"Tumulto" es un libro de memorias y a la vez una mirada a los movimientos políticos y sociales que sacudieron el mundo en los años sesenta y setenta. Desde una perspectiva voluntariamente ambigua, Enzensberger combina con sutileza el relato de su experiencia en la Unión Soviética (a través de dos viajes casi iniciáticos) o de su estancia en Cuba durante los primeros años de la revolución castrista, con sus vivencias privadas. No son unas memorias donde el que escribe se desnuda y roza el exhibicionismo; al contrario, Enzensberger se funde con el paisaje, se asimila con la época y no renuncia a su condición de observador. Se construye a partir de lo que ocurrió y no sólo desde el recuerdo personal.
Richard Vinen, profesor del King?s College de Londres, trata de recuperar los acontecimientos de 1968 para la historia, situándolos en un contexto más amplio y analizando lo que quedó de positivo para el futuro, una vez se hubo renunciado a la utopía, incluyendo aspectos como la liberación sexual, la transformación de las relaciones de familia o la influencia a largo plazo sobre el movimiento sindical y la lucha obrera. Vinen comienza estudiando el medio en que nació aquella generación de militantes, las universidades en que se desarrolló el movimiento, sus orígenes en los Estados Unidos, donde confluían la oposición a la guerra de Vietnam, la creación de una nueva izquierda y el poder negro, para pasar después al mayo de 1968 en Francia, al «largo 68» de Gran Bretaña y al papel de la violencia, para acabar debatiendo si el resultado final fue una derrota o una acomodación.
Revolucionarios reúne una serie de estudios de Eric J. Hobsbawm sobre el concepto y la práctica de la revolución como instrumento de cambio social. Todos los matices del espectro revolucionario tienen cabida en este libro, donde se nos habla del movimiento obrero y el marxismo, de los partidos comunistas, del anarquismo (con una consideración especial al caso español), de la guerra de guerrillas en Vietnam, de mayo de 1968 en París, de sexo y revolución, de las insurrecciones urbanas o de los intelectuales y la lucha de clases, entre otros temas. «El objeto de estos trabajos ?dice Hobsbawm- no es aumentar una vasta literatura de polémica, de acusación y defensa, sino ayudar a la clarificación y al entendimiento.» Son, en definitiva, trabajos que nos ayudan a comprender mejor el mundo contemporáneo.
Forjada por trabajadores migrantes «autóctonos», vertebrada por el ferrocarril y por la posibilidad de viajar escondidos en los vagones de mercancías, a finales del siglo xix y principios del siglo xx se desarrolló en Estados Unidos toda una contracultura, una auténtica contrasociedad dotada de sus instituciones, sus saberes legales y sobre todo ilegales, su jerga y sus taxonomías: la cultura hobo, la «Hobohemia». Con capital en Chicago y extendiendo su radio de influencia entre el medio oeste y el oeste de los Estados Unidos, todo un ejército de pobres, a los que no les faltaban las ganas de vivir y de adquirir conocimientos, se organizó en una sociedad paralela de la que apenas quedan algunos vestigios folclóricos y cuya autonomía fue «aniquilada» por el asistencialismo social en los años treinta. A pesar de que no es raro ver un hobo que se cuela como personaje secundario en los productos culturales importados desde Norteamérica, y de que el propio Martin Scorsese realizó una adaptación más que libre de Boxcar Bertha en su segunda película (Bertha, la hermana de la carretera, 1973), la «Hobohemia» es un fenómeno muy poco conocido: son escasos los que hasta la fecha, en nuestro idioma, se han hecho eco de su fuerza, su riqueza, sus raíces, sus alianzas y sus proyecciones posteriores. En este texto, original de 1937, Ben Reitman narra la vida de Bertha Thompson, una mujer que fue prostituta, ladrona, reformadora, trabajadora social, revolucionaria Y con los hilos de esta biografía, Reitman dibuja los entresijos del movimiento hobo, ofreciéndonos así tanto una panorámica de conjunto como una visión íntima, y no exenta de reflexión, del maremágnum de vagabundos, delincuentes, radicales y revolucionarios que poblaban los márgenes de la sociedad norteamericana de principios del siglo xx.
