Dionisio de Alsedo y Herrera (Madrid, 1690-1776) es un personaje destacado en la historia de España y América durante los dos primeros tercios del siglo XVIII. Obtuvo diversos cargos (corregidor de Canta, en Perú; diputado del comercio de Lima; gobernador
El siglo XX ha sido considerado como «el siglo de la guerra total» pero el autor de este libro sostiene que este fenómeno empezó mucho antes, en la época de Napoleón. Centrado en las guerras napoleónicas, las presenta como si constituyeran la «primera» guerra mundial, antes de las de 1914 y 1939. Según su tesis, el modelo de «guerra total» nació entre 1792 y 1815 y ha marcado toda la Edad Contemporánea, incluyendo el siglo XX. En ese periodo la antigua guerra aristocrática y la nueva guerra total se enfrentaron en múltiples ocasiones. Es en aquellos conflictos donde muere el viejo modelo aristocrático de guerra, que tenía unos objetivos militares acotados y con estrategias y artes bélicas sometidas a las reglas del honor. Las guerras napoleónicas fueron mucho más mortíferas que las anteriores, los países sufrieron numerosas masacres masivas que afectaron también a la población civil, y todas las naciones implicadas mostraron una voluntad de, no sólo vencer, sino de destruir totalmente al enemigo y sus recursos económicos. Y en esta nueva cultura de guerra se tiene muy presente a España, con la aparición de la moderna guerra de guerrillas. Tiene el interés adicional de vincular aquellas guerras del siglo XVIII-XIX con situaciones actuales como la guerra de Irak. El modelo para entender Irak no es Argelia, ni Vietnam, sino la resistencia española a la ocupación francesa entre 1808 y 1813.
Ésta es la historia brutalmente objetiva, de cómo Hitler logró el control político de Alemania, y llevó a cabo su plan de dominar el mundo en seis años, para finalmente ver a Alemania perecer bajo las llamas. El repentino colapso del Tercer Reich en la primavera de 1945 trajo consigo la entrega de un vasto volumen de sus documentos secretos y otros materiales de valor incalculable: diarios privados, discursos altamente secretos, informes de conferencias e incluso resúmenes de conversaciones telefónicas de los jefes nazis. La combinación de esa cantidad ingente de documentos históricos y los recuerdos personales de William L. Shirer diferencia a este libro de todos los demás y lo convierte en uno de los grandes trabajos históricos de todas las épocas. Esta lectura será distinta de todas las demás sobre el mismo tema. Será una experiencia rica y gratificante para todo el que se haya preguntado cómo fue posible que alguna vez llegara a existir esta amenaza para la civilización, y lo que es peor, cómo duró tanto tiempo.
Calvo Serraller interpreta la iconografía que ha plasmado los momentos fundamentales y los personajes clave, dando así cuenta del momento artístico que se vivía. La transición del Antiguo Régimen al régimen liberal fue en España un proceso convulsivo, desordenado y caótico, durante el que se sucedieron dos largas guerras, la pérdida del imperio en América, ensayos constitucionales y experiencias contrarrevolucionarias. Juan Pablo Fusi y Francisco Calvo Serraller se unen para ofrecernos una doble visión - histórica y artística - de este periodo crucial. La narración histórica de Fusi parte del clima literario, estético y político de la España de finales del siglo XVIII en contraposición con el nuevo escenario francés y europeo derivado de la Revolución francesa. La situación desembocó en el levantamiento, la guerra y la revolución que alteraron el curso de la historia española. La Guerra de Independencia dejó a España enfrentada y devastada, y el absolutismo de Fernando VII fue una fórmula funesta que llevó a un nuevo desastre: entre 1810 y 1825, España perdió practicamente todo su imperio ultramarino. Tras los procesos de independencia latinoamericanos, España vivía momentos de incertidumbre, y la guerra civil trajo un régimen liberal cuyas debilidades eran, sin embargo, palmarias. Pero, viajeros románticos como Irving o Merimée despertaron el interés por España, al mismo tiempo que universalizaron una imagen estereotipada de ésta como país pintoresco y apasionado. Esta hispanofilia romántica es el punto de partida de Calvo Serraller, que aporta su interpretación de la iconografía que ha plasmado los momentos fundamentales y los personajes clave, dando así cuenta del momento artístico que se vivía. La imagen desfigurada de España, tan difundida, dificultó y retrasó el reconocimiento de la escuela española. Nuestra pintura comenzó a convertirse a partir de 1830 en un verdadero centro de interés para artistas, intelectuales, críticos, novelistas y poetas. El libro incluye más de cien reproducciones de obras en color.
Los violentos embates de la política española y la fascinación ejercida por una de las capitales de la cultura, llevan a las orillas del Sena, al fi nal del reinado de Napoleón y durante la Restauración borbónica, a centenares de españoles, emigrados o simples «turistas». Según su estatuto, sus fines políticos o sus recursos, conspiran, se entregan a los placeres u observan el espectáculo para redactar luego sus recuerdos pintorescos. En París nace «la literatura del exilio» y acceden a la fama pintores, músicos y artistas. En las barricadas de julio de 1830 actúan españoles y en la revolución de 1848 se lee la primera proclama pro republicana redactada fuera de la Península. Esos españoles confluyen en lo que se califi ca aquí, por primera vez en la historia de «los españoles fuera de España», de «barrio español».
