¿Cuáles son los beneficios de los negociosglobales? ¿Reparten las empresas globales sus beneficios de manera uniforme? ¿Puede soportar nuestro planeta un continuado crecimiento económico? Confiamos en los medios de comunicación para obtener información de los negocios a escala mundial. Pero ¿cómo podemos conocer las verdaderas historias que hay detrás de las noticias? Este libro presenta los temas importantes que rodean a los negocios globales, y cómo se han reflejado en los medios informativos. Además explica las razones de por qué hay opiniones tan diferentes sobre los beneficios de los negocios globales. En este libro encontrarás información aparecida en diversos medios de comunicación sobre negocios globales. También se plantearán temas para debatir en clase. Podrás profundizar en los mercados globales a través de los libros y las páginas de Internet que se proponen. CONTENIDO: ¿Sueño o pesadilla? ¿Qué son los negocios globales? Informar sobre los negocios globales ¿Cómo funcionan los negocios globales? Ganadores y perdedores en la economía Ganadores y perdedores en la política Ganadores y perdedores en la cultura Salud y educación Perspectivas de futuro Tienes que decidir Hechos y cifras Glosario Para profundizar Índice de personas, organismos y materias
Temas abordados: la aplicación de la práctica reflexiva; el desarrollo de habilidades de pensamiento y el fomento de la autonomía de los estudiantes; la realización de investigaciones educativas; las técnicas de evaluación; la comprensión y la corrección de los errores de los alumnos.
El presente volumen, segundo de esta Colección, aspira a profundizar en los mecanismos y engranajes de la mente cuando ésta se dispone a ?crear?, es decir, trata de explicar cómo se desarrolla una mente creativa. La compleja dinámica del acto de crear -que implica una destrucción necesaria de la historia pasada, de posibilidades alternativas, del silencio y del vacío que había antes de la creación- se considera la base de la vida mental y de la vida activa. Crear no es una actividad que sea privilegio de unos pocos dotados de capacidades innatas, sino una operación mental, para la que los adolescentes y los niños deben ser educados y formados. Este libro propone diferentes actividades, que el autor denomina Proyectos, a través de las cuales se aprende a crear y se pretende entrenar el pensamiento crítico: por ejemplo, la habilidad de contemplar el mundo a través de un agujero hecho en una cartulina, de saber contarlo a los demás y de estar abiertos a los mundos que ellos ven; o de narrar la historia por medio de música electrónica; o de conocer otras culturas a través de la literatura.
La educación obligatoria es una experiencia universal que caracteriza a las sociedades modernas, como si se tratase de un rasgo antropológico de las mismas. Es un proyecto social y educativo que ha sido reconocido como un derecho universal porque encierra la posibilidad de dignificar al ser humano ?a todos y cada uno de ellos-, al tiempo que contribuye a la mejora de la sociedad. Se trata de una de las «invenciones» sociales ilustradas que resumen todo un elenco de aspiraciones relacionadas con la idea de progreso individual y colectivo, material y espiritual. Los peligros que hoy acechan a la educación obligatoria no se refieren tanto a su existencia y cobertura logradas, sino a la pérdida de su sentido emancipador para todos los que concurren a ella. La obligatoriedad significa no conformarse con abrir la escuela a todos, sino obligarse a hacer reales las oportunidades que promete ese derecho: su disfrute en condiciones de igualdad, el respeto a las diferencias no discriminadoras y su capacidad en la distribución de cultura. En esta obra, GIMENO SACRISTAN se preocupa por reavivar en la memoria colectiva el significado actual de este proyecto para no olvidar los retos pendientes que aún tiene por delante y revitalizar las razones que lo sustentan. Argumentar sobre lo que consideramos natural y definitivamente ya dado tiene el valor de recordarnos que ciertas conquistas sociales, como es la educación obligatoria, son logros precarios. Para infundirle vigor, no debemos dejar de alimentar los valores que la nutren y apoyan.
