En la presente obra, Antonio Capizzi, uno de los más relevantes historiadores de la filosofía antigua del siglo XX, lleva a cabo una sugerente y original aproximación a la filosofía de Parménides, entendiéndola en estrecha relación con las diversas problemáticas que atraviesan a su ciudad, Elea, entre los siglos VI y V a.n.e. Para ello, Capizzi recurre no solo a los textos filosóficos, sino a las aportaciones de la arqueología, la numismática o la filología, y nos ofrece una visión compleja en la que destaca la faceta política de Parménides.
De Tales a Demócrito (pasando por Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Alcmeón de Crotona, Jenófanes, Heráclito, Parménides, Zenón de Elea, Meliso de Samos, Empédocles, Anaxágoras, Diógenes de Apolonia y Leucipo), los presocráticos constituyeron un grupo relativamente homogéneo y unitario dentro de la historia de la filosofía; pese a sus rasgos comunes y a la similitud de las cuestiones con que se enfrentaban, cada uno de ellos dio, sin embargo, soluciones diversas y en ocasiones totalmente antitéticas a los problemas que se planteaban. Traducida y anotada por Alberto Bernabé, esta nueva edición de los FRAGMENTOS PRESOCRÁTICOS enriquecida con nuevos fragmentos de Heráclito y de Empédocles y del llamado Papiro de Derveni, descubiertos en los últimos años reúne los testimonios que la tradición ha conservado de sus obras, bien en citas literales, bien en meras explicaciones o paráfrasis de sus teorías.
«Lucrecio, filósofo epicúreo, es también un grandioso poeta. La paradoja estriba en que parece tomar perpetuamente el epicureismo a contrapié, como si el poeta, en él, refutara al filósofo, a menos que suceda al revés. Eso es lo que he intentado expresar (especialmente al volver a traducir los más hermosos pasajes de su obra maestra) y comprender. De la filosofía de Epicuro, la más luminosa, la más apacible, la más serena y quizá la más hermosa de toda la Antigüedad, Lucrecio ha extraído el poema más sombrío, más áspero, más angustiado y más trágico. Desde luego, eso nos dice algo acerca del hombre que fue, pero también acerca del epicureismo, de la filosofía y de nosotros mismos. Si fuéramos sabios, no tendríamos necesidad de poetas. Pero ¿acaso tendríamos necesidad de filósofos?»
Traducido y prologado por José María Pérez Martel, este volumen recoge tres interesantes diálogos de PLATÓN. El que lleva por título IÓN trata sobre la inspiración poética, la cual, como el frenesí báquico, se considera de origen divino y no producto de un arte. TIMEO, conocido sobre todo por su famoso relato sobre la isla Atlántida, si bien fue considerado hasta el Renacimiento la obra platónica más importante, aspira a explicar y describir extensamente la creación del mundo y del hombre con el fin de encontrar un estado político acorde con su naturaleza. Por su parte, CRITIAS diálogo inacabado constituye tanto formal como dramáticamente una continuación del «Timeo» y en él, al hilo de su contraposición política con la antigua Atenas, se prosigue con la descripción geográfica y político-militar del fabuloso continente perdido.
El pensamiento de SAN AGUSTÍN DE HIPONA (354-430), formulado al final de la Edad Antigua, atraviesa y configura la Edad Media; se vierte después en la Edad Moderna y llega hasta la Contemporánea por el flujo de una tradición en la que entran autores tan diversos como San Isidoro, San Anselmo, Santo Tomás, Lutero, Descartes, Pascal, Hegel y Wittgenstein -entre otros muchos-. Dentro de la enorme producción literaria del gran Obispo, sus veintidós libros de La Ciudad de Dios despliegan sus ideas fundamentales y permanecen como una de las obras de mayor relevancia a lo largo de los siglos. La presente edición abreviada de La Ciudad de Dios de San Agustín comienza con un estudio preliminar que encuadra en su contexto histórico este importante y extenso tratado del Doctor de la Gracia, y señala las pautas para identificar sus ejes y temas principales. A continuación, se ofrece una amplia, densa y representativa selección de los mejores pasajes de una obra que no sólo es síntesis de la doctrina agustiniana, sino también una de las más influyentes en la configuración de la identidad europea, en el desarrollo de la filosofía y la teología posteriores y en la historia occidental. Esta selección va acompañada de notas a pie de página que ayudan a comprender el sentido de los textos. Finalmente, la síntesis del contenido del magnus opus consigue dar una visión general de todos sus libros y capítulos, y sirve también para encuadrar la selección de textos en el conjunto de la obra.
PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE COMUNICACIÓN Y HUMANIDADES 2015 PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS ESPAÑOLAS 2014 Una propuesta para la felicidad Frente a la mística de las palabras vacías, de los consuelos imposibles y de los premios o castigos de otro mundo, Epicuro levantó la firme muralla de un mensaje revolucionario. Con ello alumbró, de una luz distinta, la democratización del cuerpo humano, el apego a la vida y a la desamparada carne de los hombres, entre cuyos sutiles y misteriosos vericuetos alentaba la alegría y la tristeza, la serenidad y el dolor, la generosidad y la crueldad. Y, sobre todo, imaginó una educación y política del amor, única forma posible y esperanzada de seguir viviendo. Epicuro lanzó uno de los mensajes más creadores del pensamiento filosófico que, por razones no muy difíciles de entender, ha sido tergiversado por los que sintieron amenazada la hipocresía de la que se alimentan. La filosofía de la corporeidad y del placer no fue, en ningún momento, esa grosera versión ideológica que una buena parte de la tradición nos ha entregado. Entre otras muchas cosas, el epicureísmo nos puso en camino para superar, desde una revolucionaria idea de la existencia, la doble moral, la doble o múltiple verdad, bajo la luz que se levanta desde el reconocimiento real del cuerpo, de su libertad y de su forzosa y solidaria instalación en el mundo. Emilio Lledó
La selección de motivos para pinceladas interpretativas cuya secuencia constituye este libro, más que interpretar este o aquel «objeto» al cual por unas u otras razones se dirigiese nuestro interés, busca algo concerniente al propio acto de interpretar, el cual, por cierto, tampoco puede volverse él mismo tema o asunto, sino sólo ejercerse en relación con algún interpretando.
Es moneda corriente estudiar el pirronismo, o meramente referirse a él, en exclusivo sentido negativo, por lo que tiene de crítica del conocimiento, por lo mucho y muy bien que sirve para desacreditar los dogmas de otras escuelas, pero pocas veces es el caso, sin embargo, de Los supuestos fundamentales del escepticismo griego de Ignacio Pajón Leyra se ha pretendido investigarlo en términos positivos, es decir, analizar las categorías y conceptos que están a la base no ya de tal o cual argumentación pirrónica de este o aquel tropo particularmente feliz, sino de la estructura teórica misma del escepticismo antiguo, que da a parar al modo de su verdadero y último sustrato en una peculiar ética al servicio del congénito afán humano de felicidad.
La grandeza intelectual de Aristóteles, compuesta de talento polifacético, curiosidad insaciable, afición innata por la reflexión y (mucha) capacidad de trabajo; no podía dejar de interesarse por el más clásico de los problemas éticos: la felicidad. Mediante sus reflexiones, el alcanza a definir la felicidad como «una actividad del alma conforme a la virtud perfecta»; y además -añade- puede ser enseñada. El análisis de las virtudes, concebidas como término medio entre los dos extremos del exceso y el defecto, un ensayo sobre la amistad y su personal concepto sobre el mejor género de vida son algunos de los temas de los que se ocupa esta antología.Reflexiones éticas ofrece una selección de textos especialmente significativos dentro del pensamiento moral de uno de los puntales de la Grecia Clásica.
Este es uno de los libros más celebrados de Séneca sus sabios consejos tienen una validez que traspasa las fronteras del tiempo. Sin duda alguna, muchas de las observaciones y conclusiones que contienen estas cartas podrían aplicarse a las inquietudes del mundo actual, tan perturbado por espinosos problemas y trágicas discordias. Lucio Anneo Séneca escribió las más bellas máximas de pureza de la vida; en estas epístolas se aunaban todas las sublimidades del pensamiento humano, la elevación del espíritu y el entusiasmo por la virtud. Las Cartas a Lucilio recogen el fruto de una larga experiencia y contienen las reflexiones más profundas sobre las contradicciones de la condición humana.
Retrato moral, histórico y político, "Séneca, la sabiduría del Imperio" analiza por vez primera este personaje esencial desde un contexto adecuado y completo. Así, se recoge con sumo detalle y de manera novedosa la relevancia de sus orígenes familiares, así como la de la Córdoba de su tiempo. Atendiendo a las fuentes romanas, a la obra del propio Séneca, a los estudios modernos y clásicos, pero desde un profundo conocimiento del personaje, de la filosofía y de la propia Historia de Roma, Alberto Monterroso nos muestra con extraordinaria amenidad tanto su pensamiento como su obra moral, trágica, poética, etc., lo que se va intercalando con la descripción de los hechos acontecidos en el plano personal. El resultado es una obra imprescindible, de obligada consulta para quienes quieran conocer por qué y cómo un hombre nacido en una de las ciudades más remotas del Imperio, la lejana Córdoba, llegaría a convertirse en el político e intelectual más eminente de Roma. ¿Cómo fue posible que ese hombre se alzara hasta la cumbre del Imperio y lo gobernara sabiamente en nombre del emperador? ¿Cómo es posible que su estela intelectual haya tenido implicaciones de primer nivel en el mundo de la política, de la religión, de la cultura y de la sociedad hasta pleno siglo XXI? ¿Qué tuvo y sigue teniendo de especial, de inefable, Lucio Anneo Séneca? La biografía intelectual del pensador cuyo poderoso influjo alcanza nuestros días y la crónica histórica de los mejores siglos de Roma.
Aristóteles fue preceptor de Alejandro Magno. La historia no registra detalles de esta relación, pero sabemos que, con el tiempo, Alejandro estuvo a punto de firmar la sentencia de muerte de su maestro, si bien acabó por olvidarse del tema y, en su lugar, se dispuso a invadir la India. De no ser por este golpe de suerte, habríamos perdido al hombre cuya filosofía había de dominar el pensamiento occidental durante cerca de dos milenios. Gracias a Aristóteles, no obstante, el mundo medieval persistió en sus creencias de que el Sol giraba alrededor de la Tierra y que todo estaba compuesto de tierra, aire, fuego y agua. En Aristóteles en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas de quien fuera, para santo Tomás de Aquino, «el filósofo» por antonomasia. El libro incluye asimismo una selección de los principales escritos aristotélicos, y una lista cronológica de fechas filosóficas importantes.