Migas con miedo nos acerca a los márgenes de la sociedad almeriense durante los crudos años cuarenta. Desde posiciones historiográficas cercanas a la Historia de la Vida Cotidiana, la Microhistoria y a los Estudios Subalternos el autor nos propone lecturas desde abajo del franquismo. Los principales protagonistas de estas historias son las clases subalternas. En ellas se presta especial atención no solo a los sectores politizados sino también a los marginados, a quienes a pesar de tener voz, y usarla, no se suele atender. A partir de la contestación social a la dictadura en el ámbito político, económico y moral descubriremos una Almería mísera muy alejada de su exitosa situación actual. Volver sobre ese pasado de hambre y privación puede hacernos reflexionar sobre cómo gestionamos nuestras presentes comodidades. Un uso responsable de la Historia, y de las memorias, implica que nuestras catástrofes pretéritas generen crítica intransigencia hacia nuestras actuales vilezas. No se trata de igualar Auschwitz y Guantánamo, sostiene Enzo Traverso, sino más bien de preguntar si, después de Auschwitz, podemos tolerar Guantánamo.
En la década de los sesenta, el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, una guerrilla urbana nacida al calor de los primeros grupos de acción revolucionaria antiimperalista, puso en jaque a Uruguay con sus imaginativas tácticas ?entre ellas, robos que tenían como objetivo informar a la población de actividades fraudulentas por parte de empresas e instituciones? y sentó las bases de muchos otros movimientos guerrilleros a lo largo y ancho de Occidente. «Yo sigo siendo tupamaro, alguien que se rebela contra la injusticia. Nunca dejé de serlo», ha llegado a decir el expresidente de Uruguay y hoy casi icono pop Pepe Mujica. El exguerrillero devolvió al movimiento al primer plano de la actualidad cuando llegó a la presidencia de su país, y puso de manifiesto que las intenciones originales de los Tupamaros han sido, si no reconocidas, por lo menos aceptadas. «Cargo con el deber de luchar por patria para todos», afirmó Mujica en el podio de la Asamblea General de Naciones Unidas, reivindicando así un viejo estandarte tupamaro. Pero, ¿quiénes fueron los Tupamaros? Hijos y artífices de su propio tiempo, los integrantes del MLN han sido deificados y demonizados infinitas veces, pero solo la lectura de su historia, inserta dentro de la del país, la región y el mundo, como la que ofrece aquí Pablo Brum, puede aportar una comprensión alejada de maniqueísmos. Sus acciones siguen manteniéndoles entre los insurgentes más innovadores de todos los tiempos, pero la aventura que prometía patria para todos o patria para nadie terminó en lo segundo y su notable apuesta por los más altos ideales y principios se volvió trágica a medida que los fueron violando uno a uno.
Las andanzas de Kapuscinski, reportero del semanario Polityka por la Polonia profunda, fructificarían en 1962 con la publicación de su primer libro, La jungla polaca, escrito entre las décadas cincuenta y sesenta del siglo XX, entre viaje y viaje africano
El imparable surgimiento del movimiento 15M en Madrid tras las movilizaciones de Juventud Sin Futuro y de Democracia Real Ya, ha sorprendido tanto a los analistas políticos como a los militantes de los colectivos sociales. Por eso, precisamente ahora, es crucial trazar las genealogías del movimiento, el origen de sus repertorios de acción colectiva y las fuentes de inspiración de sus primeros activistas. Este libro analiza los intentos de adaptar en Madrid lo que se llamó desobediencia italiana, quizá la expresión más completa de la nueva forma de pensar globalmente y actuar localmente que representaron las protestas globales y que hemos vuelto a ver con el 15M. Desobedientes quiere ser una contribución a la memoria colectiva de los movimientos sociales en Madrid, porque solo desde un conocimiento crítico y profundo de las experiencias de movilización pueden los movimientos y sus activistas acumular la inteligencia necesaria para afrontar los desafíos del combate político en momentos de agitación y crisis como los que estamos viviendo.