Si la educación es aún posible, en un mundo en el que tanto se espera de ella y cuando tantos descontentos se concitan haciéndonos visible su deterioro, es porque creemos en la posibilidad de redescubrirla. No vemos diluido su futuro entre una mirada retrospectiva hacia su pasado - imaginado ahora como glorioso, aunque nunca lo fue -, la fragmentación del mercado y la apuesta por entenderla como una llave de la entrada al mundo de las imprecisas sociedades de la información. Un nuevo contexto social y cultural nos hace ver con claridad que las instituciones escolares no están solas. No queramos, pues, que funcionen como si lo estuvieran y que todo lo demás se pliegue a sus planteamientos, restituyéndoles su centralidad. En esta colección de ensayos, el autor analiza el comportamiento deseable de las prácticas educativas, ante los retos de un mundo en el que la profundidad y cualidad de la formación constituyen la medida del sentido y del alcance real de la sociedad de la información. Con sus análisis hay motivos para pensar una educación racionalmente concebida y desarrollada. Para superar el desafio no hemos de imaginar o inventar casi nada original, sino recoger los rasgos y formas del buen saber hacer que, a mayor o menor escala, antes o ahora, alguien ya los ha experimentado; es decir, apoyarnos en las mejores tradiciones.
Habituados a que la escolarización universal y prolongada sea una experiencia natural para nosotros, es fácil perder de vista que eso ocurre de manera artificial dentro de un sistema educativo que tiene el poder de regular quiénes entran en él, cómo lo hacen, qué caminos se prevén para distintos tipos de alumnos, qué se espera de ellos o cómo trabajarán los profesores. Haber vivido esa experiencia no es suficiente para entenderlo como una recreación sociohistórica singular que se ha extendido - con algunas peculiaridades - por el mundo entero, traspasando fronteras y culturas. Presumir que su estructura y su peculiar funcionamiento es la respuesta coherente a unas necesidades sociales bien definidas supondría desconocer que es el resultado histórico de fuerzas que se suman y se contradicen; de proyectos, conflictos y resistencias que han desembocado en una realidad cultural que podría haber sido de otra forma. La reflexión que desarrolla el autor nos hace ver que, detrás de Ia aparente naturalidad de su existencia y de la solidez de su estructura, el sistema educativo tiene una historia en la que se han abierto caminos de progreso y de inclusión social, aunque, al mismo tiempo, también ha segmentado, jerarquizado e impuesto reglas que dan como resultado efectos en sentido contrario. El discurso de Antonio VIÑAO, para iluminar lo que es una compleja realidad, se mueve necesariamente en las fronteras borrosas entre la historia, la política educativa, la organización de las instituciones y las teorías sobre el cambio en educación. Así podemos ver la continuidad y discontinuidad entre las propuestas que dieron forma al sistema escolar heredado y las que hoy se aplican en las reformas que quieren imprimirle otra dirección.
Con motivo de la entrada en vigor de la LOMCE y su desarrollo normativo para la enseñanza primaria con el Real Decreto 126/2014, Editorial CEP pone a su disposición una edición actualizada del temario que será válido para las próximas convocatorias. Elaborados por profesionales relacionados con el ámbito educativo, este material sin duda supondrá una gran ayuda para los opositores que desean preparar su acceso a la función docente.
Con motivo de la entrada en vigor de la LOMCE y su desarrollo normativo para la enseñanza primaria con el Real Decreto 126/2014, Editorial CEP pone a su disposición una edición actualizada del temario que será válido para las próximas convocatorias. Elaborados por profesionales relacionados con el ámbito educativo, este material sin duda supondrá una gran ayuda para los opositores que desean preparar su acceso a la función docente.
