El libro " Conceptos y teorías en la ciencia " , ya un clásico de la filosofía de la ciencia en español, aparece en su cuarta edición, puesto al día, completamente revisado y ampliado con tres nuevos capítulos. Esta obra introduce al lector de un modo riguroso pero asequible en el núcleo duro de la epistemología, constituido por el análisis formal de los resultados intelectuales de la investigación, y en especial por el de las teorías científicas y los conceptos empleados en su formulación. Su autor, Jesús Mosterín, lógico, filósofo y epistemólogo internacionalmente conocido por sus trabajos en la frontera entre ciencia y filosofía, acompaña al lector en la exploración precisa de las estructuras de la ciencia, la interrelación entre experiencia empírica y modelización matemática, la estructura de los conceptos científicos como nudos de nuestras redes teóricas, las teorías científicas como redes conceptuales con las que tratamos de entender la realidad, y otros temas de epistemología, historia y filosofía de la ciencia aquí tratados con elegancia, concisión y claridad.
Nos encontramos aquí en los altos y al parecer inabordables riscos de un supuesto monte, el Monte Improbable. Sus cimas representan, para Richard Dawkins, la combinación de perfección e improbabilidad que cualquiera puede encontrar en los seres vivos. Desde la conjunción de fuerza y sensibilidad de la trompa de un elefante hasta el camuflaje vital de una hormiga escarabajo, el mundo viviente está poblado de criaturas que parecen milagrosamente «diseñadas» para la vida que llevan, criaturas todas ellas que parecen haber alcanzado su punto óptimo, la cúspide imposible. Gracias a Dawkins comprobamos que estos complejos y brillantes rasgos no se han conseguido por casualidad -lo que equivaldría a escalar con un simple salto la cara escarpada, cortada a pico, de la montaña-, sino por una evolución acumulativa y gradual -que representa la pausada y larga senda que asciende a la cumbre-, infinitamente lenta para los parámetros de la historia humana. Para ello, Dawkins conduce al lector a través de los espectaculares paisajes montañosos del mundo natural y nos invita a visitar, por ejemplo, el fascinante mundo de las telas de araña o a contemplar los higos como si fueran un jardín para una concurridísima colonia de insectos. Ya en en sus libros anteriores, Richard Dawkins ha revelado la gloriosa variedad y la unidad que subyace en la vida sobre la Tierra. En Escalando el Monte Improbable contagia al lector su pasión por la interminable variedad y adaptabilidad de los genes y sus asombrosas consecuencias, ofreciéndonos una atractiva y erudita descripción de muy variados fenómenos biológicos para los que propone explicaciones sencillas.
El origen del presente volumen lo constituyen las conversaciones que mantuvieron en el verano de 1979 Franz Kreuzer, prestigioso periodista austríaco, y Karl R. Popper, uno de los filósofos más importantes del siglo xx. Que el rigor científico no está reñido con la capacidad divulgativa y que ésta no significa necesariamente «vulgarización» podrá comprobarlo fácilmente el lector que se acerque a estas páginas. Popper repasa no sólo los temas que a lo largo de más de medio siglo han sido objeto de su reflexión filosófica, sino también a los pensadores y corrientes filosóficas con respecto a las cuales Popper ha asumido una deuda intelectual crítica. El falibilismo metodológico, la crítica al neopositivismo del Círculo de Viena, la teoría evolutiva del conocimiento, el darwinismo epistemólogico son algunos de los temas abordados junto con muy agudas observaciones que tienen como objeto el pensamiento de, por ejemplo, Wittgenstein o Bolzano. F. Kreuzer no olvida interrogar a Popper sobre su filosofía social y política, tema de enorme importancia y que, paradójicamente, no puede decirse que haya sido estudiado de modo exhaustivo; de hecho, la bibliografía en castellano es prácticamente inexistente. A este respecto es de fundamental importancia el ensayo de Popper «Tolerancia y responsabilidad intelectual», que la presente edición incluye.
