Trece chicas, siete de ellas menores de edad, murieron fusiladas la madrugada del 5 de agosto de 1939 contra las tapias del cementerio del Este de Madrid. Su delito: ser «rojas». El que tiene en las manos es una versión ampliada que recupera la figura de la Rosa 14, a la que una errata mecanográfica en la orden de ejecución, Antonio por Antonia, salvó de ser fusilada con sus compañeras. Descubierto el error, fue ejecutada seis meses más tarde, en febrero de 1940. No hay ficción. Los archivos militares, los penitenciarios, los del PCE y sobre todo las voces de quienes vivieron estos trágicos hechos trasladan al lector al Madrid de los primeros días de la posguerra, una ciudad víctima del odio y la revancha de los vencedores. La brutal represión franquista y un enigmático crimen condujeron a aquellas jóvenes idealistas a la muerte. «Que mi nombre no se borre en la historia», dejó escrito Julia Conesa, de diecinueve años, una de las Trece Rosas, en la carta de despedida a su familia. Este testimonio es la mejor forma de evitar el olvido. Tras años de ardua investigación, Carlos Fonseca recupera con toda su crudeza un episodio que permanecía en la memoria colectiva de quienes perdieron la guerra. Con la Rosa 14 completa la historia más conmovedora de la guerra civil.
La historia de este libro comienza con el hallazgo de un manuscrito inédito en el Archivo Histórico Nacional. Entre los papeles del general Vicente Rojo aparece una Historia de la guerra de España en la que el autor estuvo trabajando en sus largos años de exilio interior. El historiador Jorge Martínez Reverte rescata y analiza este apasionante documento, una crónica de la Guerra Civil española narrada y analizada por una de sus figuras más destacadas. Historia de la Guerra Civil española incluye un estudio crítico y notas de Jorge Martínez Reverte, así como una crónica de la gestación del estudio de la mano de José Andrés Rojo, nieto del general.
George Orwell llegó a Barcelona en las navidades de 1936, dispuesto a luchar contra el fascismo. Encontró una ciudad en plena revolución y acabó enrolado en la milicia del POUM. Destinado durante cuatro meses al frente de Aragón, donde reinaba una desesperante inactividad, regresó por unos días a Barcelona. Allí, tras ser testigo del conflicto entre los anarquistas y las fuerzas del orden, las famosas Jornadas de Barcelona de mayo de 1937, que consolidaron el poder de los comunistas, escapó a la persecución sufrida por el POUM después de su ilegalización. Orwell en España recoge los frutos de esta breve pero intensa experiencia y reúne por primera vez todo cuanto este autor escribió sobre la guerra civil: el libro Homenaje a Cataluña, y todos los textos relativos a la contienda.
Este libro no solo aporta información y datos nuevos. A través de la documentación consultada en cerca de veinte archivos nacionales e internacionales, reconstruye la temprana planificación y la progresiva sincronización geográfica del sistema represivo. Analiza y explica su prolongación más allá de los límites de la guerra civil y se adentra, por último, en su impacto, en su dimensión e interiorización humana a través de las evidencias de un tiempo plagado de miedo e incertidumbre. La información reservada, la correspondencia incautada, los planos, los dibujos, las fotografías o pequeños trozos de papel muestran la urgencia del momento. Un valioso conjunto de pruebas que las propias familias han conservado hasta hoy como única forma de conexión con sus seres queridos. Muchos siguen aún desaparecidos. Hombres y mujeres corrientes, gente común, del campo o la ciudad, que no tuvieron responsabilidad política o militar alguna pero que soportaron el grueso de la represión. Un libro de historia que indaga sobre cuestiones de un pasado irremediablemente vivo en nuestro presente.
El presente volumen recoge buena parte de los artículos que Víctor Serge escribió entre abril de 1936, cuando consiguió marchar de Rusia, hasta su fallecimiento en 1947. Desde el momento en que llegó a Bruselas dedicó buena parte de su producción literaria a denunciar el proceso involucionista que estaba sufriendo la Unión Soviética bajo el mandato de Stalin, en un momento en que se produjeron las grandes purgas que pusieron fin a la vieja guardia bolchevique. La coincidencia de este proceso con el estallido de la Guerra Civil española le llevó a implicarse también en ella, militando en el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y defendiendo su política en todo momento. Los inicios de la represión que sufrió el POUM por parte del Partido Comunista con el asesinato de Andreu Nin, entre otros dirigentes llevaron a Serge a comparar el proceso que estaba sufriendo la República española con los acontecimientos que sufría la URSS bajo Stalin. A partir de los años 40, ya residiendo en México y sin abandonar sus ideas socialistas, se implicó en la defensa de un socialismo que siempre consideró un movimiento claramente transformador pero también plural y democrático.
