¿Quiénes somos? La respuesta es fácil desde la creencia, pero cuando desaparece el dualismo espíritu-materia, la materia por sí sola no satisface nuestros interrogantes y el ser humano se siente abandonado. Revisamos la vida desde sus orígenes hasta los homínidos y encontramos una constante: la formación de seres vivos cada vez más autónomos respecto al medio. Nace el ?yo? y con él la evolución del individuo y su reafirmación frente al entorno humano. Un yo exclusivo actual, sin referentes sociales ni ideológicos. La propuesta es que esta evolución se produce gracias a la intervención de la materia. Porque somos materia activa. Y esa materia activa es la que crea primero la vida, después la vida compleja y finalmente la vida racional.
La resistència íntima és una reflexió atenta i profunda sobre la condició humana. Lautor ens mostra com la vertadera cura dun mateix ofereix escalfor als que són a la vora, protegint-los i fent-los de guia en el camí. «Hem de considerar resistència íntima com el nom duna experiència, pròpia de la comarca de la proximitat; comarca que no és visita dun dia, sinó estança habitual. Avui, romandre en aquesta comarca no és planer. La proximitat no es mesura en metres, ni en centímetres. El seu oposat no és la llunyania, ans més aviat la monocromia ubiqua del món tecnificat. Hem vist com la quotidianitat i el gest de la casa són modalitats importantíssimes de lexperiència de la proximitat».
En la sociedad actual la palabra «verdad» parece tener mala prensa. Que alguien hable en nombre de la verdad despierta suspicacias. Quien dice estar en posesión de la verdad adquiere el rostro del fanatismo, la intolerancia o el odio. Cualquier pretensión de totalidad resulta sospechosa. Y, sin embargo, ¿no es el interés por la verdad una de las señales distintivas de los seres humanos? ¿No queremos conocer lo que sucede realmente? ¿No sentimos un gran disgusto si alguien nos miente? ¿No deseamos saber a qué atenernos? ¿No buscamos siempre lo auténtico? ¿Acaso son posibles el amor, la justicia, la ciencia o la amistad sin la verdad? El escritor, profesor y filósofo Javier Aranguren nos invita a realizar una reflexión profunda y amena sobre el concepto de verdad. Un viaje filosófico en el que, como en el mito platónico de la caverna, podemos adquirir una nueva manera de ver las cosas.
Con frecuencia, encontramos en los medios de comunicación llamadas a una regeneración ética de la sociedad pero es menos habitual que alguien proponga cómo realizarla; pues bien, Karol Wojtyla muestra que solo lo logrará aquella ética que intente mejorar intrínsecamente al hombre como persona. Por eso, frente al utilitarismo de los positivistas y pragmatistas, frente al formalismo kantiano o la ética de valores de Scheler, propone una ética que se fundamenta en la verdad sobre la persona humana. Mas específicamente, este libro, segundo de dos volúmenes, recoge el tercero de los famosos cursos de ética que impartió en la Universidad Católica de Lublin, de 1956 a 1957, en el que aborda la cuestión dela norma y la felicidad en el pensamiento clásico, en el utilitarista de Mill y Bentham, para finalmente proponer una síntesis original que conduce a sus grandes obras: Amor y responsabilidad y Persona y acción. La publicación de este texto, inédito hasta ahora en español, y traducido solo al inglés y al alemán, supone una paso esencial en el conocimiento completo de la filosofía de Karol Wojtyla / Juan Pablo II.
El presente volumen agrupa un total de 33 escritos de Heidegger que fueron publicados de manera dispersa a lo largo de 66 años de trabajo intelectual. Entre ellos, el lector encontrará el primero y el último de los textos que el filósofo alemán publicó en vida, así como poemas, recuerdos personales, textos sobre literatura, música o pintura y varios escritos emblemáticos del filósofo de Meßkirch, como «¿Por qué permanecemos en la provincia?» (1933), «Lenguaje y tierra natal» (1960), «La proveniencia del arte y la determinación del pensar» (1967) o «La falta de nombres sagrados» (1974).
