Desde una perspectiva totalmente nueva, con acceso exclusivo a algunas de las regiones más remotas y a especies que viven más allá de los confines del cautiverio, África salvaje constituye un registro fotográfico actual que nos transporta al corazón de uno de los últimos paraísos naturales del mundo. Resultado de meticulosas expediciones por todo el continente, el documento fotográfico de Alex Bernasconi contiene algunas de las imágenes más originales, sorprendentes e impresionantes de la fauna y flora africana. África es un continente avasallador, con momentos bellos y de gran delicadeza, y otros en los que hace alarde de su severidad, contundencia y ferocidad. En este libro se recogen las imágenes más honestas y creativas de las mil ochocientas que Bernasconi sacaba cada semana de los animales más magníficos y, también, los más amenazados. África salvaje es, por todo ello, un testimonio visual sobre lo mejor que hay en nuestro planeta, un legado imperecedero que puede inspirar a toda una generación ecologista.
"Fenómeno fotolibro" rinde homenaje a los fotógrafos que han considerado el libro como el lugar ideal para que sus fotografías adquieran sentido. En sus páginas se recoge la influencia de publicaciones esenciales como New York de William Klein, los fotolibros de protesta, la fotografía vernacular, la óptica del coleccionista, las bibliotecas de grandes maestros y una muestra de la producción más creativa de los autores contemporáneos. Los autores de la selección de obras son precisamente algunos de los principales protagonistas de este movimiento. Así destacan nombres de la talla de Martín Parr, Gerry Badger, Horacio Fernández, Ryuichi Kaneko y Markus Schaden. Desde la diversidad de temáticas que abordan y con sus comprometidas propuestas, las páginas de este libro conforman una poliédrica e indispensable aproximación al universo del fotolibro.
"Fenomen fotollibre" ret homenatge als fotògrafs que han considerat el llibre com el lloc ideal perquè les seves fotografies tinguin sentit. A les seves pàgines es recull la influència de publicacions essencials com New York de William Klein, els fotollibres de protesta, la fotografia vernacular, l'òptica del colleccionista, les biblioteques de grans mestres i una mostra de la producció més creativa dels autors contemporanis. Els autors de la selecció d'obres són precisament alguns dels principals protagonistes d'aquest moviment. Així destaquen noms de la talla de Martín Parr, Gerry Badger, Horacio Fernández, Ryuichi Kaneko i Markus Schaden. Des de la diversitat de temàtiques que aborden i amb les seves compromeses propostes, les pàgines d'aquest llibre conformen una polièdrica i indispensable aproximació a l'univers del fotollibre.
Joaquín Bérchez ha recorrido los espacios que Ovidio pudo haber transitado, ha recreado posibles escenarios de su exilio, ha fijado con formidables encuadres algunos testimonios de la cultura grecolatina y ha construido un relato sobre el recuerdo que los siglos posteriores han tributado al escritor; y lo ha hecho entrando en el terreno de la posibilidad. Ante el objetivo de la cámara, y ante nuestra mirada, aparece algo no buscado, algo fortuito, inesperado, y que, aunque pudiera ser insignificante en relación a su entorno, se engrandece y adopta un papel protagonista. Así, una inscripción griega de piedra sirve de refugio a una araña rumana o una modesta columna, con su capitel jónico, se yergue titubeante y tristemente orgullosa frente a la costa. Ese hallazgo de lo imprevisto, el encuentro accidental que hace posible la fotografía da lugar a una nueva percepción de lo real o a una apertura en esa percepción que desde la fotografía asalta por sorpresa al espectador y lo fascina. Esperanza Guillén.
Dentro de la tradición de fotógrafos como Tina Modotti, Edward Weston o Cartier-Bresson quienes viajaron a México durante el siglo XX, Antoine D'Agata ha conformado el espeluznante material con el que construye un diario tenso e inmóvil. Instantáneas, relatos cinematográficos y textos configuran un diario personal que a través de encuentros íntimos, sexuales o narcóticos retratan el mundo de soledad y marginalidad que Antoine D'Agata va recorriendo.
El libro A chupar del bote un título extraído del espectáculo que se representaba en el popular music-hall barcelonés El Molino a mitad de los años setenta constituye la recuperación de Ximo Berenguer (1946 1977), una figura de la fotografía española hasta ahora prácticamente desconocida. El libro contribuye al justo reconocimiento del talento de un valioso fotógrafo a la vez que ofrece al público una obra que con el tiempo ha madurado y se revela en la actualidad como un magnífico documento artístico y sociológico de una época crucial de la historia reciente de España.