Algunos años después de obtener el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, Jacques Monod sorprendió a toda la comunidad científica y filosófica con este polémico ensayo en el que introducía nociones tan heterodoxas como las de «azar» y «necesidad» a la hora de estudiar los seres vivos. Además de ofrecer iluminadoras respuestas a cuestiones tan fundamentales de la biología contemporánea como las relativas al origen de la vida o la evolución de las especies, el autor, uno de los grandes pioneros de la biología molecular, no vacila a la hora de abordar las consecuencias filosóficas y espirituales de los grandes descubrimientos en los campos de la biología molecular y de la genética.
¿Cómo es posible que surja un estado mental, o incluso un "yo" consciente, a partir de un conjunto de células? Ésta es la gran pregunta para la que la ciencia contemporánea no tiene todavía una respuesta y a la se dirige este libro, que nos acerca de forma amena, pero rigurosa, a la evolución de las ideas que la humanidad ha producido sobre el órgano que ?fabrica? la mente, desde las primeras suposiciones sobre si era en el corazón o en el cerebro donde se originan las funciones mentales, hasta los avances más recientes. Nos encontramos así con temas tan fascinantes como el largo reinado medieval de los "espíritus animales" y su misteriosa acción sobre el cuerpo, el descubrimiento de la electricidad "animal" y los nuevos interrogantes que ésta planteó, o los acalorados debates que se produjeron a lo largo del siglo XIX sobre la corteza cerebral y su verdadera función. Esta Breve, pero intensa y esclarecedora, Historia del cerebro, nos aproxima también a la gigantesca contribución de Ramón y Cajal, al hallazgo de los neurotransmisores y su papel en el registro de la información y la comprensión de ciertas enfermedades, introduciéndonos por último en las técnicas avanzadas de exploración cerebral y reflexionando sobre el problema de la consciencia.
La ciencia como acción humana y social, y no sólo como un conjunto de enunciados, abre nuevas dimensiones para la filosofía de la ciencia. Nos permite preguntarnos por la dimensión moral de las acciones de los científicos, por su integración en el conjunto de la sociedad, por su sentido político, por los resortes de la creatividad científica, por los aspectos didácticos o divulgativos o estéticos de la ciencia, etc. La ciencia, pensada como acción, invita a los filósofos a explorar otras facetas y contextos, no sólo el de la justificación, sino también el del descubrimiento, la comunicación, la enseñanza y la aplicación, y nos sugiere la conveniencia de emplear recursos procedentes de distintas tradiciones de pensamiento. Este libro presenta los fundamentos históricos y filosóficos de esta concepción ampliada de la filosofía de la ciencia y nos muestra cómo funciona en la práctica su aplicación concreta en diferentes aspectos: comunicación de la ciencia, investigación clínica, política ambiental, filosofía de la informática y poética de la ciencia.
Cuando la implacable enfermedad que acabaría con su vida estallaba con toda su virulencia, Francisco Fernández Buey tenía muy avanzado un libro, Para la Tercera Cultura. Buena parte del mismo estaba completamente revisado por su autor, y el resto pendiente de una última revisión, que desgraciadamente no pudo llevar a cabo. Con ese material, Salvador López Arnal y Jordi Mir han preparado esta edición, exquisitamente respetuosa con el material original, y cuyo resultado nos ofrece uno de los libros más perspicaces, más penetrantes, más poderosos y más elaborados de Francisco Fernández Buey. Esta es, pues, una excelente ocasión para revisar la tarea intelectual del pensador palentino, recriado en Barcelona, en torno a la filosofía de la ciencia y la construcción del concepto de tercera cultura, con lo que implica de diálogo necesario, obligatorio, entre las ciencias experimentales, las ciencias sociales y las humanidades, un diálogo imprescindible para entender el siglo XXI. Un diálogo, apunta Fernández Buey, por el que las dos culturas, la humanística y la experimental, debían confluir no ya en una tercera cultura, sino en la cultura, es decir, en una cultura sólida, y no sólo teórica, basada en el pensamiento crítico, que es la única que nos puede permitir ser auténticos responsables de nuestra evolución para convertirnos en ciudadanos competentes en sociedades cohesionadas y más justas.
