Pensadores griegos de Theodor Gomperz es un verdadero hallazgo. Cuando la obra apareció entre 1896 y 1909 en su primera edición (aparecerían rápidamente tres ediciones más), tuvo una acogida entusiasta por los especialistas de todo el mundo. En muy poco tiempo fue traducida al francés, inglés, italiano, ruso y hebreo. Gomperz recorre el camino de la filosofía hacia atrás. Para él, los pensadores antiguos son contertulios / interlocutores / compañeros de debate, a los que pregunta sobre sus aportaciones a la Verdad. Para él era una obviedad histórica que pudieran aceptarse malas argumentaciones o enseñanzas incorrectas como puntos de transición necesarios para alcanzar esa verdad. Traduce la antigua filosofía obtusa en ágiles pensamientos para nosotros, y convierte a los sofistas, epicúreos, estoicos y peripatéticos en contertulios virtuales, en una reflexión común sobre el mundo, forjada a lo largo de los siglos. Quien se introduzca en este diálogo, alcanzará una gran recompensa en el Saber, pero también puede hallar una clave de cómo llevar a cabo la búsqueda del conocimiento, la sabiduría y la felicidad, que todos emprendemos en algún momento. «Con este tipo de libros, se siente uno como con los buenos amigos; nos gusta recibir de ellos un pedazo de su saber vital y de su concepción del mundo.». Sigmund Freud Briefe 1873-1939, Fráncfort del Meno 1960, p. 268
Uno de los rasgos más característicos de las antiguas civilizaciones mesopotámicas fue la enorme importancia que sus sociedades dieron al Derecho, bajo cuyos presupuestos intentaron fijar por escrito, a partir del tercer milenio antes de Cristo, todos los actos de la vida del hombre. Reyes sumerios, babilonios, cassitas y asirios, con una certera visión compiladora, legaron a la posteridad variados Códigos legales que reflejaban perfectamente la época que les tocó vivir. De todos ellos, sin duda, el más importante fue el promulgado por el rey de Babilonia, Hammurabi (1792-1750 a. de C.), quien supo recoger la jurisprudencia anterior a su tiempo, de modo magistral, en un famoso Código que no llegó a ser superado en toda la Antigüedad y cuya influencia fue manifiesta en la legislación de hebreos, griegos y romanos. El Código de Hammurabi, inscrito en un monolito de diorita negra, conservado hoy en el Museo del Louvre, articula en sus 52 columnas de texto cuneiforme acadio su contenido legal, las motivaciones de su redacción, así como el deseo de perdurabilidad de las normas promulgadas. Con esta compilación de leyes -técnicamente bien redactadas- Hammurabi supo proporcionar un instrumento jurídico de primer orden no sólo a Babilonia, sino también al mundo antiguo en general, cuya lectura y estudio permiten conocer hoy los primeros pasos de la Historia del Derecho.
Se conocen como Textos Herméticos una serie de escritos en griego y latín que contienen enseñanzas religiosas filosóficas atribuidas a Herme Trismegisto. Entre ellos, el Corpus Hermeticum y el Asclepius -ambos incluídos en este volumen- son los más representativos y valorados. El Corpus Hermeticum está formado por una serie de diecisiete textos -entre los que figura el famoso Poimandres-, que por vez primera aparecen como colección en el siglo XIV, siendo su origen griego y de fecha difícil de datar. En cuanto al Asclepius, éste es de origen latino atribuido a Apuleyo, aunque es una traducción de ton texto anterior griego. No obstante, los herméticos son con certeza anteriores al siglo IV, ya que son citados en la controversia arriana, hay, testimonios de su lectura tanto por Cirilo de Alejandría como por San Agustín. En cuanto a su contenido, es clara la impronta platónica y pitagórica sobre la base de nota enseñanza esotérica que sin duda provenía del viejo Egipto. Es patente asimismo el carácter casi sagrado que estos textos tuvieron, puesto de manifiesto por el hecho de que sus anónimos autores compusieron estos diálogos como si fuera el propio Dios Hermes el que instruía a sus discípulos. La presente versión, publicada en Londres en 1924, goza de tan merecido prestigio tanto por la solvencia de la traducción como por el completo estudio que lo acompaña.
Este libro pretende, de una manera amena y accesible, acercar a los jóvenes (y menos jóvenes) a Platón y a toda la filosofía griega anterior. Tomando como hilo conductor al filósofo Sócrates, y siendo lo más fieles posibles al autor (en estilo e ideas), las autoras han creado relatos novelados, unos dentro de otros, que componen un todo unitario; a la manera del propio autor.
