un enemigo que se llama soledad y que puede llegar a constituir la antesala de la cobardía. Los mandos militares han tratado siempre de mitigar este sentimiento procurando que sus hombres puedan comunicarse fácilmente con su familia o buscando para ellos «amigas postales» que les escribieran y les enviaran regalos. Ésas son las madrinas de guerra, de quienes poco se sabe hoy día. Sin embargo, durante la Guerra Civil se convirtieron en una figura clave para sostener la moral del soldado en el frente. Entre 1936 y 1939, numerosas jóvenes españolas mantuvieron correspondencia con los militares que participaron en la contienda fratricida, al igual que habían hecho las francesas y las belgas en la Primera Guerra Mundial. De una de ellas, Carmen Sánchez Fernández de Tejada, se han recopilado en este libro las emotivas misivas que recibió de sus numerosos ahijados, que nos ayudan a comprender sus vivencias, sus esperanzas y también su desconsuelo ante tanta muerte y desolación. Como afirma Dulce Chacón en el prólogo, estas cartas son expresión de «un hombre solo, que entretiene la espera con el sabor del lenguaje. Un hombre que conjura el tedio con la ansiedad del náufrago que espera su botella, en la esperanza de que una mujer responda a su misiva. Un hombre desolado, que reclama la atención de una mujer, desconocida en muchas ocasiones, para que su tiempo no se enrede en el miedo, en la muerte que acecha».