Hobsbawm nos muestra aquí los años triunfales del ascenso del capitalismo industrial y de la cultura burguesa que van de 1848 a 1875, cuando, apagados los rescoldos de la revolución, se inicia un tiempo de nuevos valores y nuevas perspectivas, de transformaciones sociales, que ve la formación de grandes fortunas y la migración de masas empobrecidas, mientras una Europa sometida al nuevo ritmo de los auges y las crisis extiende sus empresas económicas y su cultura al resto del planeta. Hobsbawm nos habla de los acontecimientos políticos, de la evolución económica y de los hechos culturales en una síntesis vigorosa y original, que hizo exclamar a un crítico: «Este libro extraordinario brilla y chisporrotea en cada página. Por amor del cielo, y para vuestro propio bien, ¡leedlo!».
La guerra civil española la ganó un ejército colonial que luchó en la metrópoli con los mismos métodos y los mismos propósitos con que lo había hecho con anterioridad en África. Lo cual tiene mucho menos que ver con la presencia de tropas marroquíes en suelo español que con el hecho de que la guerra, y la paz represiva que la siguió, la dirigieran militares africanistas que se habían formado en las campañas del Rif y que se propusieron aplicar a España las mismas reglas que les habían servido para imponerse allí. Investigando la personalidad, las ideas y la actuación de estos africanistas, Gustau Nerín no sólo ha conseguido hacernos entender mejor la brutalidad de la guerra civil, sino que nos ofrece una interpretación innovadora del franquismo, que tiene mucho menos que ver con el fascismo europeo, con el que habitualmente se le ha querido emparentar, que con unas raíces coloniales que este libro desvela por primera vez en toda su profundidad.
Una innovación no es un hecho aislado, sino que viene acompañada de cambios intelectuales y sociales significativos. La historia que aquí se relata relaciona por primera vez fenómenos de gran relevancia para entender el mundo de la computación de otras épocas. Se examinan los variados recursos técnico-matemáticos que se crearon en la Europa medieval y moderna según los ideales de racionalidad vigentes y los intereses políticos y económicos. E igualmente se analiza la tentativa de sustitución de esos métodos por dos ingenios excepcionales, concebidos por el matemático e inventor inglés Charles Babbage en el período de la Revolución Industrial. La mecanización de la mente no era ya una realidad lejana. Personas provistas de habilidades o de instrumentos organizadas convenientemente, máquinas aritméticas de variada naturaleza y tablas de datos eran los elementos que debían simularse mecánicamente. Los intensos debates que estos propósitos provocaron, en los que participaron personajes como E. A. Poe y Ada Byron, la hija de Lord Byron, ofrecen, como se comprueba en la lectura de la obra, una medida del alcance social de los proyectos de Babbage. Pero igualmente esos resultados condicionaron la cultura de la computación mecánica hasta la Segunda Guerra Mundial, momento en el que se inicia la etapa en la que nos encontramos actualmente.
Tras la sublevación militar de julio de 1936, los falangistas Mercedes Sanz Bachiller y Javier Martínez de Bedoya crearon el Auxilio Social, una delegación de Falange concebida para atender las necesidades básicas de la población más vulnerable durante la guerra civil, las mujeres y los niños. Tras la contienda, el Auxilio Social se convirtió en la principal institución del régimen de Franco dedicada a la beneficencia ??la sonrisa de Falange?-, pero también fue una pieza importante de su maquinaria de control social y de poder disciplinario. Nunca, antes, se había contado esta historia. La profesora Ángela Cenarro nos habla aquí de las miserias de una población hambrienta y enferma, de los miles de refugiados, ancianos, mujeres y niños que se convirtieron, sin quererlo, en receptores de una ayuda imprescindible pra la supervivencia material, pero también nos cuenta cómo los perdedores de la guerra civil tuvieron que someterse a las medidas de coerción aplicadas por los capellanes de la Iglesia católica: los bautismos forzados, los rezos y los castigos formaron, así, parte de la vida cotidiana de unos españoles obligados a someterse a la ?regeneración? política y moral del franquismo a cambio de ?pan blanco?. La sonrisa de Falange era, en realidad, una mueca cómplice.
?¿Quién asesinó a Monteagudo??, se pregunta José de San Martín en su exilio europeo mientras esboza distintas hipótesis sobre el crimen que cambió la historia de América del Sur. ?Monteagudo, serás vengado?, ha jurado Bolívar frente al cadáver aún tibio de su genial asesor, pero Don José ignora si la venganza de los patriotas se ha cumplido. Se lo pregunta al general Ayala, álter ego de Bernardo Monteagudo y jefe de la investigación, que tardará 18 años en llevarle la respuesta. A partir de esta incógnita policial y de una exhaustiva investigación y dotado de un estilo que abreva en el gran Alejandro Dumas, Miguel Bonasso recrea la historia secreta de la independencia americana, entramando los recursos aventureros del folletín y de la novela de espionaje con fuertes trazos de narrativa épica y momentos tórridos de literatura erótica. Entrañables en su humanidad recobrada, San Martín, Bolívar, Monteagudo y otros próceres que soñaron con la utopía de los Estados Unidos de América del Sur desfilan por este thriller de capa y espada, acompañados por las inolvidables heroínas Manuela Sáenz, Rosa Campusano, Carmen Guzmán y Lucía Gana. Una novela admirable, en la que no está ausente la contracara siniestra que mueve los hilos de la intriga.