Pensadores griegos de Theodor Gomperz es un verdadero hallazgo. Cuando la obra apareció entre 1896 y 1909 en su primera edición (aparecerían rápidamente tres ediciones más), tuvo una acogida entusiasta por los especialistas de todo el mundo. En muy poco tiempo fue traducida al francés, inglés, italiano, ruso y hebreo. Gomperz recorre el camino de la filosofía hacia atrás. Para él, los pensadores antiguos son contertulios / interlocutores / compañeros de debate, a los que pregunta sobre sus aportaciones a la Verdad. Para él era una obviedad histórica que pudieran aceptarse malas argumentaciones o enseñanzas incorrectas como puntos de transición necesarios para alcanzar esa verdad. Traduce la antigua filosofía obtusa en ágiles pensamientos para nosotros, y convierte a los sofistas, epicúreos, estoicos y peripatéticos en contertulios virtuales, en una reflexión común sobre el mundo, forjada a lo largo de los siglos. Quien se introduzca en este diálogo, alcanzará una gran recompensa en el Saber, pero también puede hallar una clave de cómo llevar a cabo la búsqueda del conocimiento, la sabiduría y la felicidad, que todos emprendemos en algún momento. «Con este tipo de libros, se siente uno como con los buenos amigos; nos gusta recibir de ellos un pedazo de su saber vital y de su concepción del mundo.». Sigmund Freud Briefe 1873-1939, Fráncfort del Meno 1960, p. 268
Entre la reflexión filosófica y la teoría psicológica, Platón nos ofrece con el Banquete una brillante y elaborada exposición de su teoría de los afectos. El diálogo, perteneciente al periodo de madurez, en el que el eminente filósofo ateniense (c. 427-347 a. C.) se interesa por la esencia ontológica de diversas ideas, presenta una estructura sencilla. Con motivo de una celebración en casa de Agatón, Erixímaco propone tras la comida que cada comensal realice un discurso en honor de Eros. Este particular escenario, además de adjudicarle el estreno del género simposíaco, muy cultivado en lo sucesivo, permite a Platón analizar, en toda su magnitud y complejidad, la naturaleza caleidoscópica del Amor. A través de seis discursos que encuentran su eje en este sentimiento, el autor desmenuza sus múltiples facetas: la naturaleza divina de Eros, sus diversas formas y manifestaciones, sus designios y anhelos, o su incidencia en la vida humana.
Dentro del prodigioso elenco de los filósofos griegos presocráticos, jonios en su mayoría, Heráclito ha brillado siempre con rutilante luz propia. Sin desmerecer en nada a pensadores como Anaximandro, Parménides, Demócrito, Jenófanes u otros, el sophos de Éfeso, desde el momento en que fue redescubierto a través de fragmentos de su obra perdida (probablemente, De natura), una especie de sorpresa, admiración y éxtasis invadió a lo más granado de la filosofía moderna, desde Hegel a Nietzsche y desde Schopenhauer a Heidegger y Simone Weil, que se postró ante los latigazos intelectuales, los desplantes y los desafíos de uno de esos genios eternos que no pueden dejar indiferente a nadie que resulte sensible a los «altos relámpagos del pensamiento», de que nos habla Hegel. El resultado ha sido el volumen enorme de aportaciones doctrinales que abordan los textos del filósofo efesio bajo todos los enfoques posibles, el filológico, el histórico, el estricto filosófico, el político, el moral o el religioso, que no han agotado, ni mucho menos, la materia, y de manera periódica siguen apareciendo nuevos trabajos que policroman, destacan y dan novedosos enfoques a alguno o algunos de sus enigmáticos y tortuosos textos.
Quin és el camí que tot home ha de seguir per ser feliç? Què és o, en tot cas, com es pot definir aquesta felicitat? Aquestes dues qüestions es formulen i es desgranen en La vida feliç, un dels tractats morals clau dins l'obra filosòfica de Sèneca. La vida feliç parteix de la idea que l'home feliç és aquell que viu d'acord amb les regles de la natura, i que sap trobar el just equilibri entre la virtut i el plaer. Aquest breu opuscle recull, amb força i originalitat, moltes de les qüestions cabdals de l'ètica antiga: la relació entre plaer, virtut i felicitat, el paper social del filòsof, o el sentit del procés de reflexió. Els plantejaments de Sèneca, filòsof de gran influència en el pensament i la cultura occidentals, ressonen encara dos mil·lennis més tard tot il·luminant les consideracions que nombrosos pensadors moderns, des del Dalai Lama fins a Zygmunt Bauman, han anat recollint i formulant, des d'altres perspectives, buscant respostes als secrets de la felicitat. Un tractat moral clàssic sobre la millor manera d'encaminar-nos cap a la felicitat. Una obra plenament vigent.
El escepticismo surgió originariamente como un rechazo a la profesión de filósofo, esto es, pretendía en cierto modo el final de la filosofía tal como entonces se presentaba. Pues rechazaba las diversas filosofías como creencias en determinados sistemas basados en dogmas o verdades que no pueden ser demostrados. De este modo el escepticismo se proponía librar a los hombres de todo lo que les había sido transmitido como cierto con la intención de ordenar o dirigir su vida, resultando de ello el enfrentamiento de unos y otros en nombre de las diferentes creencias y dogmas. El antologista ha pretendido resaltar en esta selección todo lo que de más importancia hay, a su juicio, en el pensamiento escéptico de Sexto para el lector moderno. De gran interés para el público universitario, alumnos y profesores de filosofía, esta obra es una de las escasas traducciones al español de textos del Compendio de Escepticismo de Sexto Empírico.