El monasterio de Santa María de Pedralbes, de estilo gótico catalán, fue fundado en 1326 por la reina Elisenda de Montcada, esposa del rey Jaime II de Aragón con el objetivo de albergar a una comunidad de clarisas. El 3 de mayo de 1327 tuvo lugar la consagración del edificio y entraron a vivir en él catorce monjas. La autora de este trabajo fotográfico, Sor Isaura, es una de las integrantes de la comunidad de clarisas que continúa residiendo en el recinto. Su fascinación por el Cántico de las criaturas de san Francisco de Asís le ha llevado a una peculiar creación en la que los versos del Cántico son interpretados con fotografías por ella realizadas en el propio monasterio. El resultado ha sido un trabajo que sorprende por su belleza y que nos constata, una vez más, la universalidad y la atemporalidad de san Francisco y de su obra.
DK examina las fotografías y los autores más reconocidos, explorando fechas clave y avances tecnológicos. Este libro traza la historia de la fotografía desde sus orígenes en la década de 1820 hasta la fotografía digital del siglo xxi, presentando a lo largo del camino imágenes que demuestran el poder y la versatilidad del medio. Además de repasar el impacto de las influencias sociales y culturales y el efecto de los desarrollos tecnológicos, Fotografía analiza imágenes icónicas, revelando el contexto y la historia tras ellas e identificando sus detalles clave. Un directorio ilustrado proporciona biografías de más de 250 de los mayores fotógrafos del mundo.
Como una extensión clave de la exposición, el catálogo América Latina 1960-2013, es una obra de referencia sobre la fotografía latinoamericana que ofrece un amplio panorama de su producción artística en los últimos cincuenta años. Sus 500 reproducciones en color y en blanco y negro ayudar.n al lector a explorar la riqueza de las prácticas fotográficas de la época a la vez que permite apreciar los contextos históricos y artísticos que los generaron. Los textos de Luis Camnitzer, Olivier Compagnon, Alfonso Morales las biograías de los artistas, descripciones de obra y un calendario detallado, proporcionan una comprensón más profunda de los lenguajes visuales específicos del continente.
Con un formato perfecto para su bolso de playa, presentamos lo mejor de Martin Parr, quien nos sorprende con momentos absurdos y nos sumerge en los rituales y las tradiciones relacionadas con la vida en la playa. Parr ha fotografiado la playa durante más de tres décadas y nos muestra primeros planos de bañistas, nadadores traviesos y los almuerzos eternos en la arena. Esta compilación reúne las mejores imágenes de sus incursiones a la cultura de la playa e incluye fotografías de los bañistas en Argentina, Brasil, China, España, Estados Unidos, Italia, Japón, Letonia, México, Reino Unido y Tailandia. Con un texto de Parr así como un diseño inspirado en una selección de telas de temas tropicales. En el Reino Unido, uno nunca se halla a más de cien kilómetros de distancia de la costa. Con todo este litoral, no resulta sorprendente que exista una fuerte tradición británica de fotografía de playa. Es posible que los fotógrafos estadounidenses hayan dado luz a la fotografía urbana, pero en el Reino Unido tenemos la playa. Tal vez es una respuesta natural. En la playa, las personas pueden relajarse, ser ellas mismas y mostrar esos comportamientos ligeramente excéntricos típicos de los británicos. He fotografiado la playa durante muchas décadas, he documentado todos los aspectos de esta tradición [...]. Empecé a fotografiar este tema en la década de 1970 y publiqué The Last Resort, un libro que muestra la costa de New Brighton, cerca de Liverpool, en 1986. Esto me llevó a fotografiar playas de todo el mundo [...]. Una actividad que tiene lugar en todas estas playas es la venta de productos, ya que ese entorno es un lugar privilegiado para vender o adquirir casi cualquier cosa, desde un helado en Brighton, un servicio de limpieza de oídos en Goa (India), pescado a la plancha en Chile, o pasta en China. Uno puede conocer mucho de un país si observa sus playas: en todas las culturas, la playa es aquel espacio público raro en el que se producen todos los comportamientos absurdos y extravagantes de una nación.
Este libro recoge una selección de 472 imágenes procedentes del Archivo Fotográfico de Eugenio Morales Agacino, Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid. Este archivo consta de 2287 documentos gráficos, la mayor parte de los cuales son fotografías en blanco y negro en diversos formatos, aunque entre ellos también se encuentran fotografías en color, diapositivas, negativos fotográficos y dibujos. Las imágenes se refieren a los temas más variados: retratos, personajes, paisajes, animales, ciudades, etc. así como a lugares muy diversos, resultado de la larga vida científica y de los múltiples viajes del autor, destacan valiosas imágenes de los Pirineos, Moncayo, Sierra de Guadarrama, Sahara occidental, Marruecos, Nicaragua, México e Irán.