José Antonio Marina fue la sorpresa editorial de 1992. Su primer libro, "Elogio y refutación del ingenio", ganó el XX Premio Anagrama de Ensayo y meses después el Premio Nacional de Ensayo. "Teoría de la inteligencia creadora" es una muestra, también sorprendente, de una original manera de hacer ciencia, que une la investigación más rigurosa con una exposición literariamente brillante. El autor, que el pasado año ganó también uno de los premios Giner de los Ríos a la Innovación Educativa, confiesa: «Mi ideal pedagógico sería enseñar por artes de encantamiento. La ciencia es, ante todo, seducción.» El presente libro es una innovadora teoría de la inteligencia, que integra los resultados de las ciencias cognitivas: la neurología, la inteligencia artificial, la psicolingüística, la psicología cognitiva, la filosofía. El tema es de urgente interés para todos porque, como dice el autor, «la idea que tengamos de lo que es la inteligencia humana va a determinar la idea que tengamos de nosotros mismos, y esta idea determina lo que realmente somos». Para aplicar la teoría se sirve de dos ejemplos escandalosamente dispares: la «creación deportiva» y la «creación artística». Michael Jordan en el baloncesto, Jack Nicklaus en el golf, Marcel Proust o Rainer Maria Rilke en la literatura, demuestran la deslumbrante flexibilidad de la inteligencia humana. El proceso inventivo es liberado de las nieblas mitológicas y descrito con una inusual precisión y una notable técnica narrativa. Se estudia con gran detenimiento el proceso creador de varios escritores y pintores: Thomas Mann, Paul Valéry, Julien Green, Louis Aragon, Rilke, García Márquez, Monet y Picasso. Como era de esperar, el autor no cree en la inspiración. La conclusión del libro también es chocante: la inteligencia se caracteriza, ante todo, por su capacidad para inventar fines. Crear es inventar sorpresas eficientes. ¿Eficientes para qué? La índole de ese «para qué» va a determinar la índole de la inteligencia. Una inteligencia perversa tendrá sólo la perfecta inteligencia de la carcoma: eficacísima en lo suyo, pero de pocos alcances. "La Teoría de la inteligencia creadora" se prolonga necesariamente en una Ética, considerada como ciencia de los fines del hombre. El hecho de que estas afirmaciones tan abstractas y arbitrarias en apariencia, se deduzcan de los minuciosos análisis de las operaciones intelectuales es uno de los aspectos más sugestivos y polémicos del libro. ¿Tendrá razón el autor al afirmar que la inteligencia será el tema estrella de la ciencia del fin del milenio?
Una brillante síntesis, llena de audacia y humor, de las explicaciones más satisfactorias que se han dado de nuestra vida mental. ¿Por qué un rostro parece más atractivo si está maquillado? ¿Por qué creemos que tras una serie de lanzamientos de una moneda en que ha salido cara es más probable que salga cruz? ¿Por qué nos enamoramos como locos? Tareas tan aparentemente sencillas como reconocer una letra o andar de forma bípeda son problemas en realidad muy complejos que aún no han sido resueltos de forma satisfactoria por la inteligencia artificial. Con un rigor y una claridad incomparables, Steven Pinker analiza las más diversas actividades humanas y nos muestra lo impresionante que puede llegar a ser nuestra mente.
