Filosofía occidental: c. 1600-c. 1900



LA LLAMA DE UNA VELA
Limitando nuestras investigaciones y restringiéndonos a la unidad de un único ejemplo, esperamos llegar a una estética concreta, una estética queno estaría afectada por polémicas filosóficas, una estética que no estaría racionalizada por cómodas ideas generales. La llama, la llama sola, puede concretar el ser de todas sus imágenes, el ser de todos sus fantasmas.[] Sería necesario más de un libro voluminoso para estudiar todas las metáforas que la llama sugiere a la literatura. Podríamos preguntarnos si no es posible asociar la imagen de la llama a toda imagen más o menos brillante, a toda imagen que pretende brillar. Escribiríamos, en ese caso, un libro de estética literaria general en el que clasificaríamos todas las imágenes amplificadas por la introducción de una llama imaginaria. Sería un placer escribir esa obra que mostraría que la imaginación es una llama, la llama del psiquismo. Pasaríamos la vida escribiéndola.

SORDIDISIMOS
El emperador Marco Aurelio elaboró en griego listas de huellas del tiempo a la vez sórdidas y atractivas. Una corteza quemada, casi negra sobre el pan, despierta el apetito. Una costra oscura sobre una antigua herida conmemora la amenaza de muerte. Los higos se abren cuando están maduros, casi en el límite de la podredumbre. El extraño brillo de las aceitunas en el momento en que su piel se arruga y su pulpa empieza a fermentar. La atracción accidental en la que la impresión de la muerte se acerca al disturbio. Es una belleza 'tempestiva', señalaba Fronton, su maestro. Como las fauces abiertas de las fieras fisuran sus caras en el instante previo a la muerte. Toda huella prehumana en la naturaleza de lo agonizante, de lo que está a punto de morir, de lo que va a morir, atrae al emperador.Pascal Quignard

CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS
Terminado durante el verano de 1888, CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS es " una completa introducción de conjunto " a las " heterodoxias filosóficas esenciales " de Friedrich Nietzsche (1844-1900). También en el aspecto estilístico constituye este libro una excelente antología, tanto por su lenguaje vivo, jovial y agresivo, como por los aforismos de su primera parte. La presente edición se complementa con una introducción y abundantes notas a cargo de Andrés Sánchez Pascual, traductor asimismo de la obra.

DIARIO DE UN SEDUCTOR
Regina Olsen era una adolescente de apenas catorce años cuando Sören Kierkegaard la cortejó y abandonó, aunque ella se repuso pronto de la ruptura. el lento suspense con el que se calcula y ejecuta cada fase de la seducción implica un paso más allá de Cartas del Noviazgo. Y, al mismo tiempo, el autor esculpe la dignidad del amor abandonado, la responsabilidad de esa mujer enteramente tomada por la emoción pero completamente decidida a "perderse". Para Kierkegaard, el individuo está solo ante Dios en la inmensidad de su esfuerzo y su responsabilidad y ésa es la esencia de su heroísmo cristiano. Frente a la racionalidad de su contemporáneo Hegel, Kierkegaard hace hincapié en lo personal y subjetivo. El compromiso y la entrega, el misterio de la pasión, del erotismo y del mito, contemplación estética e historia: la esencia del heroísmo cristiano encarnado en un seductor.

NIETZSCHE Y LO TRÁGICO
Como escribe Eugenio Fernández García en este libro, «a Nietzsche hay que leerlo con tino, dándole a cada nota su tempo y su ritmo, como requiere su sentido de la música». Los trabajos aquí reunidos proponen otras tantas lecturas «atinadas» del pensamiento de Friedrich Nietzsche que permiten situarlo bajo el signo de la idea de lo trágico. Desde la consideración de la tragedia griega y de la Antígona sofoclea, pasando por la confrontación de las visiones de lo trágico que ofrecen Hegel y Nietzsche o la constatación hecha por Kierkegaard sobre la época contemporánea como un mundo sin tragedia, el horizonte de cuestiones se abre al redescubrimiento de lo sagrado a partir de Nietzsche, al concepto nietzscheano de piedad y a los temas esenciales tratados por la llamada Nietzsche-Forschung: el arte, la música, la literatura, el juego, la verdad, la ciencia, la interpretación y la política. Se valora así críticamente la pasión por la verdad expuesta en la filosofía de Nietzsche, su recreación de la vida en verdad, que se muestra finalmente trágica.

DIOS TRAS DADA
En junio de 1924, el que fuera «primer dadaísta», Hugo Ball, publicó una pionera reseña sobre las obras del entonces jurista, Carl Schmitt. Allí convertía a Schmitt en el gran «ideólogo» alemán del momento y exponía sus formas de pensar de manera hasta hoy no superada. Meses después pretendió asentarse en el seno del publicismo católico alemán con una nueva edición de su polémico libro de 1919, Para una crítica de la inteligencia alemana, ahora titulada Las consecuencias de la Reforma; donde volvía a escrutar las dinámicas intelectuales e ideológicas que se dieron en Alemania, desde Lutero hasta Bismarck, para llegar al desastre de la Gran Guerra. Coincidiendo con Schmitt, aunque de forma más intensa, Ball achacaba todos los males de la «situación actual» al corte histórico nefasto –por secularizador– que supuso el protestantismo para la cultura occidental. Ambos documentos, reseña y libro, íntimamente unidos, son una exposición «hasta las últimas consecuencias» de la sostenida y robusta crítica a la modernidad de Ball, ya entonces «asceta católico», y de su agridulce diálogo con Schmitt, el gran crítico reaccionario de la época. Junto a las obras de Hugo Ball, su libro Las consecuencias de la Reforma y el largo artículo «Teología política de Carl Schmitt», publicamos aquí la correspondencia entre Ball y Schmitt. Las cartas entre ellos demuestran la ligazón de ambos escritos y justifican nuestra propuesta de lectura conjunta. También arrojan nueva leña a la siempre inquietante «leyenda de Carl Schmitt». Y, por encima de todo, el conjunto del volumen ofrece nueva luz sobre la fascinante y compleja peregrinación intelectual de Hugo Ball, desde la vanguardia artística del dadaísmo a una especie de religiosidad tan ascética como anarquista; un peregrinaje tan bizantino, nunca mejor dicho, como «increíblemente coherente» en objetivos y actitudes a lo largo de su vida. «Los escritos de Ball estarán un día entre los mejores libros alemanes de nuestra época.» Hermann Hesse «Hugo Ball sobresale como uno de los espíritus ejemplares de nuestro tiempo.» Paul Auster