¿Realmente no existe alternativa alguna a la forma moderna de pensar según la cual en todo hay que partir del ser humano y todo ha de remitirse a él, o ha llegado ya el momento de superarla? ¿Puede el ser humano conocer el mundo tal como es o ha de contentarse con un mundo interpretado humanamente? La Edad Moderna y la Modernidad partieron de un distanciamiento del mundo y de una autonomía fundamental del ser humano, de lo que consecuentemente se infería que nuestro acoplamiento al mundo sólo puede desembocar en uno construido por nosotros pero no en el real. Frente a ello, en este libro, en el marco de una perspectiva consecuentemente evolucionista, se expone la elemental vinculación del ser humano al mundo. Desde tal revisión de la antropología, se esbozan las consecuencias para una nueva ontología y epistemología. Wolfgang Welsch, 1946, es catedrático emérito de filosofía teórica en la Universidad Friedrich Schiller de Jena. Entre sus publicaciones más importantes están: Unsere postmoderne Moderne [Nuestra modernidad posmoderna] (1987, 7ª ed. 2008); Ästhetisches Denken [Pensamiento estético] (1990, 7ª ed. 2010); Vernunft. Die zeitgenössische Vernunftkritik und das Konzept der transversalen Vernunft [Razón. La crítica contemporánea a la razón y el concepto de razón transversal] (1995, 4ª ed. 2007).
«Magrada llegir apassionadament i que la meva lectura no quedi capturada per una pedagogia, per unes regles, per unes normes morals, polítiques, jurídiques o religioses. Magrada llegir infidelment, caminar del text al quadern, de lortodòxia a lheterodòxia, de la repetició a la interpretació, del significat al sentit. Per mi, llegir és un ofici i un ritual.» El filòsof Joan-Carles Mèlich aplega en aquest llibre un total de 262 «fragments filosòfics» procedents dels seus quaderns de notes. Es tracta duna reflexió sobre la lectura, lescriptura, la distinció entre moral i ètica, el sentit, Déu, linfern, la compassió, la intimitat, la finitud, el desig, el perdó, les víctimes, la mort , en un gènere que defuig les categories i opta per les escenes, les imatges, les metàfores. Mèlich ens ofereix, en definitiva, «un pensament fragmentari, obert, no sistemàtic, contrari a la lògica metafísica».
«Me gusta leer apasionadamente, y que mi lectura no quede capturada por una pedagogía, por unas reglas, por unas normas morales, políticas, jurídicas o religiosas. Me gusta leer infielmente, pasar del texto al cuaderno, de la ortodoxia a la heterodoxia, de la repetición a la interpretación, del significado al sentido. Para mí, leer es un oficio y un ritual.» El filósofo Joan-Carles Mèlich reúne en este libro un total de 262 «fragmentos filosóficos» procedentes de sus cuadernos de notas. Se trata de una reflexión sobre la lectura, la escritura, la distinción entre moral y ética, el sentido, Dios, el infierno, la compasión, la intimidad, la finitud, el deseo, el perdón, las víctimas, la muerte..., en un género que rehúye las categorías y opta por las escenas, las imágenes, las metáforas. Mèlich nos ofrece, en definitiva, «un pensamiento fragmentario, abierto, no sistemático, contrario a la lógica metafísica».
La resistencia íntima es un atento y profundo ensayo sobre la condición humana. Su autor nos descubre de qué modo el auténtico cuidado de uno mismo da luz y calor a los que están cerca, protegiéndoles y sirviéndoles de guía en el camino. «Reconocemos que resistencia íntima es el nombre de una experiencia, propia de la comarca de la proximidad; comarca que no es visita de un día, sino habitual estancia. Pero hoy cuesta quedarse en ella. La proximidad no se mide en metros ni en centímetros. Su opuesto no es la lejanía sino, más bien, la ubicua monocromía del mundo tecnificado. Hemos visto cómo la cotidianidad y el gesto de la casa son importantísimas modalidades de la experiencia de la proximidad».
Publicado en 1877 por Julius Bahnsen, uno de los principales representantes de la escuela pesimista alemana del siglo XIX, Lo trágico como ley del mundo y el humor como forma estética de lo metafísico manifiesta el original modo de filosofar de Bahnsen, expuesto en su peculiar estilo literario, caracterizado por una amarga ironía y un corrosivo humorismo. En él presenta in nuce su estética, y los rasgos fundamentales de su «pesimismo de la contradicción», que se traduce en una reinterpretación de las categorías estéticas de la «tragedia» y el «humor». Se trata del escrito más accesible para el lector actual, que se sentirá en el centro mismo del nihilismo, ese mal de nuestro tiempo.