A inicios del siglo XX, en la apacible y neutral Suiza, convivieron dos grupos revolucionarios: los primeros -bajo la férula de Lenin- se proponían transformar la sociedad, la economía y la política; los segundos -agrupados en el dadaísmo- se preparaban para alterar las mentes, las costumbres, los valores y la forma de vivir de las personas. ¿Cuáles fueron los desenlaces de esas revoluciones? La socialista se derrumbó en los años ochenta tras la caída del Muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética. La segunda, la de las vanguardias, se enfrentó a un destino paradójico: a pesar de que cada una de las batallas utópicas condujo a la derrota, sus acciones lograron imponerse y ganar adeptos. Carlos Granés ofrece al lector el recuento de las corrientes vanguardistas (desde la irrupción de Marinetti y el futurismo hasta los «jóvenes indignados» de España) y sus protagonistas, y se adentra en los distintos espacios donde se han hecho presentes: las artes plásticas -con Duchamp a la cabeza-, la literatura -desde el dadá hasta los beats y obras más recientes-, las propuestas educativas -como Black Mountain College-, la música experimental y «popular» -como ocurre con los trabajos de John Cage y de los Sex Pistols- e, incluso, en algunos movimientos sociales como el hippismo y análisis sociológicos como el situacionismo. La revolución y la invitación a vivir la vida como si fuera una eterna fiesta, una soireé turbulenta y excitante, son los temas que explora el autor de El puño invisible, además del impacto de las vanguardias en sociedades cada vez más ávidas de experiencias fuertes, espectáculos emocionantes, aventuras transgresoras y actitudes rebeldes.
La tortuosa (y a menudo ridícula) historia de la blasfemia alcanzó cotas sublimes (es decir, grotescas) el día en que cinco sediciosas uniformadas con medias, chaquetas y peinados intolerables traspasaron las puertas de una catedral moscovita con el propósito de cantar sus discrepancias en el altar de la ortodoxia. Allí blandieron guitarras y allí (dónde si no) toparon con la Iglesia, cuyo brazo secular se abatió sobre ellas con todo el peso de la ley (que es mucho) para aplastarlas antes de que pudiesen entonar la segunda estrofa. El gran vicario Putin se puso, como suele, los calzones y enarbolando la razón de Estado decidió apagar la música a toque de corneta (con la inestimable colaboración, naturalmente, de ese poder que llaman judicial): tres de las insurgentes detenidas in situ fueron acusadas de horribles delitos y las dos más contumaces siguen purgando su osadía en una cárcel esteparia. Pero el segundo mandamiento es inmisericorde, y la autoridad competente que había pronunciado el nombre de Dios en vano halló en su pecado la penitencia: un inmenso coro de voces consternadas clamó de profundis para afearle su conducta. Por mucho que oculten las orejas en cumbres lejanas (e internacionales), los popes y sus centuriones no consiguen desoír el estruendo. Ese alboroto es este libro. Aquí se reúnen canciones, poemas, artículos y otros textos significativos de las vulvas sublevadas junto con las turbulencias aportadas por personajes tan ilustres como Yoko Ono, Bianca Jagger o Vivian Goldman. Se trata de un material heterogéneo que nos proporciona la estampa de una batalla contemporánea en defensa de las libertades civiles. La guerra no ha terminado y también se libra en nuestras páginas.