Cuando se pregunta a la gente qué es una universidad, la mayoría respondería: ?es un lugar para enseñar y para investigar?, o quizá, ?para enseñar, investigar y ofrecer un servicio a la comunidad?. Este libro ofrece una alternativa y una respuesta a dicha pregunta: la Universidad del siglo XXI es un lugar para aprender, aunque esto no implica que la universidad sea sólo o el único lugar donde se puede aprender. Esta afirmación que tomamos como punto de partida parece evidente, pero no lo es tanto. La universidad no tiene tres objetivos, tiene sólo uno. Tanto la enseñanza como la investigación y el servicio a la comunidad tienen como finalidad provocar aprendizaje. Pero, ¿de qué tipo de aprendizaje hablamos?, ¿qué significa aprender?, ¿cómo debe ser el aprendizaje?, ¿cómo se lleva a cabo? Aunque en este libro se abordan distintos temas y diferentes ejemplos, todos ellos están unidos por un único tema de fondo: la formación y el origen del conocimiento y el significado y la naturaleza misma del aprendizaje. En torno al aprendizaje, el libro estudia cómo se percibe, cómo se experimenta, cómo se entiende y cómo se maneja. Los autores quieren ir más allá de la ?calidad? y de la ?competencia?, argumentando que los métodos de enseñanza (lo que supone aprender), la evaluación (saber lo que se ha aprendido) y la gestión universitaria (la organización de aprendizaje), deben facilitar los resultados del aprendizaje, y llevarse a cabo dentro de un marco ético apropiado. La Universidad, un espacio para el aprendizaje resultará una lectura esencial para todos aquellos que busquen la mejora y desarrollo del aprendizaje superior: profesores universitarios, investigadores, administradores, políticos y estudiantes.
Pasó el tiempo en que los fines individuales y colectivos de la educación, desde la perspectiva del alumno o del profesor, estaban claros o podían darse por sentados. La pluralidad de objetivos de los sectores implicados, la rápida sucesión de las reformas institucionales, las incertidumbres respecto del cometido profesional - por no hablar ya de la diversidad individual y colectiva - las crecientes demandas de libertad y experimentación, la multiculturalidad sobrevenida o la globalización rampante dibujan un nuevo escenario a la vez atractivo y amenazador, pleno de oportunidades pero trufado de riesgos. El cambio social sobrepasa el ritmo del cambio escolar; el valor del trabajo se tambalea en la sociedad del conocimiento; el derecho a la ciudadanía se ve abocado a un inevitable forcejeo con los límites del Estado-nación; familia y escuela no consiguen hallar el camino del diálogo; los criterios sociales de igualdad y justicia encuentran difícil acomodo en la escuela; las organizaciones escolares chirrían ante las turbulencias de su entorno; la profesión docente se debate en busca de una identidad satisfactoria. Esta obra propone examinar con distancia, pero con profundidad, los procesos de cambio en que se hallan inmersas la institución escolar y la profesión docente para, así, devolver a ambas el papel activo que antes tuvieran en el desarrollo social
Consensos sobre las funciones de la educación, que antes se consideraban indiscutibles, hoy distan de serlo. Algo parece moverse en el interior de los centros educativos que crea desasosiego, y éstos muestran cada vez más claramente la ambigüedad de sus funciones. Abundan los indicios de un creciente descontento y de un más evidente desencuentro en lo que los agentes sociales esperan de las instituciones escolares. Profesores, padres, estudiantes, administradores y demás colectivos "interesados" y relacionados con la educación proyectan sobre las escuelas exigentes expectativas que quizá éstas no puedan satisfacer. Una creciente tensión, tanto en la vida interna como en las relaciones con los diversos agentes sociales, parece ser la consecuencia de cambios que se están produciendo en la sociedad, y que generan alteraciones de los papeles que venían desempeñando los profesores; una tensión favorecida por la aparición de prácticas educativas dispersas, y no pocas veces contradictorias, en los diferentes espacios de socialización y de formación. La credibilidad de las escuelas puede deteriorarse por la visible dificultad de establecer acuerdos sobre la multifacética empresa que es la educación. Diseñar la coherencia escolar es una propuesta para la reflexión sobre la posibilidad de reconducir la vida y funciones de los centros escolares, caminando en una dirección que nos acerque al objetivo de una acción educativa más coordinada. En este sentido, los autores explicitan las bases y los procedimientos para que los responsables e interesados en la educación puedan "encontrarse" en un proyecto educativo, guiados por la convivencia democrática, la colegialidad de los profesores y la deliberación entre todos los agentes sociales implicados.
