El concepto siempre ha sido objeto de interminables debates entre filósofos. En este libro se argumenta que cualquier teoría filosóficamente satisfactoria sobre conceptos o sobre su comprensión lingüística, debe ofrecer una explicación de la normatividad asociada a la posesión de conceptos o a la comprensión de palabras en relación con su aplicación en el habla y en la acción no-lingüística. Para ello se debaten dos problemas que tratan de la normatividad asociada a la comprensión lingüística: las consideraciones sobre el seguimiento de reglas de Wittgenstein y el escepticismo sobre el significado de Kripke. Dos problemas en realidad idénticos: buscan una explicación para la relación normativa entre la comprensión de palabras y el uso de las mismas.