Poco antes de su muerte, en 1984, Brassaï explicó cómo la ciudad de París había sido para él una fuente inagotable de inspiración, un tema unificador y una idea fundamental que consiguió caracterizar cada una de las fases de su obra artística y que se hallaba en el núcleo de su trabajo. A través de 250 fotografías, este libro presenta las diversas facetas del París al que Brassaï amaba: desde la ciudad nostálgica que descubrió en su infancia a principios de 1900 hasta el grafiti siempre cambiante de las paredes de la ciudad; desde los juerguistas de los bares bohemios hasta el intercambio artístico con Picasso. Una visión de un París eterno, en el que Brassaï captó a la gente común durante su vida cotidiana, elevando lo familiar a un nivel sublime. Brassaï, húngaro de nacimiento, dedicó más de cincuenta años de su creación artística a captar todas las facetas de su ciudad adoptiva. Desde niños graciosos durante sus juegos en los jardines públicos hasta parejas de novios en parques de atracciones, desde estrellas de la ópera o del ballet hasta prostitutas y vagabundos, y de callejuelas adoquinadas a grafitis efímeros: sus fotografías encarnan la verdadera esencia de París. El ojo de Brassaï ha captado los variados barrios parisinos y ha celebrado el romanticismo de la ciudad con imágenes de elegantes transeúntes de paseo frente a los escaparates en la rue de Rivoli, trabajadores del carbón a lo largo del Sena, contrastes de luz en las gárgolas de Notre-Dame... y la majestuosidad en su sentido más puro, en los monumentos parisinos más emblemáticos, como la Torre Eiffel o el Arco de Triunfo.
Mire a su alrededor durante un minuto. Si fuera a hacer una fotografía que captara sus pensamientos y sentimientos sobre el lugar donde se encuentra justo en este momento, ¿de qué sería? Complicado, ¿verdad? Tomar excelentes fotografías de lugares depende de qué, cuándo y cómo. Qué tipo de lugares activa sus ideas o emociones (naturaleza, escenas industriales, lugares con un significado histórico), cuándo le gusta fotografiarlos (pronto por la mañana, durante el día, durante el crepúsculo, o por la noche) y cómo le gusta fotografiarlos (con una profundidad de campo grande o reducida, con un gran angular o un teleobjetivo, con una composición clásica o con algo menos ortodoxo...). Junte estos tres elementos y sus fotografías adquirirán un nuevo significado. Entre los 50 grandes fotógrafos representados a lo largo de las páginas de este libro se incluyen: Alec Soth, Martin Parr, Robert Adams, Todd Hido, Rut Blees Luxemburg, Julius Shulman, Rinko Kawauchi, Thomas Ruff, Tim Hetherington y Joel Sternfeld.
La Real Academia de la Historia asumió casi desde su creación y, particularmente, desde 1803, la tarea de velar por la adecuada conservación del patrimonio monumental de España. Ello implicaba, necesariamente, supervisar las campañas de excavaciones arqueológicas y de ordenación de fondos museísticos, competencias que mantuvo hasta después de la guerra civil. La tramitación de los correspondientes expedientes obligó a emplear la fotografía como medio de identificación de las piezas, para su adecuada descripción y localización. Por ello, la Institución fue generando desde 1850 aproximadamente hasta la década de los años veinte del pasado siglo, un elevado volumen de fondos fotográficos que, insistimos, no constituyeron un álbum o repertorio sino un instrumento de trabajo. Los dos volúmenes que ahora tiene el lector en sus manos reúnen un total de 1414 positivos de diferentes técnicas, que exponen nuestro patrimonio histórico artístico desde la prehistoria hasta la edad contemporánea. Toda la geografía nacional está representada, salvo Canarias, Ceuta y Melilla, y la labor de catalogación de estos positivos, en su mayoría provenientes del archivo de la Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, ha obligado a la datación de cada fotografía, técnica utilizada, autoría caso de existir constancia y descripción de la pieza. Junto a la ordenación por comunidades autónomas, se incorpora un fondo de extranjero así como tres encartes de las piezas más representativas. Por tanto, la obra será motivo de deleite para los aficionados a la arqueología y a la historia de la fotografía, de tal manera que los 1414 positivos, después de siglo y medio, han trascendido su papel instrumental para convertirse en verdaderos objetos.