Violencia y responsabilidad estudia las formas de aniquilación del enemigo político durante la posguerra mediante un análisis de caso: el partido judicial de Monóvar. Indaga en las motivaciones y formas de responsabilidad detrás de las dos agencias de la represión judicial: las autoridades militares y sus colaboradores locales. La escala de ámbito comarcal permite examinar las conexiones entre verdugos, víctimas y espectadores, y mostrar la implicación que tuvieron las comunidades locales en la eliminación de sus vecinos. También muestra el funcionamiento de los procesos sumarísimos que dieron curso legal al asesinato de personas indefensas. Y lo hace reconstruyendo la trayectoria de las víctimas, que vieron que su destino quedaba en manos de las instituciones del Estado, pero también de la voluntad de individuos concretos que participaron o colaboraron con ellas.
En las elecciones de abril de 1931, la Conjuncio?n Republicano Socialista de Villafranca obtuvo ma?s de 600 votos frente a los 158 de los tradicionalistas. A tenor de estos resultados, el Ayuntamiento estari?a representado por 7 concejales de izquierdas y 4 de derechas. De 1931 a 1933, la Agrupacio?n Socialista y la UGT dominaron por completo el panorama poli?tico y social de la vida cotidiana de Villafranca. La gente estaba feliz. Son?aba despierto con que los di?as del hambre, del paro, de la servidumbre poli?tica, religiosa, econo?mica y social habi?an llegado a su fin. Sin embargo, pronto las cosas comenzaron a torcerse. Los concejales elegidos por la Conjuncio?n Republicana Socialista ni eran republicanos, ni socialistas. Ninguna de las promesas son?adas en los dos primeros an?os republicanos se consiguio?: no se aplico? la Reforma Agraria, ni se rescataron las corralizas, ni se mejoro? la vida de los campesinos. Para colmo, desde 1933 a 1935 gobernaron las derechas dando origen al Bienio Negro. Y cuando las cosas pareci?a que iban a mejorar, tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, vino el golpe militar y termino? con aquel suen?o convirtie?ndolo en una amarga pesadilla. De la complejidad de estos acontecimientos, de la participacio?n ciudadana en ellos, y, sobre todo, de las instituciones ma?s representativas ?Diputacio?n, Ayuntamiento, Agrupacio?n Socialista, UGT y la Patronal de Villafranca? habla exhaustivamente este libro.
Este libro muestra todos los sucesos de la guerra resumidos día a día y apoyados en completos recuadros que explican los escenarios, las batallas, los protagonistas y las estrategias militares. Quizá es la manera más eficaz de comprender tanto la historia como la actualidad política española, pero también es un recordatorio permanente de hechos que no deberían volver a repetirse.
Conspiraciones, secretos y misterios en pleno estallido de la guerra civil española.Una historia real, épica y trágica sobre el significado de la lealtad. «Solo Luis de Lezama podía escribir esta novela, una historia personalen tiempos de guerra que me ha emocionado profundamente.»Julia Navarro Corre el verano de 1936 y la situación política en España se ha complicado en extremo en los últimos meses. En cada puerto se tejen conspiraciones de todo signo pero ninguna de ellas logra empañar la felicidad de Poli Baraño, quien acaba de cumplir su gran sueño: comprar el buque en el que ha trabajado casi toda su vida, elArriluze. Zarpa de Valencia en los primeros días de julio con la ilusión de arribar pronto a Bilbao y así celebrar con los suyos el nacimiento de su primer nieto, al que todavía no conoce. Antes de partir es abordado por dos hombres que se identifican como agentes al servicio de la República y que le piden que lleve a cabo una misteriosa misión bajo el nombre en clave de Yerma. Solo podrá saber de qué se trata una vez se encuentre en alta mar. La travesía tendrá, además, invitados inesperados: la actriz republicana y musa de Federico García Lorca, Margarita Xirgu, y un sospechoso inspector de vapores llamado Jacobo Leguina. La sublevación militar del 18 de julio les encuentra en el Estrecho de Gibraltar, trastocando por completo los planes de todos. La situación se vuelve más delicada de día en día: cada puerto es una incógnita, la vida del pasaje corre peligro y los malos presagios se suceden en un mar de tinieblas, iluminado por los fogonazos de una guerra fratricida. «Descubrí que los barcos tienen alma. El alma es propiedadde las personas que los mandan. Navegan según el alma. Unbarco sin alma es un cuerpo vacío. Puede ser arrastrado porel viento o llevado por las corrientes hasta el naufragio.»
