El Vademécum de la Semana Santa de Sevilla es una compilación de datos y anécdotas que, en cierto modo, completan el anterior libro del autor, el Compendio de las Cofradías de Sevill, publicado en esta misma colección. En este libro encontrará el lector multitud de datos sobre las cofradías y el mundo que se mueve en torno a ellas: pregoneros, imágenes coronadas, origen de las advocaciones, formas de vestir a las imágenes marianas, residencias canónicas, orígenes de las cofradías y un curioso anecdotario que hará las delicias del lector interesado por este mundo tan rico y complejo de la religiosidad popular como es la Semana Santa sevillana. Jesús Luengo Mena nace en Valladolid en 1951. De pequeño fija su residencia en Sevilla, ciudad en la que estudia Magisterio en la Escuela Normal y obtiene asimismo la Licenciatura en Geografía e Historia (sección Arte) por la Universidad Hispalense. Posee además estudios de Sagrada Liturgia realizados en el Instituto de Liturgia «San Isidoro» de la diócesis de Sevilla y es Lector instituido. Profesionalmente se dedica a la enseñanza como funcionario docente de la Junta de Andalucía. Pertenece a la Asociación de Amigos del Museo de Sevilla y a la Asociación de Profesores para la Defensa del Patrimonio «Ben Baso». Su faceta como historiador y divulgador de la historia, arte, cultura y tradiciones sevillanas le ha llevado a pronunciar numerosas conferencias en diferentes foros como el Curso de Temas sevillanos y a dirigir cursos en el Cep de Sevilla a profesores sobre temas de Conocer Sevilla. Es asimismo miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de Jesús Despojado, en la cual ocupa el cargo de Viceteniente de Hermano Mayor. Autor de un libro sobre temas de patrimonio titulado Sevilla cambiante y una novela histórica sobre la Sevilla del S. XVII titulada Vida de Pedro Andrés, aprendiz y monje. Sobre temas del mundo cofrade y las cofradías de Sevilla ha publicado tres libros: Los cultos en las Cofradías sevillanas Compendio de las Cofradías de Sevilla, y como coautor el libro Historia de la Hermandad de Jesús Despojado: Historia y Patrimonio obras a las que ahora hay que sumar el Vademécum.
Fue Hermandad predominante dolorosa o de Semana Santa, y como tal ha hecho y hace estación de penitencia al templo metropolitano y patriarcal hispalense el Jueves Santo de cada año poco después de oraciones, llevando la imagen de Jesús con la Cruz al hombro cuando no habla. He aquí a la Hermandad de Pasión constituida en protectora del teatro español, porque lleva al pintoresco compás del monasterio el carro de representaciones escénicas con su tramoya y farándula, y allí lucieron las galas de su ingenio aquellos memorables autores y comediantes cual Lope de Rueda que sacaron de mantillas al teatro, dada la época y la frase como siempre se ha hecho. Es indudable, por lo expuesto, que la Hermandad de Pasión fue de sangre o de disciplina, de penitencia y de rogativa, de gloria y de luz, de desagravio en repetidas ocasiones y favorecedora del teatro español, hecho honrosísimo para la cofradía, que no sólo realza con ello su brillante historia, sino que justifica ese carácter de universalidad de fines que le hemos asignado.
Padre del islamismo político moderno, la cofradía de los Hermanos Musulmanes es uno de los movimientos políticos más influyentes del mundo árabe. Tras décadas de ostracismo y represión, la revolución que depuso al exdictador egipcio Hosni Mubarak en 2011 los propulsó a la cima del poder. Su ascenso fue tan fulgurante como su posterior caída. El rais islamista Mohamed Mursi, el primero elegido democráticamente en la historia de Egipto, apenas si pudo gobernar un año antes de que el Ejército diera un golpe de Estado. En unos dos años y medio, se cerraba un ciclo que volvió a situar a la cofradía en la clandestinidad. Ahora bien, esta vez la represión ha sido mucho más dura que en la era Mubarak y ha puesto en peligro su papel de eje del islamismo en la región. Camaleónicos y oscuros, los Hermanos Musulmanes forman un grupo tan fascinante como controvertido. Mientras algunos analistas los consideran un embrión del yihadismo, otros los ven como un bastión del islamismo moderado frente al terrorismo islámico.
Si la necesidad de que las mujeres se cubran la cabeza pertenece en el judaísmo, más que a auténticas normas escritas, al conjunto de prescripciones que invitan a la modestia, la situación está más articulada en el cristianismo y, decididamente, se presenta todavía más compleja en el islam. En el mundo cristiano el velo se ha emancipado tanto en el plano simbólico como en el normativo (porque ya no es obligatorio ni para las religiosas ni para las mujeres laicas), mientras que en el islámico algunas mujeres lo llevan por devoción, otras porque quieren ser identificadas a simple vista como musulmanas, otras aún para que las dejen en paz. Las hay que han tenido que dar la batalla en la familia para ponérselo y otras, en cambio, se han visto obligadas a ponérselo por la misma familia; hay quienes lo ven todavía como el emblema de la sumisión y quienes lo entienden, por el contrario, como modo de rebelarse, contra el régimen o contra el Occidente.