"Todo tiempo precisa tomar la palabra y seguramente el nuestro no constituye una excepción. De ahí que hayamos vuelto a la historia del pensar para reconocer en ella las voces que nos perfilan y vivificar así la propia a la luz de su dictamen.Se procura no sólo conocer cuándo nacen o desaparecen ciertas nociones, sino cómo lo hacen, vinculadas a qué tipo de acción. No nos mueve en ese acceso al pasado ningún prurito historiográfico, sino el deseo de reinterpretar el lenguaje de la metafísica, su característica forma de decir, su singular manera de hacer. A nuestro juicio, atender de nuevo a esa difícil relación entre las palabras y las cosas resulta decisivo para la comprensión de nuestro propio presente." Ángel Gabilondo y Gabriel Aranzueque
. El profesor Höffe en la introducción señala que a alguien podría parecerle extraño que se ocupe de un autor al que habitualmente se considera uno de los más feroces críticos de Aristóteles. Pero es necesario tener en cuenta que el interés de Höffe por Hobbes viene de antiguo, pues al autor de Malmesbury ha dedicado numerosas conferencias, seminarios y artículos. Además este interés por Hobbes enlaza con los problemas de filosofía del derecho y filosofía del Estado a los que el profesor Höffe se acerca con pasión. No en vano Hobbes tuvo la valentía de plantear las cuestiones decisivas todavía en la actualidad ¿Por qué es necesario que exista un orden político? ¿Cómo ha de ser dicho orden político? No hay que olvidar que Höffe ha sido el introductor de Rawls y su teoría de la justicia en Alemania. Höffe dirige su mirada reflexiva hacia un mundo globalizado, a fortiori intercultural, en el que resucitan los fundamentalismos y el terrorismo se ha convertido en una amenaza planetaria, un mundo necesitado de una reformulación del derecho internacional y de un profunda reflexión ético-política.
Lejos de nuestros modelos, la palabra desorden suele designar la riada anónima del exterior. Querría señalar la fuerza ciega de una corriente humana y terrenal, impetuosamente aleatoria, de la que debemos protegernos. Pero éste no es un libro de ética al estilo usual. No opera con la contraposición del bien al mal, no busca un conjunto de prescripciones para una vida mejor ni una idea del deber que guíe la acción. No intenta que los hombres aprendan a conducirse en términos supuestamente morales, sino que cada uno asuma su indescifrable signo natal y le dé una forma de vida. El vínculo entre ética y alegría, entre moral y fuerza, ha sido peligrosamente olvidado. La disciplina no es reclamada por las señas externas de la organización, sino por el desarrollo interior de la potencia. Este libro intenta actualizar la vieja certeza, oriental y occidental, de que las contingencias externas acaecen siempre con un orden oculto, remotamente inteligible. Según tal experiencia, el pensamiento no es en primer lugar un acto reflexivo que pueda o no realizarse, sino la turbulencia secreta de cualquier presencia material, por apacible que parezca. Lo mismo es ser y pensar, se afirma ya antes de Platón. Se trata de una experiencia vertiginosa y a la vez común, admitida en la más llana aunque no siempre expresable sabiduría popular. Si aquí se tiene la pretensión de defenderla, de modo suficientemente comprensible, es por la intención de mostrarla en la más cotidiana y banal actualidad. Ignacio Castro Rey es doctor en Filosofía por la UAM y profesor en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Madrid. Influido por la heterodoxia del pensamiento occidental, despliega desde hace años un trabajo filosófico en una doble dirección. Por un lado, en el borde de lo que podríamos considerar nuestra tolerancia ilustrada, la afirmación de un inmediato absoluto sensible, ético y estético a la vez, de difícil y venerable expresión conceptual. Por otro, una crítica del poder contemporáneo, con sus nuevas formas de aversión a la otredad real. En ambas articulaciones, de Weil a Lispector, de Handke a Sokurov, Ignacio Castro rescata la potencia conceptual de muy diversos creadores actuales. Además de firmar numerosos artículos en distintos medios y volúmenes colectivos, Ignacio Castro es un pensador frecuentemente invitado en diversas instituciones y universidades, tanto nacionales como extranjeras. Es autor, entre otros, de los siguientes libros: Sociedad y barbarie (Barcelona, 2012), La depresión informativa (Buenos Aires, 2011), Votos de riqueza (Madrid, 2007), La sexualidad y su sombra (Buenos Aires, 2004), Crítica de la razón sexual (Barcelona, 2002) y La explotación de los cuerpos (Madrid, 2002).