En Comprender y transformar la enseñanza los autores analizan los problemas y prácticas que han sido y son esenciales para llenar de contenido y sentido la realidad de la enseñanza. La obra es la oferta de una reflexión "pública" sobre temas y alternativas que son relevantes a cualquier profesor para ayudarle en la clarificación de las opciones que sólo él puede tomar en la realidad profesional en que trabaja.
¿Qué dinámicas se establecen entre los alumnos y alumnas cuando interactúan en clase, con el objeto de ayudarse mutuamente, resolver dudas, aclarar conceptos, solucionar problemas o llenar un vacío de comprensión entre ellos? ¿Cómo se distribuyen los roles de ayudante y ayudado? ¿Qué papeles asumen los alumnos más aventajados? ¿Y aquellos que presentan dificultades? ¿Existen factores que condicionan la ayuda mutua? ¿Influyen las relaciones de amistad en las interacciones de ayuda entre alumnos? ¿Es necesario enseñarles a ayudarse entre ellos o basta con dejarlo a la espontaneidad? La obra, ricamente documentada, presenta un análisis comparativo entre diversas investigaciones que estudian las interacciones de los alumnos, orientadas a la ayuda mutua, así como estudios de casos y situaciones concretas de aula, todo ello tomado del día a día en la escuela, y a lo largo de las etapas de educación infantil, primaria y secundaria.
?Se está configurando un modelo pedagógico, al menos un discurso alimentado por las discusiones sobre indicadores, valoración de resultados, reclamando el ajuste a un mercado laboral imprevisible, planteando disquisiciones acerca de en qué se diferencia un objetivo de un contenido o de una competencia. En cambio, se devalúan los discursos acerca de temas como las culturas juveniles, cómo ofrecer una cultura que pueda interesar, qué papel tienen los educadores, quiénes son los que fracasan?? (José Gimeno Sacristán). ?Las competencias no pueden confundirse con habilidades y destrezas que, por ser simples y mecánicas, son incapaces de afrontar el cambio, la incertidumbre y la complejidad de la vida contemporánea? colaborar en proyectos culturales, científicos, artísticos o tecnológicos de calidad es la mejor garantía de formación de estas competencias... Este programa requiere, definitivamente, refundar, reinventar la escuela que conocemos? (Ángel Pérez Gómez). ?En definitiva, la satisfacción o insatisfacción que nos reporta la esfera pública termina por influir en nuestra vida privada, acaba por afectar a la intimidad y al sistema de creencias; y viceversa. Por tanto, es necesario el análisis de la relación entre lo público y lo privado, por cuanto esa relación oculta mecanismos de identidad tramposos que impedirá ser competente en ciudadanía? (Juan Bautista Martínez Rodríguez). ?Se asume que vivimos en una sociedad que denominamos del conocimiento pero, en contra de lo que la lógica indicaría, este aspecto es lo que menos preocupa analizar: en qué medida la información cultural que se le ofrece al alumnado es de actualidad, relevante, pertinente, incorpora sesgos, ausencias, etc." (Jurjo Torres Santomé). ?Formar profesionales competentes no es lo mismo que formar con o a través de competencias. La universidad tiene que crear las condiciones para que el alumnado pueda convertirse en un profesional responsable y llegue a ejercer su profesión de una manera competente? Hemos de evitar que el Espacio de la Educación Superior convierta la Europa del Conocimiento en la Europa de las Competencias? (José Félix Angulo). ?Evaluar ?y calificar- sólo lo que el alumno hace es reducir a lo más superficial su capacidad de aprender y, por tanto, su competencia cognitiva. Si sólo damos por sabido lo que el alumno puede hacer, ni el contexto ni los recursos humanos y materiales disponibles para ese control? son satisfactorios porque las competencias tienen un carácter complejo, global y su aplicación no responde a un patrón fijo? (Juan Manuel Álvarez Méndez).