Locke gastó gran parte de su tiempo escribiendo largas cartas floridas a mujeres libres, pero nunca llegó a casarse y terminó viviendo en platónico ménage à trois con un miembro del Parlamento por Essex y su esposa. Locke ha sido el único gran filósofo en llegar a ministro, a pesar de que su filosofía era revolucionaria y sirvió de inspiración tanto a la Declaración de Independencia de los Estados Unidos como a la Revolución francesa.En Locke en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas del influyente empirista inglés. El libro incluye una selección de textos de sus dos obras más importantes, Ensayo sobre el entendimiento humano y Dos tratados sobre el gobierno, así como una completa cronología que sitúan a Locke en su época y en una más amplia de la filosofía. «90 minutos» es una colección compuesta por breves e iluminadoras introducciones a los más destacados filósofos, científicos y pensadores de todos los tiempos. De lectura amena y accesible, permiten a cualquier lector interesado adentrarse tanto en el pensamiento y los descubrimientos de cada figura analizada como en su influencia posterior en el curso de la historia.
Esta obra nos muestra que es menester actualizarnos, y más exactamente, desaprender, máxime cuando los retos y las oportunidades se renuevan a diario. Como en los rituales iniciáticos, la academia debe sacrificar, periódicamente, sus certezas, así hayan sido entronizadas en sus prácticas pedagógicas y su léxico de turno. Más imperioso todavía es mantener abierto el porvenir, a pesar de la conducta básica y egoísta de estirpe reptil, potenciada por la racionalidad instrumental. Así el universo, en definitiva, sea contraintuitivo, cuando conceptos como los de libertad y tiempo se revelan cada vez más elusivos, se aventuran algunas reflexiones a partir de los guiños que nos hace una ciencia desbordada.
¿Es el azar la frontera de nuestro conocimiento? ¿Cómo influye el contexto social en el avance de la ciencia? ¿Quién va más rápido, la tecnología o la ciencia? ¿Cuál es el papel de la computación en el conocimiento? ¿Qué es el método científico? En el mundo académico y científico, ingenieros y filósofos parecen ser los dos grupos más distanciados en lo que respecta a sus temas de estudio, sus intereses y sus métodos. La ingeniería es una disciplina de orientación fundamentalmente práctica; la filosofía es esencialmente abstracta y conceptual. En el presente libro se analizan algunos de los temas fundamentales que interesan a toda persona preocupada por la ciencia.
El asombro y la contemplación de la realidad estánen el origen y en cada paso de la ciencia entendida como aventura humana. Este libro descubre la dinámica de la ciencia «en acción», dando la palabra a sus protagonistas directos para responder a preguntas como «¿qué busca el científico?», «¿cómo mira la realidad?», «¿qué le mueve?». Páginas sugestivas y provocadoras extraídas de los diarios, cartas y escritos de científicos de ayer y de hoy (Galileo, Faraday, Mendel, Curie, Einstein, Fermi, Severi, Lorenz, Feynmen, Eccles...) que han unido a la excelencia en su campo la reflexión acerca de su propio quehacer humano.
Manuel García Morente, catedrático de Ética de la Universidad de Madrid de 1912 a 1942, fue un intelectual de cuño clásico con el que la cultura española tiene una deuda de amplio alcance. Además de sus ocupaciones filosóficas, desarrolladas en estrecha colaboración con el Círculo de Intelectuales reunidos en torno a Ortega, García Morente prestó gran atención a los descubrimientos y teorías científicas que se producían en su tiempo, y en especial a la teoría de la relatividad de Einstein, entonces ampliamente estudiada y debatida en todo el orbe culto. El interés principal de García Morente por esta nueva teoría física provenía de una profunda convicción filosófica de Ortega, que él compartía por entero: la teoría de la relatividad se presentaba como el signo más elocuente del tema de su época. Los escritos aquí reunidos, que han permanecido desconocidos incluso por los estudiosos dela obra de García Morente, aparecen ahora por vez primera en forma de libro aparte. Constituyen acaso la exposición más clara que haya hecho un autor español de la teoría de la relatividad.