El Banco de España y el Estado liberal (1847-1874) parte de los cambios experimentados por el Banco Español de San Fernando entre 1847 y 1856, fecha en que se transformó en Banco de España. Corresponde esta etapa a la presencia de Ramón Santillán como gobernador al frente de aquella institución, hasta su muerte en 1863. Tras la revolución de 1868, liderada por Juan Prim, Manuel Cantero fue nombrado gobernador del Banco de España. Seis años después, siendo ministro de Hacienda José Echegaray, le fue concedido al instituto bancario madrileño el monopolio de emisión de billetes en toda la nación. En la época analizada en este libro, el Banco de España se caracterizó por tres rasgos sobresalientes. En primer lugar, la existencia de un régimen de pluralidad de entidades emisoras en las provincias. En segundo lugar, la vigencia de un patrón monetario metálico, en un marco de libertad y apertura económica creciente, que llegó a su cénit con la legislación del sexenio revolucionario de 1868 a 1874, gracias sobre todo a la influencia de Laureano Figuerola. En tercer lugar, el Banco de España sirvió, a lo largo de toda esta época, de proveedor de crédito a corto plazo al Tesoro Público, a veces en circunstancias conflictivas, como en los años sesenta, en una dura crisis financiera internacional o a partir de 1872, cuando los partidarios del absolutismo se enfrentaron al Estado liberal en una nueva y larga guerra civil. Pedro Tedde de Lorca (Málaga, 1944) se doctoró en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid en 1974. Actualmente es catedrático de Historia Económica emérito de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Ha desarrollado toda su actividad investigadora en el Servicio de Estudios del Banco de España y es autor de numerosas publicaciones sobre historia financiera, entre ellas los libros El Banco de San Carlos (Madrid, 1988) y El Banco de San Fernando (Madrid, 1999), en los cuales se analiza la naturaleza y la evolución de los dos establecimientos antecesores del actual Banco de España, desde el reinado de Carlos III al de Isabel II, a mediados del siglo XIX. El presente libro, El Banco de España y el Estado liberal (1847-1874), representa una nueva aportación al conocimiento de la historia de este instituto, que en esta ocasión alcanza hasta el final del sexenio revolucionario, en 1874.
El presente Volumen I de la colección Las Bases de la España actual se dedica a la Segunda República española a partir de un breve repaso de nuestra herencia desde el siglo XIX e incidiendo en las preguntas del título. En primer lugar, ¿por qué la fórmula republicana llega en 1931? Es, sin duda la primera pregunta que todos nos hacemos a la hora de abordar este tema. En segundo lugar, nos preguntamos ¿hacia dónde va la Segunda República? pues su breve duración y su final nos comprometen a buscar alguna explicación.
La derrota republicana en la Guerra Civil, los cuarenta años de franquismo y el pacto de silencio de la Transición dejaron en manos extranjeras el análisis historiográfico de los acontecimientos que llevaron al hundimiento de la República. Buena muestra de ello es este libro, en el que diez prestigiosos hispanistas ponen de manifiesto dos hechos fundamentales. El primero, que la Guerra Civil española tuvo su origen en una serie de enfrentamientos sociales; el segundo, que la lucha fratricida constituyó un episodio más de la guerra mundial que finalizó en 1945. Como consecuencia de todo ello, durante los tres años de contienda la República española sufrió un doble asedio: por un lado, las disensiones internas le impidieron llevar a cabo un esfuerzo bélico eficaz; por otro, las fuerzas del fascismo que colaboraron con los sublevados encontraron entre los Estados democráticos a unos cómplices que contribuyeron a alargar el conflicto que acababa de iniciarse y que pronto se extendería por todo el continente, y por el resto del mundo.
La participación de tropas marroquíes en la Guerra Civil de 1936 en el campo franquista ha sido uno de los factores que más ha contribuido a reavivar y enraizar la imagen, ya negativa, del " moro " en la memoria colectiva del pueblo español. Cuando los milicianos (obreros, campesinos) que defendían con las armas la República, vieron aparecer ante sí al " moro " , esta vez no en los campos de África sino en la propia Península, resurgieron las imágenes estremecedoras del pasado que ellos mismos habían vivido o que sus padres o sus abuelos les habían contado: el Barranco del Lobo (1909), Annual, Monte-Arruit (1921). Con frecuencia se ha afirmado que si el gobierno de la República hubiese otorgado la independencia o, al menos, la autonomía, al Protectorado español en Marruecos, Franco no habría podido utilizarlo como base para su insurrección militar y para el reclutamiento de miles de soldados marroquíes que tan poderosamente contribuirían, junto con las otras tropas de choque del ejército de África, el Tercio o la Legión, a darle la victoria en la guerra civil del 36.