El autor distingue entre la práctica científica y la interpretación filosófica de dicha práctica, lo cual permite discernir entre genuinos problemas empíricos y pseudoproblemas conceptuales. El autor se inscribe en la tradición iniciada por Ludwig Wi
" Sobre la certeza " consiste en una serie de notas provisionales escritas por Wittgenstein durante los últimos meses de su vida. En ellas, parece recapitular sobre algunos de los temas con los que había lidiado en los tiempos del " Tractatus " y, lo que es más importante, la filosofía ya no se presenta solo como aquella empresa fruto de los malentendidos que nuestro lenguaje induce. Wittgenstein se enfrenta ahora al linajudo problema filosófico del conocimiento y el escepticismo, e intenta especificar en qué consisten el conocimiento y la justificación, a la vez que ensaya una refutación del escepticismo. Para ello se sirve del célebre ataque de G. E. Moore al escepticismo sobre el mundo externo en el que defiende que existen cosas, por ejemplo, mis manos, que no son meras representaciones mentales, que nosotros lo " sabemos " y que no hay argumento escéptico que pueda minar este conocimiento de sentido común. Wittgenstein desafía a Moore, no porque quiera defender el escepticismo, sino más bien porque no acepta que " sepa " que tiene dos manos. " Saber " , afirma Wittgenstein, es un verbo muy " especializado " . Cuando Moore dice que sabe que tiene dos manos, no está afirmando que sabe algo que ha averiguado, demostrado, o para lo que se pueda pedir una demostración. Tal afirmación se asemeja al " lecho " de un río en el que se apoyan y adquieren sentido las distintas cosas que decimos conocer. Pero el lecho mismo no es algo de lo que podamos dudar o que podamos conocer. Ortega y Gasset y Max Scheler defendieron antes que Wittgenstein una concepción muy parecida.
Vivimos rodeados de gente, pero muchas veces con la sensación de estar solos. La sociedad marca pautas, leyes, costumbres, relaciones y estatus de los que no se puede prescindir, pero que no siempre se comprenden o se aceptan. Con este libro de citas se puede aprender a ver las conductas y situaciones sociales con más flexibilidad e indulgencia.
Este libro propone una nueva y estimulante teoría acerca de los mecanismos del conocimiento humano. La tesis es aparentemente sencilla, pero sus implicaciones pueden considerarse verdaderamente revolucionarias: en el núcleo mismo de nuestro pensamiento actúa constantemente la analogía. Comparar, relacionar, ver qué vínculos o proporciones existen en el seno del torbellino de impresiones y sensaciones que puebla nuestra mente. Cómo surgen nuestros conceptos y categorías, en qué nos basamos para juzgar y definir lo que vemos y experimentamos en nuestra vida cotidiana, qué relación existe entre las palabras y las cosas, cómo aprendemos a dotar de significado al lenguaje son otros tantos temas de este apasionante libro.
Con ingenio e irreverencia, la lexicógrafa Kory Stamper nos abre la puerta del obsesivo mundo de la escritura de diccionarios, desde las angustiosas decisiones sobre qué definir y cómo hacerlo hasta la complicada cuestión del cambio constante del uso de las palabras. Lleno de datos divertidos -por ejemplo, el primer uso documentado de "OMG" fue en una carta a Winston Churchill- y las propias historias de Stamper desde el frente lingüístico (incluyendo cómo se convirtió en la principal apologista en Estados Unidos del término "sin consideración", a pesar de detestar esta expresión), 'Palabra por Palabra" da vida a un mundo sorprendentemente rico habitado por individuos extravagantes y eruditos que modelan silenciosamente la forma en que nos comunicamos.