«Ucrania no es un burdel» fue el grito de ira y de guerra escupido por las Femen cuando los mandarines del fútbol viajaban al este para celebrar un campeonato y las destrezas copulativas de las jóvenes locales. Ése fue el exabrupto que atravesó fronteras a pecho descubierto para dilatarse hacia otras esquinas de la miseria humana. Una epidemia que ha profanado incluso la residencia de la soberanía española, donde unas irreverentes reclamaron la propiedad privada de los cuerpos que exhibían. Desde sus perplejas conjeturas iniciales, Inna, Sasha, Oksana y Anna han ido construyendo un feminismo tajante, rabioso y espectacular que rebasa los límites de la moral masculina para arrojar también sus maldiciones sobre la pobreza, la explotación, el despotismo o las iglesias (todas). Ese activismo les ha valido palos, encierros, prohibiciones y censuras consternadas, pero las chicas de Femen siempre han contado con el escudo de una formidable cobertura mediática. Aunque no les falta ingenuidad, han descubierto con lucidez que la bomba más atómica es el espectáculo, y en particular el de sus glándulas mamarias. En este libro explican cómo y por qué han llegado a una conclusión tan desnuda.
El capitalismo no sólo venció al comunismo: también está derrotando a la democracia. La razón neoliberal- hoy ubicua en los despachos gubernamentales y los centros de trabajo, en la educación y la cultura, en el hogar y en una amplia gama de actividades cotidianas- está configurando todos los aspectos de la existencia en términos económicos y transformando al ciudadano en un simple y explotado homo conomicus. ¿Puede la democracia sobrevivir en estas condiciones? ¿Estamos todavía a tiempo para tirar del freno de emergencia antes de que el neoliberalismo lo arrase todo?
Este volumen reúne ensayos y conversaciones donde el gran lingüista recupera las herencias convergentes del anarcosindicalismo, el socialismo libertario y el marxismo antiautoritario para trazar los rasgos de un programa sedicioso basado en voluntades colectivas que no menoscaban los derechos individuales. Cuando la erosión de las instituciones amenaza los fundamentos mismos del sistema (peligrosa o felizmente, según se mire), cuando una economía rapaz incrementa las desigualdades hasta el límite de lo soportable, cuando movimientos de raíces muy diversas cuestionan tanto el orden social como las inercias jerárquicas de la vieja izquierda, Noam Chomsky rescata el venerable legado anarquista de las brumas utópicas o las añoranzas derrotadas para colocarlo en el centro del debate. Para conducirlo con rigor y lucidez al nuevo campo de batalla.
Los progenitores de Saïd opinaban que la gloriosa insurrección proletaria estaba a la vuelta de la esquina, de modo que lo sacrificaron todo para acelerar su advenimiento. De tan heroica ofrenda al dios de los paraísos futuros no excluyeron ni su matrimonio ni la infancia de su hijo. Ya le habría gustado a él que lo hubiesen consultado antes, sobre todo en lo relativo a la espinosa conexión dialéctica entre la lucha de clases y los monopatines. El indomable líder de la vanguardia obrera se vio muy pronto constreñido a desertar del frente doméstico para despachar las altas misiones que la historia le asignaba.
Un manifiesto necesario. Un arma pacífica para cambiar el mundo. «Es mi deseo y mi plegaria que este libro no solo llame la atención de los lectores sino que también cause un efecto profundo en ellos.» Dalai Lama El movimiento de la no violencia ha sido considerado como una amenaza por muchos gobiernos ya que puede y debería ser una técnica para superar la injusticia social y acabar con las guerras. No se trata de una idea pasiva sino de una manera de ser, una manera de vivir, de una noción peligrosa que desafía a aquellos que tienen el poder y que demuestra que la unión de la voluntad de la gente puede hacerse con el control. Mark Kurlansky analiza la historia del mundo y a partir de grandes victorias como la de Gandhi en la India o la resistencia de Europa del Este frente a los Soviéticos, nos ofrece veinticinco lecciones útiles para el cambio. Una lectura esencial que plantea una nueva forma de pensar en la guerra y en sus consecuencias.