Él mismo se ocultaría deliberadamente a los ojos del público como profesor o como comentarista, antes que como lector o escritor. Sin embargo, sus textos comienzan a considerarse una obra filosófica por derecho propio, empezando a ser reconocido como uno de los grandes filósofos del siglo XX.
Umberto Eco lleva a cabo en esta serie de artículos y estudios una semiología de lo cotidiano, una aproximación al universo de los discursos periodísticos y la costumbre Este libro de estilo directo y narrativo, humor satírico y moralizante, está constituido por una serie de ensayos, muchos de los cuales son artículos periodísticos aparecidos en diferentes medios. A través de ellos, Eco nos ofrece una aproximación a los discursos periodísticos o políticos, a los fenómenos de la moda y la costumbre, desde la perspectiva del estudioso del lenguaje: si lo utilizamos para hablar de las cosas, para silenciarlas o para convencernos de que son cosas cuando por el contrario se trata de ideologías, fantasmas, ilusiones o decepciones. «Considero mi deber político invitar a mis lectores a que adopten frente a los discursos cotidianos una sospecha permanente, de la que ciertamente los semióticos profesionales sabrían hablar muy bien, pero que no requiere competencias científicas para ejercerse.» Umberto Eco,, La crítica ha dicho... «Provocador y lleno de matices... Demuestra la sofisticación y la perspicacia de Eco.» Publishers Weekly
Cicerón defiende la ancianidad contra quienes la atacan por la falta de actividad, de fuerza corporal y de placeres, y por su proximidad a la muerte, ofreciendo un breve diálogo filosófico de fuerte contenido ético.
Esta breve obra, datada en torno al año 64 a. C., atribuida a Quinto Cicerón, mantiene la misma actualidad que hace 2000 años, durante la Roma de Julio César. Los consejos que ofrece a su hermano sorprenden por su actualidad, y servirían a cualquier político para manipular, embelesar y convencer al gran público durante unas elecciones, por su profundo conocimiento del alma humana. Quinto Tulio Cicerón (102-43 a. C.) era el hermano menor del célebre orador, político y filósofo Marco Tulio Cicerón. De familia adinerada, fue educado en Roma y Atenas, como su hermano. Fue legado de Julio César durante la Guerra de las Galias, durante la cual escribió cuatro tragedias. Escribió también varios poemas y epístolas. Parte de su obra no se conserva.
La breve obra poética de santa Teresa de Jesús ofrece también consejos y experiencias, mediante refranes y estribillos profanos que ella traslada "a lo divino". El texto incluye la poesía completa de la santa.
Cuando se cumplen cincuenta años de las protestas estudiantiles de Mayo del 68, el autor ofrece una breve explicación sobre las ideas que las impulsaron, en el favorable marco cultural de la posmodernidad.
Tras más de quince años de investigación sobre las principales modalidades de la ética contemporánea, el autor presenta y valora las dos alternativas principales: el constructivismo ético y el realismo ético. Propone además una ética de las virtudes según el modelo aristotélico.
Se ofrece en este volumen la primera traducción del original latino al castellano, de tres cartas escritas por Tomás Moro en su período más productivo como humanista: a Maarten van Dorp (1515), a la Universidad de Oxford (1518) y a Germain de Brie (1520).
George MacDonald (1824-1905) fue un escritor escocés poco conocido incluso hoy en día, pero sus obras fueron muy admiradas por escritores como Tolkien y Lewis, quien llegó a considerarlo un genio y, sobre todo, su maestro. Al elaborar estos 365 extractos, en especial de sus Unspoken Sermons, Lewis busca antes al profesor cristiano, al sobresaliente predicador, que al escritor. Lo publicamos en último lugar en esta Biblioteca del autor, pues, según escribe en el prólogo, 'no me ha parecido que quienes han recibido amablemente mis libros sepan suficientemente, incluso ahora, hasta dónde llega esa afiliación'.
Cicerón nos lega su obra humanista y filosófica a través de mensajes serios sobre la honradez, el contraste entre virtud y vicio, la gloria, etc. presentados todos ellos con sentido del humor.
El cultivo de la interioridad exige aprender a callar, a escuchar, y ese silencio puede y debe aprenderse, con más urgencia aún, en la sociedad del ruido.