En este libro de Filosofía de 1º de Bachillerato se recogen en doce temas los contenidos que establece la LOMCE y el Real Decreto (R.D.) que expone el curriculum de esta materia, común y obligatoria para todo el alumnado del primer curso de Bachillerato, recogidos en el BOE 03 de enero de 2015. El Real Decreto divide el temario de la materia Filosofía en un primer bloque de metodología o de contenidos transversales y cinco bloques temáticos en los que se exponen los contenidos cognitivos. El bloque de contenidos transversales lo hemos desarrollado en otro libro de carácter práctico (Libro práctico) en el que se recogen, además, múltiples actividades: textos filosóficos y extrafilosóficos, actividades de reflexión, de búsqueda de información, de comentario de imágenes, de juegos virtuales, de enlaces con Internet y con fragmentos de películas, mientras que en este libro, que venimos a denominar Libro teórico, desarrollamos los seis bloques temáticos de contenidos cognitivos. El primer bloque denominado La Filosofía como saber específico, contiene solo una unidad en la que, después de contraponer el saber filosófico al pensamiento arcaico y al científico, analiza sus características, su historia y la necesidad del mismo. El segundo bloque, el del Conocimiento, contiene tres unidades. Una primera en la que se plantea el tema de la verdad en su dimensión teórica y práctica desde diversos modelos epistemológicos. Una segunda dedicada al conocimiento científico y sus características, así como al desarrollo de la tecnología. La última trata de los elementos inherentes al lenguaje filosófico: la lógica formal e informal, la argumentación, y la retórica. La actual filosofía del lenguaje ha puesto en evidencia la interrelación entre todos esos aspectos de la comunicación humana, motivo este por el que este tema ha sido incluido en este bloque. El tercero, el de la Realidad se compone de dos unidades. La primera de ellas trata de la realidad entendida desde una perspectiva metafísica, que incluye el novedoso tema de la realidad virtual, al ser ésta un tipo de realidad cada vez más presente en la dimensión lúdica y tecnológica de la cotidiana, sobre todo para los jóvenes. En la segunda se presentan de forma sencilla los diferentes paradigmas o cosmovisiones que ha habido a lo largo de la historia de la humanidad, desde el animismo a la teoría de la relatividad y a la mecánica cuántica. El cuarto, el del Ser Humano, se desarrolla también en dos unidades. En la primera unidad se estudia el evolucionismo y sus consecuencias para la Antropología Filosófica. En la segunda unidad se reflexiona sobre la naturaleza humana en sus diversas interpretaciones a lo largo de la historia, poniendo de relieve las dos grandes antropologías que han predominado en la historia de la filosofía: la materialista y la espiritualista. El último bloque engloba los temas referidos a la Racionalidad práctica y se concreta en cuatro unidades. La primera unidad del bloque trata de la necesidad de fundamentar la ética y para ello analiza algunas de los argumentos más relevantes históricamente, desde la Grecia antigua hasta la moderna escuela de Frankfurt. La segunda unidad se ocupa de la política centrándose en los fundamentos filosóficos del Estado y haciendo un breve recorrido por las principales teorías políticas desde Platón hasta la Escuela de Frankfurt y la teoría liberal de Karl Popper. En la tercera unidad se trata el tema de la estética, como modo singular de acceder a la realidad a través de la mirada estética. En este apartado se hace una síntesis de las principales corrientes artísticas del mundo moderno y se analiza la crisis actual del mismo concepto de belleza. La cuarta y última unidad es la de mayor novedad temática de este curriculum pues es la primera vez que se incorpora de modo específico el análisis de la empresa en un programa de Filosofía. En ella se analiza el modelo económico actual, su lógica y su organización y se especula sobre las posibilidades de que este modelo pueda revertir en economía social, que el modelo empresarial tenga en cuenta a las personas, con sus derechos y deberes profesionales, y no sólo se valore la eficacia como criterio único para medir el éxito empresarial.
Aunque la semiótica es un campo disciplinar que no empezó a adquirir cuerpo y autonomía hasta finales del siglo XIX de la mano de Charles Sanders Peirce y Ferdinand de Saussure, el interés por los signos y por lo que son capaces de hacer es probablemente tan antiguo como el hombre. Este interés fue en primer lugar de carácter práctico. Pero en un determinado momento se hizo más general y quiso constituirse en un saber experto con pretensiones de convertirse en ciencia. El nombre para ese saber lo inventaron los médicos y lo usaron después, entre otros, lógicos y filósofos. Sin embargo, no existía hasta ahora una historia del pensamiento semiótico que reconstruyese de manera completa cómo se fue elaborando la reflexión sobre los signos y la significación. La primera parte de esta obra, concebida en tres volúmenes, está dedicada a la Antigüedad grecolatina. Empieza con los textos homéricos y termina con Agustín de Hipona, el primero que de forma explícita lleva a cabo una reflexión semiótica de carácter general. A lo largo de este recorrido, dos capítulos analizan las consideraciones sobre el lenguaje de Platón y la semiótica y la teoría de la argumentación de Aristóteles; otros estudian la inferencia sígnica en los epicúreos, la complejidad del significado en los estoicos y la retórica romana, sin olvidar el tratamiento de los signos en la adivinación y la medicina.